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08 Feb 2024¿Que hace el abuelo con mis primas? La madre de Denisse la obliga a camelarse a su abuelo para que la incluya en el testamento, pero tendra en sus primas dos duras competidoras.

Es sabido que hay personas capaces de hacer cualquier cosa por dinero, de eso no me cabia ninguna duda, lo que descubri fue que algunos incluso usan a sus hijos para conseguirlo. En mi caso, fueron mis padres los que me utilizaron a mi, creyendo que iban a sacar beneficio. Lo que no imaginaban era en lo que eso me iba a convertir a mi.

Mi vida era la de una muchacha normal de mi edad. Por suerte, no tenia mas preocupaciones que los estudios y en eso concentraba todos mis esfuerzos. Tenia unas buenas amigas, aunque quizas demasiado obsesionadas con los chicos, pero yo tenia claro que a esa edad lo prioritario eran los estudios y sacar las mejores notas posibles.

Eso no queria decir que no me gustara divertirme siempre que la agenda escolar me lo permitiera. Tenia amigas a las que sus padres no las dejaban salir nunca y otras a las que no les ponian ningun tipo de control. Yo estaba en un punto medio, me dejaban hacer planes fuera del instituto, pero siempre tenia que estar disponible para sus paranoias.

Porque mis padres eran unos tipos muy peculiares. Aunque aparentemente fuesen normales, yo sabia que en realidad se trataba de dos personas mas preocupadas por criticar a los demas que por ellos mismos. Solo consideraban que estaba bien lo que ellos hacian, cuando, en realidad, su forma de ser era la mas reprochable de todas.

Mi padre llevaba casi toda la vida viviendo de una pension del estado por una dolencia leve de espalda que el exageraba para no tener que trabajar. Era un vago con todas las letras al que solo le salvaba la simpatia que solia fingir de cara al publico. Conmigo era bueno, eso no podia negarlo, pero ya tenia una edad en la que me avergonzaba por sus comportamientos.

Y luego estaba mi madre, una persona aun mas particular. Ella venia de una buena familia, de vivir de manera acomodada, hasta que sus padres decidieron que ya se habia terminado lo de vivir del cuento. No le cerraron el grifo por completo porque sabian que no iba a ser capaz de ganarse la vida por ella misma, pero la asignacion mensual que le seguian dando de adulta no era gran cosa.

Quizas lo que mas me afectaba de ellos era el hecho de no haberlos visto trabajar nunca. Se hacia complicado creerles cuando me decian que tenia que estudiar para poder ganarme la vida en el futuro. Eran un mal ejemplo para mi, ademas de tenerme siempre en tension porque nunca sabia con que ocurrencia o chisme podian venirme.

- Tengo una buena noticia, Denisse.

- ¿De que se trata esta vez, mama?

- El abuelo se esta muriendo.

- Has dicho que era buena.

- Ya, ya lo se.

- ¿Como va a ser buena noticia que tu padre se muera?

- Porque nos va a dejar un dineral.

- ¿Solo te importa eso?

- No tendremos que trabajar nunca mas.

- Pero si papa y tu no habeis trabajado en la vida.

- Pues si te portas bien, tu tampoco tendras que hacerlo.

Aunque mi madre nunca habia ocultado sus ansias de heredar, no esperaba que llegasen hasta tal punto de desear que su padre muriera. Desde que mi abuelo quedo viudo supo que mas pronto que tarde el tambien se iria y su enorme fortuna se repartiria entre ella y su hermana mayor, con la que tenia una rivalidad bastante peculiar.

Sabia que yo tambien me beneficiaria del deceso de mi abuelo, que, poco o mucho, algo tambien heredaria, pero preferia vivir con la tranquilidad de no haberle deseado el mal a nadie, y menos a un familiar. Aunque no hubiese aprendido nada sobre constancia y esfuerzo de mis padres, tenia claro que en el futuro no queria algo que no me hubiese ganado con mi trabajo.

Eso no queria decir que si el abuelo, por propia voluntad, decidiera dejarme algo lo fuese a rechazar. Tambien me asustaba lo que dos descerebrados como mis padres pudieran hacer con tanto dinero, por eso preferia tener mis propios recursos para poder alejarme de ellos. El problema era que mi madre sabia como conseguir manipularme.

Muchas fueron las veces que trate de convencerla para algo, y al final era siempre ella la que me obligaba a cambiar de opinion a mi. Con mi madre ya nada me pillaba por sorpresa, o al menos eso era lo que creia, hasta que me conto lo que habia planeado junto a su hermana para dar el paso definitivo que le asegurara la herencia.

- ¿Que te pareceria pasar el verano en una casita en la playa?

- Raro, porque nunca me habeis llevado mas lejos de la piscina municipal.

- Serian unas vacaciones en familia.

- ¿Nosotros tres?

- Y tambien con el abuelo, la tia y tus primas.

- Pero si la tia y tu no os soportais.

- Digamos que las dos tenemos una preocupacion en comun.

- No me lo digas... !la herencia!

- Asegurar lo que es nuestro, si.

- Creia que os ibais a sacar los ojos por cada centimo.

- Yo tambien lo pensaba, pero nos tenemos que aliar contra un enemigo comun.

- ¿De que hablas?

- No nos fiamos de la cuidadora de nuestro padre.

- Pobre mujer, si se esta tragando los peores anos del abuelo.

- Por eso mismo, el siempre ha sido muy blando y es capaz de dejarle algo.

- Bien merecido se lo tendria.

- El dinero y la casa nos pertenece a sus hijas.

- No tengo ninguna gana de soportar a las primas.

- Te entiendo, querida, pero esto no se nos puede escapar.

Siempre habia reganado a mi madre por la mala relacion que tenia con su hermana, le decia que con la familia habia que llevarse bien, pero la realidad era que yo no soportaba a mis primas. Mientras que yo vivia avergonzada porque mis padres me mantenian practicamente de la caridad, ellas eran unas pijas que presumian de todo lo que su padre les compraba.

Por motivos que aun no alcanzaba a entender, mi madre se habia conformado al casarse con un vago, pero mi tia aspiraba a mas y acabo cazando a un rico empresario portugues. La relacion no duro demasiado, aunque si que le dio tiempo a quedarse embarazada de gemelas y asegurarse el futuro economico gracias a sus hijas.

Puede que mi tia se esforzara por disimular el desprecio que sentia hacia nosotros, pero, Catia y Gilma, mis primas, nunca perdian la oportunidad para mirarnos por encima del hombro. Solo el dinero de la herencia podia conseguir que dos familias con una relacion tan mala decidieran aparcar sus diferencias y juntarse durante un verano entero.

Durante las pocas semanas que quedaban hasta las vacaciones intente por todos los medios que mi madre me permitiera no acudir con ellos a la casa de la playa. No solo no queria verme envuelta en lo que fuese que tuvieran preparado para convencer al abuelo, tampoco queria compartir un solo segundo con mis odiosas primas.

Pero nada de lo que probe dio resultado. Mi madre era consciente de que yo tenia mas posibilidades de convencer al abuelo que ella misma, asi que no podia faltar. Una vez mas, cedi a sus pretensiones y me prepare para lo que daba por hecho que seria el peor verano de mi vida. Al menos tendria cerca la playa, que era algo que no podia decir demasiado a menudo.

- ¿Que pretendes que haga para convencerlo?

- Ser simpatica y carinosa con el.

- Es mi abuelo, se supone que siempre debo comportarme asi.

- Muy bien, Denisse, esa es la actitud.

- ¿Como te lo vas a ganar tu? Porque no es que te tenga mucha simpatia.

- Digo yo que a un paso de la muerte querra estar a bien con su hija pequena.

- O quizas sea el momento ideal para mandaros a tomar por saco a las dos por malas hijas.

Lo que estaba claro era que nos ibamos a reunir unos personajes muy variopintos y podia pasar de todo. Cuando llego el dia de partir hacia la playa llene mi maleta de bikinis y poco mas, es Ir a pagina 2
21 Feb 2024Me Enfiestaron entre mi tio y su vecino Este relato podria entrar en la Categoria Amor Filial, en la de infidelidades y tambien como Trios

Como siempre les digo, me encanta juntarme a tomar el te con mis amigas…

Siempre salen charlas de esas que me encanta escuchar de ellas. Muchas veces soy yo la que cuenta sus historias sexuales, pero en esta ocasion, fue una de mis amigas la que conto la historia que les voy a contar a continuacion.

Los pongo en contexto, mi amiga se llama Mirta (al menos en este relato la llamaremos asi), ella tiene 28 anos, tiene un cuerpo hermoso, bien cuidado, se mata en el gimnasio, ya que va de 4 a 5 veces por semana, come sano y sale a correr algun que otro dia.

Mirta no es alta, mide 1.60, digamos que es la mujer promedio, tiene un culo perfecto, redondito y duro, cosa que me da mucha envidia… su pelo es lacio de color negro y lo tiene largo, hasta la mitad de la espalda, y sus tetas son otra de las cosas que la destacan, las tiene grandes, pero eso no es lo mejor, siempre que hablamos de sexo con ella, puedo ver como se le paran sus pezones, y ella siempre me dice que sus pezones se le paran muy a menudo, mucho mas de lo que a ella le gustaria admitir. Esta casada con mi primo Ezequiel, que es un boludo barbaro, no se que hizo para que semejante mina se fije en el, ya que ni siquiera es bueno en la cama segun Mirta. Ahi va su relato…

“Ibamos a pasar la nochebuena en la casa de mis tios, como lo hacemos casi todos los anos.

La manana del 24 de diciembre del ano pasado, habiamos quedado con mi esposo en juntarnos en la casa de mis tios para ir armando lo que iba a ser la cena, ya que mis tios estaban de vacaciones e iban a llegar ese mismo dia, pero por la tarde, asi que nos ofrecimos a preparar la casa para lo que seria la fiesta. Mi marido habia salido a brindar con sus amigos la noche anterior y llego como a las 5 de la manana, totalmente en pedo, asi que no me quedo otra que ir yo sola, por lo menos a empezar con los preparativos hasta que mas tarde resucite y me vaya a dar una mano.

A las 10 de la manana ya estaba en la casa de mis tios, despues de casi 2 horas de viaje, ya que viven en la otra punta de la ciudad y yo no se manejar, asi que me tuve que ir en colectivo.

Cuando llegue hasta la puerta, recien ahi me di cuenta de que el llavero de la casa de mis tios habia quedado en el auto, asi que llame y llame a mi esposo, pero nunca contesto su celu, asi que no me quedaba mas que improvisar o volverme otras 2 horas en colectivo, cosa que no estaba dispuesta a hacer.

Recorde que el vecino de mi tio se llevaba muy bien con el, ya que son los dos iguales, son un tiro al aire, muy divertidos… habia escuchado que solian salir juntos muchas veces antes… asi que pense que quizas el pueda tener una llave de la casa de mi tio.

Toque timbre y salio su vecino Carlos, la verdad que no recordaba que fuera asi de alto, con un cuerpo super atletico y unos brazos enormes… quede media shokeada al ver los musculos de sus brazos.

Mirta: Hola soy la sobrina de Esteban…

Carlos: Hola, si si, me acuerdo de vos, ademas tu tio siempre me habla de vos…

Mirta: Ah… Mira vos… ¿Y que te dice de mi? No mejor no me cuentes, pero no le creas nada de lo que te diga jajaja

Carlos: No me cuenta nada del otro mundo, solo que sos muy dedicada a tu cuerpo, ya que vas al gym bastante seguido, y por lo que veo ahora, Esteban se quedo corto con lo que me conto.

Al momento de decirme eso, note como me miraba de arriba abajo y automaticamente me puse colorada.

Carlos: En el buen sentido te lo decia, tenes un fisico increible, te lo digo porque yo tambien voy seguido al gimnasio y veo muchas chicas que se matan y no te llegan ni a los talones a vos.

Mirta: Bueno, gracias… vos tampoco te quedas atras… tenes lo tuyo – le dije, mirando sus musculosos brazos – En realidad necesito pedirte un favor. Hoy a la noche vamos a pasar las fiestas aca y me olvide la llave en casa, y mis tios vuelven a la tarde, y yo iba a preparar la casa, y no puedo entrar… queria ver si por esas casualidades vos tenias una llave de su casa.

Carlos: Estas de suerte, porque tengo una copia aca… si queres te ayudo a organizar las cosas, ya que esta noche Esteban nos invito a mi esposa y a mi tambien.

Que desperdicio, esta casado – pense – pero por otro lado es mejor, asi no tengo que estar preocupandome por que se me insinue como otros tantos lo hacen.

Le dije que una mano me vendria excelente, ya que mi esposo habia vuelto a la madrugada totalmente borracho e iba a tardar en venir. Carlos se reia y me decia que el no tomaba por eso, nunca le caia bien el alcohol, asi que preferia no tomar.

Entramos a la casa de mi tio y fuimos a ver por donde empezabamos a acomodar. Comenzamos a organizar a donde pondriamos la mesa, las sillas y sillones en base a la cantidad de personas que seriamos esta noche. Recorde que mi tio en su habitacion siempre tiene una pila de 6 sillas de plastico para este tipo de reuniones, y le dije a Carlos si me daba una mano para traerlas.

Entramos a la habitacion y mi sorpresa fue inmensa al verlo a mi tio durmiendo totalmente desnudo en la cama, solo y destapado. Me frene en seco al ver semejante imagen, jamas lo habia visto desnudo en mi vida, y mucho menos habia imaginado que tenia una pija tan grande… su pene dormido tenia el mismo tamano que el de mi marido parado.

En ese momento entro Carlos y tambien se quedo ahi parado mirandolo, me dijo que penso que no estaba, y seguro pudo ver en mi mirada algo mas, asi que me dijo que mi tio era conocido entre sus amistades por tenerla muy grande, cosa que yo no estaba segura de haber querido escuchar ese dato de mi tio, pero bueno, asi fueron las cosas.

Cuando Carlos me contaba lo de mi tio, no pude evitar volver a mirar ese enorme trozo de carne en reposo, para luego subir la mirada y ver que mi tio ya estaba despierto mirandome directo a los ojos… Otra vez me puse colorada al ver que mi tio me habia descubierto mirandole su pene.

Trate de dar un paso atras, pero me choque contra una pared… en realidad era Carlos, pero parecia una pared de musculos… Carlos atino a agarrarme cuando rebote contra el y pude notar la fuerza que tenia, ya que me detuvo en seco. El problema es que una de sus manos me habia agarrado de un hombro, pero la otra fue a dar directamente a una de mis tetas.

Tardo unos segundos en darse cuenta, y retiro su mano de mi busto lentamente…

Carlos: Parece que te gusto lo que viste, Esteban – Le dijo Carlos a mi tio al mirarlo. Yo no entendia bien de que hablaba y mire a mi tio y pude ver como tenia ya su pene bastante mas grande que antes… entonces comprendi de que hablaba Carlos. Enseguida mi tio respondio:

Esteban: Parece que no soy el unico al que le gusto – Dijo mi tio mirandome los pezones que estaban bien duros y se notaban mucho en mi remera blanca.

Mas colorada me puse yo… y mas le crecia la pija a mi tio… Todo pasaba tan rapido que no entiendo como no fui capaz de irme de ahi. No se si era el morbo de verlo desnudo a mi tio, o el hecho de que estaba parada en medio de dos tremendos ejemplares de machos, o tal vez simplemente no queria moverme… pero me quede ahi parada sin nada que decir o hacer… Asi que mi tio tomo la posta y agarrandose la pija con ambas manos (las manos le cubrian casi todo, y la cabeza le sobresalia, era enorme realmente) me dijo:

Esteban: ¿Por que no venis y probas lo que es una pija grande de verdad Mirta?

Yo estaba como volando, no entendia nada, tenia una mezcla de rabia y calentura que no me permitian ni hablar ni moverme… Entonces senti las manos de Carlos que dandome un empujon me dijo – Animate Mirta, chupasela a tu tio, vas a ver que no te vas a arrepentir.

El empujon de Carlos me mando directamente a la cama, quedando a centimetros de esa enorme cosa… Y creo que el morbo pudo mas que nada… Mi Tio me acerco la pija a la dejo rozando mis labios… no me pude resistir y agarre ese inmenso trozo de carne con ambas manos y note que sobraba mucha pija… comence a lamersela suave y trate de metermela en la boca, pero apenas entraba la cabeza y un poquito mas.

Mientras se la chupaba, comence a imaginarme como seria cuando me la meta, si entraria toda y si me doleria o me daria mucho placer, o ambas… En ese momento algo me saco de mis pensamientos… Note como Carlos desde atras me bajaba la calza y la tanguita, dejandome con el culo al aire. Yo abri las piernas para facilitarle la tarea, me saco las zapatillas y el resto de la ropa, me di vuelta para mirarlo y sonrei al verlo totalmente desnudo, con su pija parada y lista para la accion… Tenia una pija grande tambien, si bien no era tan grande como la de mi tio, era mucho mas grande que la de mi marido. En ese momento recuerdo que pense: Me saque la grande. Me voy a comer dos tremendas pijas al mismo tiempo.

Mientras pensaba eso, mi tio comenzo a sacarme la remera y el corpino, dejandome totalmente desnuda ante ellos.

Esteban: Siempre me gustaron estas tetas que tenes, son tan grandes que mil veces las miraba y las deseaba durante las reuniones familiares, y ahora son todas mias…

Me decia eso mi tio mientras se volvia loco y ponia su cara entre mis tetas, las recorria con su lengua y me apretaba los pezones entre sus labios… eso me tenia super excitada, saber que mi tio deseaba mis tetas desde hacia tiempo ya…

Mientras mi tio se entretenia con mis tetas, Carlos aprovecho para ponerme su pija en mi boca, para que se la chupe… cosa que hice con gusto… entraba un poco mas facil que la de Esteban, pero igual costaba… se la estuve chupando apenas unos segundos y la retiro de mi boca y se puso atras mio… Enseguida comprendi que me la iba a meter. Yo estaba en 4, asi que me incorpore un poquito mas, mientras arqueaba la espalda y senti como su cabeza caliente entraba apenas unos centimetros en mi ya muy humeda conchita… no le costo nada que su pija siga entrando, ya que mi concha estaba tan mojada, que no hubo resistencia alguna… y senti como se iba deslizando adentro mio… la sentia centimetro a centimetro como me iba penetrando mas y mas… hasta que senti su pelvis chocando contra mi cola. Ahi supe que ya la tenia toda adentro… y sin poder disfrutar de ese momento, mi tio me volvio a poner su enorme pija en la boca, para que se la siga chupando.

Ahi estaba yo, ensartada desde atras con una pija grandota, y con una pija aun mas grande en la boca, deseando sentirla adentro mio tambien.

Asi estuvimos unos minutos, Carlos bombeandome desde atras, mientras que yo se la chupaba a mi tio, y el se entretenia agarrandome las tetas y amasijandomelas con mucha fuerza, y con ganas atrasadas tambien…

Hora de cambiar, Carlos me la saco y se coloco acostado en la cama, ofreciendomela para que se la chupe, mientras que mi tio Esteban se colocaba detras de mi para metermela.

Creo que no me dolio tanto como esperaba, porque Carlos me habia cogido un rato con una pija grande tambien… pero igualmente sentia la diferencia… cuando mi tio me metio solo la cabecita, me hizo doler un poco, y se freno, seguramente debido a su experiencia cogiendose a otras mujeres que no estaban acostumbradas a su tamano – pense – cosa que despues mi tio me lo confirmo.

Una vez que mi concha se adapto al tamano de su pija, comenzo a meterla un poquito y sacarla otro poquito, fue suave con sus movimientos, lo hacia todo despacio al principio…. Despues me conto que solo a pocas mujeres se la podia meter de una, mi tia era una de ellas porque ya estaba acostumbrada a su tamano, y alguna que otra amiga tambien.

Cuando por fin llego hasta el fondo, senti un dolor grande adentro mio, como si me estuviera presionando el utero… lo peor es que todavia no sentia su pelvis contra mi cola… o sea, no me la habia metido toda aun… pero sentia como me pinchaba algo adentro al principio, hasta que me fui acostumbrando y ese dolor se me fue pasando.

No tenia mucho tiempo para pensar en dolores, ya que tenia la pija de Carlos en la boca, y sentia que cada vez que yo me quedaba quieta, el comenzaba a moverla adentro de mi boca, obligandome a chuparsela constantemente. Solo me quede quieta cuando tuve mi primer orgasmo… cerre los ojos y me saque la pija de Carlos de mi boca, mientras arqueaba aun mas la espalda y se tensaban mis piernas… hacia muchos anos que no tenia un orgasmo tan intenso, tan lindo…

Mi tio tambien se dio cuenta y se detuvo un instante, mientras yo disfrutaba de ese regalo tan lindo que es un orgasmo de los grandes…

Despues de unos segundos, note como salia de adentro mio la enorme pija de mi tio. El se coloco acostado en la cama y su enorme verga apuntaba al techo… parecia mas grande todavia, y me invito a que me sentara en ella y lo cabalgue, con mis ritmos y mis tiempos me dijo, cosa que hice enseguida. Me puse sobre el y senti como de nuevo le costaba entrar al principio en mi vagina, pero luego de unos segundos comenzo a entrar y me clave hasta la mitad.

De a poco comence a moverme sobre el, lo cabalgaba despacio, procurando que su pija entre en mi cada vez mas profundo, me habia puesto la meta de comerme entera esa pija.

Mi tio comenzo a meterme un dedo por el culo, y despues dos… y luego senti la pija de Carlos empujando para entrar por mi culo, que si bien no era virgen, tampoco tenia tanto uso… pero senti que entro la cabecita y di un gritito, que mi tio enseguida se encargo de hacermelo olvidar, ya que me clavo su pija mas adentro aun… al mismo tiempo me agarro las tetas y me las apreto con fuerza… A esa altura me dolia todo, el culo, la concha y las tetas, despues mi tio me dijo que cuando hay muchos dolores juntos el cuerpo se confunde, y asi fue, ya que dio paso al placer casi inmediatamente…

Yo estaba ensartada por la enorme verga de mi tio y por atras estaba entrando Carlos con una pija que era grande tambien… y comence a sentirlos moverse adentro mio… era algo unico, ya que nunca habia experimentado una doble penetracion… y mucho menos con dos enormes pijas… estaba en la gloria… sentia como entraban al mismo ritmo a veces, y otras veces iban desparejas… y no se que me gustaba mas… lo que se, es que en ese momento vino mi segundo orgasmo, mas fuerte que el anterior. Esta vez lo grite como una loca, lo disfrute aun mas que el anterior, y mientras gemia, podia ver la inmensa sonrisa en la cara de mi tio, quizas sabiendo que estaba haciendo las cosas tan bien, que ya me habia arrancado mi segundo orgasmo de la manana.

En ese momento senti como Carlos comenzo a acabar adentro de mi culo… sentia su leche caliente que era depositada dentro mio de a chorros… interminables chorros… esa sensacion es hermosa, cuando te llenan de leche… Me volvio a la realidad la pregunta de mi tio:

Esteban: ¿Te cuidas? ¿Tomas la pastilla o tenes un Diu?

Mirta: No tio, nada de nada…

Enseguida entendi que no me queria acabar adentro de la concha mi tio, y me levante de inmediato pidiendole que me acabara sobre las tetas… sabia que eso le encantaria por todo el rato que se entretuvo con ellas, asi que le pregunte si le gustaria acabarme en las tetas o en otro lugar… y me dijo que muchas veces penso en acabarme en las tetas, y asi lo hizo…

Yo me sente en la cama y mi tio se paro adelante mio y comenzo a pajearse, y en 15 o 20 segundos ya me estaba llenando las tetas de leche… pero llenandomelas literalmente hablando… rea tan grande la cantidad de leche que salia de su pija, que me quede asombrada al ver como me la tiraba y tiraba entre las tetas… y eso que tengo tetas grandes, pero me las tapo por completo con su leche… era algo magnifico verlo acabar…

Descansamos unos minutos, mientras yo notaba que tenia mucha leche aun entre mis tetas y bastante me salia tambien de mi adolorido culito… asi que me fui a dar una ducha, para comenzar con las preparaciones para la cena de esta noche…

Continuara
21 Feb 2024Los Secretos de mi Vecina-Madre e hija compran Madre e hija compran juguetes juntas y no se pueden resistir

Hacia tiempo, mucho tiempo que no salian juntas madre e hija de compras. Por lo que cuando se bajaron del bus para desayunar en una cafeteria les resultaba algo extrano.

El centro estaba como siempre, atestado de turistas y gente que iba en su quehacer diario de aqui para alla. Mientras madre e hija tomaban tostadas y cafe en una concurrida calle.

–Bueno mama, ¿que hacemos primero? ¿Vamos a comprar “eso”? –le dijo Natalia sin poder pronunciar la palabra.

–Si quieres vamos primero al sex shop y luego ya nos compramos algo.

–Pues si, porque asi ya nos lo quitamos de en medio. Te confieso que me pone un poco nerviosa ir y pedir uno –rio la hija ante la madre.

–No pasa nada Natalia es de lo mas natural.

–Si no te importa, ¿se lo puedes pedir tu? –anadio Natalia.

–Esta bien yo te lo pedire…

El sex shop estaba como todo ese tipo de tiendas, practicamente vacio. Estaba ubicado en un callejon un poco alejado de las calles principales de compras. Mariana tuvo que recordar donde estaba pues hacia anos que habia visitado el lugar y no estaba segura de si seguiria alli, pero alli estaba.

Una discreta puerta con un neon rosa chicle bastante hortera anunciaban lo que se hallaba en el interior, nada de escaparates para anunciar el genero, aquello estaba solo dentro. Al entrar, eso si, multitud de estanterias y vitrinas anunciaban el genero.

Habia un poco de todo, peliculas porno tipo “hard core”, munecas de plastico y maniquies ataviados con ropas de cuero y hebillas llamativas.

Natalia entro de la mano de su madre un poco temerosa y esta se dirigio directamente al mostrador a hablar con un chico joven que regentaba el local.

–Buenas, queriamos un consolador para ella –dijo la madre.

–De los pequenos –susurro la hija.

–!Oh esta bien! De los pequenos dijo el dependiente.

Este busco un par de cajas y las abrio en el mostrador. Dos discretas pollas aparecieron ante la vista de las feminas alli presentes, este se limito a sacarlas del plastico donde venian insertadas y mostrarselas.

–Bueno Natalia, ¿cual te gusta mas? –dijo la madre.

–¿Se pueden tocar? –pregunto timidamente la hija.

–!Oh claro, toca chica, al tacto son de lo mejor latex clinico hipoalergenico, se pueden lavar con agua y jabon neutro, !lo mejor! –dijo el dependiente.

La chica cogio la primera de color rosa chicle y la sostuvo en su mano, parecia tan real, de no ser por el llamativo color y al tacto resultaba suave como efectivamente le habia anunciado el chico.

–!Oh es cierto es muy suave! –dijo la chica.

–Tiene un pequeno vibrador, se activa girandole el boton en la base de los testiculos –le explico.

Un poco nerviosa Natalia lo busco sin encontrarlo.

–Me permite –dijo amablemente el chico.

Este lo tomo y girandolo lo activo y lo puso en manos de Natalia.

Al sentir la vibracion ella rio nerviosa.

–!Oh si, esta un poco alta! –dijo el chico y tomandolo de nuevo en sus manos la bajo.

Ahora Natalia volvio a cogerlo y sintio una agradable vibracion en sus manos.

–¿Este esta bien mama? –le dijo a la madre.

–Bueno hija, parece que ha sido amor a primera vista –rio Mariana–. De todas formas coge tambien el otro y asi comparas.

Sintiendo la aprobacion materna Mariana tomo el otro consolador, era transparente y tambien muy suave, a diferencia del anterior este no tenia vibracion solo era una polla de plastico y nada mas.

Al sentirlo en sus manos, viendose observada por el dependiente sintio una gran verguenza.

–Tranquilas podeis probarlos, yo me ordenare un poco una estanteria y si quereis ver mas cosas os las muestro.

–!Bueno yo queria un plug anal! –dijo la madre de repente.

–!Oh vale! ¿De que tamano tenia pensado?

Natalia oyo la palabra pero no sabia realmente lo que habia pedido su madre asi que callo.

–Bueno no muy grande, digamos de iniciacion pero un poco avanzado –dijo Mariana.

–Esta bien le sacare todos los tamanos –dijo el vendedor.

Ahora la mesa de cristal estaba llena de cajas, donde unos plugs anales de varios tamanos y materiales se ofrecian a las clientas. Natalia los miro con extraneza pero no dijo nada. Solo cuando el chico se marcho y las dejo ver el genero esta le susurro a su madre.

–¿Para que valen estos?

–!Oh bueno hija, son para el sexo anal! –le dijo la madre.

–¿En serio? –replico la hija sorprendida.

–Es un poco complicado Natalia, pero bueno, combinar ambos aumenta el placer no me preguntes porque.

–Bueno mama, yo te confieso que a veces me meto un dedito ahi –dijo la hija.

–¿Ah si? Pues entonces ya sabes de lo que hablo –le confeso la madre.

Los habia de frio metal terminados en un corazoncito con una piedrecita de plastico brillante, tambien los habia de latex negro de diversos tamanos, tambien en rosa. Asi que la madre palpo todos y se encarino con un el metalico del corazoncito en forma de joya en la base.

Natalia lo miro con atencion y ella se fijo en un pequeno de material negro, pues su culito era ciertamente pequeno al igual que su chochito.

–¿Yo podria? –le insinuo a la madre.

–!Oh claro! –le dijo a la hija.

De forma que llamaron al dependiente y le dijeron los que querian.

–Tambien tenemos en oferta bolas chinas, por si le interesan senora –dijo el chico.

–¿Bolas chinas? –pregunto la madre.

–Si bueno, disculpeme si la ofendo pero creo que igual le vienen bien para fortalecer el suelo pelvico.

Entonces el chico dio una serie de argumentos a favor de usar dichas bolas y la madre atendio a sus explicaciones. Decidiendose a llevarse unas bolas de color rosa. A Natalia le parecieron unos artilugios raros y por si fuera poco algo se movia dentro de ellas. El chico les explico que a lo mejor tenia un orgasmo improvisado si las llevaban caminando por la calle.

De forma que con dos discretas bolsas salieron del local con su pollita vibrante y sus plugs anales en dos tamanos.

Luego fueron a probarse ropa y cuando llego el momento de probarsela entraron al probador ambas juntas.

Alli su madre se probo unos vestidos y Natalia no pudo evitar meter la mano en la bolsa negra del sex shop y sacar una de las cajas. Eran las bolas chinas.

–¿Y con esto te puede dar un orgasmo por la calle? –se pregunto la hija.

–Eso dice el chico, ¿las pruebo? –le dijo la madre.

–¿Ahora?

–¿Por que no? –insistio Mariana.

De forma que ante una atonita hija, la madre extrajo las bolas y se dispuso en la intimidad del probador a introducirlas en su sexo. Natalia no podia creerlo pero estaban compartiendo un momento de intimidad que no pensaba que pudiesen compartir.

Vio su sexo maduro y como la madre trataba de introducirselas en varios intentos.

–Estan un poco secas, las chupare –dijo la madre mirandola y sonriendole como si tal cosa.

Tras chuparlas las bolas entraron y un pequeno cordon de plastico quedo colgando de su sexo depilado a tijera.

–¿Que sientes mama? –dijo Natalia expectante.

–No se, en un rato te cuento –rio la madre.

–¿Y tu, quieres probar tu plug anal? Asi las dos llevaremos algo intimo puesto.

–¿Como, aqui? –dijo una escandalizada hija.

–Si quieres, !si! Yo he leido que hay quien los lleva por la calle y tambien se excita –le dijo Mariana.

–No se mama, !bueno lo intentare!

Natalia chupo su pequeno plug negro y apartando las braguitas a un lado discretamente de espaldas a su madre trato de introducirlo.

–Esta complicado –rio la hija.

–¿Te ayudo? –dijo la madre.

–!No! !Que verguenza mama! –salto la hija.

–!Vale tu misma!

–¿Sabes que? Estoy un poco cachonda tras comprar esto en la tienda y tengo el chocho mojado, voy a lubricarlo con mis propios flujos –dijo la hija.

–Si, admito que ha sido un poco excitante hija –dijo la madre.

Entonces su plug entro en su ojal y esta abrio la boca al sentirlo entrar.

–¿Placentero? –pregunto la madre.

–Raro –dijo la hija.

Salieron del probador y fueron a otra tienda. Mientras caminaban ambas se miraban y no decian nada. Los artilugios hacian su trabajo y cada una sentia a su manera.

Llegaron a la siguiente tienda y alli comenzaron a mirar ropa.

–¿Sientes algo mama? –dijo Natalia en voz baja mientras revolvian la ropa.

–Es como un cosquilleo ahi –dijo esta–. ¿Y tu?

–Es raro, es como tener ganas de cagar pero a la vez estar excitada –dijo con absoluta sinceridad.

–!Que guarreria! –dijo la madre.

–!Sin duda! –rieron ambas.

Decidieron entrar al probador cogiendo lo primero que pillaron para quitarse el plug anal de su emplazamiento.

Natalia lo extrajo y lo limpio con un kleenex para meterlo en su bolso. Entonces la madre mostro sus bolas chinas y tiro del hilo para sacar una de ellas ante la atonita mirada de su hija.

–!Oh nina esto se siente raro!

–¿Si, es excitante? –pregunto Natalia con curiosidad.

–Si, creo que me las voy a dejar puestas –dijo la madre–. Y me voy a probar mi plug anal encima –anadio.

–¿En serio? –dijo Natalia asombrada.

–!En serio! Me gustan las sensaciones fuertes hija –dijo la madre sonriendo.

La madre chupo su plug metalico y lo introdujo en su ano ante la mirada de Natalia.

–!Oh esta frio! –exclamo Mariana.

La hija no dijo nada pero tomo nota de aquella excitante situacion.

–!Oh mama, creo que esto es excitante! ¿Tu no?

–Si, un poco la verdad hija o tal vez mucho –le confeso.

Entonces Natalia saco su pollita de plastico y la puso en marcha sintiendo su vibracion. Luego la acerco a sus bragas levantando su falda y se acaricio por encima de la tela.

–!Que cosquillas hace! –dijo la hija.

–!Hum si, puedo imaginarmelo! –dijo la madre mientras miraba como la hija se lo paseaba por encima de las bragas.

Entonces Natalia aparto las bragas a un lado y se froto con su vibrante consolador el chocho de arriba a abajo. La madre no perdio detalle y vio lo depilado que tenia el sexo.

–!Mira que moderna ella! –dijo la madre.

–!Ah esto! Bueno mama una chica tiene que cuidarse para estar guapa.

–!Tal vez lo pruebe! –dijo Mariana–. Por cierto, ¿vas a introducirtelo?

–!Oh no mama, soy virgen aun! –le confeso la hija.

–!Oh claro hija, por un momento pense que ya habrias experimentado con algun chico! –rio la madre.

–!Oh mama, creo que esto me pone muy malita! –le confeso Natalia–. Voy a volver a ponerme el plug anal estoy muy excitada y me apetece sentirlo dentro.

–!Estupendo hija, es excitante pensar que las dos vamos por ahi con cosas metidas!

De forma que salieron del probador con todos sus aparatos puestos y caminaron por el centro comercial dando un suave y mas largo paseo. Finalmente se fueron a sentar en un banco y al hacerlo sintieron como los plugs anales que llevaban les oprimian sus ojales y esta sensacion les gustaba.

–¿Oh mama tu sientes lo mismo que yo?

–Si, con eso metido en el culo una se sienta y es como, !uf!

Se removieron en sus asientos suavemente sin que nadie lo notase e intercambiaron unas sonrisas de complicidad.

–Mama, creo que no me aguanto, ¿nos metemos en los banos? –propuso Natalia.

–!Buena idea! –dijo la madre.

Entraron en los banos, era temprano y aun estaban limpios asi que fueron hasta el del final y discretamente pasaron dentro. Alli cada una miro lo suyo y la madre comenzo a mover las bolas chinas dentro y fuera de su sexo mientras el plug anal estaba puesto en su lugar.

–!Oh hija esto me ha traido aqui y estoy a punto! –dijo la madre sin parar de darse cana.

–!Oh mama, yo estoy tambien muy excitada! Creo que voy a sacar mi pollita y la voy a probar en mi culito –dijo la hija.

Mientras ella buscaba en su bolso la madre continuaba moviendo las bolas en su chocho y levantando obscenamente una pierna para sentirlas mejor la puso en la taza del vater lo cual proporciono una vision increible del sexo peludo de su madre siendo follado por las bolas chinas con su mano sujetada a una pared para no caerse.

–!Que guarra mama! –rio la hija.

Esta saco su pollita y la chupo para luego extraer su plug anal y pasar a probarla en su ajustado ojal.

–!Oh que suave me entra mama! –dijo la hija a una atonita madre que veia como el culito respingon de su hija sin bragas era penetrado por aquel pequeno consolador de plastico rosa.

–!Oh hija! ¿Y eso no es una guarrada? –rio la madre–. ¿No lo entiendo hija, eres capaz de penetrarte por el culito con eso pero no por delante? –le pregunto la madre con curiosidad.

–Si mama, por delante me da miedo de que duela –le confeso Natalia.

–Vamos hija eso es solo un pequeno pinchacito, luego se te pasa en seguida y viene el gustito –dijo la voz de la experiencia.

–¿Tu crees? –pregunto la hija sin negarse inicialmente.

–!Claro hija, la primera vez se sufre un poco pero eso luego se agradece cuando ya puedes probar con total libertad! ¿Quieres que te ayude?

–!Oh no mama, que verguenza! –dijo una azorada hija.

Natalia limpio el pequeno consolador rosa y se dispuso a frotarse su sexo con la vibracion puesta mientras Mariana la observaba.

–Me da un poco de verguenza hacer esto delante de ti mama –le confeso la hija.

–Vamos nina, te he visto nacer aunque admito que no te habia visto desnuda en mucho tiempo y es grato ver que te has convertido en toda una mujercita –dijo la madre sonriendole.

El vibrador hacia muchas cosquillas a Natalia, quien lo paseaba de arriba a abajo por su rajita lubricada, especialmente en su clitoris apenas podia mantenerlo un segundo pues se excitaba mucho.

–Tal vez para metertelo sea mejor sin la vibracion –le aconsejo la madre.

–!Vale! –dijo Natalia desconectandolo.

Entonces volvio a intentarlo pero era como si una fuerza invisible impidiera que su mano lo metiese mas alla del primer centimetro de su punta.

–!No puedo mama, me bloqueo! –dijo finalmente Natalia.

–Tranquila anda dejame a mi –dijo la madre arrebatandole el consolador de la mano sin esperar permiso.

–!Pero mama, que verguenza! –repitio una vez mas la hija virgen.

–!Tranquila, yo te ayudare y luego me lo agradeceras! –dijo la madre insistiendo.

Mariana tomo la pequena polla de plastico y la paseo por el sexo de su hija.

–Tu relajate y mirame a los ojos, no prestes tanta atencion a lo que ocurre ahi a abajo. Levanta una pierna para que quedes un poco mas abierta –le pidio.

Natalia obedecio, puso una pierna sobre el vater y asi su sexo quedo expuesto y abierto. Entonces la madre siguio moviendo el consolador en la entrada del sexo de la hija.

–Se siente rico ahi en la entrada, ¿verdad?

–Si, muy rico –dijo Natalia mordiendose el labio.

Sin previo aviso la madre introdujo la punta y comenzo a follarla suavemente pero solo introduciendo apenas uno o dos centimetros.

–Esto se siente agradable tambien, ¿no?

–Si, pero a partir de ahi ya creo que me duele –dijo la hija abrazandose a su madre.

Entonces esta paso a poner sus manos bajo su culo y uso el consolador desde atras mientras la hija estaba abrazada a ella.

–Ahora lo metere por detras, justo bajo tu culito, ¿vale?

El consolador entraba desde atras con facilidad, asi que Mariana lo metio despacio pero profundamente rompiendo el virgo de la hija y provocando que esta apretase los dientes y se abrazase a ella con mas fuerza.

–Ya esta mi nina, ya estas lista para amar.

Ahora Mariana siguio metiendolo y sacandolo suavemente, aunque cada vez con mayor rapidez mientras introducia un dedo en el culo de Natalia, esta contrajo su sexo y gozo de un intenso placer creciente.

–!Oh mama, que bien! –dijo la hija mostrando su aceptacion tras esa dolorosa primera penetracion.

–¿Quieres seguir tu? –pregunto la madre.

–!No, no, sigue tu esta primera vez! –dijo la hija.

Asi que la madre se separo de la hija y para que pudieses verlo con sus propios ojos la penetro de frente mientras esta observaba todo.

–Mira que bien entra ya –dijo Mariana a Natalia.

–!Oh si, que gustito mama! ¿Puedes conectar el vibrador?

Mariana lo hizo y un sonido agudo comenzo a sonar al tiempo que a la hija le temblaban las piernas y el placer crecio exponencialmente.

La madre tomo la mano de la hija y la llevo hasta el consolador mientras la follaba con el vibrador encendido, esta comprendio que no habia peligro y siguio follandose ella misma.

–!Oh mama esto es maravilloso! Y pensar en que me lo he estado perdiendo todo este tiempo –le confeso la hija.

Entonces Mariana volvio a concentrarse en su cuerpo y a mover las bolas en su interior frente a su hija. Ambas tenian una pierna sobre la taza del vater y estaban frente a frente en el estrecho servicio penetrandose cada una por su lado.

Mariana se saco un pecho y se lo comenzo a acariciar con una mano mientras se penetraba con las bolas y su hija, al verla, la imito sacandose sus pequenas tetitas en comparacion con las de su madre acariciandose sus areolas rosadas y poniendose duros sus pequenos pezones.

–!Que bien! ¿No hija? –dijo la madre.

–!Oh si mama, de no ser por tu ayuda no habria podido meterme esto aqui! –exclamo Natalia mientras se follaba con el pequeno consolador y se metia un dedito a la vez por su ajustado ojal.

–¿Quieres probar tu con las bolas y me das a mi el consolador?

–¿Pero son mas grandes, no? –dijo la hija preocupada por el tamano en comparacion con su pollita de latex.

–!Que va son lo mismo! –rio la madre.

Intercambiaron utiles y la hija, no muy convencida tardo en introducirlas. De nuevo la madre la ayudo y se las puso dentro, moviendolas luego hasta que Natalia comenzo a hacerlo de forma autonoma.

–!Se sienten raro ahi dentro! –exclamo la hija.

–!Si es extrano! ¿Verdad? –le confeso la madre entre risas.

Sus gemidos se perdian en el espacio vacio de los servicios del centro comercial hasta que alguna clienta entraba y ellas paraban, meaba y salia y ellas continuaban.

Siguieron follandose cada una por su lado con sus instrumentos hasta que la hija comenzo a sentir que ya no podia mas. Entonces estallo en su pequeno y delicioso orgasmo contorsionandose y apretando los dientes mientras se mordia el labio inferior y respiraba agitadamente.

Mariana acelero la vibracion del pequeno consolador y al mismo tiempo se movio el plug anal follandose el culo a la vez y tambien consiguio correrse apenas unos instantes despues que comenzase el orgasmo de su hija en su presencia.

Medio atontolinadas cada una miraba a la otra tras disfrutar sus intensos orgasmos y ver como estos les dejaron unas agradables sensaciones en sus caras relajadas, momentos que ya perdurarian en su memoria para siempre.

–¿Que tal hija?

–!Genial! ¿Y tu mama?

–!Genial! –replico la madre igualmente despertando las risas de ambas.

Limpiaron sus juguetes sexuales y salieron del bano para lavarse las manos y asearse un poco antes de salir de alli. Ya era tarde y no se habian comprado nada, mas alla de los juguetes sexuales, pero sus caras de felicidad denotaban que no les hacia falta nada mas…

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Espero que este excitante capitulo de Los Secretos de mi Vecina haya sido de tu agrado. Tras publicar aqui Mi Verano en Japon y Follame tierno, sabes que pido poco a cambio, tan solo que me lo agradezcas si te ha gustado con tus 5*, de forma que si al menos 20 personas votais cada capitulo, seguire publicandolos, !asi de facil!

Y como suelo decir, si no quieres esperar puedes localizarlas en Amazon o Google Play Libros, mira mi perfil para + info.
26 Mar 2024El dulce sexo de mi suegra Patrick esta loco por Ruperta, una mujer mucho mayor que el, pero ella lo prefiere como yerno.

Si llevas toda la vida deseando algo con todas tus fuerzas y llega un momento en que se pone a tu alcance, ¿esta justificado utilizar cualquier medio para conseguirlo? Puede que una gran mayoria piense que no, pero justo a esos les diria que no tienen ni idea de lo que significo esa mujer para mi desde que la conoci siendo solo un chaval.

El verano mas feliz de mi vida fue ese en que abrieron una tienda de dulces en nuestro aburrido barrio. Mis amigos y yo teniamos edad suficiente para estar pensando mas en conseguir tabaco de madera ilegal que en caramelos, pero lo que nos estimulaba de ese nuevo negocio era mucho mas que los subidones de azucar.

Acostumbrados a las chicas de nuestra clase, la mujer que dirigia ese negocio nos parecia directamente de otro mundo. Era alta, rubia y combatia el calor que todos padeciamos con unos escotes que nos hacian babear. De repente, todos nos volvimos adictos a los dulces, entrabamos a comprarlos a todas horas solo para poder verla.

El problema era que con ella de adelante ninguno de nosotros se atrevia a hacer gala de esa chuleria por la que nos conocian en el instituto. Nada mas entrar en la tienda enmudeciamos, eramos como corderitos delante de esa diosa. Cuando se nos acababa el dinero ya solo me quedaba volver a casa y encerrarme en el cuarto de bano para pajearme con su imagen en mi memoria.

A diario fantaseabamos con atrevernos a darle conversacion y nos picabamos entre nosotros para ver quien era el valiente que lo hacia. Algo me decia en mi interior que debia ser yo, que tenia que comprobar si tenia con ella el mismo exito que con las de mi edad, aunque no me creyera en absoluto que aquello pudiese suceder.

Si algo tenia claro era que no lo podia intentar delante de mis amigos, que ni en suenos les daria la oportunidad de poder reirse de mi de por vida si aquello no salia bien. Asi que una tarde me puse mi mejor camisa veraniega, medio bote de gomina en el pelo y me fui directo a la tienda, dispuesto a impresionar a esa mujer con mi labia.

- ¿Hoy vienes solito?

- Si, senora, me gusta tener tiempo para mi mismo.

- Eso suena interesante, pero no vuelvas a llamarme senora en tu vida.

- No tendria que hacerlo si me dijeras tu nombre.

- Me llamo Ruperta.

- Que original.

- Y tu eres...

- Patrick, para servirte en todo lo que necesites o desees.

- ¿En serio?

- Por supuesto, pide cualquier cosa y yo te la concedere.

- ¿Que edad tienes?

- Dieciseis anos y medio, pero todos dicen que soy muy maduro para mi edad.

- Supongo que estudias en el instituto de al lado del ayuntamiento.

- Asi es.

- Entonces ya se que es lo primero que te voy a pedir.

- Soy todo oidos.

- Desde septiembre mi hija y tu sereis companeros de clase, mas vale que la cuides.

- Sois nuevas en el barrio, ¿no?

- Si, apenas llevamos aqui un mes.

- ¿Y el padre de la criatura?

- Espero que criando malvas.

- Puedes estar tranquila, yo la voy a proteger.

- Te lo agradezco, hombrecito.

A partir de aquel dia aproveche cada momento que tenia libre para ir a visitar a Ruperta. Sabia que nuestra diferencia de edad era un problema, pero yo trataba de ganarmela y esperaba que pudiera caer rendida a mis encantos. Aunque quizas fuese mas realista esperar a septiembre, conocer a su hija y ver si se parecia a ella, esa mujer me volvia loco.

Por si el hecho de que me sacara por lo menos veinte anos no fuese suficiente problema, Ruperta enseguida se hizo muy popular en el barrio y hombres de todas las edades se convirtieron en mis competidores. Enseguida comenzaron los rumores sobre si la habian visto con uno o con otro, pero nada iba a conseguir minar mi moral.

Aunque siempre habia sido lo mas parecido a un lider en mi pandilla, comunicarles mi intencion de conquistar realmente a Ruperta me convirtio en objeto de todo tipo de burlas. Aun asi, no me rendi y segui esperando con paciencia a que llegara el momento en que ella se diera cuenta de que estabamos destinados a estar juntos o al menos a tener una noche de placer.

Era consciente de que a esa edad todos los sentimientos se magnifican, pero en ningun momento llegue a pensar que me hubiese enamorado de Ruperta. Sabia que lo mio era pasion carnal, que deseaba que ella fuese la protagonista de mi primera vez y me ensenara el placer que se sentia mediante el sexo. Realmente estaba dispuesto a hacer cualquier cosa para conseguirlo.

El verano no termino como yo esperaba, aunque ya daba por hecho que esa no iba a ser una tarea sencilla. Septiembre me brindaba la oportunidad de demostrarle todo lo que estaba dispuesto a hacer por ella protegiendo a su hija tal y como le habia prometido. El problema era que no localizaba a esa muchacha por ninguna parte.

- ¿Patrick?

- Si... ¿quien?

- Soy Rupe, mi madre me ha hablado maravillas de ti.

- ¿De verdad?

- Si, dice que le alegras las tardes cuando aparece por la tienda.

- Pero no os pareceis en nada.

- Por lo visto he salido a mi padre, aunque no lo conozco.

- Bueno, yo te voy a ayudar a adaptarte a este instituto.

- !Que bien! Estoy deseando que me lo ensenes todos.

Esa muchacha se parecia a su madre lo mismo que un huevo a una castana. No solo era mas bien bajita y morena, sino que estaba totalmente plana. En lo unico que encontraba alguna similitud era en la forma de hablar, las dos eran muy divertidas, aunque eso no era suficiente como para que pensara en ella como una alternativa.

Desde ese primer dia de instituto Rupe se pego a mi. Alla a donde iba la llevaba enganchada a mi espalda, lo que provoco que todos se rieran aun mas de mi. Las bromas respecto a que jamas podria tener nada con la madre y me tocaria conformarme con la hija fea se convirtieron en mi dia a dia. Para mi, que habia sido una especie de lider para todos ellos, era muy jodido, pero segui adelante porque estaba convencido de que conseguiria mi objetivo.

Con el paso de las semanas me fui acostumbrando a su presencia. Era la amiga que no habia pedido tener, pero me ayudaba en mis momentos de soledad, aunque si me habia quedado solo era precisamente por ir con ella. Gracias a Rupe me centre en los estudios, algo que me podria servir para ir a la universidad y sobre todo para impresionar a su madre.

Ruperta se mostro agradecida en todo momento por lo que estaba haciendo por su hija, aunque su forma de darme las gracias no era como yo la habia imaginado. En vez de estrecharme entre sus brazos, haciendo que mi cabeza reposara en su generoso escote, me regalaba caramelos y cromos de la liga. Estaba claro que para ella solo era un nino.

- Es un agradecimiento bastante escaso.

- Pensaba que ibas con Rupe porque te caia bien.

- Asi es, pero tenerla todo el dia detras hace que se burlen de mi.

- Nadie te obliga a ir con ella.

- Te prometi que la cuidaria.

- Lo se, pero no quiero que mi hija vaya con alguien que la desprecia.

- Yo no la desprecio.

- Ten paciencia con ella, Patrick, no esta acostumbrada a tener amigos.

- No te preocupes, que yo no le voy a fallar.

- Como me alegra oir eso.

- Lo que sea por la mujer mas dulce del barrio... y por su hija.

- Le voy a decir a Rupe que te invite a casa una tarde.

- Asistiria encantado.

Solo me veia como el amigo de su hija, pero ir a casa de Ruperta ya me parecian palabras mayores. Eso me supondria ver el sofa en el que se estiraba, la cama en la que dormia o el cuarto de bano que tantas veces la habia visto desnuda cuando se duchaba. Intentaba no pensar demasiado en eso, pero mi imaginacion volaba.

La invitacion no se hizo de rogar demasiado. A finales del primer trimestre nos pidieron hacer un trabajo por parejas y Rupe tardo medio segundo en proponerme que lo hiciesemos juntos. A esas alturas ya me daba igual lo que pensaran los otros, asi que acepte. Nunca estaba de mas tener una companera inteligente que hiciese casi todo.

Lo mejor de todo aquello fue que Lupe no dudo en ofrecer su casa para que pudieramos hacer el trabajo. Asi que una tarde, al salir del instituto, fuimos juntos hacia alli con la intencion de ponerlos manos a la obra. Intente perder todo el tiempo posible ya por el camino, con la idea de no irme de hasta que Ruperta cerrara la tienda y pudiera verla en su propio ambiente. Justo antes de entrar me sentia muy nervioso.

Pese a que ya llevaban varios meses alli, la casa estaba a medio amueblar. Me sorprendio tambien la falta de orden, aunque supuse que Ruperta estaba demasiado ocupada en la tienda como para llevar la limpieza al dia. Lo que si resulto ser tal y como lo habia imaginado era la habitacion de mi amiga. Estaba llena de objetos que le pegaban totalmente a una persona tan excentrica como ella.

Tras ofrecerme algo de merendar nos pusimos de inmediato con el trabajo. Era dificil concentrarse teniendola a ella haciendo bromas todo el rato, pero asi resultaba todo mas ameno. Aun asi, solo podia pensar en pedirle que me ensenara la casa y explorar todos esos rincones que tanto me atraian. Como no fui capaz de hacerlo le dije que tenia que ir al cuarto de bano.

Avanzando por el pasillo no pude evitar la enorme tentacion de asomarme a la habitacion de Ruperta. La cama estaba sin hacer, lo que me hizo imaginarla desnuda sobre esas sabanas. Me hubiese encantado acercarme y comprobar si olian a ella, pero me parecio demasiado arriesgado, asi que me fui directo al lavabo.

Mi prudencia se vio recompensada. Nada mas entrar me tope con un suelo cubierto de ropa interior, era como la fantasia de un adolescente pajillero. Por una cuestion de tamano, no me resulto nada dificil saber que prenda correspondia a cada una de ellas. Las braguitas de Rupe tenian cierto morbo, pero nada comparado con el tanga negro de su madre.

Casi de manera instintiva me lo lleve a la nariz para olfatearlo. Se me puso dura al instante, sentia que podia subirme por las paredes de la excitacion que tenia en ese momento. Daba igual lo alto que gritara la voz en mi cabeza pidiendome que no lo hiciera, me saque la polla y comence a masturbarme mientras me la envolvia con el tanga e inspeccionaba el sujetador que sostenia sus dos grandes melones.

Me hubiese gustado recrearme mucho mas, pero fue la paja mas rapida de mi vida. En menos de un minuto ya habia eyaculado de forma tan bestial que parte de mi semen salio descontrolado y fue a parar a las braguitas rosas de mi amiga. Me lave las manos a toda prisa y sali del cuarto de bano, ajeno a que Ruperta ya habia llegado a casa.

- Patrick, que raro se me hace verte aqui.

- Tienes una casa muy bonita.

- Querras decir muy desordenada.

- Bueno... un poquito, si.

- Espero que no te haya molestado ver vuestra ropa por el suelo del bano.

- Tranquila, ha sido muy... motivante.

- ¿Te ponen las bragas de mi hija?

- No precisamente las suyas.

- Vaya, eso no me lo esperaba.

- ¿En serio? Pensaba que era evidente que me traes loco desde que te conoci.

- Al principio lo pensaba, pero como nunca me dijiste nada...

- Porque sabia que no tenia ninguna posibilidad.

- No te creas, lo de tirarme a un chavalin siempre me ha parecido excitante.

- Pues ahora que ya lo sabes no hay motivo para no hacerlo.

- En realidad si que lo hay.

- ¿Que se supone que nos lo impide?

- Rupe esta enamorada de ti.

- Eso no es verdad, solo somos amigos.

- Hazme caso, te quiero muchisimo.

- Y yo a ella, pero no de esa manera.

- Comprende que como madre no puedo hacerle esa faena.

- No tiene por que enterarse.

- Vamos a hacer un pacto, ¿vale?

- Esta bien.

- Dale una oportunidad a mi hija, tratala bien y descubrid juntos el amor.

- No creo que sea capaz.

- Si lo haces te recompensare mas adelante.

- ¿Con mas chucherias?

- No, con lo que siempre has deseado.

Me prometi a mi mismo que haria cualquier cosa por acabar entre las piernas de Ruperta, pero eso me parecia excesivo. No solo no me motivaba la idea de estar con su hija, sino que me parecia una canallada jugar con sus sentimientos de esa manera. Necesite que pasaran varios dias, valorar los pros y los contras, para tomar una decision.

Sabia que no era mas que una forma de convencerme a mi mismo, pero acabe llegando a la conclusion de que si yo estaba dispuesto a cualquier cosa por estar con Ruperta quizas su hija tambien lo estaba para tener algo conmigo. Fue entonces cuando empece a tontear con ella, esperando a que Rupe diera el paso.

Una vez que terminamos el trabajo para el instituto siguio siendo habitual que yo pasara muchas tardes en su casa, especialmente cuando empezamos las vacaciones de Navidad. Soliamos ver peliculas o jugar a la videoconsola, cosas que no solian dar demasiado pie al inicio de un romance. Finalmente se me acabo ocurriendo una idea que resulto decisiva.

- ¿Vosotras no poneis el arbol de Navidad?

- Normalmente si, tenemos una de plastico, pero este ano no ha surgido.

- Podemos colocarlo nosotros.

- ¿Lo adornarias conmigo?

- Pues claro, si es lo que mas me gusta de estas fiestas.

- Vamos, esta todo debajo de la cama de mi madre.

Si algo me ensenaron las peliculas que vimos esos dias fue que no habia nada tan efectivo en el amor como la magia de la Navidad. Entre risas, bromas y villancicos incluso empece a verla casi guapa y acabe siendo yo el que se lanzo a besarla. Se quedo tan impactada que llegue a pensar que habia metido la pata, que Ruperta me habia enganado, pero de inmediato me correspondio y pasamos el resto de la tarde besandonos.

En cuestion de dos semanas, tarde a tarde, dimos todos los pasos que otras jovenes parejas tardan meses en dar. De los besos apasionados pasamos enseguida a los tocamientos y poco despues Rupe se atrevio a arrodillarse ante mi. No era precisamente una experta en el sexo oral, pero el ansia con la que me la comio me hizo tener el mejor orgasmo de mi vida.

Por aquel entonces yo ya estaba entregado a lo que nos estaba ocurriendo y le agradeci su gesto colocando mi cabeza entre sus piernas. Lamer su humedo y ardiente cono fue lo mas excitante que habia hecho nunca. Eramos una extrana pareja de amigos que se queria, cada uno a su modo, y disfrutaban del placer de los cuerpos.

La ultima tarde antes de volver al instituto se produjo nuestra primera vez. Fue tan torpe y accidentada como cabia esperar, pero ella alcanzo el placer y yo tambien llegue a verter mi semilla en el preservativo. Al acabar me dijo por primera vez que me queria y senti que no podia negarme a decirle que yo a ella tambien. Ya eramos oficialmente novios.

Volvimos al instituto sin la mas minima intencion de ocultar que estabamos juntos. Al principio volvieron a haber bromas, pero poco a poco fueron desapareciendo, posiblemente porque hasta ellos se dieron cuenta de que Rupe estaba mas guapa que nunca. Cada vez me sentia mas comodo con ella, aunque no conseguia quitarme de la cabeza mi autentico objetivo.

Tratando de hacer feliz a Rupe, pero sin conseguir olvidar a su madre, fueron pasando los anos. Nuestra relacion iba bien, quizas porque nunca deje de verla como a una amiga con la que me divertia en la cama. En lo demas era todo muy sencillo, me hacia la vida facil y se notaba lo enamorada que seguia estando de mi.

La que ya por entonces era mi suegra si que sabia disfrutar de la vida. Desde que empece a formar parte de su familia pude comprobar que todo lo que se decia de ella era cierto, que Ruperta tenia citas con diferentes hombres. A mi novia le daba igual la vida sexual de su madre, pero yo no podia evitar sufrir al ver que todos conseguian lo que a mi se me nego. Siempre intente llevarlo de la mejor manera, hasta que ya no pude mas.

- Teniamos un pacto.

- Lo se, pero no esperaba que lo vuestro durara tanto.

- Me he mantenido a su lado y la he hecho feliz como me pediste.

- ¿Y ahora quieres enganarla conmigo?

- No quiero, pero no consigo olvidarte, te sigo deseando.

- No puedo hacerle eso a mi propia hija.

- Te acuestas con todos menos conmigo.

- No te pases, Patrick.

- Nunca sere feliz con Rupe si sigo sintiendo que tenemos esa deuda.

- Espera un poco mas y cumplire, te lo prometo.

Llevabamos ya seis anos juntos cuando Rupe, tan original imprevisible como siempre, me pidio que me casara con ella. Era una autentica locura, principalmente porque seguiamos siendo demasiado jovenes para pensar en matrimonio, pero se me ocurrio que formalizar lo nuestro de manera definitiva quizas era el paso que necesitaba dar para olvidarme de mi suegra.

No podia evitar seguir deseando con todas mis fuerzas el follarme a Ruperta, pero eso no queria decir que no me diese cuenta de lo bien que estaba con su hija. Realmente queria casarme con ella, me imaginaba siendo feliz toda la vida a su lado, solo era ese deseo que mantenia desde la adolescencia lo que me perturbaba.

En el fondo esperaba que Ruperta no se tomara bien el anuncio de nuestro compromiso, pero fue la que se mostro mas feliz. Su efusiva reaccion fue definitiva para convencerme de que estaba haciendo lo correcto y que cualquier posibilidad de tener algo con ella debia quedar ya como un imposible y lejano deseo del pasado.

Nos dieron fecha para casarnos justo un ano despues, tiempo que paso volando. Fueron doce meses durante los cuales no paramos, ya que teniamos que organizarlo todo para que quedara perfecto. Cuanto mas se acercaba el gran dia, mas convencido estaba de hacer lo correcto, tanto que ya ni siquiera pensaba en el pacto que tenia con Ruperta.

La noche antes de la boda repase mentalmente una y otra vez la manera tan extrana que habia tenido el amor de llegar a mi vida. Ese dia Rupe dormia con su madre para que el encontrarnos al dia siguiente en la iglesia fuese mas especial, asi que yo estaba solo en nuestra casa. Alrededor de media noche llamaron a la puerta... era mi suegra.

- ¿Que haces aqui?

- Estoy nerviosa, no puedo dormir.

- Si soy yo el que se casa.

- Por eso mismo.

- No te entiendo, Ruperta.

- Seguramente piensas que si te ha rechazado todos estos anos es porque no quiero nada contigo.

- Claro que lo pienso.

- Lo unico que pretendia era proteger a mi hija.

- No tienes que darme explicaciones, lo entiendo.

- Pero la verdad es que siempre te he deseado.

- No es un buen momento para hablar de esto.

- Se que no es bueno, pero es el ultimo.

- ¿Por que?

- Una vez que esteis casados cualquier posibilidad se esfumara.

- No te entiendo.

- Tenemos que hacerlo esta noche para que ambos podamos avanzar.

Cuando ya habia perdido toda esperanza y estaba convencido de que lo mejor era que no ocurriese nada entre nosotros, mi suegra aparecio para confesarme que tambien me deseaba y que pretendia saldar su deuda. Nunca quise hacer dano a Rupe, pero lo que su madre me hacia sentir, la manera que tenia de excitarme con su simple presencia, era superior a mis fuerzas.

Aun asi trate de resistirme, pero Ruperta comenzo a desnudarse. Agache la mirada para no verla, pero me resultaba imposible que no se me fuese la vista a su cuerpo, tan perfecto como siempre lo habia imaginado. Sus grandes pechos parecian pedirme que los devorara, sobre todo cuando me abrazo y los duros pezones se clavaron en mi torso.

Me puse muy duro y ella lo noto de inmediato, porque hizo descender una de sus manos y la coloco justo en mi paquete, palpando sobre el pantalon el tamano de mi miembro. Me besaba por toda la cara, buscando mi boca con desespero, pero yo se lo negaba. No podia hacerme el duro eternamente, mi voluntad estaba a punto de quebrarse.

Senti un pinchazo en el pecho al acordarme de Rupe, pero tambien pensaba en mi mismo, en ese chaval que se pajeaba pensando en la mujer que en ese mismo momento intentaba meterme la lengua de la boca. Me debia un polvo con ella, siempre lo habia sentido de esa manera, asi que tenia que cumplir esa fantasia que llevaba ocupando mi mente casi una decada.

En cuanto me rendi y agarre su turgente culo a dos manos, mi suegra salto para que la levantara por los aires y la lleve a mi cama. Quedo abierta de piernas sobre el colchon que compartia cada noche con su hija, esperando a que yo tambien me desnudara y disfrutar de esa noche de pasion que me prometio a cambio de hacer feliz a Rupe.

Puede que mi suegra esperara una noche de pasion, pero yo solo queria desquitarme. Me baje el pantalon de pijama y fui directo a estirarme sobre ella para penetrarla. Aunque Ruperta queria que la besara, yo ignore todas sus peticiones y se la clave entera. Ella gimio al sentirse colmada por mi polla y comence a bombear.

A sus cuarenta y tantos anos y a pesar de estar debajo, mi suegra se movia como una autentica diosa. Meneaba sus caderas de una manera que solo podia hacerlo a alguien con mucha experiencia sexual. Mientras yo le daba todo lo duro que podia ella me susurraba al oido todo tipo de obscenidades. Resultaba evidente que lo habia estado deseando tanto como yo durante los ultimos anos.

- Te hubiese follado el primer dia que entraste a mi tienda.

- De haberlo hecho nos hubiesemos ahorrado muchos problemas.

- Tenia que proteger a mi hija, es lo mas importante para mi.

- Pues ahora mismo no se nota.

- ¿Ella te lo hace tan bien como yo?

- Dudo que alguna mujer folle tan bien.

- Se te caia la baba mirandome las tetas.

- Me hacia unas pajas tremendas pensando en ti.

- ¿Que mas hacias?

- ¿Te acuerdas de la primera vez que fui a tu casa?

- Si, claro.

- Me masturbe con tu tanga en la mano.

- Vi tu leche en las braguitas de mi hija.

- No es normal lo que me has hecho sentir siempre.

- Ahora tienes la oportunidad de correrte dentro de mi.

Coloque una mano en su cuello y con la otra le agarre una de sus tetazas. Ruperta estaba colorada y sudorosa, su cono sonaba con cada embestida por los abundantes fluidos que emanaba. Comence a empujar con todas mis fuerzas mientras ella gemia del gusto y acababa llegando a un orgasmo que la hizo temblar de pies a cabeza.

Fue entonces cuando me solte por completo y continue hasta rellenarla con mi semen. Tantos anos de deseo culminados en un polvo frenetico que me iba a dejar una mezcla de satisfaccion y culpabilidad. La observe durante un buen rato, ocupando el lugar de la cama de Rupe, mientras mi semilla escapaba de su interior.

- Manana te vas a casar con mi hija y la vas a hacer la mujer mas feliz del mundo.

- Espero que esto no me pase factura.

- No lo hara, porque sabes que si la cuidas yo se recompensarte.

Continuara...