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27 Feb 2024Cuando mi mujer se pone cachonda Mi mujer es una preciosidad rubia, cincuentona y gorda que cuando se pone cachonda pierde toda la verguenza. Aqui tenemos algunos ejemplos.

CUANDO MI MUJER SE PONE CACHONDA.



Trabajo de guardia de seguridad nocturno, tengo 55 anos, me llamo Carlos y estoy casado con una mujer de mi edad desde hace treinta anos con la que tengo una relacion un poco especial.

Tenemos un hijo de 25 anos que aun vive en casa.

Desde hace tiempo sigo esta pagina de relatos y nunca me habia atrevido a escribir, soy bastante ardiente y salido pero lo que me he encontrado hoy me ha motivado a contar algunas de las aventuras de mi mujer cuando se pone cachonda.

Imaginaosla, una gordita guapisima con el pelo rubio con una boca carnosa y ojos preciosos.

Antes estaba mas delgada pero ahora en su menopausia ha engordado bastante echando unas tetas y un culo que llaman la atencion por donde pasa.

Se llama Pepi y es peluquera. La verdad es que es una tia bastante normal, quiza un poco grunona y a veces estupida, pero desde siempre cuando se pone cachonda cambia por completo convirtiendose en una nina melosa y supersexy que va detras de quien desea hasta conquistarlo.

Y lo mejor es que a mi siempre me ha excitado que este con otros hombres, desde que eramos novios, y como ella lo sabe se aprovecha.

PRIMERA ESCENA

El caso es que esta manana volvi del trabajo, ya he dicho que trabajo de noche, me tropiezo en el portal de mi edificio a cinco pedazos de negros saliendo. Cuando entro en mi casa me encuentro a Pepi en la cocina sentada en el suelo casi desnuda.

La escena es tremendamente morbosa, mi mujer esta abierta de piernas con sus muslazos al aire, una minifalda de tablas de colegiala remangada y una camisa blanca abierta y destrozada. Esta borracha, siempre le da por beber cuando folla, y tiene una sonrisa de oreja a oreja con una cara de gusto que flipas.

Pero lo mas lascivo es que esta totalmente empapada en semen, leche, esperma, chachuchi, engrudo, lefa que recubre todo su cuerpo y su cara dejandole el pelo empapado y pegajoso.

Carlos: la madre que te pario Pepi, pero que has hecho?

Le pregunto mientras cojo mi movil para hacerle varias fotos e inmortalizar la escena.

Pepi: hola maridito, mira como me han dejado cinco negrazos con los que me enrolle anoche en la discoteca. Joder que pollones tenian y que gustazo me han dado!

De pronto Pepi se tira un pedo y expulsa un monton de orina de macho que le sale por el ojete abierto llenando el suelo de leche.

Pepi: perdon, se han meado los cinco dentro de mi culo.

Carlos: la hostia, pero de donde ha salido tanto semen estas pringosa.

Pepi se rie, borracha como una cuba.

Pepi: no sabes carino como echan estos cinco negros semen por sus grandes cipotes. Me encanta, me he tragado litros y esta buenisimo.

Carlos: ya veo, estas pringosa, voy a levantarte y banarte que estas borracha.

Pepi: no papi, dejame un rato saboreando la lefa. Anda pruebala un poco que a ti te gusta, dame un beso en los morros y saboreala. Umm, no sabes cuantas veces me he corrido con los chavales polludos.

Carlos: lo siento nena pero no vengo tan caliente como otras veces.

La agarro fuerte para que no se me resbale con tanta crema que lleva en su cuerpo. Al agarrarle por uno de sus grandes pechos, se me resbala y cae al suelo.

Pepi: ay, papi que me vas a estrujar el teton, no me hagas dano.

La llevo al cuarto de bano metiendola en la banera abriendo el grifo de agua caliente.

Con la ducha le voy quitando el semen de su piel, ella aun cachonda me saca la polla de mi bragueta y se pone a mamarmela como si de un chupete se tratara. La verdad es que me la ha puesto empalmada nada mas verla asi.

Yo sigo lavandola, le meto la mano en su conazo, un cono gigante que tiene de meterse tantas cosas grandes dentro cuando de hace pajas cuando esta sola en casa. Una vez la muy bestia llego a insertarse un melon dentro.

De pronto le meto la polla hasta la campanilla, lo que le hace vomitar. Canos de semen y alcohol arroja al suelo del bano. Si, era verdad que habia tragado un monton de esperma de los cinco negros.

Sigue mamandomela y yo lavandole y enjabonandole sus carnes voluptuosas. Pepi se queda dormida con mi nabo en su boca mamandolo como un bebe un chupete. La saco de la banera y la echo en la cama donde la seco lo mejor que puedo.

Esta buenisima, no es la primera vez que me follo a mi mujer dormida cuando vengo de trabajar, pero es la primera que lo hago estando borracha y recien vomitada. Me desnudo, le abro los gordos muslos y le meto mi nabo en su ano abierto como un bebedero de patos. Le cojo una de sus piernas y me la follo chupandole el pie gordete y carnoso que tiene hasta que le descargo mi leche dentro de sus tripas.

Ella ni se despierta. La tapo y le digo, luego me contaras las guarrerias que has hecho con los chavales negros. Ahora vamos a dormir.

SEGUNDA ESCENA

Mi guapa, cincuentona, rubia, gorda y cachonda mujer me llama al movil:

Pepi: Carlos date prisa, vete para casa que no puedo con Javi, esta salido como un perro en celo.

Carlos: anda hija, dejalo son cosas de la edad, hazle una pajilla y que se tranquilice.

Pepi: una pajilla!, pero si este nino es incansable. Lo he estado ordenando durante media hora y se ha corrido seis veces pero no se le baja. Lo he tenido que amarrar en una silla pero sigue gritando y con el pollon este que tiene mas tieso que un palo.

Carlos: dejalo que te folle, a ver si desfoga.

Pepi: ya no puedo mas, me ha magreado todo el cuerpo y solo con rozar su nabo con mis carnes eyacula chorritos de semen. Me ha puesto el vestido nuevo perdido de leche. Lo estoy lavando a mano en el fregadero.

Carlos: bueno, voy corriendo para alla.

Javi es un chaval, hijo de unos vecinos que a veces nos lo dejan en casa para que lo cuidemos. El pobre tiene un retraso mental, pero es muy carinoso y lo conocemos desde chiquito, lo que pasa que a su edad tiene las hormonas desbocadas y esta hecho un semental. A mi mujer con sus voluptuosas carnes no deja de meterle mano.

Llego a casa y me encuentro a mi mujer en bragas y sujetador, lavando el vestido en el fregadero de la cocina y el chaval en una silla atado con las manos atras y una mordaza en la boca con la polla erecta mirando al techo, una polla demasiado gorda con un glande mucho mas gordo del que sale liquido preseminal, mientras el tiene los ojos abiertos como platos mirando a la gordibuena de mi mujer.

Carlos: pero Pepi, no puedes amarrar al chaval como si fuera un animal. Anda, hazme el favor, quitate las bragas y deja que te folle un rato y tu disfruta que se que te gusta hacerlo conmigo delante.

Mi mujer se vuelve y veo su bonita cara llena de lefa. Se quita las bragas y el sosten quedandose en pelotas.

Carlos: seras puta! Has estado gozando del chaval y ahora me llamas para que te vea como te folla.

Pepi: jajaja, jajaja, pues si carino, ya sabes que me gusta ponerte los cuernos delante de ti y a ti tambien te gusta. No veas el nabo que gasta el nino, anda sueltalo que me monte.

Desato a Javi y como un toro se monta en mi mujer que esta a cuatro patas metiendole su gordo pito en el conazo que gasta y follandola como un conejo de rapido.

Pepi: ahhg, pero que honda me llega, como me golpea el utero, sigue animal, pareces un perro. Tienes la cabeza de la polla tan gorda como tu cabeza, cabezon.

Javi, jadea con la lengua fuera cayendole saliva en el culo gordo de mi mujer.

Se tira media hora fallandola, yo hago de mamporrero cambiandole su carajo de vez en cuando del cono al culo y aprovechando para darle mi rabo a mi mujer para que me lo mame con su boca de mamona. Ir a pagina 2
26 Mar 2024El dulce sexo de mi suegra Patrick esta loco por Ruperta, una mujer mucho mayor que el, pero ella lo prefiere como yerno.

Si llevas toda la vida deseando algo con todas tus fuerzas y llega un momento en que se pone a tu alcance, ¿esta justificado utilizar cualquier medio para conseguirlo? Puede que una gran mayoria piense que no, pero justo a esos les diria que no tienen ni idea de lo que significo esa mujer para mi desde que la conoci siendo solo un chaval.

El verano mas feliz de mi vida fue ese en que abrieron una tienda de dulces en nuestro aburrido barrio. Mis amigos y yo teniamos edad suficiente para estar pensando mas en conseguir tabaco de madera ilegal que en caramelos, pero lo que nos estimulaba de ese nuevo negocio era mucho mas que los subidones de azucar.

Acostumbrados a las chicas de nuestra clase, la mujer que dirigia ese negocio nos parecia directamente de otro mundo. Era alta, rubia y combatia el calor que todos padeciamos con unos escotes que nos hacian babear. De repente, todos nos volvimos adictos a los dulces, entrabamos a comprarlos a todas horas solo para poder verla.

El problema era que con ella de adelante ninguno de nosotros se atrevia a hacer gala de esa chuleria por la que nos conocian en el instituto. Nada mas entrar en la tienda enmudeciamos, eramos como corderitos delante de esa diosa. Cuando se nos acababa el dinero ya solo me quedaba volver a casa y encerrarme en el cuarto de bano para pajearme con su imagen en mi memoria.

A diario fantaseabamos con atrevernos a darle conversacion y nos picabamos entre nosotros para ver quien era el valiente que lo hacia. Algo me decia en mi interior que debia ser yo, que tenia que comprobar si tenia con ella el mismo exito que con las de mi edad, aunque no me creyera en absoluto que aquello pudiese suceder.

Si algo tenia claro era que no lo podia intentar delante de mis amigos, que ni en suenos les daria la oportunidad de poder reirse de mi de por vida si aquello no salia bien. Asi que una tarde me puse mi mejor camisa veraniega, medio bote de gomina en el pelo y me fui directo a la tienda, dispuesto a impresionar a esa mujer con mi labia.

- ¿Hoy vienes solito?

- Si, senora, me gusta tener tiempo para mi mismo.

- Eso suena interesante, pero no vuelvas a llamarme senora en tu vida.

- No tendria que hacerlo si me dijeras tu nombre.

- Me llamo Ruperta.

- Que original.

- Y tu eres...

- Patrick, para servirte en todo lo que necesites o desees.

- ¿En serio?

- Por supuesto, pide cualquier cosa y yo te la concedere.

- ¿Que edad tienes?

- Dieciseis anos y medio, pero todos dicen que soy muy maduro para mi edad.

- Supongo que estudias en el instituto de al lado del ayuntamiento.

- Asi es.

- Entonces ya se que es lo primero que te voy a pedir.

- Soy todo oidos.

- Desde septiembre mi hija y tu sereis companeros de clase, mas vale que la cuides.

- Sois nuevas en el barrio, ¿no?

- Si, apenas llevamos aqui un mes.

- ¿Y el padre de la criatura?

- Espero que criando malvas.

- Puedes estar tranquila, yo la voy a proteger.

- Te lo agradezco, hombrecito.

A partir de aquel dia aproveche cada momento que tenia libre para ir a visitar a Ruperta. Sabia que nuestra diferencia de edad era un problema, pero yo trataba de ganarmela y esperaba que pudiera caer rendida a mis encantos. Aunque quizas fuese mas realista esperar a septiembre, conocer a su hija y ver si se parecia a ella, esa mujer me volvia loco.

Por si el hecho de que me sacara por lo menos veinte anos no fuese suficiente problema, Ruperta enseguida se hizo muy popular en el barrio y hombres de todas las edades se convirtieron en mis competidores. Enseguida comenzaron los rumores sobre si la habian visto con uno o con otro, pero nada iba a conseguir minar mi moral.

Aunque siempre habia sido lo mas parecido a un lider en mi pandilla, comunicarles mi intencion de conquistar realmente a Ruperta me convirtio en objeto de todo tipo de burlas. Aun asi, no me rendi y segui esperando con paciencia a que llegara el momento en que ella se diera cuenta de que estabamos destinados a estar juntos o al menos a tener una noche de placer.

Era consciente de que a esa edad todos los sentimientos se magnifican, pero en ningun momento llegue a pensar que me hubiese enamorado de Ruperta. Sabia que lo mio era pasion carnal, que deseaba que ella fuese la protagonista de mi primera vez y me ensenara el placer que se sentia mediante el sexo. Realmente estaba dispuesto a hacer cualquier cosa para conseguirlo.

El verano no termino como yo esperaba, aunque ya daba por hecho que esa no iba a ser una tarea sencilla. Septiembre me brindaba la oportunidad de demostrarle todo lo que estaba dispuesto a hacer por ella protegiendo a su hija tal y como le habia prometido. El problema era que no localizaba a esa muchacha por ninguna parte.

- ¿Patrick?

- Si... ¿quien?

- Soy Rupe, mi madre me ha hablado maravillas de ti.

- ¿De verdad?

- Si, dice que le alegras las tardes cuando aparece por la tienda.

- Pero no os pareceis en nada.

- Por lo visto he salido a mi padre, aunque no lo conozco.

- Bueno, yo te voy a ayudar a adaptarte a este instituto.

- !Que bien! Estoy deseando que me lo ensenes todos.

Esa muchacha se parecia a su madre lo mismo que un huevo a una castana. No solo era mas bien bajita y morena, sino que estaba totalmente plana. En lo unico que encontraba alguna similitud era en la forma de hablar, las dos eran muy divertidas, aunque eso no era suficiente como para que pensara en ella como una alternativa.

Desde ese primer dia de instituto Rupe se pego a mi. Alla a donde iba la llevaba enganchada a mi espalda, lo que provoco que todos se rieran aun mas de mi. Las bromas respecto a que jamas podria tener nada con la madre y me tocaria conformarme con la hija fea se convirtieron en mi dia a dia. Para mi, que habia sido una especie de lider para todos ellos, era muy jodido, pero segui adelante porque estaba convencido de que conseguiria mi objetivo.

Con el paso de las semanas me fui acostumbrando a su presencia. Era la amiga que no habia pedido tener, pero me ayudaba en mis momentos de soledad, aunque si me habia quedado solo era precisamente por ir con ella. Gracias a Rupe me centre en los estudios, algo que me podria servir para ir a la universidad y sobre todo para impresionar a su madre.

Ruperta se mostro agradecida en todo momento por lo que estaba haciendo por su hija, aunque su forma de darme las gracias no era como yo la habia imaginado. En vez de estrecharme entre sus brazos, haciendo que mi cabeza reposara en su generoso escote, me regalaba caramelos y cromos de la liga. Estaba claro que para ella solo era un nino.

- Es un agradecimiento bastante escaso.

- Pensaba que ibas con Rupe porque te caia bien.

- Asi es, pero tenerla todo el dia detras hace que se burlen de mi.

- Nadie te obliga a ir con ella.

- Te prometi que la cuidaria.

- Lo se, pero no quiero que mi hija vaya con alguien que la desprecia.

- Yo no la desprecio.

- Ten paciencia con ella, Patrick, no esta acostumbrada a tener amigos.

- No te preocupes, que yo no le voy a fallar.

- Como me alegra oir eso.

- Lo que sea por la mujer mas dulce del barrio... y por su hija.

- Le voy a decir a Rupe que te invite a casa una tarde.

- Asistiria encantado.

Solo me veia como el amigo de su hija, pero ir a casa de Ruperta ya me parecian palabras mayores. Eso me supondria ver el sofa en el que se estiraba, la cama en la que dormia o el cuarto de bano que tantas veces la habia visto desnuda cuando se duchaba. Intentaba no pensar demasiado en eso, pero mi imaginacion volaba.

La invitacion no se hizo de rogar demasiado. A finales del primer trimestre nos pidieron hacer un trabajo por parejas y Rupe tardo medio segundo en proponerme que lo hiciesemos juntos. A esas alturas ya me daba igual lo que pensaran los otros, asi que acepte. Nunca estaba de mas tener una companera inteligente que hiciese casi todo.

Lo mejor de todo aquello fue que Lupe no dudo en ofrecer su casa para que pudieramos hacer el trabajo. Asi que una tarde, al salir del instituto, fuimos juntos hacia alli con la intencion de ponerlos manos a la obra. Intente perder todo el tiempo posible ya por el camino, con la idea de no irme de hasta que Ruperta cerrara la tienda y pudiera verla en su propio ambiente. Justo antes de entrar me sentia muy nervioso.

Pese a que ya llevaban varios meses alli, la casa estaba a medio amueblar. Me sorprendio tambien la falta de orden, aunque supuse que Ruperta estaba demasiado ocupada en la tienda como para llevar la limpieza al dia. Lo que si resulto ser tal y como lo habia imaginado era la habitacion de mi amiga. Estaba llena de objetos que le pegaban totalmente a una persona tan excentrica como ella.

Tras ofrecerme algo de merendar nos pusimos de inmediato con el trabajo. Era dificil concentrarse teniendola a ella haciendo bromas todo el rato, pero asi resultaba todo mas ameno. Aun asi, solo podia pensar en pedirle que me ensenara la casa y explorar todos esos rincones que tanto me atraian. Como no fui capaz de hacerlo le dije que tenia que ir al cuarto de bano.

Avanzando por el pasillo no pude evitar la enorme tentacion de asomarme a la habitacion de Ruperta. La cama estaba sin hacer, lo que me hizo imaginarla desnuda sobre esas sabanas. Me hubiese encantado acercarme y comprobar si olian a ella, pero me parecio demasiado arriesgado, asi que me fui directo al lavabo.

Mi prudencia se vio recompensada. Nada mas entrar me tope con un suelo cubierto de ropa interior, era como la fantasia de un adolescente pajillero. Por una cuestion de tamano, no me resulto nada dificil saber que prenda correspondia a cada una de ellas. Las braguitas de Rupe tenian cierto morbo, pero nada comparado con el tanga negro de su madre.

Casi de manera instintiva me lo lleve a la nariz para olfatearlo. Se me puso dura al instante, sentia que podia subirme por las paredes de la excitacion que tenia en ese momento. Daba igual lo alto que gritara la voz en mi cabeza pidiendome que no lo hiciera, me saque la polla y comence a masturbarme mientras me la envolvia con el tanga e inspeccionaba el sujetador que sostenia sus dos grandes melones.

Me hubiese gustado recrearme mucho mas, pero fue la paja mas rapida de mi vida. En menos de un minuto ya habia eyaculado de forma tan bestial que parte de mi semen salio descontrolado y fue a parar a las braguitas rosas de mi amiga. Me lave las manos a toda prisa y sali del cuarto de bano, ajeno a que Ruperta ya habia llegado a casa.

- Patrick, que raro se me hace verte aqui.

- Tienes una casa muy bonita.

- Querras decir muy desordenada.

- Bueno... un poquito, si.

- Espero que no te haya molestado ver vuestra ropa por el suelo del bano.

- Tranquila, ha sido muy... motivante.

- ¿Te ponen las bragas de mi hija?

- No precisamente las suyas.

- Vaya, eso no me lo esperaba.

- ¿En serio? Pensaba que era evidente que me traes loco desde que te conoci.

- Al principio lo pensaba, pero como nunca me dijiste nada...

- Porque sabia que no tenia ninguna posibilidad.

- No te creas, lo de tirarme a un chavalin siempre me ha parecido excitante.

- Pues ahora que ya lo sabes no hay motivo para no hacerlo.

- En realidad si que lo hay.

- ¿Que se supone que nos lo impide?

- Rupe esta enamorada de ti.

- Eso no es verdad, solo somos amigos.

- Hazme caso, te quiero muchisimo.

- Y yo a ella, pero no de esa manera.

- Comprende que como madre no puedo hacerle esa faena.

- No tiene por que enterarse.

- Vamos a hacer un pacto, ¿vale?

- Esta bien.

- Dale una oportunidad a mi hija, tratala bien y descubrid juntos el amor.

- No creo que sea capaz.

- Si lo haces te recompensare mas adelante.

- ¿Con mas chucherias?

- No, con lo que siempre has deseado.

Me prometi a mi mismo que haria cualquier cosa por acabar entre las piernas de Ruperta, pero eso me parecia excesivo. No solo no me motivaba la idea de estar con su hija, sino que me parecia una canallada jugar con sus sentimientos de esa manera. Necesite que pasaran varios dias, valorar los pros y los contras, para tomar una decision.

Sabia que no era mas que una forma de convencerme a mi mismo, pero acabe llegando a la conclusion de que si yo estaba dispuesto a cualquier cosa por estar con Ruperta quizas su hija tambien lo estaba para tener algo conmigo. Fue entonces cuando empece a tontear con ella, esperando a que Rupe diera el paso.

Una vez que terminamos el trabajo para el instituto siguio siendo habitual que yo pasara muchas tardes en su casa, especialmente cuando empezamos las vacaciones de Navidad. Soliamos ver peliculas o jugar a la videoconsola, cosas que no solian dar demasiado pie al inicio de un romance. Finalmente se me acabo ocurriendo una idea que resulto decisiva.

- ¿Vosotras no poneis el arbol de Navidad?

- Normalmente si, tenemos una de plastico, pero este ano no ha surgido.

- Podemos colocarlo nosotros.

- ¿Lo adornarias conmigo?

- Pues claro, si es lo que mas me gusta de estas fiestas.

- Vamos, esta todo debajo de la cama de mi madre.

Si algo me ensenaron las peliculas que vimos esos dias fue que no habia nada tan efectivo en el amor como la magia de la Navidad. Entre risas, bromas y villancicos incluso empece a verla casi guapa y acabe siendo yo el que se lanzo a besarla. Se quedo tan impactada que llegue a pensar que habia metido la pata, que Ruperta me habia enganado, pero de inmediato me correspondio y pasamos el resto de la tarde besandonos.

En cuestion de dos semanas, tarde a tarde, dimos todos los pasos que otras jovenes parejas tardan meses en dar. De los besos apasionados pasamos enseguida a los tocamientos y poco despues Rupe se atrevio a arrodillarse ante mi. No era precisamente una experta en el sexo oral, pero el ansia con la que me la comio me hizo tener el mejor orgasmo de mi vida.

Por aquel entonces yo ya estaba entregado a lo que nos estaba ocurriendo y le agradeci su gesto colocando mi cabeza entre sus piernas. Lamer su humedo y ardiente cono fue lo mas excitante que habia hecho nunca. Eramos una extrana pareja de amigos que se queria, cada uno a su modo, y disfrutaban del placer de los cuerpos.

La ultima tarde antes de volver al instituto se produjo nuestra primera vez. Fue tan torpe y accidentada como cabia esperar, pero ella alcanzo el placer y yo tambien llegue a verter mi semilla en el preservativo. Al acabar me dijo por primera vez que me queria y senti que no podia negarme a decirle que yo a ella tambien. Ya eramos oficialmente novios.

Volvimos al instituto sin la mas minima intencion de ocultar que estabamos juntos. Al principio volvieron a haber bromas, pero poco a poco fueron desapareciendo, posiblemente porque hasta ellos se dieron cuenta de que Rupe estaba mas guapa que nunca. Cada vez me sentia mas comodo con ella, aunque no conseguia quitarme de la cabeza mi autentico objetivo.

Tratando de hacer feliz a Rupe, pero sin conseguir olvidar a su madre, fueron pasando los anos. Nuestra relacion iba bien, quizas porque nunca deje de verla como a una amiga con la que me divertia en la cama. En lo demas era todo muy sencillo, me hacia la vida facil y se notaba lo enamorada que seguia estando de mi.

La que ya por entonces era mi suegra si que sabia disfrutar de la vida. Desde que empece a formar parte de su familia pude comprobar que todo lo que se decia de ella era cierto, que Ruperta tenia citas con diferentes hombres. A mi novia le daba igual la vida sexual de su madre, pero yo no podia evitar sufrir al ver que todos conseguian lo que a mi se me nego. Siempre intente llevarlo de la mejor manera, hasta que ya no pude mas.

- Teniamos un pacto.

- Lo se, pero no esperaba que lo vuestro durara tanto.

- Me he mantenido a su lado y la he hecho feliz como me pediste.

- ¿Y ahora quieres enganarla conmigo?

- No quiero, pero no consigo olvidarte, te sigo deseando.

- No puedo hacerle eso a mi propia hija.

- Te acuestas con todos menos conmigo.

- No te pases, Patrick.

- Nunca sere feliz con Rupe si sigo sintiendo que tenemos esa deuda.

- Espera un poco mas y cumplire, te lo prometo.

Llevabamos ya seis anos juntos cuando Rupe, tan original imprevisible como siempre, me pidio que me casara con ella. Era una autentica locura, principalmente porque seguiamos siendo demasiado jovenes para pensar en matrimonio, pero se me ocurrio que formalizar lo nuestro de manera definitiva quizas era el paso que necesitaba dar para olvidarme de mi suegra.

No podia evitar seguir deseando con todas mis fuerzas el follarme a Ruperta, pero eso no queria decir que no me diese cuenta de lo bien que estaba con su hija. Realmente queria casarme con ella, me imaginaba siendo feliz toda la vida a su lado, solo era ese deseo que mantenia desde la adolescencia lo que me perturbaba.

En el fondo esperaba que Ruperta no se tomara bien el anuncio de nuestro compromiso, pero fue la que se mostro mas feliz. Su efusiva reaccion fue definitiva para convencerme de que estaba haciendo lo correcto y que cualquier posibilidad de tener algo con ella debia quedar ya como un imposible y lejano deseo del pasado.

Nos dieron fecha para casarnos justo un ano despues, tiempo que paso volando. Fueron doce meses durante los cuales no paramos, ya que teniamos que organizarlo todo para que quedara perfecto. Cuanto mas se acercaba el gran dia, mas convencido estaba de hacer lo correcto, tanto que ya ni siquiera pensaba en el pacto que tenia con Ruperta.

La noche antes de la boda repase mentalmente una y otra vez la manera tan extrana que habia tenido el amor de llegar a mi vida. Ese dia Rupe dormia con su madre para que el encontrarnos al dia siguiente en la iglesia fuese mas especial, asi que yo estaba solo en nuestra casa. Alrededor de media noche llamaron a la puerta... era mi suegra.

- ¿Que haces aqui?

- Estoy nerviosa, no puedo dormir.

- Si soy yo el que se casa.

- Por eso mismo.

- No te entiendo, Ruperta.

- Seguramente piensas que si te ha rechazado todos estos anos es porque no quiero nada contigo.

- Claro que lo pienso.

- Lo unico que pretendia era proteger a mi hija.

- No tienes que darme explicaciones, lo entiendo.

- Pero la verdad es que siempre te he deseado.

- No es un buen momento para hablar de esto.

- Se que no es bueno, pero es el ultimo.

- ¿Por que?

- Una vez que esteis casados cualquier posibilidad se esfumara.

- No te entiendo.

- Tenemos que hacerlo esta noche para que ambos podamos avanzar.

Cuando ya habia perdido toda esperanza y estaba convencido de que lo mejor era que no ocurriese nada entre nosotros, mi suegra aparecio para confesarme que tambien me deseaba y que pretendia saldar su deuda. Nunca quise hacer dano a Rupe, pero lo que su madre me hacia sentir, la manera que tenia de excitarme con su simple presencia, era superior a mis fuerzas.

Aun asi trate de resistirme, pero Ruperta comenzo a desnudarse. Agache la mirada para no verla, pero me resultaba imposible que no se me fuese la vista a su cuerpo, tan perfecto como siempre lo habia imaginado. Sus grandes pechos parecian pedirme que los devorara, sobre todo cuando me abrazo y los duros pezones se clavaron en mi torso.

Me puse muy duro y ella lo noto de inmediato, porque hizo descender una de sus manos y la coloco justo en mi paquete, palpando sobre el pantalon el tamano de mi miembro. Me besaba por toda la cara, buscando mi boca con desespero, pero yo se lo negaba. No podia hacerme el duro eternamente, mi voluntad estaba a punto de quebrarse.

Senti un pinchazo en el pecho al acordarme de Rupe, pero tambien pensaba en mi mismo, en ese chaval que se pajeaba pensando en la mujer que en ese mismo momento intentaba meterme la lengua de la boca. Me debia un polvo con ella, siempre lo habia sentido de esa manera, asi que tenia que cumplir esa fantasia que llevaba ocupando mi mente casi una decada.

En cuanto me rendi y agarre su turgente culo a dos manos, mi suegra salto para que la levantara por los aires y la lleve a mi cama. Quedo abierta de piernas sobre el colchon que compartia cada noche con su hija, esperando a que yo tambien me desnudara y disfrutar de esa noche de pasion que me prometio a cambio de hacer feliz a Rupe.

Puede que mi suegra esperara una noche de pasion, pero yo solo queria desquitarme. Me baje el pantalon de pijama y fui directo a estirarme sobre ella para penetrarla. Aunque Ruperta queria que la besara, yo ignore todas sus peticiones y se la clave entera. Ella gimio al sentirse colmada por mi polla y comence a bombear.

A sus cuarenta y tantos anos y a pesar de estar debajo, mi suegra se movia como una autentica diosa. Meneaba sus caderas de una manera que solo podia hacerlo a alguien con mucha experiencia sexual. Mientras yo le daba todo lo duro que podia ella me susurraba al oido todo tipo de obscenidades. Resultaba evidente que lo habia estado deseando tanto como yo durante los ultimos anos.

- Te hubiese follado el primer dia que entraste a mi tienda.

- De haberlo hecho nos hubiesemos ahorrado muchos problemas.

- Tenia que proteger a mi hija, es lo mas importante para mi.

- Pues ahora mismo no se nota.

- ¿Ella te lo hace tan bien como yo?

- Dudo que alguna mujer folle tan bien.

- Se te caia la baba mirandome las tetas.

- Me hacia unas pajas tremendas pensando en ti.

- ¿Que mas hacias?

- ¿Te acuerdas de la primera vez que fui a tu casa?

- Si, claro.

- Me masturbe con tu tanga en la mano.

- Vi tu leche en las braguitas de mi hija.

- No es normal lo que me has hecho sentir siempre.

- Ahora tienes la oportunidad de correrte dentro de mi.

Coloque una mano en su cuello y con la otra le agarre una de sus tetazas. Ruperta estaba colorada y sudorosa, su cono sonaba con cada embestida por los abundantes fluidos que emanaba. Comence a empujar con todas mis fuerzas mientras ella gemia del gusto y acababa llegando a un orgasmo que la hizo temblar de pies a cabeza.

Fue entonces cuando me solte por completo y continue hasta rellenarla con mi semen. Tantos anos de deseo culminados en un polvo frenetico que me iba a dejar una mezcla de satisfaccion y culpabilidad. La observe durante un buen rato, ocupando el lugar de la cama de Rupe, mientras mi semilla escapaba de su interior.

- Manana te vas a casar con mi hija y la vas a hacer la mujer mas feliz del mundo.

- Espero que esto no me pase factura.

- No lo hara, porque sabes que si la cuidas yo se recompensarte.

Continuara...
31 Jan 2024Visita Familiar 1: Mi Prima Mi nombre es Francisco, tengo 32 anos y hoy vengo a contarles una experiencia que tuve con mi prima.

Esto paso hace 4 anos, habia llegado de visita a la casa de mis tios, al llegar mi tia Yesica, hermana de mi madre, fue la primera en recibirme luego se unio mi tio, estuvimos conversando varios minutos y despues de un rato me dijeron que iban a viajar en la noche por un par de dias por asunto de negocios que lo lamentaban pero que llegando me lo compensarian, igual me dijeron que me quedara en la casa, me darian copia de las llaves, yo le agradeci por la hospitalidad y justo minutos despues baja mi prima, toda alegre, me ve y corre a mis brazos, como recien llegaba de viaje decidi ir al cuarto que me habia preparado y me dispuse a descansar un poco.

Por la noche mis tios y mi prima estaban conversando, aparentemente mi prima no queria viajar, al verme bajar mi prima les dijo que no estaria sola en casa sino conmigo que no se preocuparan, mis tios confiaban en mi pero no en mi prima puesto que era muy rebelde pero despues de poner unas reglas, decidieron aceptar. Fue aqui cuando las cosas ocurrieron de manera que no espere, cuando mis tios se fueron, con mi prima preparamos algo de cenar y luego ella se fue a su cuarto, vi su estante de licores y tenia varios tipos de bebidas, y se me antojo prepararme algunos tragos. Casi una hora despues, escucho a mi prima que baja, al verme me pregunta si le podia invitar lo que me habia preparado, yo lo pense pero al final decidi prepararle tambien unos tragos.

Horas despues de tomar varios vasos, yo estaba algo mareado, pero mi prima estaba casi inconsciente, al verla sentada a mi lado empece a verla de manera diferente, mi prima tenia puesto un short corto ajustado, una casaca de algodon y debajo un polo, hasta ese momento no me habia percatado de lo sexy que se veia, y comence a excitarme, me acerque un poco a ella y con el codo empece a golpearle suavemente el brazo, al percatarme que no hacia ninguna accion de querer despertar, decidi ir mas alla y tocarle las piernas, fue el mismo resultado, por mas que le acariciaba y apretaba por momentos no se despertaba. Estuve nos minutos asi y luego decidi llevarla usa cama, pero cuando ya estabamos llegando, comenzo hacer gestos de querer vomitar, asi que la lleve al bano, ya en mi excitacion le dije que se agachara, pegando su trasero hacia mi, aparentemente estaba tan tomada que no se percato de la tremenda ereccion que tenia, asi que mientras le sostenia el pelo y ella ponia las manos sobre el bano, yo con mi otra mano la rodee de la cintura y la jalaba suavemente para rosarse el trasero, le dije que mejor te saco la casaca para que no se ensucie, la lleve al lavamanos y sin despegarme en ningun momento de su derrier le baje el cierre de su casaca lentamente meti mi mano debajo y empece a tocar sus senos, con mis dedos le tocaba los pezones por encima de su polo y ella ni se inmutaba, pero aun tenia miedo de que reaccionara asi que no insisti mucho, despues de eso le lave la cara e hice que se enjuagara la boca.

Cuando entramos al cuarto la acoste en la cama, y yo me eche a su lado, al verla con ese short y ese polo, ya no podia contenerme, primero me asegure que seguia dormida, la empujaba un poco y pinizcaba suavemente y al no ver respuesta decidi seguir con lo que habia dejado, empece a tocarle los pechos suavemente sobre el polo, puesto que no traia sosten, con la yema de mi dedo indice le rodeaba el pezon, poco a poco este si iba poniendo duro, esto me exito mucho mas asi que empece a lamerle sus pezones echando saliva encima y al mojarse se podia sentir con mi lengua lo duro que estaban, habia terminado tan excitado que ya habia perdido la verguenza, decidi desnudarme primero, y con la tremenda ereccion que tenia empece a bajarle el short muy suavemente, para mi suerte no traia ropa interior, el polo fue lo mas dificil porque ponia los brazos semi rigidos, pero pude quitarselo.

Cuando la tenia completamente desnuda segui jugueteando con sus pezones pero ahora con mi mano empece a tocarle la vagina, para mi sorpresa ya estaba humeda con lo que habia hecho asi que decidi continuar, ahora le lamia directamente el pezon, los chupaba y los volvia a lamer y todo esto con mi prima aun borracha y dormida, con los dedos de mi mano derecha que los habia mojado con saliva empece a sobar su vagina metiendo de a pocos mis dedos, empezando con el indice, se sentia tan rico ese calorcito de su cavidad vaginal, y al percatarme que se mojaba mas decidi meterle 2 dedos, a los pocos minutos empezo a producir gemidos muy excitantes, y su vagina estaba totalmente humeda asi que decidi ir mas alla, la puse boca abajo agarre un par de almohadas y la puse debajo de ella para que levantara mas su trasero y asi poder estar mas comodo, cuando la tuve donde queria comence a acercarla lentamente hacia su vagina, comence a meter lentamente el glande metiendo y sacando la punta, mientras mas lo hacia iba sintiendo como la estreches de su vagina se iba dilatando y mientras mas dilataba ella daba gemidos mas intensos.

Habia perdido la nocion del tiempo pero cuando senti que todo mi glande la penetro empece a introducirlo mas y mas profundo, asi sucesivamente hasta que agarre el ritmo y empece a meterselo todo, ella estaba completamente humeda y lo hacia mas facil, llegue a un punto en que no me importo que se despertara y le daba unos empujones fuertes los cuales hacian sonar un poco la cama pero ella no se despertaba, solo gemia y sus manos apretaban la sabana, ya hasta este punto, sus paredes vaginales empezaron apretarme como deseando que me corriera dentro, empece a lamer su espalda y su oreja, esto hizo que me pusiera mas duro, y la penetrara mas fuerte, mi prima no dejaba de dar sus gemidos por momentos, hasta que no pude mas, y empece a sentir que me iba a venir, la poca conciencia que me quedaba me decia que tenia que sacarla, pero la excitacion no me dejaba, yo queria correrme dentro de ella, y asi fue, despues de sentir que mi pene queria explotar, me vine dentro, se sintio claramente como mi semen salia y se escurria dentro de ella, sus paredes vaginales se pusieron rigidas y ella dio un ultimo gemido y asi como disfrute penetrarla tambien disfrute sacar mi pene, me sente al borde de la cama y la mire un momento, le puse de nuevo su ropa, y me fui a mi cama

Al dia siguiente mi prima se desperto tarde, cuando bajo a la cocina, me pregunto que paso ayer, le comente solo lo que necesitaba escuchar, pero ahora andaba preocupado por el riesgo de embarazarla, pero por suerte le vino su regla por la tarde, asi que eso me tranquilizo porque sabia que no la embarace, unos dias despues mis tios llegaron, trajeron unos regalos, salimos de paseo y luego me fui, sin antes con un aviso de mi tia, que ella iria a visitar a mi mama en unos meses, y me quede con una sensacion de curiosidad si la madre es igual que la hija.
26 Mar 2024Mi cunada Rocio Por fin pude follarme a mi cunada, despues de 20 anos tonteando los dos

Hola, tengo 48 anos, y tengo una cunada 5 anos mayor que yo, que desde siempre, me ha puesto muy caliente, y se con seguridad, ya confirmado que yo a ella tambien, ya que por fin hemos consumado y nos hemos contado nuestros secretos, vamos al grano:

Ella es una mujer normal, tiene buenas tetas, talla 110, con pezones muy marcados, un culito bastante apetecible, y lo que mas me llama la atencion es su boca, tiene unos labios gordos, de esos que nada mas lo ves, te entran ganas de que te pegue un mamazo, y eso es lo que yo andaba buscando desde que la conoci.

De siempre supe que yo le atraia sexualmente, mido 1,87, espaldas bien grandes, complexion fuerte y buen cuerpo, sin barriga y musculos bien marcados, todo lo contrario a su marido, un enclenque con poca chicha.

En los encuentros familiares, que son muy frecuentes, ella siempre me saluda con dos besos muy cerca a mis labios, y yo sabiendo que siempre me hace lo mismo, me aproximo mas a los suyos, ella lo sabe y siempre hacemos la misma maniobra, sin haber hablado nada al respecto. En estos encuentros, en la cocina o donde pueda, le suelo refregar mi paquete por su culo, siempre con disimulo, pero ella lo busca descaradamente y tambien va buscando la situacion.

Pues un dia, que su marido fue a la casa del pueblo a dar una vuelta y pasaria el dia fuera, yo sin saberlo, fui a su casa por casualidad, y ahi paso todo...

Fui sobre las 11 de la manana, aburrido, mi mujer trabajaba hasta la noche, y fui a buscar a su marido para tomar unas cervezas.

Yo: Hola Rocio, ¿esta Antonio?

Rocio: No, se fue temprano a dar una vuelta al pueblo a dar una vuelta a la casa, pasa ¿quieres un cafe?

Era mi oportunidad de poder hacer algo con ella, ademas su hijo habia ido a Madrid a un concierto, por lo tanto estaba sola en su casa.

Le acepte el cafe, y estabamos hablando en la cocina, ella llevaba un vestido de andar por casa, bastante cortito y sin sujetador, se le notaban bastante sus pezones.

Ella hacia sus tareas, estaba fregando mientras hablabamos, puso una lavadora y al meter la ropa, se puso completamente en pompa, incluso se le veia la braga al moverse el vestido para arriba, yo me arme de valor, y pense que si no quisiese nada, no se pondria en esa posicion, ademas de mantener esa postura sin motivo, ya que metia la ropa de una en una, demorando la escena.

Me arrime a ella, y le puse mi polla en su culo, ella no dijo nada, y me dejo seguir, le movia su culo en mi bulto, agarrandole las caderas, ella permanecia callada e inmovil, dejandome hacer.

Se puso de pie, y con cara picara, se me acerco y empezamos a morrearnos, jugaba con su lengua, le mordia los labios despacito... ella disfrutaba de los besos, pero con su marido no lo hacia por un serio problema de halitosis de el, y le daba asco, por lo tanto estaba disfrutando del movimiento de lengua y labios que le estaba dando.

Despues de un buen rato, le dije que con esa boca, lo que me gustaria que me hiciese es una buena mamada, ella se rio, y me dijo que le encanta sentir la leche caliente en su boca, que preferia chuparsela a su marido antes que besarle. Se bajo a mi polla, me bajo los vaqueros y empezo a matarme la polla sabiendo lo que hacia, me pasaba la lengua por mi grande, se la metia y sacaba muy despacio... no habia que ensenarle nada, se notaba que era una experta felatriz.Me corri bastante en su boca, y no dejo ni una gota fuera, se lo trago todo pero todo.

Ella me dijo que ahora me tocaba a mi, yo yo le dije que encantado, la subi a la mesa, le arranque las bragas y comence a comerle el cono, jamas habia visto un conito tan estrecho y pequeno, ella no dejaba de gemir, y de mover sus caderas, si ella es experta en chupar pollas, yo no me quedo atras chupando conos, me encanta saborearlo...

Despues de correrse, me baje los pantalones, y puse mi polla en su cono, ella me miraba para que la metiese pronto, pero yo queria recrearme de la situacion, mi cunada con la que llevaba tanto tiempo pasar por esto, viendola abierta de piernas, con su cono tan cerradito y peludo, su cara de guarra que aun tenia semen en el pelo y en las cejas...

Se la meti hasta el fondo de una vez, y grito como una zorra, se noto que no se lo esperaba, seguia follandomela como una perra, al ver como disfrutaba, se me ponia mas dura, hasta que me corri de nuevo, esta vez encharcandole el cono y viendo como le chorreaba mi leche por sus piernas...

La puse de pie y con un nuevo morreo, nos despedimos y prometimos volver a repetir tanto sexo desenfrenado, ya os ire contando nuestros escarceos, cada vez mas extranos y morbosos...