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31 Jan 2024Como la familia no hay nada En una casa rural se me abrieron los ojos y algo mas…

Me llamo Alicia y tengo cuarenta y cuatro anos, viuda desde hace cinco, con dos hijos maravillosos: Sergio, de veinticinco anos y Sonia de veintitres. A decir por los que me rodean me conservo estupenda, con pechos no pequenos ni excesivos y curvas apetitosas; mi culo, lo digo casi con verguenza, es merecedor de piropos continuos, aunque desde que murio mi marido no he tenido ningun affaire. Solo me queda masturbarme con frecuencia, diria que a diario.

Mi hijo Sergio esta casado con Marina desde hace seis meses, y en el verano nos invitaron a mi hija y a mi a pasar con ellos una quincena de vacaciones en una casa rural que habian alquilado. Marina y Sonia eran las mejores amigas y se conocian desde el colegio, toda la vida; centenares de veces se habia quedado Marina a dormir en nuestra casa y Sonia en la suya. Asi fue como Marina y Sergio se trataron, se enamoraron y, finalmente, ahora estan casados.

Para trasladarnos a la casa rural utilizamos un solo coche, el 4x4 grande de Sergio y Marina. Era casi de noche y solo nos dio tiempo en preparar algo de cena y acostarnos. Eran tres las habitaciones y nos acomodamos cada una de nosotras en una de ellas y la pareja en otra. Dormi tan profundamente que nada ni nadie me hubiera despertado. El cambio de lugar y de rutina, el aire limpio y la novedad siempre han sido un estimulo, pero tambien un relajante.

A la manana siguiente me levante la primera y prepare el desayuno, a la vez que investigaba la casa rural que me parecia muy acogedora. Los parajes de alrededor que contemplaba desde la ventana de la cocina eran un verdadero lujo para la vista e invitaban a perderse sin rumbo fijo, con una arboleda y follaje impresionante. El sol desde primera hora era muy intenso. Se fueron levantando y mientras saboreabamos el cafe y las tostadas con mermelada hicimos los tipicos comentarios sobre la necesidad de relajarse y cambiar de aires en ese entorno natural y alejado del mundo. Al terminar quise lavar los utensilios utilizados, pero no me dejaron. Todos coincidieron en que yo habia preparado el desayuno.

—Como no me dejais hacer nada, me voy a pasear. Luego acomodare la ropa en el armario. Tardare como dos horas que es el tiempo que utilizo en mi paseo diario.

—Muy bien, mama. No te metas en lios —respondio jocoso Sergio.

Cuando salia de la casa note unas miradas de complicidad entre Sonia y Marina y pense que algo estarian tramando. A veces eran como chiquillas revoltosas. Menos mal que alli estaba Sergio para, llegado el caso, poner un poco de orden.

Me puse un minusculo tanga negro y unos leggins del mismo color y lo acompane con una camiseta sin mangas. Con mis zapatillas nuevas segui un pequeno sendero que se adentraba en el bosque. Llevaba cerca de quince minutos andando cuando busque en un pequeno bolso de cintura las gafas de sol. El sol abrasaba mis ojos y no me dejaba contemplar con naturalidad el paisaje, llegando a ser molesto y lagrimar. Pocos segundos sirvieron para entender que las habia olvidado, pero no tenia opciones, tenia que volver si o si. Con cara de decepcion me gire y comence el trayecto de vuelta. No habia andado demasiado por lo que no seria un problema coger las gafas y volver a salir.

Me sentia juguetona y queria darles un susto. No me esperaban hasta mucho mas tarde y suponia que estarian colocando la ropa en los armarios, por lo que entre por el patio para asomarme a la habitacion de Sergio y Marina, pero tenia la ventana cerrada. Descubri un pequeno ventanuco con una especie de mosquitera al que no saque ninguna utilidad, era aproximadamente de diez por quince centimetros, pero estaba alli. Me subi en una caja de madera procurando no hacer ruido y cuando me disponia a gritar para asustarles el mundo se congelo, algo me impedia moverme, y el grito fue incapaz de surgir de mi garganta, lo degluti, sin asomo alguno de sonido. ¿Como era posible aquello?

Marina, mi nuera, estaba tumbada sobre la cama de matrimonio y Sonia, mi hija entre sus piernas lamia, mordia, besaba con una devocion mas que religiosa el cono depilado de su amiga, que se agitaba y suspiraba. Ambas estaban desnudas completamente. Unos segundos despues Sonia levanto la cabeza y, mientras subia le iba pasando la lengua por todo el cuerpo, por el vientre y los pechos, hasta que se acerco a la boca de Marina. Se besaron suavemente en los labios, con deliciosa ternura, pero poco despues sus lenguas parecian enloquecidas, babeaban la una a la otra, se mordian los labios, el cuello, las orejas y la nariz, se pellizcaban los pezones, se frotaban el cono con las piernas y los dedos, reian, suspiraban. Era una imagen tremenda que no podia dejar de mirar. ¿Cuantas veces lo habrian hecho en mi casa o en la suya? Esto, indudablemente, no era la primera vez que lo hacian en absoluto. Desconocia que mi hija fuese lesbiana porque incluso le habia conocido, nada importante, algunos novios. Todo era un lio en mi cabeza, pero los cuerpos entrelazados golpeaban mi mente; entonces repare que mi tanga estaba encharcado y traspasaban los legging con los que habia salido a caminar. Me toque la humedad como queriendo cerrar un grifo, sin poder remediar el flujo. Me sentia sucia de estar mirando y por la reaccion de mi cuerpo, pero me era imposible dejar de hacerlo, algo me trababa en ese lugar. Nunca habia tenido tendencias lesbicas, pero aquello era mas que eso, era erotismo puro. Pero, !eran mi hija y mi nuera!

Entonces pense en Sergio. No sabia donde estaba, pero podria llegar en cualquier momento y si se encontraba con aquello podia ser un desastre. Temblaba de solo pensar en ello, pero ni esos pensamientos rebajaban mi excitacion que era independiente de mi. Mi hijo no era en absoluto impulsivo, pero aquello… su mujer y su hermana.

Entre ellas se fueron calmando los animos y entonces, mirandose a los ojos con carino, les oi hablar.

—Lo has echado mucho de menos —dijo Marina.

—Mucho, carino. No podia mas.

—No te preocupes, vas a tener todo lo que necesitas y mas.

—Siempre eres tan buena conmigo —dijo Sonia, y beso los labios de Marina.

—Sabes que te quiero con locura. Tu eres mi querida y Sergio mi amor. Sois mi vida y es un placer estar contigo, pero ¿estas preparada?

—Nunca se esta preparada para eso, pero si. Lo estoy.

La conversacion me sorprendio. No entendia mucho a que se referian y de lo que no dudaba era que se querian. Era evidente y eso me daba ternura.

—Ponte a cuatro, carino —dijo Marina cogiendo de la cara a Sonia y besando sus labios.

Sonia suspiro y devolvio el beso con una sonrisa delicada. La vi como se ponia a cuatro al borde de la cama. Marina se levanto y se arrodillo detras de ella. El corazon me dio un vuelco cuando le dio unos azotes y luego comenzo a besar, lamer, acariciar sus nalgas hasta que enterro su cabeza en el magnifico culo de Sonia. Se vio perfectamente como le paso la lengua por todo el cono, rebanando su excitacion en forma de flujo, para luego centrarse en el ojete. Alli chupaba, lamia e introducia toda la lengua en el. Sonia era un concierto de suspiros y ayes.

Me lleve un susto de muerte al ver aparecer a Sergio, el tambien desnudo, que desde la puerta de la habitacion les sonreia a las dos como si fuera lo mas natural del mundo. Entonces me relaje pues supe que no ocurriria nada malo. No pude evitar mirar su cuerpo delgado y fibroso y, en concreto, me detuve en su… polla. Era de unas medidas espectaculares y no estaba del todo erecto, pero me sorprendio aun mas el grosor de su polla; era tan gruesa o mas que mi muneca.

Queria tragar saliva, pero me era imposible, la garganta era una laguna seca. Mi respiracion se agitaba por momentos y temi que me descubrieran. Tape mi boca con la mano para no dejar huella de mi pre Ir a pagina 2
08 Feb 2024La secretaria de mi cole me trae loco Esta historia acontecio cuando estaba aun en colegio a punto de graduarme, acababa de cumplir 18 anos.

Siempre me gustaron las mujeres mayores que visten de forma muy sensual, muy sexy, mi fetiche preferido es que usen medias de nylon, pantimedias o medias de liguero, para mi es la prenda mas sexy, sensual, mas excitante, y que hace que me ponga muy cachondo.

Era el primer dia de clases, estaba asistiendo a un nuevo colegio, puesto que el ano pasado habia sido expulsado por problemas de conducta, este nuevo colegio quedaba muy cerca de mi casa exactamente a dos cuadras, no era el mejor de la ciudad, pero no me quedaba mas alternativa porque mis padres ya estaban por tirar la toalla conmigo por esos problemas de conducta ya mencionados en colegios muy prestigiosos.

Es asi que llegue a la ceremonia de inicio de clases en la cual se presentaba a todo el plantel docente y administrativo del colegio, inmediatamente llamaron mi atencion algunas profesoras bastante jovenes y simpaticas las cuales lucian uniformes muy elegantes con faldas un poco mas cortas que de las demas y lo mas importante, todas ellas usaban pantimedias, mi fetiche favorito. Hubo una en especial que llamo mucho mas mi atencion era una joven de piel bronceada pelo oscuro, ella vestia un traje de tela color azul blusa de seda color crema una falda pegada que le llegaba debajo de medio muslo, dejaba ver unas torneadas y muy sexys piernas detras de unas lindas medias nylon color negras, se le veian increibles y para terminar unos zapatos de tacon alfiler negros brillosos. Se veia muy sexy (solo de recordarla ya me pongo muy caliente) la presentaron como la secretaria de direccion general, su nombre Marcela.

Como resultado del impacto que ella causo en mi, ese mismo dia trate de establecer contacto o cualquier acercamiento con ella, llegando a su oficina en mi condicion de nuevo estudiante en repetidas oportunidades con el fin de hacerle cualquier consulta, mi intencion entablar conversacion para acercarnos y poder conocerla. Ella se mostro siempre muy amistosa y colaborativa conmigo y eso me agrado demasiado. Esa manana llegue como 10 veces o mas a su oficina con cualquier pretexto (hecho al tonto) incluso era voluntario para ir por marcadores para los profesores, hacia de todo para ir por su oficina y ver a esa mamacita hermosa, principalmente queria ver esas piernas que tanto me habian cautivado (yo creo que se dio cuenta).

Llego la hora de salida y a lo lejos vi que ella tambien se retiraba del colegio, asi que deje cualquier conversacion con nuevos amigos y companeros y me fui detras de ella. Cuando la pude alcanzar le hable ¿Marce a donde te vas tan rapido? Le pregunte, enseguida se dio vuelta para mirarme y me contesto hola… a tomar el bus que me lleva a casa debo almorzar, cambiarme la ropa e ir a pasar clases en la universidad. Yo estaba tan prendado de esta mujer que cuando ella me hizo la misma pregunta, le dije que tambien esperaba el bus (!le menti yo vivia a dos cuadras!) Lo unico que queria era estar cerca de ella y poder contemplar su figura especialmente esas hermosas piernas luciendo pantimedias, eso me causaba mucha excitacion.

Cuando abordamos el bus nos sentamos lado a lado y empezamos a hablar de todo yo le pregunte su edad a lo que me respondio que tenia 21 anos, luego hice todas las preguntas de rigor cuando conoces a alguien que te interesa, se notaba una chica muy alegre me sonreia en todo momento y yo a ella hasta que me aventure a preguntar sobre su vida sentimental, en este punto me dijo !eres muy curioso eh! Pero sonrio con una carcajada y continuo diciendome que hace mas de un ano no tenia novio y que estaba enfocada en preparar su tesis universitaria; esas palabras hicieron que mi corazon se acelerara, me emocionaba saber que estaba soltera y sin compromiso, cuando me hizo la misma pregunta inmediatamente respondi que estaba en la misma situacion soltero, me miro con una cara de que no me creia al 100% yo le sonrei y ella tambien, asi estuvimos en una linda charla hasta que llego a su destino, nos despedimos con un beso en la mejilla y un nos vemos manana en el cole, se bajo, avance 2 cuadras y tambien baje para tomar el bus de retorno, desde ese dia todas las salidas del cole nos ibamos juntos casi por dos semanas yo la acompanaba hasta su destino y un par de cuadras mas yo bajaba del bus y tomaba el de regreso, era muy comico pero esa mujer me traia literalmente babeando; me gustaba muchisimo.

Empezamos a hablar casi todas las noches por telefono horas y horas nos contamos muchas cosas personales y asi la confianza y amistad crecieron rapidamente, habia una fuerte dosis de coqueteo entre ambos, le mandaba indirectas como “hoy estabas preciosa, pero me gustaria verte con una falda mas corta” lo decia en tono ironico porque sus faldas eran relativamente cortas, ella se daba cuenta como me ponia, nuestras conversaciones ya subian de tono cosa que me tenia fascinado.

Hasta que despues de varias semanas en ese interin, un dia lunes llegue al colegio, cuando la vi frente a mi casi me da un infarto, estaba con una minifalda de tela color beige blusa blanca saco el mismo color que la minifalda, unas pantimedias color bronceado brillosas y zapatos de tacon color nude. Estaba hecha una Diosa del Olimpo, en ese momento decidi lanzarme a la piscina y declararme: toda la manana pensaba en las palabras que le diria. Las horas fueron siglos literalmente, hasta que llego la hora de la salida y fue ahi que la encontre camino a tomar el Bus, me puse muy nervioso mis manos temblaban y sudaban, la garganta se me secaba y fue ahi que le dije Marce necesito hablarte de 2 cosas muy importantes, te escucho me dijo, Marce si no estas apurada podemos ir a una calle un poco mas tranquila para poder hablar mejor; le pregunte; si esta bien hoy no tengo apuro, no ire a la universidad, asi que vamos me respondio.

Mis nervios estaban a flor de piel, pero al observar su figura tan sensual, esas piernas talladas por los mismisimos dioses y luciendo esas pantimedias que resaltaban su embriagadora feminidad no pude aguantar mas y le dije que estaba enamorado de ella y que me encantaria que fuera mi novia; cuando me escucho decir eso, se sorprendio un poco y me pregunto que si estaba bromeando; yo en ese instante aclare mi garganta y respondi obvio que no!, en verdad me gustas y quisiera que fueramos enamorados y con un tono desconfiado me dijo que la habia sorprendido con todo aquello que acababa de decirle y que le costaba un poco creerme, nuevamente le dije; sabes que Marce, me gustas! Quiero que estemos juntos ¿Por que? Es tan dificil que me creas le pregunte, a lo que ella respondio que yo tambien le gustaba, y que le gustaba mucho pero…

En ese preciso momento cuando terminaba de pronunciar la palabra “pero” pense y actue rapidamente, la tome con firmeza de los brazos la jale hacia mi y la bese de manera sorpresiva; succionaba sus labios muy apasionada y energicamente, en un principio Marce estaba desconcertada y congelada durante varios segundos luego empezo a corresponderme el beso y fue ahi que empezamos a besarnos tan apasionadamente que el mundo parecia detenerse para nosotros, que besos que nos dabamos, nuestras lenguas luchaban queriendo volverse una sola; yo ya estaba muy excitado y ella empezo a notarlo pero me abrazaba mas fuerte por la cintura y con mas fuerza, yo presionaba mi miembro contra su vientre, haciendo exactamente lo mismo tomandola por la cintura.

A modo de recuperar el aliento bajaba mis labios y mi lengua desde su cuello hasta su pecho donde empezaban sus hermosos y voluptuosos senos, mi pene estaba a mil por hora apunto de estallar y ya se notaba por debajo mi pantalon de tela gris, una tremenda ereccion.

En ese momento decidimos calmarnos un poco porque estabamos en la calle y ya de por si el espectaculo de los besos que nos dabamos estaba muy subido de tono; menos mal no habia personas circulando por ahi en ese momento. Le propuse que vayamos por unos helados a un minimarket que quedaba muy cerca, ella acepto muy gustosa.

Cuando entramos al minimarket la duena me saluda con bastante confianza hola Yayito como estas? A lo que respondo buenas tardes dona Clarita, muy bien gracias, le pedi 2 helados cada uno escogio su favorito la senora me cobro se despidio de mi con un !adios Yayito! Y salimos del lugar, fue ahi que Marce me dice; parece que esa senora te conoce bastante bien; a lo que le contesto, Marce, mi princesa, eso es precisamente del segundo tema que quiero hablarte y te pido por favor que no te enojes y lo veas por el lado bueno, dado que acabamos de arreglarnos, fueron mis palabras. Yo te menti un poquito respecto al lugar donde vivo, la verdad es que vivo casi llegando a la proxima esquina es por eso que la senora del minimarket me conoce y me habla con tanta confianza, o sea es mi vecina. En ese momento Marce puso en su cara una mueca poco retorcida, me pregunto ¿y por que me mentiste?

Me quede unos segundos callado y conteste: Mira Marcelita desde el primer segundo que te vi la verdad es que quede flechado por cupido, y me dije a mi mismo que serias para mi, es por eso que siempre estoy por tu oficina con cualquier excusa, aunque sea tonta y el primer dia cuando te dirigias a tomar el bus para ir a tu casa, pense que acompanarte seria una gran oportunidad para conocerte, hacernos amigos y acercarme a ti, creo que fue una gran decision y la verdad no me arrepiento ni un segundo. Marce se quedo pensando mientras terminaba su helado luego me tomo por el cuello me dijo susurrandome al oido; !que tonto! Y me dio un beso muy apasionado y asi nuevamente comenzamos a devorarnos vivos.

Fue ahi que le dije, ven quiero que conozcas mi casa.

Mis padres trabajaban hasta las seis de la tarde y mis hermanos asistian a un colegio que en la manana era un colegio normal y en la tarde era una academia de musica y artes asi que pasaban clases todo el dia, asi que yo era dueno y senor de la casa hasta casi las siete de la noche hora en la que llegaban regularmente todos los miembros de mi familia.

Cuando entramos a la casa la conduje directamente a la sala donde nos sentamos en un sofa, puse un poco de musica fue ahi que le pregunte que le gustaba escuchar, de todo un poco me contesto, puse la musica que pidio ella, muy complacida expreso con mucha ternura que en verdad aun no creia lo que estaba pasando entre nosotros; yo la tome por los hombros la atraje hacia mi y empece a besarla con mucha locura ella me abrazo fuertemente y con la misma locura tambien me beso, yo de manera automatica baje mis manos y las pose sobre sus muslos, al tocar la sedosa y delicada textura de sus pantimedias literalmente me volvi loco de la excitacion.

Creo que ambos nos dimos cuenta que ya no habia marcha atras, nuestros besos subieron al maximo nivel de erotismo y excitacion, en ese momento con una de mis manos empece a acariciar sus pechos aun por encima de la blusa de seda que traia puesta y mi otra mano no se desprendia de uno de sus muslos y asi fui subiendo hasta llegar a su entrepierna, al principio note que se incomodo un poco por lo que baje esa mano hasta su rodilla y lenta y delicadamente volvi a subir empezando un recorrido de caricias que subian desde su rodilla hasta su entrepierna, poco a poco nos calentabamos mas y mas al calor de los besos tan fogosos y las caricias tan atrevidas, su respiracion se aceleraba cada vez mas y fue la senal para empiece a acariciar su vagina por encima de sus medias y la tanga que ya se le sentian humedas.

Marce completamente excitada jadeaba en medio de los besos que le daba, con una mano empezo a frotar mi verga por encima del pantalon, creo que esa fue otra senal que yo estaba esperando para empezar a desabotonarle la blusa hasta quitarsela por completo; luego desabrochar el sensual brasier que quedo en la alfombra de la sala, y una vez liberado ese hermoso par de tetas fueron succionados feroz y apasionadamente por mi boca, lamia y chupaba sus pezones rosados, y muy parados por todo lo que les andaba haciendo con mis labios y mi lengua, mientras mis manos acariciaban sus esculturales piernas enfundadas en esas medias nylon color bronceado que me tenian loco y muy excitado.

Ella tampoco quiso quedarse atras, me aflojo el cinturon y desabotono mi pantalon para dejar en libertad mi excitada verga y asi poder acariciarla con movimientos suaves y luego mas rapidos y firmes; luego de algunos minutos bajo por mi pecho recorriendolo con sus labios y lengua hasta llegar a mi entrepierna, empezo a darme besitos en la punta de mi pene, luego lo lamio muy eroticamente para despues meterselo a la boca y succionarlo con la misma intensidad con la que yo habia succionado sus enormes tetas.

Asi estuvimos un buen rato yo empujaba su cabeza tratando de que se tragara mi pene por completo, pero no le cabia, mi glande chocaba con su garganta y eso la hacia regurgitar; pero al margen de aquello; que rico me la chupaba Marce, se puso de rodillas frente a mi y la veia devorando mi pene que estaba a punto de estallar.

A estas alturas yo estaba ebrio de placer, excitacion y morbo y como en las peliculas porno me incorpore, tome a Marcela por los brazos con fuerza y rapidez haciendo que se pare frente a mi girandola para luego hacer que cayera echada de espaldas en el sofa, con mis dos manos puse sus pies juntos frente a mi, acto seguido baje besando y lamiendo por encima del nylon de las medias desde sus tobillos hasta su entrepierna me detuve a la altura de su vagina; el olor de sus fluidos producto del nivel extremo de excitacion, entraron en mis sentidos haciendo que pierda la cabeza.

Segui lamiendo, besando y acariciando con mis dedos su vagina por encima las medias y la tanga negra que traia debajo, ahora podia ver ya no solo sentir con los dedos que estaba muy mojada, la humedad habia traspasado la tanguita e incluso el rombo de algodon que tienen las pantimedias y fue ahi en un arranque de excitacion extrema y morbo que con mis dientes rasgue el rombo de algodon de las pantimedias haciendo un agujero por el cual empece a introducir mi lengua y mis dedos para apartar a un costado la tanga que se interponia entre mi lengua y su clitoris, en ese preciso instante senti un gemido un poco mas fuerte de lo normal, supuse que era una mezcla de sorpresa, incredulidad y excitacion por lo que sucedia, yo preferi no darle mucha importancia y seguir con la sesion de sexo oral, el sabor de esa vagina tan excitada y caliente me llevaron al borde de la locura, la senti tomar mi cabeza con sus dos manos y presionarla fuertemente contra su vagina justo cuando mi lengua masajeaba en forma circular su clitoris y fue exactamente en ese momento que empezo a retorcerse y a gemir fuertemente a causa del orgasmo tan intenso que estaba estremeciendo todo su hermoso cuerpo.

Apretaba mi cara con sus muslos yo comence a darle suaves mordiscos, lamidas y chupetones a su clitoris y tambien a sus labios vaginales, empezo a apretarme mas fuerte rodeandome el cuello con sus muslos a tal punto que me puse rojo, pero aun asi seguia succionando como desesperado esa vagina disfrutando del sabor de los fluidos de ese orgasmo, hasta que ella termino temblando, me incorpore y vi su cara derretirse de placer sus ojos aun estaban en blanco y seguia retorciendose como poseida, cuando vi que empezo a recobrar la cordura la bese, en mi boca estaba aun el sabor de su placer y queria que ella tambien lo saboreara y disfrutara.

La excitacion en ambos seguia en su maximo nivel, en ese momento seguimos besandonos en la posicion del misionero. Empece a masajear su clitoris con la cabeza de mi pene haciendose paso por el agujero de las pantimedias, la tanga la jale hacia un lado nuevamente y asi de a poco introduje en su vagina mi verga totalmente dura, al principio lo hice con mucho cuidado porque no queria lastimarla, pero como estaba tan lubricada gracias al tremendo orgasmo que tuvo segundos antes no me costo mucho trabajo llegar a encajarle los mas de 20 centimetros de verga que Diosito me doto.

Empece a embestirla con un poco mas de fuerza al punto en el que sentia como chocaba la punta de mi glande con la pared profunda de su vagina, eso la hacia gemir mas fuerte y ponia una cara entre placer y algo de dolor; en ese momento sin sacar mi verga de su vagina me puse de rodillas, con mis manos la tome de los tobillos, los puse sobre mis hombros y empece a moverme muy rapido y profundo, mis testiculos chocaban con sus nalgas producian un sonido alucinantemente excitante, mientras que con una mano acariciaba sus piernas, sentir la fina textura de sus medias aumentaban al maximo mi excitacion y con mi otra mano con los dedos indice y pulgar le daba masajes y suaves pellizcos a su excitadisimo clitoris, en ese momento la intensidad de sus gemidos nuevamente aumentaron anunciando que se venia el segundo orgasmo.

Y asi fue, sus gemidos aumentaron de volumen y venian acompanados de fuertes espasmos !que placer el que le estaba dando a esa hembra! Mientras le quitaba los zapatos de tacon alfiler para masajear sus hermosos pies, me provoco chupar y morder suavemente todos sus deditos y tambien lamer la planta de sus pies por encima del nylon de las pantimedias, hecho que aumento el placer de ambos; ella aun se retorcia con los ojos cerrados y mi pene enterrado en lo mas profundo de su vagina.

Cuando se recupero de ese sensacional orgasmo me sente en el sofa y le pedi que se me montara haciendo la pose del cow-boy, asi lo hizo, agarro mi pene lo puso en la entrada de su vagina introdujo mi glande con cuidado y luego de un senton se dejo ir toda mi verga adentro de golpe, eso la hizo gemir, no solo a ella, a mi tambien; empezo a moverse con un sube y baja mientras nos besabamos locamente; esta es una de mis poses favoritas, porque me permite besarla, chuparle las tetas, acariciar su trasero y tambien sus piernas, ademas que permite a la mujer controlar el ritmo y la fuerza de la penetracion.

Estuvimos un buen rato cogiendo en esta pose, luego ella tomo la iniciativa de ponerse en cuatro; otra de mis poses favoritas, yo penetrandola en esta pose debo confesar que fue mi punto debil, el sonido del choque de sus nalgadas contra mi pelvis sumado a sus gemidos y la vista de ese precioso trasero que brillaba tan sensualmente por el nylon de sus medias me pusieron a mil y aumentando el ritmo de mis penetraciones empece a darle nalgadas que emitian un sonido irresistible, ella estaba al borde de la locura al igual que yo, observando y disfrutando esa escena tan erotica y lujuriosa ya no pude contenerme mas, por lo que empece a eyacular a chorros dentro de ella, la temperatura de mi semen llenando su interior acompanando las fuertes embestidas que yo le proporcionaba, hicieron que mi hermosa princesa llegue a su tercer orgasmo, creo que los gemidos se convirtieron en gritos de tanto placer que ambos habiamos alcanzado, fue increiblemente uno de los momentos mas eroticos de mi vida, los gemidos de placer de ambos retumbaban en las paredes y elevaba aun mas la excitacion de ese momento.

Ambos caimos tendidos ella boca abajo y yo encima aun con mi pene dentro de ella, luego de un par de minutos nos pusimos de costado en cucharita; yo por nada queria sacar mi pene de su vagina, me excitaba tanto sentirme dentro de ella, pensando que esa era la primera de muchas veces que hariamos el amor, en esa posicion empece a besar, lamer y morder el lobulo de su oreja, descubri otro punto debil, porque nuevamente comenzo a respirar aceleradamente, con mi mano agarre la pierna que estaba hacia arriba haciendo que la flexione un poco y con la otra mano por debajo de su costado le manoseaba las tetas apretandola contra mi, asi en esa posicion besando y mordiendole el cuello.

Nuevamente empece a moverme con un mete y saca lento pero con fuerza, mirando esa pierna que se extendia en el aire apoyada con firmeza por mi mano, con el brillo y la textura tan sensual que le daba las pantimedias al tacto de mis dedos, nuevamente recobre la maxima dureza y excitacion en mi pene, la empece a penetrar cada vez mas rapido y con mas fuerza, el verme en esa escena tan excitante, tan erotica parecia sacada de una pelicula porno y con tan hermosa mujer que me traia loco; hicieron que nuevamente estalle de placer y por segunda vez me vine a chorros dentro esa vagina que apretaba tan placenteramente todo mi pene, es indescriptible esa sensacion.

Aun dentro de ella en esa posicion giro su cabeza y nos besamos muy tiernamente; no habia duda de la pasion que desbordaba entre nosotros, el tiempo parece que se detuvo mientras nos besabamos y acariciandonos cada centimetro de nuestros cuerpos, ella estaba exhausta y me pidio que paremos un momento para que pueda ir al bano a limpiarse y secarse porque la verdad fue mucho semen que deje en su interior y ambos estabamos empapados.

En eso me fijo la hora y ya daban las seis y cuarto de la tarde, habiamos estado haciendo el amor por mas de tres horas y ya estaba contra el tiempo, mis padres ya estaban a poco de llegar a casa. Cuando Marcela salio del bano note que se habia quitado las pantimedias, fue algo con lo que no estaba muy contento, pero no dije nada.

La esperaba con un vaso de limonada, le ofreci algo de comer a lo que me contesto que solo tenia sed, inmediatamente me ayudo a ordenar el tremendo desorden que se genero en la sala, producto de la brutal cogida que nos dimos… !ufff! Que experiencia mas deliciosa. Salimos a tomar el bus y la acompane hasta la puerta de su casa, abordo del bus nos besamos todo lo que pudimos, tambien le pedi perdon por haber rasgado sus preciosas pantimedias, me las debes contesto Marce.

Sacando las pantimedias de su cartera y colocandolas muy cerca a nuestras narices, aspire profundamente ese olor a sexo que me ponia a mil, una vez mas mi pene totalmente erecto formaba un bulto muy notorio debajo mi pantalon, me pidio que las llevara conmigo colocandolas dentro del bolsillo de mi pantalon para que las huela antes de acostarme para dormir, yo le prometi que le compraria unas pantimedias nuevas; comprame muchisimas y haz lo mismo que le hiciste a estas con todas ellas, me prende mucho lucirlas mientras me haces el amor me dijo Marce, esas palabras fueron musica para mis oidos y me pusieron aun mas duro de lo que ya estaba. Parece que se dio cuenta de mi fetiche.

Luego ella me dijo que le encanto todo lo que habia pasado entre nosotros esa tarde y que anteriormente tuvo solo dos enamorados a los cuales les tomo varios meses para llegar a tener intimidad con ella y que no piense mal al respecto. Yo le dije que nunca pensaria mal de ella, que a leguas se notaba que era una chica muy recatada y decente, pero esa tarde las cosas se dieron de una manera tan inusual que era practicamente imposible, al menos para mi, bajar de esa nube a la que juntos nos subimos, al terminar estas palabras la bese muy apasionadamente y luego nos abrazamos. Llegamos a la puerta de su casa, le dije que le hablaria por telefono mas tarde; tambien le dije que ese habia sido el mejor dia de mi vida y no era mentira, ese dia hasta hoy sigue siendo de los mejores dias de mi vida.

A partir de ese momento Marcela y Yo iniciamos una relacion amorosa cargada de deseo, sexo, fantasias, erotismo, fetiches y muchisimos mas relatos como este.

Espero que les haya gustado bye bye.
26 Mar 2024Mi querida suegra Josefina Mi suegra y yo acabamos teniendo algo mas que una relacion familiar.

MI QUERIDA SUEGRA JOSEFINA

Lo primero que quiero indicar es que considero el sexo como placer entre dos personas y no amor. El sexo se hizo para el disfrute entre dos, y no como demostracion de amor, para eso ya existen otras cosas. El sexo es puro placer, disfrute, y porque no decirlo, lujuria.

Todos los personajes que aparecen en esta obra son personas normales y corrientes. Con sus defectos: barriga, celulitis, estrias, caderas anchas, culos fofos, pechos caidos, penes pequenos, etc, y para nada son modelos de cuerpos perfectos alejados de la realidad.



Si habeis leido hasta aqui os agradezco la paciencia por leer la introduccion y os animo a que leais tambien el relato y lo disfruteis tanto como yo lo disfrute al escribirlo, vosotros y vosotras ya me entendeis.

Jueves por la tarde. A mi suegra Josefina no le venia bien otro dia ir al banco. Eran cerca de las 16:30 cuando llegamos los dos a la oficina. Mi mujer trabajaba, y yo por culpa de un tropezon estupido estaba unos dias de baja, que intentaria que fueran los menos posible. Torcedura de tobillo con rotura de fibras, mal momento para estar de baja con el trabajo acumulado que tenia.

Pero ella insistio en que la acompanara al banco. Debia hacer unas transferencias bancarias, y luego ingresar unos cheques por el alquiler de un pequeno piso que disponia en el centro, y por el que le pagaban bastante bien. Le daba un poco de miedo ir sola a la oficina, y cogiendo la muleta que se habia convertido en mi fiel companera los ultimos dias nos fuimos para alla.

Divorciada desde que mi mujer era adolescente, Josefina era lo que se podia llamar una mujer echada para delante. Tuvo varios trabajos y ahora aparte del alquiler, pasaba consulta como quiromasajista, con lo que podia vivir mas o menos sin problemas economicos. Una mujer madura que a sus 52 anos se conservaba como si tuviera 20 anos menos. Habia tenido a su hija, mi mujer, muy joven.

El hecho de que su ropa tambien se ajustara a esa diferencia de edad, y que siempre soliera usar lo que para mi era una talla menor a la suya, hacia que muchos hombres se volvieran cada vez que pasaba. Tampoco ayudaba mucho a que no la miraran sus anchas caderas, y sus no menos grandes pechos.

Entramos en la oficina, y un hombre que venia detras de mi cerro la puerta del banco haciendo que pudieramos refrescarnos al entrar en el interior con el aire acondicionado a bastante potencia. Para ser primeros del mes de junio, el sol calentaba bastante.

Josefina saco la cartilla del bolso, mientras yo me quede en un discreto segundo plano. En ese momento no me di cuenta de que el hombre que estaba detras nuestro habia echado el pestillo de la puerta del banco, y, colocandose un pasamontanas, saco un arma y nos apunto con una pistola, y su companero, ya dentro de la oficina hizo lo mismo.

-Senores y senoras esto es un atraco. -dijo el hombre que ya se encontraba dentro de la oficina.

En ese momento mi suegra dio un brinco asustada y dejo caer la cartilla al suelo.

-Senora se le ha caido esto. -le dijo el hombre que estaba detras nuestro y se agacho para cogerla y devolverle la cartilla-. Y que pedazo de senora. -en ese momento senalo con su pistola los grandes pechos de mi suegra.

-No queremos su dinero senores y senoras. -dijo el primer ladron al ver que Josefina estaba tan asustada-. Solo el de esta oficina. El seguro les devolvera todo el dinero que nos llevemos. Y ahora, por favor, haganse a un lado.

Los 10 o 12 clientes que estabamos en ese momento en el banco obedecimos y nos apartamos a un lado tal y como nos habian ordenado los ladrones. Mi suegra, delante de mi, pego contra mi paquete su trasero rematado por unos pantalones bastante cortos para su edad. Yo quede atrapado entre su culo y la cristalera de uno de los despachos donde trabajaba una de las oficinistas de la sucursal.

-Ahora van a abrir la caja fuerte y van a darnos todo el efectivo que tengan en billetes grandes. -dijo el primer ladron senalando con su pistola al director de la sucursal.

Me fije en que el segundo ladron, bastante mas torpe, se entretenia en mirar a mi suegra y volvia a senalar con su pistola sus grandes pechos. Tanto, que en un momento determinado puso el canon en su canalillo. Josefina dio otro respingo al notar el acero entre sus mamas, y en ese instante me di cuenta de que la pistola era falsa.

Cuando el director se acerco a la caja fuerte para abrirla acompanado de otra empleada, una joven de unos veintitantos anos, calcule, oimos una sirena de un coche de la policia que se acercaba cada vez mas.

El primer ladron tiro del hombro del segundo, y abriendo la puerta de la oficina, salieron a la carrera perdiendose entre la multitud.

A Josefina le dio un mareo debido a lo acababa de pasar. La joven de antes la sento en su propia silla y le trajo un vaso de agua de su maquina dispensadora. Mi suegra se encontraba muy nerviosa, y aunque el mareo se le fue pasando poco a poco, al final no pudo hacer las transferencias y el ingreso de los cheques. Pero la joven le comento que no debia preocuparse ya que ella la llamaria cuando todo quedara arreglado, para hacerle las transferencias y el cobro de los cheques.

La policia llego unos instantes despues.

Cuando nos tomaron declaracion a todos, y la policia nos permitio volver a nuestras casa o quehaceres, mi suegra me pidio que la acompanara a su casa.

-Claro que si suegra. -a veces le decia suegra en lugar de llamarla por su nombre-. Menudo susto nos hemos llevado. Sujetame mientras vamos andando, procurare que no te caigas. Estas muy nerviosa.

Su casa no estaba lejos del banco, asi que llegamos enseguida.

Entramos en casa. Yo tenia una llave del piso por si en algun momento necesitaba entrar si ella estaba fuera o aunque ella estuviera en casa.

-Pedro, necesito darme una buena ducha. -me dijo dejando el bolso en la pequena mesita de la entrada y las llaves en el llavero-. ¿Podrias esperarme hasta que termine? Aun no se me han pasado los nervios del todo y podria caerme o algo en la ducha. ¿Me haras ese favor?

-Claro que si. No tengo nada mejor que hacer esta tarde. -le conteste sentandome en el sofa del salon y dejando la muleta a un lado.

-Dejare la puerta del bano abierta por si me surge algo y tengo que avisarte. -me dijo Josefina.

-De acuerdo. Mirare un poco la tv a ver si hay algo pasable. Jejeje. -le dije cogiendo el mando a distancia.

Al poco oi el agua de la ducha. Repase de arriba abajo la programacion de la tv, no vi nada interesante, pero en ese momento me vino a la cabeza la imagen de mi suegra desnuda. Para mi sorpresa habia dejado la blusa sobre el sofa antes de meterse en el lavabo y sin que yo me diera cuenta, lo que hizo que me viniera esa imagen.

Imagine sus pechos maduros recibiendo el agua mientras mi suegra se los enjabonaba y los frotaba para limpiarlos bien.

Di un golpe sin querer con el codo a la muleta que cayo al suelo. Puse atencion por si ella habia oido el golpe y me preguntaba que habia pasado, pero solo oi el agua de la ducha, por lo que supe que no oyo caerse mi muleta.

La imagen de ella desnuda iba y venia en rachas. Entonces el agua dejo de correr y volvi a hacer que prestaba atencion a la tv.

Josefina salio de la ducha envuelta en una toalla. Llevaba otra en su pelo.

-¿Todo bien suegra? – le pregunte.

-Todo bien yerno. -me contesto sonriendo-. Ya me encuentro mejor. Mas relajada y ya se me paso el susto.

-De acuerdo. Pues si te encuentras bien me vuelvo para casa.

-¿No te apetece darte una ducha tambien? Hace mucho calor para esta epoca del ano, todavia estamos en junio, y ademas con las emociones de hoy…

No era mala idea, la verdad, darme una ducha en casa de mi suegra. Tenia un lavabo grande, una ducha de esas casi de spa. Volviera a casa fresco.

-Esta bien. Me dare esa ducha. -le conteste.

-Perfecto. -me dijo ella asintiendo-. Tienes toallas limpias en el armarito.

Fui hasta el bano ayudado por la muleta. Me desnude y deje tambien abierta la puerta del bano. No creia que necesitara ayuda, pero no estaba mal que la dejara abierta.

Cuando sali cubierto con una toalla al igual que Josefina, ella seguia vestida de la misma forma. Estaba inclinada de espaldas, apoyada sobre el sofa y cortandose las unas de los pies.

Se dio la vuelta al terminar y me miro los pies desnudos.

-Vaya, veo que las tienes grandes. ¿Mi hija no te ayuda a cortarte las unas? -me pregunto poniendo los brazos en jarras.

-Ahora esta muy ocupada con el trabajo y dice que apenas tiene tiempo para sus cosas, asi que tiene menos tiempo para las mias. Y lo peor es que no puedo mantener la pierna en alto para que me las corte. Me duele mucho si la tengo mucho rato asi. -le conteste.

-Entonces te las cortare yo yerno. Vamos a mi habitacion y te tumbas en la cama.

Hice lo que me dijo y me tumbe boca arriba en su cama. Josefina se subio a la cama y se coloco dandome la espalda. Seguia con la toalla puesta.

Asi no me dolia porque tenia la pierna estirada. Pero la vision del culo de mi suegra a solo unos centimetros de mi cara era lo mejor del dia. Parecia que en algun momento la toalla se le fuera a caer y se quedara desnuda sobre mi.

Cuando termino me ayudo a incorporarme. Trate de evitar la mirada hacia sus tetas que casi se salian por la parte de arriba de la toalla.

Ella se dio cuenta enseguida.

-¿Te da verguenza que puedas verme las tetas? -me pregunto al ver que evitaba mirar hacia ahi.

-No. -le conteste evitando llevar la conversacion a esa parte.

-Mi cuerpo es igual que el de mi hija, tu mujer. Seguro que te la follas bien, ¿eh? -volvio a preguntarme.

-La verdad es que es ella la que me folla a mi. -le dije pasando mi mano por el pelo-. Ultimamente se pone sobre mi y empieza a cabalgarme con ganas. Se inclina hacia atras para hacer la penetracion mas profunda.

Ella se muerde el labio inferior mientras lo hacemos, pone cara de morirse de gusto y yo me limito a agarrarle las caderas mientras me folla, o magrearle las tetas hasta que no puedo mas y me corro, siempre en su interior. Alguna vez me gustaria llenarle las tetas de leche, pero no me deja.

En ese momento me di cuenta de que le habia contado parte de mi vida sexual con su hija a mi suegra, y siento un calor que me sube desde abajo ahora que me habia conseguido refrescar gracias a la ducha. Hablar con ella de eso me ha dado una mezcla de verguenza tremenda y morbo, que hace que mi pene se empine bajo la toalla.

-Lo siento Josefina, ya se que tu ahora mismo no tienes a ningun hombre. ¿Como te apanas? -le pregunte.

-Pues hijo con mucho dedo. De vez en cuando un dildo, y tu mujer me regalo el ano pasado por mi cumpleanos un succionador de clitoris, pero no le encuentro la gracia, la verdad. Donde este un buen trozo de carne…Tu me comprendes ¿verdad? -me pregunto acercandose a mi.

-Si. Te comprendo. Bueno, creo que debo irme ya, que la conversacion se esta poniendo muy tensa. -le dije levantandome de la cama.

-Ya lo veo. Muy, muy tensa. -me dijo fijandose en mi paquete.

-Muchas gracias por todo suegra. Bueno ya te dejo. Gracias por la ducha y nos vemos manana si quieres.

Me vesti casi a la carrera, cogi la muleta, le di dos castos besos a Josefina, agradeciendole de nuevo que me dejara usar su ducha, y me fui de la casa. Ella seguia con la toalla puesta cuando me fui. No dijo nada, ni porque me iba tan pronto, ni tampoco nada para retenerme. Supuse que entendia perfectamente mi calentura.

Baje en el ascensor y pare el primer taxi que paso. Menuda tarde de sobresaltos. Pense mientras el taxi me llevaba de vuelta a casa.

Al dia siguiente Lourdes mi mujer me propuso acompanarla de compras al mercado. Tenia bastantes cosas que hacer en el trabajo, pero disponia de un par de horas libres e ibamos a aprovecharlas.

-¿Que tal ayer con mi madre? -me pregunto mientras miraba la etiqueta de un bote de tomate.

-Aparte de lo del casi atraco, bien. -le habia contado a mi mujer lo del intento de robo en la sucursal bancaria esa noche cuando volvio del trabajo-. Tu madre se asusto mucho, pero luego en casa se dio una ducha y se relajo bastante. Yo me quede con ella por si mareaba o le pasaba algo, incluso me duche luego en su casa.

-¿No hablaria de cada cuanto tenemos sexo, o en que posturas lo hacemos, no? -me pregunto Lourdes volviendo a dejar el bote en la estanteria.

-Para nada. -le conteste disimulando no sabia si muy bien.

-A tu suegra le gusta mucho hablar de sexo. Antes me preguntaba cada dos por tres cada cuanto lo haciamos, o me contaba cada cuanto lo hacia ella. Pobre, la entiendo. Desde que se divorcio de papa solo la he conocido dos novios formales. Es normal, todavia es joven, y tiene sus necesidades como cualquiera, pero siempre que hablabamos de sexo terminaba queriendo saber mas de la cuenta, o proponiendome hacer nuevas posturas que segun ella serian ideales para alcanzar mejor el orgasmo.

En ese momento un padre con sus hijos pequenos llego hasta donde estabamos, por lo que mi mujer y yo zanjamos el tema, y menudo tema, de conversacion.

Llegamos a la caja y nos dispusimos a pagar, cuando sono el telefono de mi mujer.

-Si, si. De acuerdo, se lo digo. Seguro que le parece muy bien. Nada, cuidate mama, un beso. -dijo mi mujer por el movil.

-¿Que queria Josefina? -le pregunte.

-Tu suegra que nos invita el fin de semana a la piscina. Sabado y domingo. Tiene entradas gratis porque uno de sus pacientes es encargado de la piscina municipal de nuestro distrito. ¿Que te parece el plan? -me pregunto mi mujer.

-La verdad es que no teniamos nada planeado. No me parece mal plan. No nos impide que podamos cenar tu y yo esa noche carino. -le dije a mi mujer.

-Claro. Ahora le mando un WhatsApp y le digo que ok por tu parte.

Al final mi suegra se iba a salir con la suya. Iba a ver su cuerpo en banador o bikini.

Quedamos el sabado en la entrada de la piscina. Adultos con hijos, personas mayores con sus parejas, gente de casi todas las edades esperando junto a nosotros para entrar. A lo lejos vi una figura familiar que se acercaba con paso decidido.

Era Josefina que lucia un vestido vaporoso y adornando su cabeza con una pamela bastante grande, y unas gafas de sol redondas que completaban la estampa de mi suegra preparada para un dia de piscina.

-Hola hija. -le dijo a Lourdes dandole dos sonoros besos en las mejillas.

-Hola mama. -le respondio ella devolviendole los besos.

-Hola yerno. -me dijo a mi dandome tambien dos besos.

Despues del saludo entramos en la piscina.

-Jose Maria. Cuanto tiempo. -saludo mi suegra a un senor bastante alto que supuse era su cliente de la clinica quiropractica.

Nos presento a los dos y juntos fuimos hasta el final del recinto. No sabia hacia donde nos dirigiamos.

-Sorpresa chicos. -nos dijo Josefina riendo tapandose la boca, como si nos hubiera ocultado el mayor secreto del mundo.

Efectivamente. Nos encontrabamos frente a una zona vallada en la que se podia leer un cartel que indicaba “ZONA NUDISTA” A PARTIR DE AQUI ES IMPRESCINDIBLE NO LLEVAR ROPA, SOLO SE PERMITEN ZAPATILLAS, TOALLAS Y DEMAS ARTICULOS PARA EL BANO.

Dios mio, pense para mis adentros. Mi suegra me la habia jugado a base de bien, y solo a mi porque mi mujer daba saltitos de alegria, como si fuera el dia de su cumpleanos.

-Me hacia mucha ilusion venir mama. Nunca me atrevi a pedirtelo y ahora no puedo creerme que estemos aqui. Una piscina con zona nudista. -le dijo entusiasmada mi mujer que dirigio su vista directamente a un hombre desnudo que lucia un pene excesivamente grande en mi opinion para estar flacido.

-Ya lo se hija. Sabia que te gustaria mucho venir conmigo y tu marido. Anda, vamos a sentarnos aqui, ya sabeis hay que quitarse toda la ropa.

Josefina se despidio de Jose Maria con otro par de besos y recuerdos a su mujer al ver que quedabamos instalados. A mi me dio verguenza quedarme desnudo, pero mi mujer insistio en que estabamos en la zona nudista de la piscina, y como anunciaba el cartel no podiamos llevar nada de ropa. De todas formas, en esos momentos no habia mucha gente en la zona nudista.

Deje la muleta en el suelo y me desnude tratando de tapar mis partes intimas. Como pude me sente en la hamaca tratando de que no se viera nada. Mi suegra dirigio un vistazo por encima de sus gafas de sol a mi barriga mientras me sentaba. Ella hizo lo propio y se quito el vestido. Un segundo despues la parte de arriba de su bikini dejo a la vista dos pechos grandes, algo caidos, logico por la edad, pero mostraba dos pezones de areolas pequenas de color rosado y bastante apetecibles, todo hay que decirlo.

Tras quitarse la parte de arriba, hizo lo propio con la braga del bikini dejando a la vista un triangulo de pelo depilado, pero casi al ras, que daba una apariencia de triangulo no tan oscuro como si lo llevase sin depilar, pero agradable de ver a la vista. Yo le devolvi la mirada a su tripa, que tambien tenia, aunque no tan abultada como la mia, y quede sorprendido cuando se sento en la hamaca enfrente de mi con las piernas cruzadas, porque sus labios mayores eran gruesos y sobresalian de su vulva.

Cuando quise darme cuenta mi mujer ya estaba desnuda a mi lado tumbada en la hamaca.

-¿No vas a echarme crema solar? -me pregunto mi mujer desde la hamaca.

-Ah si, claro. Ahora mismo carino. -le conteste.

Cogi el bote de crema y me dispuse a desenroscarlo, cuando me fije en que mi suegra no me quitaba ojo de encima pese a que no se habia quitado todavia sus gafas de sol.

No era una mirada de maldad, supuse que le daba morbo como a mi tener a su yerno enfrente desnudo, igual que yo la tenia a ella desnuda. A mi mujer estaba acostumbrada a verla desnuda desde hacia tiempo, por lo que ella no me producia tantos nervios.

-Dame bien en los pechos cielo. No te dejes nada. -me dijo mi mujer incorporandose en la hamaca.

Me incorpore yo tambien y mi barriga temblo cosa que hizo que mi suegra no me quitara ojo de encima.

Eche un chorro de crema en mi mano derecha y le unte el pecho izquierdo a mi mujer. Me recree extendiendolo bien, estaba acostumbrado a masajearle los pechos para excitarla antes de ponernos a follar.

Cuando termine con el izquierdo pase al derecho, luego extendi mas crema por su tripa, sus piernas, y finalmente su espalda y su trasero cubriendole bien todo el cuerpo.

-Bueno chicos, me voy a dar un bano. -dijo mi mujer mientras se levantaba la hamaca y cogia la toalla.

-¿Tan pronto? -le pregunte nervioso-. ¿No vas a esperar un rato a que se asiente bien la crema?

-Si, me voy ya. Es mi primera vez en una piscina nudista y quiero comparar tamanos, tu ya me entiendes.

La vimos alejarse meneando las caderas y el trasero hacia la piscina que estaba dentro del recinto donde se practicaba nudismo, independiente de la piscina normal para la gente que usaba banador, y de la cual no me habia fijado al entrar.

-Bueno yerno. ¿No me vas a echar crema a mi tambien? -me pregunto mi suegra mientras se quitaba la pamela y las gafas de sol.

-Si, si, claro. Ahora mismo. -le dije cogiendo el bote de crema y desenroscandolo una vez mas.

Josefina se sento sobre el cesped y yo hice lo mismo.

La mire sin saber porque parte de su cuerpo empezar. Tenia sus tetas a un palmo de mi cara. Me eche un chorro de crema en la mano y empece por su tripa que se movia cada vez que la frotaba.

Luego pase a sus piernas y muslos, se dio la vuelta para que le siguiera dando en la espalda, y finalmente en su trasero.

Sus nalgas sin ropa eran blandas. Mi suegra tenia un culo atractivo de nalgas grandes, aunque le faltaban tonificarse, casi exactamente como a mi.

Ya solo quedaban sus pechos, la parte que despues de su culo mas me preocupaba. Cubri mis partes con la toalla porque notaba como mi miembro empezaba a despertarse.

Respire hondo y tras volver a echar crema en mi mano comence a frotarla por su pecho izquierdo tratando de no mirarlo.

Repeti la operacion con el derecho hasta que quedo cubierto de crema. Para entonces mi polla estaba completamente erecta.

-No me has mirado los pechos. -me dijo ella mientras yo miraba hacia otro lado.

-No. Pero estan bien cubiertos de crema, ¿verdad? -le dije.

-Si. -dijo examinandoselos en un instante en que gire la cabeza hacia ella-. De todas formas, veo que te gustan. Si no, no estarias asi.

-¿Como estoy? -le pregunte intentando disimular inutilmente.

-Vamos a verlo. -me dijo, y metio su mano bajo mi toalla ya que los dos estabamos casi pegados. La levanto un poco y me dijo: no estas circuncidado.

-No. Pero descubro bien el glande como puedes ver.

Como si no me creyera, mi suegra agarro mi polla con la mano derecha y me descapullo, sin que yo reaccionara.

-Es verdad. ¿La tienes tiesa del todo? -no me dio tiempo a responder, ella misma saco la conclusion-. No es muy larga, pero es gruesa. Es cierto que dejaras a mi hija satisfecha.

Volvio a tapar mis partes con la toalla y volvio a agarrar mi pene comenzando a masturbarme suavemente.

-No te muevas, no digas nada. Manten la respiracion estable, que nadie se de cuenta de que te estoy haciendo una paja. ¿Te gusta, eh yerno? Mantente asi, quieto, respira hondo, relajate.

Quise no hacerle caso, ponerme a gemir y temblar para que todo el mundo se enterara de que mi suegra me estaba pajeando mientras su hija, mi mujer, nadaba en la piscina ajena a todo, pero me contuve.

Fije mi vista en el horizonte mientras ella seguia moviendo su mano muy despacio bajo la toalla. Apenas se notaba el sube y baja, pero me daba un placer increible.

Respire hondo una vez mas. El ritmo suave era tan intenso como un ritmo rapido. Intente no gemir, pero me era casi imposible no hacerlo. Me retorci sobre el cesped y apoye las palmas fuerte contra el suelo anticipando el orgasmo que llegaba en olas que me hacian sudar. Josefina apoyo su mano libre en mi muslo izquierdo tratando de tranquilizarme, pero era imposible.

En ese instante Lourdes aparecio frente a nosotros cubriendose con la toalla. Mi suegra paro la paja, cosa que hizo que me diera un espasmo. Cortar asi mi placer tan cerca del orgasmo fue muy brusco.

Lourdes llego a nuestra altura. Nos miro fijamente a ambos y pregunto:

-¿Que haceis?

Mi suegra fue la primera en hablar.

-Le estaba diciendo a tu marido como evitar algo que ha terminado pasando. Se ha empalmado. -y diciendo esto retiro la toalla dejando mi pene algo mas flacido ya a la vista.

-Es normal. -dijo muy mujer como si nada. -Es su primera vez en una piscina nudista. Hasta yo me he humedecido un poco mirando pollas. No te lo tomes a mal Pedro, pero eran mas grandes que la tuya. Mirad como me he puesto. -dijo abriendose los labios y dejandonos ver unas gotas de fluido en su cono rosado sin que la poca gente que estaba en ese momento en la zona nudista nos hiciera caso.

Maldita sea. Pense. Ha sido muy suegra la que me la ha puesto dura y encima me ha masturbado, y disimula diciendo que has sido cosa mia.

-Puedes hacer una cosa. -me dijeron las dos al unisono casi pisandose las palabras. -Por alli estan los vestuarios y los lavabos. Ve hasta alli y hazte una buena paja. Asi descargaras y te costara volver a empalmarte. ¿Que te parece?

-Esta bien. Eso hare. -dije resignado-. Esperadme aqui las dos.

-No nos moveremos hasta que vuelvas y nos cuentes que tal, ¿vale? -dijo mi mujer y se rieron las dos.

¿Donde habia quedado lo que habiamos hablado con mi mujer el jueves en el supermercado? ¿Ahora no le importaba a mi mujer hablar de sexo con su madre, y mas conmigo delante?

Me cubri la cintura con la toalla y dirigi mis pasos a los vestuarios arrastrando los pies y sin la muleta, con cuidado de no caerme.

Para mi sorpresa los vestuarios y los lavabos eran mixtos, y ademas sin puertas.

Vi a una nina sentada en el vater meando con las piernas muy abiertas regalandome la vision de su conito. Un hombre mas gordo que yo orinaba en el vater de al lado. Cuando termino, paso al otro donde estaba la nina, que debia ser su hija y le ayudo a limpiarse sus partes, y cuando termino se agacho y comenzo a lamerle el cono a su propia hija mientras esta le sujetaba la cabeza mientras el sujeto obraba con ganas.

Pase a otro de los lavabos. Estaba bastante limpio la verdad. Oi como una pareja gemia algo mas lejos. Debian estar follando. ¿A que sitio me habia traido mi suegra?

Levante la taza con papel higienico, colgue la toalla en un perchero que estaba en la pared, y bastante excitado comence a retomar la paja que mi mujer sin querer habia interrumpido.

No necesite mas que unos minutos para acabar lo que mi suegra habia empezado. Me corri bien fuerte eyaculando tres o cuatro chorros de leche espesa y caliente que mancharon la taza.

Limpie la taza, me limpie yo tambien, y me puse de nuevo la toalla alrededor de la cintura. No quise investigar que mas cosas podrian verse en los vestuarios.

Al llegar de nuevo a la zona de las hamacas, mi mujer y mi suegra me miraban expectantes.

-¿Que tal la paja yerno? -me pregunto Josefina. Mi mujer estaba en cuclillas junto a ella escuchando atentamente.

-Ha estado bien. -le respondi escuetamente.

-En una escala del 1 al 10, ¿que nota le pondrias? -volvio a preguntarme Josefina.

Mire a mi mujer como esperando su aprobacion, aunque ella no dijo nada, ni siquiera asintio, asi que le respondi.

-Un diez sin duda.

-¿Mucha leche cielo? -me pregunto Lourdes tocandome el hombro y uniendose a su madre en sus preguntas guarras.

-Varios chorros. Tres o cuatro la verdad. Bueno, estuvo muy bien.

-Me alegro yerno de que te hayas aliviado bien. Con vuestro permiso os dejo solos, voy a darme un buen bano. -nos dijo Josefina.

Echo a andar y me fije nuevamente en su trasero que se meneaba al ritmo de su caminar. Tenia bastante celulitis cosa que me parecio apreciar cuando lo unte de crema, pero ahora a la luz del sol se percibia aun mejor.

-Oye, no le mires el culo a mi madre. -me dio un codazo mi mujer en broma-. ¿O es que te gusta su cuerpo?

-¿Y tu? -le replique volviendo la vista a su cara-. ¿No decias que tu madre era muy pesada hablando de sexo? ¿Os habeis puesto de acuerdo para preguntarme que que tal mi paja?

-No te enfades cielo. Es una forma de chincharte y de avivar la llama entre nosotros de vez en cuando.

-Vale, pero manana si quereis venir yo me quedare en la zona donde esta la gente vestida. No sabes lo que he visto en los vestuarios. -le dije a mi mujer.

-Mejor no lo me cuentes. Anda, tomemos el sol un rato, aprovechemos que hemos venido a la piscina.

Un rato despues estaba medio adormilado, cuando note algo frio que caia sobre mi.

Abri los ojos y vi a Josefina con una bandeja junto a nosotros. De sus tetas caian gotas de agua, y tambien de su entrepierna que eran las que me estaban mojado. Sus pocos pelos pubicos se habian rizado aun mas con el bano. La estampa era de lo mas erotica que hubiera visto en mi vida.

-Os he traido unas Cocas Colas y algo de picar. ¿Que os apetece? -nos dijo.

Yo me incorpore y me sente de lado en la hamaca y Josefina se sento junto a mi rozando mi costado con su pecho izquierdo. Uf, mi suegra me ponia cachondo a base de bien, y mi mujer o no se daba cuenta, o si era consciente de ello, no decia nada y lo permitia.

Afortunadamente me acababa de correr por lo que mi polla estaba a buen recaudo. Tambien mi toalla seguia cubriendo esa parte.

Bebimos y comimos los aperitivos, y yo ya mas animado me fui nadar guardando el tiempo indicado para hacer la digestion.

Al dia siguiente repetimos en la piscina, pero esta vez los tres en la piscina para los que llevabamos banador, y en el caso de mis mujeres bikini. Ese dia transcurrio sin sobresaltos.

Pasaron dos semanas y me dieron por fin el alta medica. Al dia siguiente volveria a trabajar.

Mi mujer me llamo para decirme que ahora que estaba mejor mi suegra podria hacerme un masaje para terminar de curar mi tobillo. Sin duda sabia que algo tramaba Josefina.

No pude negarme a decirle que no a mi mujer, por lo que quede con que ella llamaria a su madre para indicarle que me venia bien ir esa misma tarde, porque al dia siguiente trabajaria y tendria mucho trabajo atrasado.

Unos minutos despues recibi un WhatsApp de mi suegra donde me confirmaba que le parecia bien esa hora para la cita y me mandaba tambien la localizacion de la clinica, cosa que yo sabia perfectamente.

Llegue unos cincos minutos antes de la cita.

-Hola yerno. -me dijo Josefina abriendo la puerta de la clinica-. Llevaba puesta una camiseta muy cenida de una talla menos de la suya al menos, y unos leggins de color azul oscuro que no dejaban nada a la imaginacion. Juraria que podia notarle los labios a traves de la tela porque no debia de llevar bragas.

-Deja tus cosas aqui. La cartera y las llaves tambien. El movil si llevas. Quitate el pantalon y tumbate en la camilla.

Obedeci sin rechistar e hice lo que me dijo. Me tumbe en la camilla solo con la camisa y los calzoncillos puestos.

-¿Como sientes el tobillo? -me pregunto mientras se untaba las manos con crema.

-Bien. Ahora algo mejor. -le conteste.

-Pues vamos a ello.

Comenzo a masajearme la zona donde apenas notaba ya dolor. Josefina se desenvolvia bastante bien en su oficio, y notaba que ejercia efecto en el tobillo, pero al poco note como subia sus manos mas arriba del tobillo.

Como un resorte mi polla empezo a enderezarse. No sabia donde habia tocado, pero sin duda habia hecho el efecto que ella buscaba.

-Dime, ¿que es lo que buscas? -le pregunte al sentir mi polla erecta.

-¿Que es lo que busco yerno? Ya lo sabes. -me dijo quitandose la camiseta dejandome ver de nuevo sus tetas como aquel sabado en la piscina-. Quiero terminar lo que empezamos aquel dia. Quiero saber que siente mi hija cuando te la follas. -y diciendo esto se quito los leggins-. Como habia adivinado no llevaba bragas. Sus carnes quedaron libres.

-La camilla es demasiado pequena para los dos. -me dijo-. Tengo un sofa cama donde duermo alguna vez. Vamos alli.

Yo estaba decidido. No me importaba ponerle los cuernos a mi mujer, y precisamente con su madre. Me quite la camisa y el calzoncillo, y la segui hasta el cuarto donde tenia el sofa. Iba a follarme a mi suegra en su consulta.

-¿Quieres empezar tu, yerno? Besame con ganas. -me dijo ansiosa mientras se tumbaba en la cama.

Hice lo que me dijo y la bese con muchas ganas metiendole mi lengua en su boca. Ella respiraba con fuerza, se estaba excitando mas de lo que ya lo estaba.

-Ponte de espaldas a mi. -le ordene.

Ella obedecio y se dio la vuelta.

-¿Quieres hacerlo por detras yerno? -me pregunto sudando de excitacion.

-No, pero me gusta verte la espalda desnuda y tu culo. Es grande y tiene celulitis y eso me excita mucho. Tu hija tiene un cuerpo casi perfecto, pero el tuyo es real. Me encanta sobarlo. Mira como te lo sobo. -y comence a masajearlo con ganas como si fuera la masa de una pizza. Sus nalgas se movian con fuerza y entonces no pude mas y me moje dos dedos con saliva y los dirigi a sus labios vaginales.

Los masajee como habia hecho con sus nalgas y cuando note la humedad en su cono, me lleve los dedos a la boca y chupe sus fluidos. Sabian a gloria.

Entonces meti mis dedos todavia humedos en su cono y la masturbe como si fuera mi falo.

-No puedo aguantar mas yerno. Metemela ya. Quiero saber que siente mi hija cuando te la follas. -volvio a repetir.

-Esta bien. -le dije-. Agarre mi polla con la mano derecha, separe sus nalgas sudorosas y se la fui clavando despacio hasta que entro toda.

-Ugggh, yerno. -gimio ella-. Me gusta mucho. Tu polla es gruesa y roza mis labios. Siii, ahora empieza a bombear.

Me gustaba que me diera ordenes, y no quise hacerme de rogar y comence a bombear. La sacaba hasta la mitad, volvia a metersela despacio y se la clavaba hasta el fondo.

-Aaaah siiiii. Asi yerno, follame asi, joder que gustooooooo.

-¿Quieres que te folle mas fuerte? -le pregunte viendo que le gustaba mi follada.

-Siiii. Dame mas fuerte, mas duroooooo. Uuuuuggghhh. -me contesto.

Entonces le embesti mas duro como me habia pedido. Le daba fuertes golpes de cadera que hacian que mi barriga chocara con su espalda y su culo haciendo que sonara como plas, plas, plas.

-Ah, ah, ah. No puedo mas yerno, aaaaaah que gusto. Ahora se lo que siente mi hija cuando te la follas, aaaaah joder. Sigue asi, sigue asi, por dios, no te pares, jodeeeer sigueeeeee.

-No te corras todavia suegra. -le dije jadeante tratando de recuperar algo la respiracion. -Ahora quiero que te des la vuelta. Quiero verte la cara mientras me corro.

Se dio la vuelta y entonces la tuve de cara. Sudaba a mares como yo y en cuanto se la volvi a meter se corrio dando grandes jadeos que inundaron la estancia. Yo pare un momento recreandome en como se corria y como sus musculos vaginales se contraian y expandian ordenando mi polla lo que hizo que yo tambien estuviera a punto de correrme.

No hicieron falta mas que unas pocas embestidas para correrme.

-Aaaaaah suegra, me corro, Josefina, me corrooooooo, me estoy corriendo, me derramo dentro de tiiiiiii.

Imagine como mi leche salia a borbotones inundando las paredes de su cono maduro mientras ella se agarraba a mi espalda y se impulsaba hacia arriba tratando de que estimulara al maximo su punto g.

Termine de dar mis ultimos espasmos y por fin me calme. Me parecio que Josefina se corria una vez mas, pero si lo hizo fue en silencio. Solo note como me miraba fascinada.

Al poco rato sono el movil. Era mi mujer que me preguntaba que que tal el masaje.

-Ha sido muy bueno. -le conteste sentado en la cama junto a mi suegra mientras esta me miraba con pasion despues del tremendo polvo que acababamos de echar.

Acaricie sus tetas mientras hablaba con mi mujer, y despues le di un beso cuando me despedi de mi mujer mandandole tambien otro beso.

-Tengo una sorpresa para vosotros. -me dijo mi suegra-. Os invito a un camping nudista en el mes de julio. ¿Que te parece yerno?

Me quede sin palabras porque me dijera eso con la experiencia que tuvimos en la piscina. Me comento que la gente que iba a esos campings eran nudistas y no tenian prejuicios ni hacian las cosas que habia visto en los vestuarios de la piscina a la que fuimos.

Le dije que lo consultaria con su hija, aunque seguramente diria que si.

Veria a mi mujer y mi suegra desnudas todo el mes.

Si os ha gustado y quereis comentar, escribidme a: predicador111@hotmail.com
31 Jan 2024Hago desaparecer la ropa de mi tia Pese a que su hermano mayor esta en contra, Hugo quiere ser mago. Encontrara el inesperado apoyo de Carolina, su joven y atractiva tia.

Siguiendo los consejos de esos que dicen que siempre tienes que ser tu mismo, decidi apostar por mi gran pasion, aunque me auguraran un futuro incierto. Casi nadie en mi familia estaba de acuerdo con el camino que habia elegido, hasta que obtuve el apoyo menos esperado. Eso cambio mi vida como por arte de magia.

Aunque nunca me falto de nada, recuerdo mi infancia como una etapa muy triste. Me esforzaba a diario para ser el hijo perfecto y que mis padres mostraran hacia mi la misma devocion que sentian por Loren, mi hermano mayor. El era un zoquete, no aprobaba un examen ni aunque le fuese la vida en ello, pero tenia un simple don que lo hacia perfecto a sus ojos: jugaba muy bien a futbol.

Por increible que parezca, a mis padres les parecia mas interesante el talento de Loren con la pelota que el mio con los libros. Les daba igual las notas que yo sacara o que con cinco anos ya demostrara ser mucho mas inteligente que el, para ellos solo existia mi hermano porque, como ellos decian, era el que podia sacarlos de pobres.

Lo mas sencillo para mi hubiese sido seguirles el rollo y unirme a las constantes alabanzas hacia mi hermano, de hecho, al principio era asi, hasta que comenzo a comportarse como uno verdadero tirano conmigo. Loren sabia que era el protegido de mis padres y no dudaba en sacar partido de ello, sin importarle lo mas minimo lo que yo pudiera sufrir.

- Traeme agua, enano.

- No soy tu sirviente.

- Tengo que estar descansado para el partido de manana.

- Juegas el equipo del cole y te comportas como una estrella.

- Van a venir a verme los ojeadores de un equipo muy importante.

- ¿Y el requisito para ficharte es que no hagas ni el huevo en casa?

- No, es tener un hermano mariquita, asi que estoy de suerte.

- Eres un cerdo.

- El agua, Hugo, no te lo digo mas.

Ese tipo de advertencias solian ir acompanados de una colleja o a veces incluso algo peor, pero mis padres siempre le restaban importancia. Al dia siguiente jugo el partido y la verdad es que se salio, consiguiendo que lo ficharan para la cantera de ese gran equipo. Si hasta ese momento mi situacion en casa habia sido un infierno, se preveia que se convirtiese en algo bastante peor.

Estabamos ya en la adolescencia cuando mi calvario alcanzo su punto mas algido. Loren estaba totalmente descontrolado, su buen rendimiento en el campo lo hacia creerse intocable y trataba con desprecio incluso a nuestros padres, aunque a ellos les daba igual. Lo de besar el suelo por el que pisaba mi hermano parecia una epidemia que alcanzaba a todos los miembros de la familia... menos uno.

Mi tia Carolina, hermana pequena de mi madre, era la unica que parecia darse cuenta de lo mucho que yo sufria a causa de esa diferencia de trato. A ella no le gustaba nada el futbol, asi que Loren no la podia impresionar con sus habilidades y su presunto futuro dorado en ese deporte. Preferia pasar tiempo conmigo, hasta que se tuvo que marchar.

- ¿Como ha ido la semana, Huguito?

- No me llames asi, tia, que ya tengo trece anos.

- Perdone usted, don Hugo.

- Ha ido bien, pero porque Loren esta en un torneo no se donde.

- Aprovecha esa tranquilidad.

- Ya podria irse para siempre.

- Ahora que dices eso...

- ¿Que pasa?

- Dentro de un par de semanas me voy a mudar.

- Supongo que al fin te vas a vivir con tu novio.

- Si, el problema es que nos vamos un poquito lejos.

- ¿Como de lejos?

- A otro pais.

- No puedes hacerme esto, eres la unica que me entiende.

- Le han ofrecido un trabajo que no puede rechazar.

- Pues que se vaya el.

- Esa era la idea, pero es que aqui no tengo nada, quizas alli encuentre trabajo.

- Que asco de vida.

Con mi tia se fue lo unico bueno que me quedaba en la familia. Sabia que a partir de aquel momento ya no tendria en quien refugiarme cuando Loren volviera a hacer de la suyas. Nunca me habia gustado un novio que tenia, asi que se me hizo muy sencillo odiarlo por habersela llevado tan lejos. Aunque mi madre, que tampoco tenia demasiada buena relacion con ella, decia que no iba a tardar en volver.

Pero los anos fueron pasando y la tia Carolina no volvia, ni siquiera por Navidades. Todo lo que sabia de ella era por las redes sociales, ya que al principio me llamaba a menudo, pero luego dejo de hacerlo. Al final no me quedo mas remedio que acostumbrarme a su ausencia, a pesar de que la situacion en casa seguia sin mejorar.

Las esperanzas de Loren en tener una gran carrera en el futbol se habian truncado por culpa de su mala cabeza. En cuanto descubrio el mundo de la noche y comenzo a salir con chicas, su vida se hizo incompatible con la de un deportista de elite. A mi no me importaba nada que se le hubiese escapado la oportunidad de ganar grandes cantidades de dinero, solo pensaba en que aquello podria cambiar su actitud y volverlo mas humilde.

Como era de esperar, aquello no ocurrio. No tenia lo suficiente para ser futbolista de primer nivel, pero si para que lo fichara un equipo de tercera o cuarta division. El sueldo que le pagaban era mas bien justo, pero, teniendo en cuenta que no tenia ningun tipo de estudio, no le quedaba mas remedio que aferrarse a esa posibilidad.

A mis padres les dio igual que ya no tuviera ninguna opcion de triunfar en el futbol, para ellos seguia siendo su ojito derecho mientras que yo me mantenia como si fuese invisible. Aunque ya estaba acostumbrado, tenia la esperanza de que se fijasen en mi en una etapa tan importante de mi vida, pero solo recibi esa atencion para mal.

- Hugo, ¿ya has decidido que carrera quieres estudiar?

- Si, mama, quiero ser enfermero.

- Supongo que habras querido decir medico.

- No, no quiero pasarme tantos anos estudiando.

- ¿Desde cuando te has vuelto tan vago?

- ¿Vago yo?

- Quieres hacer una carrera menor por no estar mas anos en la universidad.

- Creo que como enfermero podre ayudar a mucha mas gente.

- No se trata de ayudar, sino de ganar mas dinero.

- ¿No os iba a sacar de pobres el futbolista?

- Tu hermano ha tenido muy mala suerte con las lesiones.

- Si, concretamente con el golpe que debio darse en la cabeza al nacer.

- Eres muy cruel con el.

- Lleva anos maltratandome con vuestro consentimiento.

- A ver si superas ya esos celos que le tienes.

Estaba tan acostumbrado a esos desprecios que ya ni siquiera me molestaban. Solo tenia que enfocarme en acabar el instituto para asegurarme la mejor nota de cara a la universidad y en cuanto fuese posible me largaria de esa casa. Sabia que no iba a ser algo inmediato, que si me enfocaba en los estudios todavia tardaria en ganar dinero, pero no tenia otra opcion.

Loren pensaba lo contrario, pero a mi siempre me habian gustado las chicas. El problema era que todo lo vivido en mi casa me habia creado una inseguridad enorme y nunca me atrevia a acercarme a ellas. Justo por ese motivo estaba a punto de llegar a la mayoria de edad sin ni siquiera haber conseguido besar a una.

Los estudios me absorbian tanto tiempo que no le daba demasiada importancia al asunto de las chicas, hasta que veia como mi hermano las traia a casa, cada semana una nueva. Aprovechaba cuando nuestros padres se ausentaban para subirlas, y yo desde mi habitacion tenia que escuchar los gemidos mientras se las tiraba.

- Te podrias ir con tus novias a un hotel.

- ¿Estas envidioso?

- Claro, que no.

- Ya lo se, tonto, si a ti no te gustan las chicas.

- ¿Que te hace pensar eso?

- Siempre lo he tenido claro, y mas desde que quieres ser enfermera.

- ¿Y tu que quieres ser?

- Yo soy futbolista.

- Si, claro, si cobras menos que mama en la peluqueria.

- Puede ser, pero me las follo a todas.

- Cuando tengas que retirarte a los treinta y tantos, ¿que piensas hacer?

- Poner tiritas como tu no, eso seguro.

Esperaba con ansia el momento en que se acabara la lamentable carrera de Loren y tuviera que buscar la forma de ganarse la vida siendo mas tonto que una piedra. Pero no podia perder demasiado tiempo con esos pensamientos que no aportaban nada bueno y debia centrarme en mi mismo, ya que estaba a punto de hacer la selectividad.

En cuestion de notas todo fue incluso mejor de lo esperado y meses despues pude empezar al fin la carrera, aunque tuviera a toda la familia en contra. Aun asi, era la oportunidad de mi vida, la forma perfecta de demostrar que era alguien mas alla de la sombra de mi hermano. Estaba convencido de que moverme en uno nuevo entorno me iba a servir para ser al fin yo mismo.

Los inicios nunca son sencillos, sobre todo si te encuentras rodeado de gente con un objetivo comun, es bastante mas dificil destacar. Enseguida me di cuenta de que Loren, en parte, tenia razon, ya que en la facultad casi todo eran chicas. Pense que se me tendria que dar muy mal para no conseguir ligar con ninguna, aunque mi experiencia me decia que iba a ser asi.

En el instituto fui un muchacho bastante solitario, pero una vez que llegue a la universidad me force a hablar con la gente. Aunque la inmensa mayoria era simpatica, alli no dejaba de ser uno mas, tendria que esforzarme mucho si queria que la gente me conociera mas alla de por ser uno de los pocos chicos del lugar.

- ¿Ya te has echado novio?

- Me tienes hasta los huevos, Lorenzo.

- Vaya, parece que el enano si que tiene algo de caracter.

- ¿Como consigues ligar tanto con lo capullo que eres?

- Se trata de llamar la atencion.

- ¿Eso no las echa para atras?

- A la mayoria si, pero siempre hay alguna que pica.

- No lo veo muy claro.

- Es que no creo que con los chicos funcione igual.

- Solo te lo voy a decir una vez: me gustan las tias.

- ¿En serio?

- !Pues claro!

- Yo pensaba que era maricon de verdad.

- No pasaria nada si lo fuera, pero no es el caso.

- Igual si que tengo que darte una oportunidad como hermano.

Nunca dejo de comportarse como un cretino, pero a partir de aquel dia mi hermano empezo a hacerme algo de caso y a tratarme de otra manera. El nunca se habia imaginado que pudieramos tener algo en comun, asi que descubrir que a mi tambien me gustaban las chicas lo llevo a quererse convertir en una especie de mentor para mi.

Descubri que no todo en el era tan malo, pero seguiamos siendo incompatibles. Aunque pusiera todo su empeno a la hora de ensenarme a tratar con las chicas, la verdad era que su forma de ser le beneficiaba para ligar, al igual que el hecho de que fuese futbolista, aunque jugara en un equipo de medio pelo. No habia duda de que era capaz de sacarle mucho partido a su unico don.

De todo lo que me habia dicho lo unico que se me habia quedado era que tenia que encontrar una forma unica de llamar la atencion, algo que me distinguiera. A mi nunca se me habia dado nada bien, de hecho, tampoco tenia demasiadas aficiones, hasta que un dia viendo la television se me ocurrio una idea que iba a cambiarlo todo.

- Quiero ser mago.

- Claro que si, Hugo, en Hogwarts te estan esperando.

- Lo que quiero decir es que me gustaria hacer trucos de magia.

- ¿No sera esta la forma con la que piensas ligar?

- ¿Por que no?

- No se me ocurre nada que pueda poner menos cachonda a una chavala.

- Pero eso me hara destacar.

- Si, pero para mal.

- Yo lo voy a intentar.

- Pues muy bien, pero asi vas a necesitar mucho mas que magia para meterla.

Me empene en que aquel debia ser mi camino a seguir y comence viendo tutoriales en internet. Resulto que no se me daba tan mal como se podia esperar, tenia bastante destreza con los trucos basicos de cartas. A mi hermano no le causaban ninguna impresion, pero al atreverme a realizarlo ante mis companeros de clase recibi algun aplauso.

Aquello fue lo mas cerca que habia estado nunca de ser popular, asi que decidi ampliar mi repertorio. Tuve que pedir dinero prestado a mis padres para comprar material y seguir formandome como mago. No me sorprendio en absoluto cuando me dijeron que no estaba de acuerdo en que perdiera el tiempo con eso que ellos consideraban tonterias.

Por suerte, mi aficion me estaba cambiando, me dio una seguridad que antes no tenia al ver que podia haber algo que se me diera bien. Cada vez me atrevia a hacer trucos mas complicados, aunque era consciente de que no eran demasiado impresionantes, simples enganos para personas que no prestaban demasiada atencion.

Empezo como un intento de destacar entre la multitud, una aficion como cualquier otra, pero poco a poco le fui cogiendo el gusto. Me le encantaba esa sensacion de enfrentarme a trucos que creia que no podria realizar y que me acababan saliendo. Procuraba apartar ese pensamiento de la cabeza, pero cada vez me planteaba mas la opcion de convertir aquello en una posible salida laboral.

Me daba igual que nadie me apoyara, la magia se estaba convirtiendo en mi pasion y comenzaba a verme haciendo esos trucos delante de personas que realmente no apreciaran. No tenia ni idea de como podria llegar a mostrarle al mundo mi talento, hasta que una companera de la universidad me propuso actuar en el cumpleanos de su hermano.

- Ni se te ocurra hacerlo.

- Vamos, Loren, es mi oportunidad.

- Si, de hacer el ridiculo.

- Pero si tengo los trucos muy controlados.

- ¿La chica que te lo ha propuesto esta buena?

- No esta nada mal, la verdad.

- Pues que sepas que a esa no te la vas a follar en la vida.

- Eso nunca se sabe.

- Ya te lo digo yo, te ve como un friki que puede animar la fiesta de su hermanito.

- Bueno, si no es con esa sera con otra.

- Claro, con tu mano derecha.

La fiesta fue todo un exito, tanto el nino homenajeado como sus amigos divirtieron mucho con mis trucos. Pero Loren tenia razon, esa muchacha me estuvo tratando todo el rato como si fuera un bicho raro. Yo ya estaba demasiado enganchado a la magia como para dejarla, pero quizas habia llegado el momento de plantearme una nueva opcion si no queria ser virgen de por vida.

Empece a darle vueltas a esa posibilidad, aunque la magia me absorbia mucho tiempo y encima se estaban acercando los primeros examenes de la carrera. Flotaba en el aire la posibilidad de que abandonara la opcion de ser enfermero, pero hasta entonces me seguiria aplicando al maximo. Pensaba que esas eran mis dos unicas preocupaciones, pero entonces ocurrio algo inesperado.

Una madrugada nos despertamos todos sobresaltados cuando llamaron a la puerta. Evidentemente, a esas horas no esperabamos a nadie, asi que mis padres decidieron no abrir, pero insistieron durante un buen rato. Tras asomarnos por la ventana, vimos que mi tia Carolina estaba en la calle, visiblemente nerviosa.

Una vez en casa, nos explico que su relacion se habia convertido en un autentico infierno y que tuvo que huir de su novio. Yo me ofreci enseguida a dejarle mi cama para que descansara, aunque yo tuviera que dormir en el sofa. Al dia siguiente me desperte temprano para ir a la universidad, asi que no pude hablar con ella, aunque me moria de ganas por conocer su historia.

Pase toda la manana en la facultad pensando en mi tia Carolina. Todavia era una mujer joven, ni siquiera habia cumplido los treinta, y ya habia tenido que pasar por algo como eso. No creia que pudiera hacer nada por ella, pero lo iba a intentar. El problema fue que al llegar a casa no estaba, habia salido con mi madre, y solo me encontre con Loren.

- Aun estoy flipando con lo de la tia Carol.

- Ya, pobrecilla, por lo que habra tenido que pasar.

- No, me refiero a lo buena que esta.

- Siempre ha sido muy guapa.

- Pero lo de ahora es brutal, no le recordaba yo esas tetazas.

- Loren, es nuestra tia.

- Si, bueno, pero se largo hace anos.

- ¿Y que?

- Pues que no pretenda ahora que la vea como parte de la familia.

- Estas fatal.

No se lo iba a reconocer, pero Loren tenia razon. Sabia que nuestra tia habia ganado mucho con los anos porque la seguia en redes sociales, pero verla en persona impresionaba. A pesar de la tristeza que reflejaba su mirada, estaba preciosa y tenia un cuerpazo que ni siquiera un sobrino podia pasar por alto.

Esa misma noche, cuando ya se habia serenado y vino a agradecerme que le prestara mi cama, pudimos charlar un rato. Yo trate de preguntarle con mucho tacto, pero ella no tenia intencion de contar demasiado. Repetia que habian sido unos anos horrorosos, aunque insistia en que su novio jamas le puso la mano encima, cosa que me tranquilizo.

Con el paso de los dias se convirtio en una mas en nuestra casa. Debia admitir que me alegraba la vista tenerla con nosotros, aunque era bastante mas disimulado que Loren, que la devoraba con la mirada. Nuestra relacion de hermanos pasaba por su mejor momento, pero empezo a resentirse cuando se dio cuenta de que se habia topado con la unica que no lo tenia como favorito.

- No se como puedes pasarte todo el dia hablando con la tia, es muy aburrida.

- ¿Son celos eso que noto?

- No seas estupido, si lo digo por tu bien.

- A ella le gusta la magia.

- Anda ya, las tias buenas pasan de esas cosas.

- Parece ser que no todas.

- Que mala suerte tienes, Hugo.

- ¿Por que?

- Porque solo te hace caso la unica a la que no te puedes follar.

Tener a la tia en casa fue un estimulo en todos los sentidos. Ademas de poder contemplar su belleza, encontre en ella un apoyo con lo de la magia. No solo le gustaban mis trucos, sino que me animaba a seguir probando nuevos si era eso lo que realmente me apasionaba. A veces incluso bromeabamos con la idea de que podria ser mi acompanante en los shows.

Su apoyo fue fundamental para que me lanzara a por desafios mayores. Todo lo que aprendia se lo ensenaba a mi tia de inmediato, provocandole siempre una gran impresion. Al margen de lo agradable que era sentirme apoyado, empezaba a disfrutar de su compania, quizas mas de la cuenta. La buscaba a todas horas, me encantaba estar con ella.

Lo mejor de todo era que si no la buscaba yo, era ella la que venia a por mi para proponerme trucos que habia visto en internet. No queria atribuirme todos los meritos, pero la tristeza fue abandonando el rostro de mi tia, cada vez se la veia mas alegre. Puede que se equivocara alejandose de nosotros, pero se merecia ser feliz.

- Este truco te sale ya a la perfeccion.

- Eso espero, porque manana tengo un cumpleanos.

- ¿Quieres que vaya como ayudante?

- ¿Lo dices en serio?

- Claro, hasta que encuentre trabajo necesito estar distraida.

- Por mi, genial.

- Tendrias que aprender ese truco de cortarme por la mitad.

- No, no, a ver si va a salir mal...

- Tendrias que elegir con que parte te quedas.

- Con la de arriba, si no tendria que hablarte a los pies.

- ¿Estas despreciando mi culito?

- No... yo... bueno, que...

- Tranquilo, te estaba tomando el pelo.

Cumplio con su palabra y al dia siguiente me acompano a la fiesta. Yo siempre me ponia nervioso en todas mis actuaciones, pero ella sabia como calmarme. A mi me salieron todos los trucos bien, pero fue mi tia la que acaparo casi toda la atencion con su simpatia. Se nego a que le diera la mitad del dinero, aunque estaba claro que nos tendriamos que acabar entendiendo, porque juntos el show mejoraba mucho.

Volvimos a casa muy contentos, con un subidon enorme. Nunca la habia visto tan feliz. Mi tia se fue directa a la ducha y yo me quede en mi habitacion ordenando un poco, hasta que, veinte minutos despues, ella volvio del cuarto de bano, con una toalla bastante pequena alrededor de su perfecto cuerpo, y yo me dispuse a salir.

- Hugo, espera un momento.

- Dime.

- Se me ha ocurrido un truco nuevo.

- ¿De que se trata?

- Creo que podrias hacer desaparecer algo.

- Todavia no estoy a ese nivel.

- Tu intentalo.

- ¿Como?

- Agitando la varita.

- No la tengo aqui.

- Da igual, haz como si la llevaras en la mano.

No sabia hasta donde pretendia llegar, pero le hice caso y fingi agitar la varita. Justo en ese momento, mi tia dejo caer la toalla y dijo que habia hecho desaparecer su ropa. Hubiese querido taparme la cara, pero no fui capaz. La vision de su cuerpo desnudo me dejo como hipnotizado. No podia parar de mirar su sexo depilado, y menos aun esas tetas que todavia eran mas impresionantes al descubierto.

Sabia que estaba tan a gusto conmigo como yo lo estaba con ella, pero nunca imagine que tambien tuviera ese tipo de deseos hacia mi. Se trataba de algo totalmente prohibido por nuestra relacion familiar, pero en ese momento solo deseaba abalanzarme sobre mi tia. No hizo falta, fue ella la que se acerco hasta que quedamos bien pegados.

- ¿Que estas haciendo, tia?

- Quiero que desaparezca la distancia entre nosotros.

- Ya casi no la hay.

- Y quiero tambien hacer desaparecer tu lengua en mi boca.

Tras decir eso, mi tia poso sus labios en los mios y comenzo a besarme. Yo imite todos sus movimientos sin tener ni idea de lo que debia hacer. Ella me iba guiando, tanto al abrir la boca y entrelazar nuestras lenguas, como al agarrar mis manos y colocarlas ambas en su turgente trasero. Todavia tenia el cuerpo entero humedo.

Tuve una ereccion inmediata, mi pene debio clavarse en su entrepierna de la misma manera que yo notaba sus duros pezones contra mi torso. Estaba aprendiendo a besar por momentos, a animarme a recorrer todo su cuerpo con mis manos. Aunque lo deseaba, nunca imagine que pudiera ocurrir algo asi, pero no pensaba desaprovechar la oportunidad.

Despues de un buen rato besandonos, mi tia Carolina se dio media vuelta y coloco sus nalgas contra mi abultado paquete. Yo no perdi el tiempo y le agarre sus tetazas con ambas manos, al mismo tiempo que me inclinaba para besarle el cuello. Ella no paraba de mover el culo, haciendo que mi polla se pusiera tan dura que sentia que iba a reventar.

Deseaba empujarla contra mi cama y follarmela, pero no me atrevia a dar ningun paso. Finalmente fue ella la que volvio a girarse y comenzo a quitarme la ropa muy lentamente. Cubria con besos cada parte de mi cuerpo que dejaba al descubierto, dedicandome miradas de lo mas lascivas. Una vez que me bajo los pantalones, sostuvo mi verga entre sus manos y lamio la punta.

- Por fin estoy con un hombre que me sabe valorar.

- ¿Que va a pasar ahora?

- Que voy a hacer desaparecer tu virginidad.

Continuara...