–¿Sabes que? Estoy un poco cachonda tras comprar esto en la tienda y tengo el chocho mojado, voy a lubricarlo con mis propios flujos –dijo la hija.
–Si, admito que ha sido un poco excitante hija –dijo la madre.
Entonces su plug entro en su ojal y esta abrio la boca al sentirlo entrar.
–¿Placentero? –pregunto la madre.
–Raro –dijo la hija.
Salieron del probador y fueron a otra tienda. Mientras caminaban ambas se miraban y no decian nada. Los artilugios hacian su trabajo y cada una sentia a su manera.
Llegaron a la siguiente tienda y alli comenzaron a mirar ropa.
–¿Sientes algo mama? –dijo Natalia en voz baja mientras revolvian la ropa.
–Es como un cosquilleo ahi –dijo esta–. ¿Y tu?
–Es raro, es como tener ganas de cagar pero a la vez estar excitada –dijo con absoluta sinceridad.
–!Que guarreria! –dijo la madre.
–!Sin duda! –rieron ambas.
Decidieron entrar al probador cogiendo lo primero que pillaron para quitarse el plug anal de su emplazamiento.
Natalia lo extrajo y lo limpio con un kleenex para meterlo en su bolso. Entonces la madre mostro sus bolas chinas y tiro del hilo para sacar una de ellas ante la atonita mirada de su hija.
–!Oh nina esto se siente raro!
–¿Si, es excitante? –pregunto Natalia con curiosidad.
–Si, creo que me las voy a dejar puestas –dijo la madre–. Y me voy a probar mi plug anal encima –anadio.
–¿En serio? –dijo Natalia asombrada.
–!En serio! Me gustan las sensaciones fuertes hija –dijo la madre sonriendo.
La madre chupo su plug metalico y lo introdujo en su ano ante la mirada de Natalia.
–!Oh esta frio! –exclamo Mariana.
La hija no dijo nada pero tomo nota de aquella excitante situacion.
–!Oh mama, creo que esto es excitante! ¿Tu no?
–Si, un poco la verdad hija o tal vez mucho –le confeso.
Entonces Natalia saco su pollita de plastico y la puso en marcha sintiendo su vibracion. Luego la acerco a sus bragas levantando su falda y se acaricio por encima de la tela.
–!Que cosquillas hace! –dijo la hija.
–!Hum si, puedo imaginarmelo! –dijo la madre mientras miraba como la hija se lo paseaba por encima de las bragas.
Entonces Natalia aparto las bragas a un lado y se froto con su vibrante consolador el chocho de arriba a abajo. La madre no perdio detalle y vio lo depilado que tenia el sexo.
–!Mira que moderna ella! –dijo la madre.
–!Ah esto! Bueno mama una chica tiene que cuidarse para estar guapa.
–!Tal vez lo pruebe! –dijo Mariana–. Por cierto, ¿vas a introducirtelo?
–!Oh no mama, soy virgen aun! –le confeso la hija.
–!Oh claro hija, por un momento pense que ya habrias experimentado con algun chico! –rio la madre.
–!Oh mama, creo que esto me pone muy malita! –le confeso Natalia–. Voy a volver a ponerme el plug anal estoy muy excitada y me apetece sentirlo dentro.
–!Estupendo hija, es excitante pensar que las dos vamos por ahi con cosas metidas!
De forma que salieron del probador con todos sus aparatos puestos y caminaron por el centro comercial dando un suave y mas largo paseo. Finalmente se fueron a sentar en un banco y al hacerlo sintieron como los plugs anales que llevaban les oprimian sus ojales y esta sensacion les gustaba.
–¿Oh mama tu sientes lo mismo que yo?
–Si, con eso metido en el culo una se sienta y es como, !uf!
Se removieron en sus asientos suavemente sin que nadie lo notase e intercambiaron unas sonrisas de complicidad.
–Mama, creo que no me aguanto, ¿nos metemos en los banos? –propuso Natalia.
–!Buena idea! –dijo la madre.
Entraron en los banos, era temprano y aun estaban limpios asi que fueron hasta el del final y discretamente pasaron dentro. Alli cada una miro lo suyo y la madre comenzo a mover las bolas chinas dentro y fuera de su sexo mientras el plug anal estaba puesto en su lugar.
–!Oh hija esto me ha traido aqui y estoy a punto! –dijo la madre sin parar de darse cana.
–!Oh mama, yo estoy tambien muy excitada! Creo que voy a sacar mi pollita y la voy a probar en mi culito –dijo la hija.
Mientras ella buscaba en su bolso la madre continuaba moviendo las bolas en su chocho y levantando obscenamente una pierna para sentirlas mejor la puso en la taza del vater lo cual proporciono una vision increible del sexo peludo de su madre siendo follado por las bolas chinas con su mano sujetada a una pared para no caerse.
–!Que guarra mama! –rio la hija.
Esta saco su pollita y la chupo para luego extraer su plug anal y pasar a probarla en su ajustado ojal.
–!Oh que suave me entra mama! –dijo la hija a una atonita madre que veia como el culito respingon de su hija sin bragas era penetrado por aquel pequeno consolador de plastico rosa.
–!Oh hija! ¿Y eso no es una guarrada? –rio la madre–. ¿No lo entiendo hija, eres capaz de penetrarte por el culito con eso pero no por delante? –le pregunto la madre con curiosidad.
–Si mama, por delante me da miedo de que duela –le confeso Natalia.
–Vamos hija eso es solo un pequeno pinchacito, luego se te pasa en seguida y viene el gustito –dijo la voz de la experiencia.
–¿Tu crees? –pregunto la hija sin negarse inicialmente.
–!Claro hija, la primera vez se sufre un poco pero eso luego se agradece cuando ya puedes probar con total libertad! ¿Quieres que te ayude?
–!Oh no mama, que verguenza! –dijo una azorada hija.
Natalia limpio el pequeno consolador rosa y se dispuso a frotarse su sexo con la vibracion puesta mientras Mariana la observaba.
–Me da un poco de verguenza hacer esto delante de ti mama –le confeso la hija.
–Vamos nina, te he visto nacer aunque admito que no te habia visto desnuda en mucho tiempo y es grato ver que te has convertido en toda una mujercita –dijo la madre sonriendole.
El vibrador hacia muchas cosquillas a Natalia, quien lo paseaba de arriba a abajo por su rajita lubricada, especialmente en su clitoris apenas podia mantenerlo un segundo pues se excitaba mucho.
–Tal vez para metertelo sea mejor sin la vibracion –le aconsejo la madre.
–!Vale! –dijo Natalia desconectandolo.
Entonces volvio a intentarlo pero era como si una fuerza invisible impidiera que su mano lo metiese mas alla del primer centimetro de su punta.
–!No puedo mama, me bloqueo! –dijo finalmente Natalia.
–Tranquila anda dejame a mi –dijo la madre arrebatandole el consolador de la mano sin esperar permiso.
–!Pero mama, que verguenza! –repitio una vez mas la hija virgen.
–!Tranquila, yo te ayudare y luego me lo agradeceras! –dijo la madre insistiendo.
Mariana tomo la pequena polla de plastico y la paseo por el sexo de su hija.
–Tu relajate y mirame a los ojos, no prestes tanta atencion a lo que ocurre ahi a abajo. Levanta una pierna para que quedes un poco mas abierta –le pidio.
Natalia obedecio, puso una pierna sobre el vater y asi su sexo quedo expuesto y abierto. Entonces la madre siguio moviendo el consolador en la entrada del sexo de la hija.
–Se siente rico ahi en la entrada, ¿verdad?
–Si, muy rico –dijo Natalia mordiendose el labio.
Sin previo aviso la madre introdujo la punta y comenzo a follarla suavemente pero solo introduciendo apenas uno o dos centimetros.
–Esto se siente agradable tambien, ¿no?
–Si, pero a partir de ahi ya creo que me duele –dijo la hija abrazandose a su madre.
Entonces esta paso a poner sus manos bajo su culo y uso el consolador desde atras mientras la hija estaba abrazada a ella.
–Ahora lo metere por detras, justo bajo tu culito, ¿vale?
El consolador entraba desde atras con facilidad, asi que Mariana lo metio despacio pero profundamente rompiendo el virgo de la hija y provocando que esta apretase los dientes y se abrazase a ella con mas fuerza.
–Ya esta mi nina, ya estas lista para amar.
Ahora Mariana siguio metiendolo y sacandolo suavemente, aunque cada vez con mayor rapidez mientras introducia un dedo en el culo de Natalia, esta contrajo su sexo y gozo de un intenso placer creciente.
–!Oh mama, que bien! –dijo la hija mostrando su aceptacion tras esa dolorosa primera penetracion.
–¿Quieres seguir tu? –pregunto la madre.
–!No, no, sigue tu esta primera vez! –dijo la hija.
Asi que la madre se separo de la hija y para que pudieses verlo con sus propios ojos la penetro de frente mientras esta observaba todo.
–Mira que bien entra ya –dijo Mariana a Natalia.
–!Oh si, que gustito mama! ¿Puedes conectar el vibrador?
Mariana lo hizo y un sonido agudo comenzo a sonar al tiempo que a la hija le temblaban las piernas y el placer crecio exponencialmente.
La madre tomo la mano de la hija y la llevo hasta el consolador mientras la follaba con el vibrador encendido, esta comprendio que no habia peligro y siguio follandose ella misma.
–!Oh mama esto es maravilloso! Y pensar en que me lo he estado perdiendo todo este tiempo –le confeso la hija.
Entonces Mariana volvio a concentrarse en su cuerpo y a mover las bolas en su interior frente a su hija. Ambas tenian una pierna sobre la taza del vater y estaban frente a frente en el estrecho servicio penetrandose cada una por su lado.
Mariana se saco un pecho y se lo comenzo a acariciar con una mano mientras se penetraba con las bolas y su hija, al verla, la imito sacandose sus pequenas tetitas en comparacion con las de su madre acariciandose sus areolas rosadas y poniendose duros sus pequenos pezones.
–!Que bien! ¿No hija? –dijo la madre.
–!Oh si mama, de no ser por tu ayuda no habria podido meterme esto aqui! –exclamo Natalia mientras se follaba con el pequeno consolador y se metia un dedito a la vez por su ajustado ojal.
–¿Quieres probar tu con las bolas y me das a mi el consolador?
–¿Pero son mas grandes, no? –dijo la hija preocupada por el tamano en comparacion con su pollita de latex.
–!Que va son lo mismo! –rio la madre.
Intercambiaron utiles y la hija, no muy convencida tardo en introducirlas. De nuevo la madre la ayudo y se las puso dentro, moviendolas luego hasta que Natalia comenzo a hacerlo de forma autonoma.
–!Se sienten raro ahi dentro! –exclamo la hija.
–!Si es extrano! ¿Verdad? –le confeso la madre entre risas.
Sus gemidos se perdian en el espacio vacio de los servicios del centro comercial hasta que alguna clienta entraba y ellas paraban, meaba y salia y ellas continuaban.
Siguieron follandose cada una por su lado con sus instrumentos hasta que la hija comenzo a sentir que ya no podia mas. Entonces estallo en su pequeno y delicioso orgasmo contorsionandose y apretando los dientes mientras se mordia el labio inferior y respiraba agitadamente.
Mariana acelero la vibracion del pequeno consolador y al mismo tiempo se movio el plug anal follandose el culo a la vez y tambien consiguio correrse apenas unos instantes despues que comenzase el orgasmo de su hija en su presencia.
Medio atontolinadas cada una miraba a la otra tras disfrutar sus intensos orgasmos y ver como estos les dejaron unas agradables sensaciones en sus caras relajadas, momentos que ya perdurarian en su memoria para siempre.