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21 Feb 2024Me Enfiestaron entre mi tio y su vecino de Carlos me mando directamente a la cama, quedando a centimetros de esa enorme cosa… Y creo que el morbo pudo mas que nada… Mi Tio me acerco la pija a la dejo rozando mis labios… no me pude resistir y agarre ese inmenso trozo de carne con ambas manos y note que sobraba mucha pija… comence a lamersela suave y trate de metermela en la boca, pero apenas entraba la cabeza y un poquito mas.

Mientras se la chupaba, comence a imaginarme como seria cuando me la meta, si entraria toda y si me doleria o me daria mucho placer, o ambas… En ese momento algo me saco de mis pensamientos… Note como Carlos desde atras me bajaba la calza y la tanguita, dejandome con el culo al aire. Yo abri las piernas para facilitarle la tarea, me saco las zapatillas y el resto de la ropa, me di vuelta para mirarlo y sonrei al verlo totalmente desnudo, con su pija parada y lista para la accion… Tenia una pija grande tambien, si bien no era tan grande como la de mi tio, era mucho mas grande que la de mi marido. En ese momento recuerdo que pense: Me saque la grande. Me voy a comer dos tremendas pijas al mismo tiempo.

Mientras pensaba eso, mi tio comenzo a sacarme la remera y el corpino, dejandome totalmente desnuda ante ellos.

Esteban: Siempre me gustaron estas tetas que tenes, son tan grandes que mil veces las miraba y las deseaba durante las reuniones familiares, y ahora son todas mias…

Me decia eso mi tio mientras se volvia loco y ponia su cara entre mis tetas, las recorria con su lengua y me apretaba los pezones entre sus labios… eso me tenia super excitada, saber que mi tio deseaba mis tetas desde hacia tiempo ya…

Mientras mi tio se entretenia con mis tetas, Carlos aprovecho para ponerme su pija en mi boca, para que se la chupe… cosa que hice con gusto… entraba un poco mas facil que la de Esteban, pero igual costaba… se la estuve chupando apenas unos segundos y la retiro de mi boca y se puso atras mio… Enseguida comprendi que me la iba a meter. Yo estaba en 4, asi que me incorpore un poquito mas, mientras arqueaba la espalda y senti como su cabeza caliente entraba apenas unos centimetros en mi ya muy humeda conchita… no le costo nada que su pija siga entrando, ya que mi concha estaba tan mojada, que no hubo resistencia alguna… y senti como se iba deslizando adentro mio… la sentia centimetro a centimetro como me iba penetrando mas y mas… hasta que senti su pelvis chocando contra mi cola. Ahi supe que ya la tenia toda adentro… y sin poder disfrutar de ese momento, mi tio me volvio a poner su enorme pija en la boca, para que se la siga chupando.

Ahi estaba yo, ensartada desde atras con una pija grandota, y con una pija aun mas grande en la boca, deseando sentirla adentro mio tambien.

Asi estuvimos unos minutos, Carlos bombeandome desde atras, mientras que yo se la chupaba a mi tio, y el se entretenia agarrandome las tetas y amasijandomelas con mucha fuerza, y con ganas atrasadas tambien…

Hora de cambiar, Carlos me la saco y se coloco acostado en la cama, ofreciendomela para que se la chupe, mientras que mi tio Esteban se colocaba detras de mi para metermela.

Creo que no me dolio tanto como esperaba, porque Carlos me habia cogido un rato con una pija grande tambien… pero igualmente sentia la diferencia… cuando mi tio me metio solo la cabecita, me hizo doler un poco, y se freno, seguramente debido a su experiencia cogiendose a otras mujeres que no estaban acostumbradas a su tamano – pense – cosa que despues mi tio me lo confirmo.

Una vez que mi concha se adapto al tamano de su pija, comenzo a meterla un poquito y sacarla otro poquito, fue suave con sus movimientos, lo hacia todo despacio al principio…. Despues me conto que solo a pocas mujeres se la podia meter de una, mi tia era una de ellas porque ya estaba acostumbrada a su tamano, y alguna que otra amiga tambien.

Cuando por fin llego hasta el fondo, senti un dolor grande adentro mio, como si me estuviera presionando el utero… lo peor es que todavia no sentia su pelvis contra mi cola… o sea, no me la habia metido toda aun… pero sentia como me pinchaba algo adentro al principio, hasta que me fui acostumbrando y ese dolor se me fue pasando.

No tenia mucho tiempo para pensar en dolores, ya que tenia la pija de Carlos en la boca, y sentia que cada vez que yo me quedaba quieta, el comenzaba a moverla adentro de mi boca, obligandome a chuparsela constantemente. Solo me quede quieta cuando tuve mi primer orgasmo… cerre los ojos y me saque la pija de Carlos de mi boca, mientras arqueaba aun mas la espalda y se tensaban mis piernas… hacia muchos anos que no tenia un orgasmo tan intenso, tan lindo…

Mi tio tambien se dio cuenta y se detuvo un instante, mientras yo disfrutaba de ese regalo tan lindo que es un orgasmo de los grandes…

Despues de unos segundos, note como salia de adentro mio la enorme pija de mi tio. El se coloco acostado en la cama y su enorme verga apuntaba al techo… parecia mas grande todavia, y me invito a que me sentara en ella y lo cabalgue, con mis ritmos y mis tiempos me dijo, cosa que hice enseguida. Me puse sobre el y senti como de nuevo le costaba entrar al principio en mi vagina, pero luego de unos segundos comenzo a entrar y me clave hasta la mitad.

De a poco comence a moverme sobre el, lo cabalgaba despacio, procurando que su pija entre en mi cada vez mas profundo, me habia puesto la meta de comerme entera esa pija.

Mi tio comenzo a meterme un dedo por el culo, y despues dos… y luego senti la pija de Carlos empujando para entrar por mi culo, que si bien no era virgen, tampoco tenia tanto uso… pero senti que entro la cabecita y di un gritito, que mi tio enseguida se encargo de hacermelo olvidar, ya que me clavo su pija mas adentro aun… al mismo tiempo me agarro las tetas y me las apreto con fuerza… A esa altura me dolia todo, el culo, la concha y las tetas, despues mi tio me dijo que cuando hay muchos dolores juntos el cuerpo se confunde, y asi fue, ya que dio paso al placer casi inmediatamente…

Yo estaba ensartada por la enorme verga de mi tio y por atras estaba entrando Carlos con una pija que era grande tambien… y comence a sentirlos moverse adentro mio… era algo unico, ya que nunca habia experimentado una doble penetracion… y mucho menos con dos enormes pijas… estaba en la gloria… sentia como entraban al mismo ritmo a veces, y otras veces iban desparejas… y no se que me gustaba mas… lo que se, es que en ese momento vino mi segundo orgasmo, mas fuerte que el anterior. Esta vez lo grite como una loca, lo disfrute aun mas que el anterior, y mientras gemia, podia ver la inmensa sonrisa en la cara de mi tio, quizas sabiendo que estaba haciendo las cosas tan bien, que ya me habia arrancado mi segundo orgasmo de la manana.

En ese momento senti como Carlos comenzo a acabar adentro de mi culo… sentia su leche caliente que era depositada dentro mio de a chorros… interminables chorros… esa sensacion es hermosa, cuando te llenan de leche… Me volvio a la realidad la pregunta de mi tio:

Esteban: ¿Te cuidas? ¿Tomas la pastilla o tenes un Diu?

Mirta: No tio, nada de nada…

Enseguida entendi que no me queria acabar adentro de la concha mi tio, y me levante de inmediato pidiendole que me acabara sobre las tetas… sabia que eso le encantaria por todo el rato que se entretuvo con ellas, asi que le pregunte si le gustaria acabarme en las tetas o en otro lugar… y me dijo que muchas veces penso en acabarme en las tetas, y asi lo hizo…

Yo me sente en la cama y mi tio se paro adelante mio y comenzo a pajearse, y en 15 o 20 segundos ya me estaba llenando las tetas de leche… pero llenandomelas literalmente hablando… rea tan grande la cantidad de leche que salia de su pija, que me quede asombrada al ver como me la tiraba y tiraba entre las tetas… y eso que tengo tetas grandes, pero me las tapo por completo con su leche… era algo magnifico verlo acabar…

Descansamos unos minutos, mientras yo notaba que tenia mucha leche aun entre mis tetas y bastante me salia tambien de mi adolorido culito… asi que me fui a dar una ducha, para comenzar con las preparaciones para la cena de esta noche…

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31 Jan 2024A solas con mi tio Como puede cambiar la vida en un momento...

Saludos a todos los lectores que hayais acabado aqui... Mi nombre es S..., tengo 18 anos y vivo en Madrid. Soy morena, de piel blanquita y ojos verdes. La historia que voy a contarles es la historia de como me hice una mujer.

Desde bien jovencita siempre he sentido mucha atraccion por todo lo que tiene que ver con el sexo, siempre buscando revistas y libros de mi madre, y algunas veces entrando en su historial del navegador. Las primeras nociones sobre sexo anal, bukake o shemales fueron viendo los videos que ni madre frecuentaba en cierta pagina naranja. Tambien estaba ( y creo que esta) muy enganchada a Todorelatos, donde las categorias que mas frecuentaba era no consentido, fetichismo y amor filial.

Mi madre se llama M..., y se divircio hace un monton de tiempo. Yo apenas tuve relacion con mi padre, pero mi tio J... Lo ha sido todo para mi. Es un poco cunado, y siempre me esta palmeando el culo, pero lo adoro. Ademas me encanta como cocina, precisamente el domingo pasado nos hizo un gazpacho de mango espectacular.

Como os iba diciendo, el sexo siempre ha sido una atraccion para mi, aunque no habia estado con un hombre hasta ahora. Bueno, he tenido novio, Edwing, pero lo unico que hice con el fue cascarle algunas pajas y dejarle que me tocara las tetas. No quise nunca que me tocara el chichi, porque queria reservarlo para alguien especial... Aunque mientras que llegue ya me lo toco yo, jajaja. La verdad es que todas las noches, para dormir mejor, me hago un buen dedito. Me encanta recordar las cosas que he visto en los videos de mi madre, esas enormes pollas echando la leche sobre mi, o preciosas mujeres con grandes penes. Tambien me pone mucho recordar un sueno que tuve en Reyes, que sone que el Rey Melchor me hacia correrme con su lengua. Y confieso que tambien fantaseo con mi tio. Esas manos grandes y fuertes alrededor de mi cintura, atrayendome hacia el... Ese bulto que se le marca en los pantalones de pijama, ese olor a tabaco y cerveza tan caracteristico de el. Mas de una vez me he frotado el cono pensando en ello. Y llego mi momento....

Ayer mi madre no iba a estar en casa, asi que decidi llamar a mi tia para que me invitara a comer en su casa...

- Yo manana trabajo hasta las seis, S..., pero el tio llegara sobre las dos, come con el.

- Vale, tia... Pero dile que me haga algo rico.

- Seguro que te lo hace. Hasta manana

Al dia siguiente, sali del instituto a las 14:45... A las 15:00 ya estaba tocando el telefonillo de casa de mis tios. Cuando mi tio me abrio, estaba en albornoz, acababa de salir de la ducha, y llevaba un ovillo de ropa que metio en la lavadora.

- Hola churrina... Voy a vestirme, ahora vuelvo.

Y se fue a la habitacion. Yo fui silenciosamente detras de el, pero cerro la puerta, asi que no pude verle desnudo. Volvi a la cocina, y , tras morderme el labio inferior y decidirme, abri la lavadora y saque la ropa que acababa de meter. Oli primero la camiseta. Olia a hombre, un olor seco y dulzon. Despues los calzoncillos, unos boxer. Los acerque a mi nariz y aspire, profundamente. Un olor intenso, amargo....mis bragas se mojaron al instante. Cuando muera quiero que ese sea el ultimo olor que sienta. Y por ultimo los calcetines, aun humedos de sudor, con un fuerte olor a queso rancio que tambien aspire con fruiccion. Me encanta el olor de mi tio.

Cuando escuche la puerta de su dormitorio abrirse, meti la ropa de nuevo en la lavadora, toda excepto el calzoncillo, que me guarde en mi mochila. Deseaba masturbarme mientras olia y lamia ese trozo de tela. Mi tio sirvio la comida, que ya estaba en dos platos distintos, y nos pusimos a comer, uno frente al otro. Estabamos comiendo una lasana, con mucha bechamel por encima. El tio no dejaba de mirarme comer, se ve que le preocupa que me alimente.. en algunos momentos que me caia salsita de bechamel por la comisura de los labios, el sonreiay le brillaban los ojos...

- S..., no quiero que dejes ni gota de bechamel, que es lo que mas alimenta.

- Como me digas tio - y no deje nada, lo rebane todo con pan.

Tras terminar de recoger, nos fuimos al salon y nos pusimos a ver la tele en el sofa... Yo, como tantas veces, me tumbe y apoye mi cabeza en las rodillas del tio, y el se puso a acariciar mi pelo, como hacia siempre.

Como siempre no.

Su respiracion era distinta.

La mia tambien.

El calor que subia desde la parte de abajo de mi vientre hacia que mi corazon palpitara. Los dedos de mi tio enredandose en mi cabello...su respiracion. Podia sentir sus latidos en la pierna, en mi oreja, estaba acelerado. Y yo tambien. Decidi hacerme la dormida. Siguio un buen rato atusandome el cabello, hasta que paro, me miro y susurro mi nombre. Yo no conteste. Estaba "dormida".

Sus dedos abandonaron mi pelo. Primero acaricio mi nuca, muy levemente, haciendo que el vello se pusiera de punta y me estremeciera. Paro al momento. Yo hice como que roncaba. No queria que se detuviera. Cambio y llevo sus dedos a mi frente, muy levemente, acaricio mis parpados, siguiendo el contorno de mis ojos, la nariz.... Hasta que llego a mis labios. Dibujo lentamente el contorno, haciendome cosquillas y obligandome a mordermelos. Los entreabrio con uno de sus dedos. Yo queria lamerlos, chupar sus dedos, pero me tenia que contener, asi que me dejaba hacer... Su dedo entro entre mis labios, llegando a mis dientes, que acaricio... Entonces me sorprendi. Senti como se llevaba ese dedo a su boca y lo chupaba. Un escalofrio subio por mi espalda. Volvio a meter el dedo en mi boca. Estaba muy mojado. Era su saliva. Tuve que contenerme para no succionarlo.

Mi chochito estaba muy muy mojado, la situacion me superaba. Decidi darle un poco mas de accion a la situacion. Siempre haciendome la dormida, me puse boca arriba sobre su regazo, llevando mi mano izquierda junto a mi cabeza, justo encima de su paquete. Se notaba a traves de la tela del pijama que ya estaba duro. Volvi a oirle resoplar. Me dije "esta es la mia" , y me subi la camiseta, como si me fuera a rascar una teta. No llevaba sujetador. El pene del tio dio un salto bajo mi mano. Segui rascando lentamente, debia tener una vista privilegiada de mi tetita.... Aparte la mano, dejandola a la vista. Di un par de ronquidos y "segui durmiendo".

Paso un ratito en que el tio no debia saber que hacer .. espero que no notara como sonrei cuando senti sus dedos acariciando mi pezon muy sutilmente. Apenas se notaba, aun no tenia confianza. Era momento de rascar mi otra teta. Su polla palpitaba, aprisionada bajo mi mano. Si hubiera tenido mas valor, la hubiera sacado y me la habria metido entera en la boca en ese instante. Sus dedos empezaron a apretar mi pezon muy levemente, yo pellizque el mio, emitiendo un gemido. Mi tio aparto su mano rapidamente al oirme. Yo empezaba ya a no para der controlarme. Aparte mi mano izquierda de su regazo y agarre el pezoncito que habia dejado libre. Los aprete los dos, respirando agitadamente. Entreabri un poco los ojos, y vi al tio mirando fijamente mis tetas relamiendose. Gire mi cara hacia la izquierda, restregandola contra la ereccion de caballo que tenia en ese momento. Y abri los ojos...

Nos miramos el uno al otro a los ojos, ya sin sorpresa. Yo veia amor y lujuria en los suyos. Me pregunto que veria el en los mios.... Solo se que se agacho y beso mis labios. Mi lengua, hambrienta, busco la suya, mis manos dejaron mis pezones. La izquierda se aferro al cuello del tio, no queria que se separara jamas de mi boca. La otra busco el cinturon de mis vaqueros, mientras me quitaba las zapatillas con los pies. Me quite los pantalones y salte sobre el, sentandome a horcajadas en sus piernas. Me puse como loca a lamer sus labios y su barbilla, mientras me quitaba la camiseta que ya no me estaba tapando nada. Estire mi espalda y puse una de mis tetitas en sus labios. No tardo en empezar a lamerlo y succionarlo.... Despues el otro. Yo mientras frotaba mi pepe contra su polla dura. Parecia un palo. El seguia mordisqueandome...

- Te gustan mis tetitas, tio?

Me miro y me pregunto:

- Estas segura de esto?

- Segurisima.

Volvi a comerle la boca mientras mi cono se restregaba contra el. Estaba mojadisima. Me aparte y me arrodille entre sus piernas. Su pantalon de pijama estaba mojado, seguramente de las babas de mi cono. Cogi la cinturilla del pijama junto a la del calzoncillo y tire hacia abajo.

El pene salto como un resorte, golpeando contra su tripa. Una polla grande, venosa, preciosa. Era el doble que la de Edwing. Mis manos tan pequenas no la agarraban del todo, los dedos no le daban la vuelta. La cogi con las dos y comence a besar la punta

- Es la primera vez que hago esto, tio.

Su respuesta fue agarrar un buen mechon de mi pelo y metermela en la boca. Tengo agarrada su polla con las dos manos y solo me entra en la boca la mitad de lo que sobra ... Mi lengua recorre cada pliegue de su glande, saboreo esa babilla dulzona que corona la punta de su polla. Esta riquisima. Su mano dirige mi cabeza, metiendo cada vez mas adentro su falo. Me esta follando la boca. Mis manos sueltan ese tronco duro... La izquierda acaricia sus testiculos. La derecha me acaricia el clitoris. Estoy tan cachonda que apenas me toco el botoncito me corro como una perra... El tio sigue metiendo y sacando su rabo de mi boca, juego con sus huevos... Levanto mis dedos llenos de flujo y se los meto en la boca... A ver si se da cuenta de lo que quiero....

El tio es un hombre espabilado.... Se levanta, me coge como si fuera una muneca de trapo y me pone a cuatro patas en el sofa, con mi cara contra la pared. Se arrodilla en el suelo detras mia y empieza a lamer mi cono desde atras. Siento si nariz en la entrada de mi culo mientras su lengua lame y relame mi pepitilla. Va comiendo del cono al culo y del culo al cono. No para. Me estremezco. Sus manos acarician mis nalgas.

- Sabes contar? - me pregunta....

- Claro que si, tio - le respondo mordiendome el labio, muriendome de gusto.

- Pues cuenta...

PLASSSSSSSS!!!!!!..... El azote que descarga sobre mi culo resuena en toda la casa. Me derrito de gusto, me castiga y me da placer a la vez. Estoy como en una nube. No quiero que esto acabe. Nunca.

El orgasmo me hace gritar, me corro en su boca, noto como mis fluidos empapan su cara...

- Uno.

Sigue lamiendome el culo, metiendo su lengua todo lo que puede... Me va a volver loca.

PLASSSSSSS!!!

- Dos.

Asi hasta cinco. Noto mi trasero caliente, seguramente me deje moraton. Me encanta. La sensacion que siento con su lengua en mi ojete me deja anodadada... Creo que me he corrido por el culo. Mi cerebro no puede procesar tanto placer...

Me da la vuelta y me sienta, el de rodillas en el suelo, entre mis piernas. Coge mi pie y me quita el calcetin. Empieza a chupar los deditos. Su lengua recorre cada una, cada hueco entre los dedos, me mira a los ojos mientras lo hace, yo vuelvo a acariciar mi vagina... Tengo el chochito mojadisimo. Igual con el otro pie. Me encanta. Cuando considera que ha terminado, me coge de la cintura y me atrae hacia el. Sigo acariciando mi vulva, el me mira y me dice que no pare....

- Quiero que me digas cuando te vas a correr ..

Me sigue mirando mientras me masturbo para el.... Cuando siento que ya viene el orgasmo, le digo...

- Me voy a correr, tio....

El levanta su mano mientras yo empiezo a temblar, y echa sobre ella un sonoro escupitajo... Ojala me lo hubiera echado en la boca.... Se lo extiende por la polla, dejandola bien mojada, y, ni corto ni perezoso, me la mete en el cono de un golpe mientras me estoy corriendo.

Siento al menos tres orgasmos continuados, si no simultaneos. El del dedazo que me estoy haciendo para el, el de sentir como mis entranas se abren al paso de semejante nabo y el de darme cuenta que el hombre que mas quiero del mundo me acaba de romper el himen. Le quiero. De verdad. Ahora, gracias a el, soy una mujer.

Tras esa sucesion de orgasmos, me sigue martilleando, es imparable. Su pollon se abre paso dentro de mi. Me corro una y otra vez. Estoy agotada, y el lo nota...

Sale de mi, y se pone de pie...tengo su polla frente a mi cara. Preciosa. Tiene unos restos de sangre, me ha debido romper bien. Se empieza a masturbar. Su mano sube y baja el pellejo de su polla, se me hace la boca agua. Se que va a correrse el. Me relamo...

- Quiero tu leche, tio. Correte en la cara de tu sobrina. Por favor...

Su polla empieza a escupir sobre mi cara, noto el calor de ese liquido espeso cayendo entre mis ojos, por mis mejillas... Cuando termina de echar semen me mete el rabo en la boca. Saboreo su leche, amarga.... Esta riquisima. Cuando se la dejo bien limpia, la saca de mi boca y se derrumbe junto a mi. Yo acerco mi cara a la suya y le beso. Con mi dedo voy arrastrando todos los pegotes de lefa que tengo en mi cara hacia mi boca. No dejo ni gota, como con la bechamel. Nos abrazamos y nos besamos. Primero poco a poco.... Despues va subiendo la intensidad...

Otra vez tengo el conito mojado. Su polla vuelve a estar tiesa. Me siento sobre el y se la agarro. Me la meto yo misma. Empiezo a saltar sobre el, ahora voy a ser yo quien se folle al tio. De pronto para de empujar. Le miro y veo que mira asombrado detras de mi...

Me giro y detras de mi esta mi tia. No la hemos oido llegar.

No esta enfadada. Simplemente nos mira.

Con curiosidad.

Y sonrie...
30 Dec 2023Mi hermanastra se muda a casa Amor filial, sexo oral, voyeur. Jaime vive con su padre y su madrastra, pero un dia Carol, su hermanastra, vuelve a casa desde Argentina para preparar el acceso a la universidad y para incendiar su vida...

“Con lo tranquilo que yo estaba…”

Capitulo 1

Jaime se encontraba recostado sobre su cama, el zumbido del aire acondicionado se mezclaba con el sonido de los videos que veia en su telefono inteligente, hacia poco, habian sacado un videojuego que le encantaba, pero que todavia no podia permitirse, asi que, ahi estaba, viendo como otros jugaban.

Aquella tarde de fin de verano era calurosa, quedaba muy poco para el inicio del instituto de nuevo y lo cierto es que Jaime tenia muy pocas ganas de que empezase. Ademas, su hermanastra, Carol, iba a vivir con ellos aquel curso. Sus padres se habian casado hace tres anos, y hasta este verano, Carol habia estado viviendo con su padre en Argentina. Pero ahora tocaba preparar el expediente academico para ingresar en la universidad, asi que, asi estaban las cosas.

Sin embargo, la idea de compartir su hogar y su rutina diaria con ella lo ponia nervioso. Siendo hijo unico, siempre habia valorado su espacio personal y sus momentos de soledad. No sabia si estaba preparado.

Jaime y Carol se habian visto una vez en realidad, al vivir tan lejos, nada mas habian coincidido en una comida familiar que habian realizado en Navidad hace muchos anos. Lo cierto es que le habia parecido una chica muy atractiva y de lo mas inteligente. Y eso, eso le hacia sentir un poco inseguro, porque en realidad, sentia una especie de deseo carnal por su hermanastra que lo incomodaba.

Jaime era, por decirlo de alguna manera, un chico sencillo. Le gustaban los videojuegos, disfrutaba leer en sus ratos libres y era aficionado a la informatica. De hecho, ya habia realizado sus primeros intentos programando algunas paginas web. Sin embargo, con las chicas era una historia diferente: se ponia nervioso y, en general, no lograba conectar con ellas. Pero aquel verano, no obstante, habia conocido a una chica en las fiestas de su pueblo y habia perdido la virginidad con ella, de lo cual Jaime culpaba a la desinhibicion por el alcohol que habia bebido.

De pronto, un mensaje le saco de sus pensamientos.

—Va a llegar Carol, recibela cuando puedas.— Ponia el WhatsApp de su padre.— Llegare de trabajar tarde, asi que ensenale la casa y que se sienta comoda.

—Ok! Vale— Respondio Jaime sin mucho entusiasmo.

Jaime bajo las escaleras y se dirigio hacia la cocina, donde preparo una jarra de limonada bien fria para recibir a Carol. Se sento en la mesa y empezo a jugar con su telefono, mientras esperaba que llegara su hermanastra.

Pero, para su sorpresa, alguien llamo al timbre de la puerta. Jaime fue a abrir y se encontro con una chica practicamente desconocida, con una maleta en la mano y una gran sonrisa en el rostro.

—Hola, soy Carol— dijo la chica con una voz dulce y un leve acento argentino.

Jaime se quedo boquiabierto, no habia reconocido a su hermanastra, la chica era aun mas guapa de lo que recordaba de Navidad. Era alta y delgada, con una larga cabellera castana y unos ojos color miel que lo miraban con curiosidad.

—¿Jaime, verdad?— pregunto Carol tendiendole la mano.

Jaime reacciono y estrecho la mano de su hermanastra, bajando la mirada para no sentirse tan incomodo con su presencia.

—Si, soy yo. Pasa, por favor— respondio sonriendo ligeramente.

Carol entro en la casa y Jaime la siguio hasta la cocina, donde le sirvio un vaso de limonada.

—Muchas gracias— agradecio Carol con una sonrisa sincera.

—¿Que te parece la casa?— pregunto Jaime intentando iniciar una conversacion.

—Es muy bonita, me gusta la decoracion. Y gracias por la limonada, es muy refrescante. Pero, ¿donde estan todos?— pregunto Carol mirando a su alrededor.

—Papa esta trabajando, llegara tarde. Asi que, me toca hacerte de anfitrion. ¿Quieres que te ensene la casa?

Carol asintio y los dos salieron de la cocina. Jaime le mostro todas las habitaciones, el jardin y la zona de estudio que compartian.

Mientras caminaban por la casa, Jaime no podia dejar de notar que Carol era diferente a todas las chicas que habia conocido antes. Era inteligente, divertida y habia viajado por diferentes paises, lo que la hacia interesante a sus ojos.

Pero el no podia dejar de mirarla y sentir esa incomoda atraccion hacia Carol. Cada vez que la miraba, sentia un cosquilleo en el estomago y se ponia mas y mas nervioso. Aquella chica era preciosa, llevaba un top blanco que dejaba al descubierto su abdomen totalmente plano y una falda que bailaba sobre su culo perfectamente puesto. Jaime tenia miedo de que le pillase mirandola.

Ella, por su parte, parecia completamente ajena a los conflictos internos de Jaime. Estaba fascinada por la casa, haciendole preguntas sobre cada detalle de la decoracion y contandole anecdotas de los lugares que habia visitado.

Despues de un rato, los dos se sentaron a charlar en el salon. Carol le conto sobre su vida en Argentina, las costumbres que alli tenia, su amor por la musica y su deseo de terminar su carrera de medicina en Espana. Jaime se encontraba cada vez mas cautivado por ella, estaba claro que eran dos personas completamente diferentes, pero tambien sintio que encajaban bien juntos.

En un momento, Carol bajo la vista hacia su telefono y vio el mensaje de su padrastro.

—Parece que papa va a demorar un rato en llegar —comento, levantando la vista hacia Jaime—. ¿Como lo llevas con tener una hermanastra? No ha de ser facil.

Jaime se rio con ironia.

—No, no lo es. Es especialmente complicado cuando esa hermanastra es tan… —no pudo encontrar la palabra correcta. Especial, impresionante, atractiva, ¿que podria decir sin liarla?—. Diferente —acabo diciendo.

Carol sonrio con el cumplido.

—Espero poder hacerlo mas facil con el tiempo —dijo—. Tengo ganas de llegar a conocerte mas, Jaime. Creo que podriamos llevarnos muy bien.

Se rieron un rato juntos, hasta que Carol se dispuso a preparar su cuarto, Jaime, a su vez, se dirigio al suyo y encendio el video que estaba visualizando antes, aunque no le presto atencion, su mente estaba en la sonrisa y el cuerpo de su hermanastra.

Unas semanas despues, Jaime habia quedado con unos amigos, pero se habia hecho tarde. Habian estado jugando al baloncesto en unas canchas cercanas y, posteriormente, compartieron unas cervezas entre risas y bromas. Estaba cansado, por lo que decidio irse a casa para jugar un rato al ordenador y luego ir a la cama.

Al llegar a su casa, Jaime fue recibido por un penetrante silencio. Los pasillos estaban vacios y no habia ninguna lampara encendida ni ruidos familiares. Dedujo que sus padres debian de haber salido a cenar. Sin perder tiempo, subio a su habitacion en el segundo piso con la intencion de encender el ordenador. No obstante, justo cuando estaba a punto de abrir la puerta de su habitacion, escucho algo que lo hizo detenerse.

El sonido procedia del cuarto contiguo, el de Carol. Los ruidos la delataban; Carol estaba explorando su placer con un satisfyer, y no parecia saber que Jaime habia llegado a casa. Jaime se quedo paralizado, escuchandola.

Inseguro, se aproximo con cautela a la pared que dividia sus habitaciones. Lentamente, acerco su oreja a la superficie fria para escucharla mejor. Los gemidos de Carol resonaban por todo el espacio, bajos y temblorosos, pero innegablemente eroticos mientras se entremezclaban con el zumbido de su juguete sexual.

Cada sonido que Carol emitia empezo a atraerlo de maneras que no podia comprender. La linea entre lo prohibido y lo aceptable se habia volatizado y su miembro empezo a endurecerse.

Jaime cerro los ojos y respiro profundamente, apenas podia escuchar su respiracion debido al ritmo de su corazon, intentaba controlar sus emociones revueltas. Pero, cada vez que lo hacia, el ardiente gemido de Carol volvia a resonar en sus oidos.

Sabia que debia alejarse, sabia que estaba adentrandose en terreno peligroso, pero algo dentro de el lo mantenia pegado a la pared, hipnotizado por los gemidos de su hermanastra.

En ese momento, el zumbido aumento, senal inequivoca de que habia aumentado la intensidad del juguete. Jaime tomo una dificil decision y, tragando saliva, se acerco a la puerta del cuarto de Carol.

La puerta estaba entreabierta y, a traves de la rendija, pudo ver a Carol. Como si le hubiera golpeado una poderosa ola, se sorprendio por el deseo que la vision de Carol le provocaba. Su hermanastra acostada en su cama con los ojos cerrados y su rostro reflejando perfectamente los gemidos que habia estado oyendo.

Carol estaba inmersa en su mundo de satisfaccion, abandonada a su propio deseo, agarraba con una mano uno de sus pechos mientras con la otra, manejaba su satisfyer, y lo presionaba contra su clitoris mientras se retorcia y gemia cada vez mas fuerte, provocada por las olas de placer que el juguete le proporcionaba.

Jaime se retiro lentamente, sintiendose como un voyeur y regreso a su habitacion. Cerro su puerta suavemente y se acosto en la cama, la cara ardiente, la polla durisima y el corazon latiendo con fuerza en su pecho. Tenia la imagen grabada en la mente del cuerpo de Carol, desnudo, vulnerable, erotico…

Aun escuchaba los gemidos de su hermanastra a traves de la pared compartida. Inspirado por los sonidos y la vision todavia impresa en su cabeza, Jaime comenzo a masturbarse al ritmo de Carol.

Movia su mano al ritmo que le marcaban los gemidos, muy despacio, recreandose en cada matiz, imaginando como la penetraba ese mismo ritmo, como era el quien le arrancaba aquellos suspiros.

—Mmmm, que rico—suspiro ella—.

A Jaime se le paro el corazon y pego mas aun su oido a la pared, evocando en su mente las imagenes de la figura de Carol, retorcida, saltando entre intensidades de placer y relax, el sonido de su fluido mojando su juguetitos.

Carol se lo estaba tomando en serio, penso Jaime, quien a duras penas consiguio controlar su excitacion. Estaba a punto de alcanzar su climax.

Agarro algo de papel higienico y, procurando limitar el ruido, se dejo llevar por el orgasmo.

Al poco, escucho como su hermanastra se dirigia al bano y aprovecho, se levanto poco a poco y fue al salon, no queria dejar ninguna sospecha de que la hubiese escuchado. Cuando llego a la escalera, miro atras y miro hacia la puerta del bano pensando en ella.

Y de repente, la puerta se abrio. Cruzandose las miradas de ambos por un momento. Durante ese fugaz instante, una corriente electrica parecio atravesar el aire entre ellos. Luego, la puerta del bano se cerro con un golpe suave, rompiendo el silencio y la tension acumulada. Jaime se quedo un momento con el corazon galopante, su mente aun llena de la imagen de Carol.

Sin poder evitarlo, paseo su mirada por la puerta del bano una vez mas antes de continuar su camino hacia el salon. Comenzo a recoger algunas revistas y periodicos dispersos en el sofa, intentando mantener su mente ocupada en tareas mundanas.

A pesar de su esfuerzo, los sonidos del bano se hacian presentes en su mente. El correr del agua de la ducha competia con los latidos de su corazon. Se sento en el sofa y tomo la television remota para intentar distraerse, pero la pantalla parecia no tener nada interesante.

En medio de todos estos pensamientos, escucho a Carol salir del bano. La puerta se abrio y cerro delicadamente. Jaime podia oler el aroma a jabon y champu que se filtraba desde la puerta del bano y bajaba las escaleras.

Sin levantarse del sofa, volvio su mirada hacia donde habia aparecido Carol. Esta estaba vestida con una bata de bano y su cabello mojado caia sobre sus hombros.

—Jaime, ¿has visto mi telefono?—, pregunto Carol, mientras peinaba su cabello castano con los dedos.

—Tal vez esta en tu habitacion—, respondio Jaime intentando mantener la cordialidad, aunque su voz sono mas ronca de lo que hubiese deseado. El no sabia donde estaba el telefono, pues no lo habia visto en su habitacion cuando la espiaba, pero aquella situacion le incomodaba.

—Gracias—, dijo Carol con un toque de sarcasmo.—Oye, una pregunta, ¿cuando has llegado?—

Jaime parpadeo, tratando de mantener la calma y la tranquilidad.

—Hace unos minutos—respondio, haciendose el desentendido—. Estaba con unos amigos y se me ha hecho tarde.

Carol asintio, sin mostrar nada fuera de lo normal. Jaime se sintio aliviado. Camino hasta la cocina y tomo un vaso de agua para tratar de calmar su nerviosismo.

Sin embargo, a medida que los minutos pasaban, la tension entre ellos crecia cada vez mas. La corta distancia que separaba la sala de la cocina parecia ahora un abismo. La presencia de Carol parecia inundar cada rincon de la casa, haciendo que Jaime se sintiera incomodo y excitado a la vez.

Cuando Carol finalmente subio nuevamente a su habitacion, Jaime se dejo caer en el sofa y exhalo con fuerza. La adrenalina fluia por sus venas y podia todavia sentir el palpitar latente en su entrepierna. Miro su mano y vio como temblaba ligeramente.

Sabia que lo que estaba sucediendo estaba mal, que no deberia sentir esa atraccion hacia su hermanastra. Pero a la vez, lo que habia presenciado en su habitacion, los sonidos que habia escuchado, la imagen de Carol… todo eso echaba gasolina a su fuego interior.

Jaime decidio que esa noche debia aclarar su mente. Iba a salir a correr, desahogar su energia, alejar de su mente la imagen de Carol. Pero justo cuando estaba dispuesto a comenzar a cambiarse de ropa, escucho un golpe suave en su puerta. Miro para alla, preguntandose quien podria ser. No tuvo que esperar mucho para recibir la respuesta.

—Jaime, ¿puedo entrar?—dijo la voz de Carol al otro lado, haciendo que todo su cuerpo se tensara de inmediato.

Por un momento, Jaime quedo estatico, con el sonido de su propio corazon colmando sus oidos. Se aclaro la garganta y respondio con un breve:

—Claro, entra.

La puerta se abrio lentamente y Carol se asomo. Todavia llevaba la bata de bano, y sus cabellos estaban ahora secos, enmarcando galantemente su rostro en un aire de serenidad.

—Perdon por molestarte—dijo Carol, esbozando una sonrisa nerviosa—. Creo que mi telefono se cayo aqui mientras buscaba una camiseta tuya que me prestaste.

Jaime, ocultando su nerviosismo, la observo mientras ella escudrinaba la habitacion. Su mirada recorrio todo el lugar, pero se veia que no encontraba lo que buscaba.

—Lo siento, Carol—dijo Jaime—. No lo he visto.

Carol suspiro dirigiendole una mirada agradecida. Luego, parecio percibir algo y camino hacia el ropero del cual Jaime, minutos antes, habia sacado su ropa deportiva.

—Alla— afirmo, senalando una esquina del suelo justo debajo del ropero. Y, efectivamente, ahi estaba su telefono. Habia caido al suelo, al parecer, cuando Jaime habia sacado su ropa.

Carol se agacho para tomar su telefono y, al agacharse, la bata de bano se abrio levemente, revelando una vision que hizo que a Jaime se le cortara de nuevo la respiracion, sus pechos perfectos. Su corazon comenzo a latir a un ritmo mas acelerado y solo pudo mirar como Carol se ponia en pie nuevamente con el telefono en su mano.

—Gracias—afirmo ella, sonriendo—. Buenas noches.

Y con esas palabras, Carol salio de la habitacion, dejando a Jaime solo con su caos y su deseo. El se recosto en su cama, las imagenes de Carol llenandole la mente a pesar de sus esfuerzos por evitarlo.

—Joder —susurro el para si mismo.

Aquella noche no salio a correr.

Capitulo 2



Esa manana, Carol le lanzo una mirada interrogante en la cocina, algo en sus ojos le decia a Jaime que su hermanastra era plenamente consciente del caos que habitaba en su mente. Carol siempre ha sido perceptiva a los sentimientos de los demas.

—¿Jaime, todo bien? —pregunto, pasandole la mantequilla.

—Si, solo una mala noche —respondio Jaime con un encogimiento de hombros. Se concentro en untar la mantequilla en su tostada, evitando el contacto visual.

Carol solto una risita suave, su voz flotaba con un atisbo de burla.

—¿Demasiado ruido del barrio?—, pregunto ella, mientras tomaba un sorbo de su cafe.

Jaime se quedo helado, pensando que ella estaba haciendo referencia a los ruidos que habia escuchado la noche anterior. El busco en sus ojos cualquier indicio de que ella sospechara algo, pero no encontro nada mas que la diversion inocente.

—Algo asi—, se limito a responder Jaime, aparentando indiferencia. Sin embargo, por dentro, su estomago se retorcia de ansiedad.

—Adios —respondio Jaime automaticamente, todavia ausente en sus pensamientos.

Miro a Carol alejarse, sin poder evitar fijarse en su figura, y cuando escucho el ruido de la puerta principal al cerrarse, dejo escapar un suspiro, confundido por sus sentimientos.

Jaime sabia que no podia seguir asi. Necesitaba una distraccion, algo que le permitiera despejar su mente y darle un descanso a su corazon acelerado. Decidio levantarse temprano al siguiente amanecer para salir a correr, en la esperanza de poder aclarar sus pensamientos.

Al dia siguiente, Jaime, despues de terminar toda su tarea, al caer la tarde y, tal como habia planeado, se calzo las zapatillas y salio a correr.

Corrio durante mas de una hora, a traves del bosque cercano a su casa, en un intento por alejarse de todo. A pesar de que estaba fisicamente agotado, mentalmente se sentia aliviado de poder alejarse, aunque fuera por un momento, de su escandaloso deseo por Carol.

Jaime llego de nuevo a casa, agotado pero satisfecho, y se dirigio a la ducha, esperando que el agua caliente le limpiara el cuerpo y le despejara la cabeza.

Pero cuando abrio la puerta del cuarto de bano… Carol ya estaba alli, su cuerpo desnudo cubierto solamente por la cortina de la ducha. Jaime paro en seco, sus ojos recorrieron el cuerpo de Carol, atonito.

—Carol... —murmuro, tratando de sonar sorprendido y no excitado. Estaba respirando con dificultad, su corazon latia con fuerza en su pecho.

Carol se giro sorprendida hacia el, sus ojos se encontraron y por un segundo, tanto Jaime como ella se quedaron inmoviles, con la mirada fija en el otro.

—Lo siento,— balbuceo Jaime rapidamente, intentando retirarse del bano…

Pero justo cuando estaba a punto de salir, la voz de Carol le detuvo.

—No te vayas—dijo, y fue en ese momento que Jaime noto como su voz vacilaba un poco—. Solo dejame un momento para ponerme algo, ¿de acuerdo?

Jaime respiro profundamente y asintio, saliendo del bano. Se apoyo en la pared del pasillo y paso una mano por su rostro, intentando calmar el latido desenfrenado de su corazon.

Carol aparecio en la puerta del salon un par de minutos despues. Traia puesta una toalla azul que le llegaba desde el pecho hasta los muslos.

Tomo asiento en el sofa, dejando un espacio entre ellos, y sonrio. Sin embargo, su semblante cambio poco despues. Estaba algo nerviosa, pero debia tratar el tema.

—Te vi espiandome en mi cuarto el otro dia —dijo ella.

—Lo que hiciste no esta bien —continuo Carol. Jaime bajo la mirada, avergonzado y en silencio.

—Lo se —contesto el.

—Pero tambien admito que quizas haya… jugado un poco contigo al respecto y podria haber creado algunas expectativas —anadio Carol, cuyo tono de voz se quebraba al final.

Jaime la miro sorprendido. Ella parecia estar luchando por encontrar las palabras correctas, cosa rara porque Carol solia ser muy elocuente.

—¿Expectativas de mas? —pregunto Jaime, confundido.

—Bueno, digamos que me he dado cuenta de que a veces soy un poco coqueta contigo —dijo Carol, sus mejillas comenzaron a enrojecer—.

Jaime se quedo mirandola, sin palabras. No podia creer lo que estaba oyendo. No solo ella sabia que la espio, sino que tambien estaba reconociendo que le habia hecho ciertos coqueteos. Jaime, de pronto, tomo una determinacion, la deseaba, y todo lo demas daba igual.

Jaime trago saliva, sorprendido por la confesion de Carol. El corazon le latia a mil por hora y un calor inmenso lo inundaba por dentro.

—Y… ¿He tenido efecto en ti? —pregunto Carol, casi en un susurro. Jaime se quedo en silencio por unos segundos antes de responder.

—Si —murmuro Jaime, asintiendo.

Carol mostro una ligera sonrisa, tanto aliviada como preocupada.

—Yo… no queria complicar las cosas tampoco —admitio Carol, mirando hacia la ventana de la sala, como si tratara de encontrar las palabras justas en alguna parte—, pero parece que ya es demasiado tarde para eso.

El corazon de Jaime se detuvo por un segundo mientras las expectativas se formaban en su mente.

—¿Que sugieres? —pregunto Jaime, intentando mantener la compostura, pero su voz temblaba.

Carol retiro uno de los pliegos de la toalla y la retiro, quedandose completamente desnuda.

—¿Esto tiene efecto en ti, Jaime?— pregunto, con una sonrisa traviesa jugando en su boca.

Jaime trago saliva, su vista recorriendo la belleza natural de Carol, ahora completamente expuesta para el —mas aun de lo que sus fantasias se habian atrevido a imaginar—.

—Si —respondio, sus palabras apenas un susurro.

Carol rio levemente, un sonido de alivio mientras que se acercaba a Jaime. Su rosto ya estaba tan cerca que podia sentir su aliento, y antes de que Jaime pudiera decir algo, Carol se inclino mas, cerrando la brecha entre ellos con un dulce beso.

Inmediatamente despues, coloco su mano sobre su entrepierna, palpando su miembro y sintiendo su dureza.

—Sigo teniendo efecto en ti —Murmuro contra sus labios, con una risa traviesa.

Jaime gruno en respuesta, la sorpresa ya desaparecida y reemplazada por el deseo puro.

—¿Alguna vez te la han chupado Jaime?—Pregunto Carol.

Estas palabras fueron suficientes para colorear su rostro de un rojo intenso.

—No... nunca —respondio, bajando la vista. Sin duda solo habia estado en aquella fiesta de pueblo con aquella chica y no habia ocurrido aquello.

Carol sonrio nuevamente, parecia encantada con su respuesta. Sin perder tiempo, desabrocho sus pantalones y se dispuso a brindarle a Jaime la mejor mamada que podria desear.

Asi fue, Carol se arrodillo frente a el, se recogio el pelo en una coleta y empezo a jugar con su miembro. Jaime solo podia mirarla con los ojos bien abiertos, al principio sorprendido, luego relajandose, disfrutando de cada segundo.

—Carol…— logro balbucear. Ella levanto la mirada, sus ojos brillantes al encontrar los suyos. Eso solo le excito mas.

Ella no dijo mas palabras, Carol siguio lamiendo su duro miembro, sin dejarse ninguna parte y con la atencion dedicada al maximo en la tarea que tenia por delante.

Carol sabia lo que hacia. Sentia como su lengua paseaba por la punta, como le mimaba y como le daba cosquillas mientras con sus labios ajustaba bien al tallo de su pene, moviendose arriba y abajo.

Las repetidas caricias intimas de Carol estaban nublando su juicio, el extasis embargaba su ser y poco a poco Jaime se perdia cada vez mas. Era un placer que nunca habia experimentado y a cada segundo le atraia mas.

Podia ver los esfuerzos que Carol estaba haciendo, con sus ojos clavados en los suyos, lamiendo y chupando con tal fervor que no habia espacio para dudas. Era su hermanastra pero por un rato, en las rafagas de placer que llegaban una y otra vez, apenas podia recordar quienes eran. Todo lo que importaba era lo que estaba pasando entre ellos en ese momento.

En ese momento, un ruido llego desde la puerta del recibidor, estaban metiendo las llaves en la cerradura. Sus padres.

El mundo se detuvo por un instante. Carol retiro rapidamente su boca de su miembro y se puso de pie, apurada. Jaime se abrocho los pantalones como pudo y se volvio para mirar a la puerta de entrada.

Carol salio corriendo escalera arriba, completamente desnuda. Jaime se quedo en el sofa, la puerta se abrio para revelar a sus padres. Jaime sintio como su corazon se le subia a la garganta.

Su madrastra estaba hablando sobre algo en la reunion de la junta escolar cuando se detuvo a medio camino, sus ojos pasando por la sala antes de posarse en Jaime. Su padre, con una mirada confusa al verle tan azorado y nervioso, se quito el abrigo y la bufanda que llevaba.

La idea de explicar, de armar una historia creible en medio de tamano panico, le parecia exasperante. Pero antes de que pudiera pensar en algo, su padre rompio el silencio.

—Hijo, ¿que sucede? —pregunto, su tono de voz quedo en incertidumbre. Jaime trago saliva, intentando pensar en alguna excusa, pero su mente seguia en blanco.

—Yo… —titubeo Jaime, mirando a su madre y luego a su padre, buscando la comprension en sus ojos—, yo estaba… —

Lo interrumpio una risa proveniente del pasillo. Carol llevaba puesta su sudadera y sus pantalones, el pelo suelto y un brillo de diversion en los ojos que solo Jaime podia entender.

—Aww, estaba ayudandome con un proyecto para la escuela cuando se me ha caido un zumo en la camiseta, y el tonto de Jaime se ha puesto nervioso por ser torpe—termino Carol, sonriendo tranquilamente hacia sus padres.

El alivio y la gratitud que sintio Jaime en ese instante eran imposibles de describir. Se dejo caer nuevamente en el sofa, intentando calmar el latido frenetico de su corazon.

—Eso es todo —agrego Carol, apoyandose en la pared del pasillo, cruzando los brazos sobre su pecho—. ¿Habeis cenado?

Jaime se quedo mudo mientras su madrastra pasaba junto a el, sonando aliviada. Su padre, por otro lado, le dio a Carol una mirada de sospecha antes de seguir a su esposa hacia la cocina.

—¿Un proyecto de la escuela en un sabado noche? —Se le escucho murmurar mientras se alejaba.

Una vez desaparecieron de la vista, Carol se volvio hacia Jaime, quien se encontraba mordiendo con fuerza el cojin que tenia a mano, evidentemente en shock.

—Siento haber interrumpido —dijo, sus labios formando unas lineas traviesas—. Pero ya sabes, el deber nos llama.

Jaime, todavia intentando procesar todo lo que habia sucedido, asintio sin decir palabra.

—La proxima vez, asegurate de que no es un dia en que nuestros padres vuelven temprano a casa —bromeo Carol, dirigiendose a su habitacion.—¿Me acompanas para terminar el proyecto?

Dejo a Jaime solo en la sala, con el eco de sus palabras y la euforia del placer todavia resonando en su ser.

La noche habia tomado un giro inesperado, desde luego. Jaime se quedo en el sofa, mirando la puerta por la que habia desaparecido Carol. Solo despues de que el silencio de la sala se instalara por completo y el eco de las risas en la cocina parecio menos amenazante, Jaime se levanto con torpeza, ajusto sus pantalones y siguio a Carol escaleras arriba.

Entro en la habitacion de su hermana, sintiendose como un intruso. Carol estaba sentada en la cama, con un libro abierto en frente, vestida de nuevo en sus ropas normales como si nada hubiera ocurrido. Jaime cerro la puerta detras de el y avanzo hacia la cama, sentandose junto a ella.

—¿Y bien?— pregunto Carol en voz baja, sin levantar la vista del libro— ¿Vamos a terminar ese trabajo de la escuela?

Jaime se quedo mudo por un momento, tratando de procesar la repentina transformacion de Carol. ¿Como podia actuar como si nada hubiera pasado?

—Si, claro —respondio al fin. Trato de concentrarse en el libro que Carol tenia abierto en las piernas, un texto sobre psicologia adolescente. Observo como su hermanastra robaba esporadicas ojeadas hacia el, como si quisiera garantizar que ya se encontraba en la misma pagina que ella.

Continuaron estudiando juntos, o al menos, trataban de hacerlo. La tension sexual entre ellos aun se sentia palpable, pero ninguno de los dos se atrevia a romper el silencio con respecto a lo que habia ocurrido antes, hasta que Carol le puso su mano en la entrepierna de nuevo.

Jaime dio un respingo, la miro sorprendido. Carol, sin contarse, continuo leyendo el libro que se encontraba en su regazo. Sus dedos se metieron lentamente debajo de su entrepierna a traves del material de la tela de sus pantalones. Jaime sintio una corriente de excitacion ante su tacto, deseaba que volviera a hacerlo, queria mas.

—Carol... —sus palabras se perdieron ante la sensacion, perdido en su deseo y el placer que provocaba Carol en el.

Ella se limito a seguir leyendo en voz alta, actuando como si no estuviera haciendo nada fuera de lo comun, pero su sonrisa traviesa decia lo contrario. Jaime trataba de concentrarse en las palabras que Carol leia, pero todo lo que pudo hacer fue rendirse al placer que ella le proporcionaba con sus dedos que acariciaban lentamente su miembro de arriba a abajo.

—Simplemente, disfruta—murmuro Carol, inclinandose para susurrar en su oido.

Y vaya si lo disfruto. Jaime no la paro, dejandose llevar por la ola de placer que Carol le proporcionaba mientras leia en voz alta un libro de psicologia adolescente.

Al final, mientras la noche parecia mas tranquila, con sus padres ocupados en la sala de estar, Jaime decidio que queria mas de lo que Carol estaba dispuesta a ofrecerle. Despues de todo, le gustaban los proyectos de la escuela... y las mamadas de su hermanastra.

El final del libro se acerco tras un rato mas de estudio, una experiencia sumamente extrana para Jaime considerando las circunstancias. Fue entonces, cuando Carol le paso el libro y alzo la vista, finalmente libre de la distraccion, sus ojos se encontraron con los suyos, brillantes y cargados de promesa.

—Sigue tu leyendo y me toca la parte practica, tenemos que acabar el proyecto de la escuela— murmuro Carol, bajandole de nuevo los pantalones hasta los tobillos.

Trago con fuerza, casi incapaz de mantenerse en a raya. Siguio leyendo, tratando de concentrarse en cada palabra, en cada frase. Pero era inutil. Sentir la cabeza de Carol bajando otra vez, sintio sus labios de nuevo en torno a su polla, desatando una nueva ola de placer a lo largo de su cuerpo, era demasiado para soportarlo sin soltar algun gemido de satisfaccion.

Con cada estrofa que leia, su voz se arremolinaba en su pecho, ahogandose en el extasis que le proporcionaba Carol. El libro cayo de sus manos y con ellos la ilusion de que estaban alli por deberes escolares.

Sus manos se aferraron a las sabanas, sus nudillos se tornaban blancos de la tension mientras recorria su cuerpo, un placer sobrecogedor.

De repente, Jaime sintio una abrumadora oleada de calor que surgio de su ingle y se extendio a lo largo de su cuerpo. Se derramo en la boca de Carol, que trago todo, saboreando su sabor.

El silencio de la noche se volvio mas palpable despues de eso. Carol subio a acurrucarse junto a el, su cuerpo junto al suyo en la cama. Se enredo en su abrazo, su cabeza descanso en su pecho y sus piernas se entrelazaron con las suyas.

—Eso fue… intenso —dijo Jaime.

—Esto solo es el principio —respondio Carol, besando su pecho.
21 Feb 2024Los Secretos de mi Vecina-Madre e hija compran Madre e hija compran juguetes juntas y no se pueden resistir

Hacia tiempo, mucho tiempo que no salian juntas madre e hija de compras. Por lo que cuando se bajaron del bus para desayunar en una cafeteria les resultaba algo extrano.

El centro estaba como siempre, atestado de turistas y gente que iba en su quehacer diario de aqui para alla. Mientras madre e hija tomaban tostadas y cafe en una concurrida calle.

–Bueno mama, ¿que hacemos primero? ¿Vamos a comprar “eso”? –le dijo Natalia sin poder pronunciar la palabra.

–Si quieres vamos primero al sex shop y luego ya nos compramos algo.

–Pues si, porque asi ya nos lo quitamos de en medio. Te confieso que me pone un poco nerviosa ir y pedir uno –rio la hija ante la madre.

–No pasa nada Natalia es de lo mas natural.

–Si no te importa, ¿se lo puedes pedir tu? –anadio Natalia.

–Esta bien yo te lo pedire…

El sex shop estaba como todo ese tipo de tiendas, practicamente vacio. Estaba ubicado en un callejon un poco alejado de las calles principales de compras. Mariana tuvo que recordar donde estaba pues hacia anos que habia visitado el lugar y no estaba segura de si seguiria alli, pero alli estaba.

Una discreta puerta con un neon rosa chicle bastante hortera anunciaban lo que se hallaba en el interior, nada de escaparates para anunciar el genero, aquello estaba solo dentro. Al entrar, eso si, multitud de estanterias y vitrinas anunciaban el genero.

Habia un poco de todo, peliculas porno tipo “hard core”, munecas de plastico y maniquies ataviados con ropas de cuero y hebillas llamativas.

Natalia entro de la mano de su madre un poco temerosa y esta se dirigio directamente al mostrador a hablar con un chico joven que regentaba el local.

–Buenas, queriamos un consolador para ella –dijo la madre.

–De los pequenos –susurro la hija.

–!Oh esta bien! De los pequenos dijo el dependiente.

Este busco un par de cajas y las abrio en el mostrador. Dos discretas pollas aparecieron ante la vista de las feminas alli presentes, este se limito a sacarlas del plastico donde venian insertadas y mostrarselas.

–Bueno Natalia, ¿cual te gusta mas? –dijo la madre.

–¿Se pueden tocar? –pregunto timidamente la hija.

–!Oh claro, toca chica, al tacto son de lo mejor latex clinico hipoalergenico, se pueden lavar con agua y jabon neutro, !lo mejor! –dijo el dependiente.

La chica cogio la primera de color rosa chicle y la sostuvo en su mano, parecia tan real, de no ser por el llamativo color y al tacto resultaba suave como efectivamente le habia anunciado el chico.

–!Oh es cierto es muy suave! –dijo la chica.

–Tiene un pequeno vibrador, se activa girandole el boton en la base de los testiculos –le explico.

Un poco nerviosa Natalia lo busco sin encontrarlo.

–Me permite –dijo amablemente el chico.

Este lo tomo y girandolo lo activo y lo puso en manos de Natalia.

Al sentir la vibracion ella rio nerviosa.

–!Oh si, esta un poco alta! –dijo el chico y tomandolo de nuevo en sus manos la bajo.

Ahora Natalia volvio a cogerlo y sintio una agradable vibracion en sus manos.

–¿Este esta bien mama? –le dijo a la madre.

–Bueno hija, parece que ha sido amor a primera vista –rio Mariana–. De todas formas coge tambien el otro y asi comparas.

Sintiendo la aprobacion materna Mariana tomo el otro consolador, era transparente y tambien muy suave, a diferencia del anterior este no tenia vibracion solo era una polla de plastico y nada mas.

Al sentirlo en sus manos, viendose observada por el dependiente sintio una gran verguenza.

–Tranquilas podeis probarlos, yo me ordenare un poco una estanteria y si quereis ver mas cosas os las muestro.

–!Bueno yo queria un plug anal! –dijo la madre de repente.

–!Oh vale! ¿De que tamano tenia pensado?

Natalia oyo la palabra pero no sabia realmente lo que habia pedido su madre asi que callo.

–Bueno no muy grande, digamos de iniciacion pero un poco avanzado –dijo Mariana.

–Esta bien le sacare todos los tamanos –dijo el vendedor.

Ahora la mesa de cristal estaba llena de cajas, donde unos plugs anales de varios tamanos y materiales se ofrecian a las clientas. Natalia los miro con extraneza pero no dijo nada. Solo cuando el chico se marcho y las dejo ver el genero esta le susurro a su madre.

–¿Para que valen estos?

–!Oh bueno hija, son para el sexo anal! –le dijo la madre.

–¿En serio? –replico la hija sorprendida.

–Es un poco complicado Natalia, pero bueno, combinar ambos aumenta el placer no me preguntes porque.

–Bueno mama, yo te confieso que a veces me meto un dedito ahi –dijo la hija.

–¿Ah si? Pues entonces ya sabes de lo que hablo –le confeso la madre.

Los habia de frio metal terminados en un corazoncito con una piedrecita de plastico brillante, tambien los habia de latex negro de diversos tamanos, tambien en rosa. Asi que la madre palpo todos y se encarino con un el metalico del corazoncito en forma de joya en la base.

Natalia lo miro con atencion y ella se fijo en un pequeno de material negro, pues su culito era ciertamente pequeno al igual que su chochito.

–¿Yo podria? –le insinuo a la madre.

–!Oh claro! –le dijo a la hija.

De forma que llamaron al dependiente y le dijeron los que querian.

–Tambien tenemos en oferta bolas chinas, por si le interesan senora –dijo el chico.

–¿Bolas chinas? –pregunto la madre.

–Si bueno, disculpeme si la ofendo pero creo que igual le vienen bien para fortalecer el suelo pelvico.

Entonces el chico dio una serie de argumentos a favor de usar dichas bolas y la madre atendio a sus explicaciones. Decidiendose a llevarse unas bolas de color rosa. A Natalia le parecieron unos artilugios raros y por si fuera poco algo se movia dentro de ellas. El chico les explico que a lo mejor tenia un orgasmo improvisado si las llevaban caminando por la calle.

De forma que con dos discretas bolsas salieron del local con su pollita vibrante y sus plugs anales en dos tamanos.

Luego fueron a probarse ropa y cuando llego el momento de probarsela entraron al probador ambas juntas.

Alli su madre se probo unos vestidos y Natalia no pudo evitar meter la mano en la bolsa negra del sex shop y sacar una de las cajas. Eran las bolas chinas.

–¿Y con esto te puede dar un orgasmo por la calle? –se pregunto la hija.

–Eso dice el chico, ¿las pruebo? –le dijo la madre.

–¿Ahora?

–¿Por que no? –insistio Mariana.

De forma que ante una atonita hija, la madre extrajo las bolas y se dispuso en la intimidad del probador a introducirlas en su sexo. Natalia no podia creerlo pero estaban compartiendo un momento de intimidad que no pensaba que pudiesen compartir.

Vio su sexo maduro y como la madre trataba de introducirselas en varios intentos.

–Estan un poco secas, las chupare –dijo la madre mirandola y sonriendole como si tal cosa.

Tras chuparlas las bolas entraron y un pequeno cordon de plastico quedo colgando de su sexo depilado a tijera.

–¿Que sientes mama? –dijo Natalia expectante.

–No se, en un rato te cuento –rio la madre.

–¿Y tu, quieres probar tu plug anal? Asi las dos llevaremos algo intimo puesto.

–¿Como, aqui? –dijo una escandalizada hija.

–Si quieres, !si! Yo he leido que hay quien los lleva por la calle y tambien se excita –le dijo Mariana.

–No se mama, !bueno lo intentare!

Natalia chupo su pequeno plug negro y apartando las braguitas a un lado discretamente de espaldas a su madre trato de introducirlo.

–Esta complicado –rio la hija.

–¿Te ayudo? –dijo la madre.

–!No! !Que verguenza mama! –salto la hija.

–!Vale tu misma!

–¿Sabes que? Estoy un poco cachonda tras comprar esto en la tienda y tengo el chocho mojado, voy a lubricarlo con mis propios flujos –dijo la hija.

–Si, admito que ha sido un poco excitante hija –dijo la madre.

Entonces su plug entro en su ojal y esta abrio la boca al sentirlo entrar.

–¿Placentero? –pregunto la madre.

–Raro –dijo la hija.

Salieron del probador y fueron a otra tienda. Mientras caminaban ambas se miraban y no decian nada. Los artilugios hacian su trabajo y cada una sentia a su manera.

Llegaron a la siguiente tienda y alli comenzaron a mirar ropa.

–¿Sientes algo mama? –dijo Natalia en voz baja mientras revolvian la ropa.

–Es como un cosquilleo ahi –dijo esta–. ¿Y tu?

–Es raro, es como tener ganas de cagar pero a la vez estar excitada –dijo con absoluta sinceridad.

–!Que guarreria! –dijo la madre.

–!Sin duda! –rieron ambas.

Decidieron entrar al probador cogiendo lo primero que pillaron para quitarse el plug anal de su emplazamiento.

Natalia lo extrajo y lo limpio con un kleenex para meterlo en su bolso. Entonces la madre mostro sus bolas chinas y tiro del hilo para sacar una de ellas ante la atonita mirada de su hija.

–!Oh nina esto se siente raro!

–¿Si, es excitante? –pregunto Natalia con curiosidad.

–Si, creo que me las voy a dejar puestas –dijo la madre–. Y me voy a probar mi plug anal encima –anadio.

–¿En serio? –dijo Natalia asombrada.

–!En serio! Me gustan las sensaciones fuertes hija –dijo la madre sonriendo.

La madre chupo su plug metalico y lo introdujo en su ano ante la mirada de Natalia.

–!Oh esta frio! –exclamo Mariana.

La hija no dijo nada pero tomo nota de aquella excitante situacion.

–!Oh mama, creo que esto es excitante! ¿Tu no?

–Si, un poco la verdad hija o tal vez mucho –le confeso.

Entonces Natalia saco su pollita de plastico y la puso en marcha sintiendo su vibracion. Luego la acerco a sus bragas levantando su falda y se acaricio por encima de la tela.

–!Que cosquillas hace! –dijo la hija.

–!Hum si, puedo imaginarmelo! –dijo la madre mientras miraba como la hija se lo paseaba por encima de las bragas.

Entonces Natalia aparto las bragas a un lado y se froto con su vibrante consolador el chocho de arriba a abajo. La madre no perdio detalle y vio lo depilado que tenia el sexo.

–!Mira que moderna ella! –dijo la madre.

–!Ah esto! Bueno mama una chica tiene que cuidarse para estar guapa.

–!Tal vez lo pruebe! –dijo Mariana–. Por cierto, ¿vas a introducirtelo?

–!Oh no mama, soy virgen aun! –le confeso la hija.

–!Oh claro hija, por un momento pense que ya habrias experimentado con algun chico! –rio la madre.

–!Oh mama, creo que esto me pone muy malita! –le confeso Natalia–. Voy a volver a ponerme el plug anal estoy muy excitada y me apetece sentirlo dentro.

–!Estupendo hija, es excitante pensar que las dos vamos por ahi con cosas metidas!

De forma que salieron del probador con todos sus aparatos puestos y caminaron por el centro comercial dando un suave y mas largo paseo. Finalmente se fueron a sentar en un banco y al hacerlo sintieron como los plugs anales que llevaban les oprimian sus ojales y esta sensacion les gustaba.

–¿Oh mama tu sientes lo mismo que yo?

–Si, con eso metido en el culo una se sienta y es como, !uf!

Se removieron en sus asientos suavemente sin que nadie lo notase e intercambiaron unas sonrisas de complicidad.

–Mama, creo que no me aguanto, ¿nos metemos en los banos? –propuso Natalia.

–!Buena idea! –dijo la madre.

Entraron en los banos, era temprano y aun estaban limpios asi que fueron hasta el del final y discretamente pasaron dentro. Alli cada una miro lo suyo y la madre comenzo a mover las bolas chinas dentro y fuera de su sexo mientras el plug anal estaba puesto en su lugar.

–!Oh hija esto me ha traido aqui y estoy a punto! –dijo la madre sin parar de darse cana.

–!Oh mama, yo estoy tambien muy excitada! Creo que voy a sacar mi pollita y la voy a probar en mi culito –dijo la hija.

Mientras ella buscaba en su bolso la madre continuaba moviendo las bolas en su chocho y levantando obscenamente una pierna para sentirlas mejor la puso en la taza del vater lo cual proporciono una vision increible del sexo peludo de su madre siendo follado por las bolas chinas con su mano sujetada a una pared para no caerse.

–!Que guarra mama! –rio la hija.

Esta saco su pollita y la chupo para luego extraer su plug anal y pasar a probarla en su ajustado ojal.

–!Oh que suave me entra mama! –dijo la hija a una atonita madre que veia como el culito respingon de su hija sin bragas era penetrado por aquel pequeno consolador de plastico rosa.

–!Oh hija! ¿Y eso no es una guarrada? –rio la madre–. ¿No lo entiendo hija, eres capaz de penetrarte por el culito con eso pero no por delante? –le pregunto la madre con curiosidad.

–Si mama, por delante me da miedo de que duela –le confeso Natalia.

–Vamos hija eso es solo un pequeno pinchacito, luego se te pasa en seguida y viene el gustito –dijo la voz de la experiencia.

–¿Tu crees? –pregunto la hija sin negarse inicialmente.

–!Claro hija, la primera vez se sufre un poco pero eso luego se agradece cuando ya puedes probar con total libertad! ¿Quieres que te ayude?

–!Oh no mama, que verguenza! –dijo una azorada hija.

Natalia limpio el pequeno consolador rosa y se dispuso a frotarse su sexo con la vibracion puesta mientras Mariana la observaba.

–Me da un poco de verguenza hacer esto delante de ti mama –le confeso la hija.

–Vamos nina, te he visto nacer aunque admito que no te habia visto desnuda en mucho tiempo y es grato ver que te has convertido en toda una mujercita –dijo la madre sonriendole.

El vibrador hacia muchas cosquillas a Natalia, quien lo paseaba de arriba a abajo por su rajita lubricada, especialmente en su clitoris apenas podia mantenerlo un segundo pues se excitaba mucho.

–Tal vez para metertelo sea mejor sin la vibracion –le aconsejo la madre.

–!Vale! –dijo Natalia desconectandolo.

Entonces volvio a intentarlo pero era como si una fuerza invisible impidiera que su mano lo metiese mas alla del primer centimetro de su punta.

–!No puedo mama, me bloqueo! –dijo finalmente Natalia.

–Tranquila anda dejame a mi –dijo la madre arrebatandole el consolador de la mano sin esperar permiso.

–!Pero mama, que verguenza! –repitio una vez mas la hija virgen.

–!Tranquila, yo te ayudare y luego me lo agradeceras! –dijo la madre insistiendo.

Mariana tomo la pequena polla de plastico y la paseo por el sexo de su hija.

–Tu relajate y mirame a los ojos, no prestes tanta atencion a lo que ocurre ahi a abajo. Levanta una pierna para que quedes un poco mas abierta –le pidio.

Natalia obedecio, puso una pierna sobre el vater y asi su sexo quedo expuesto y abierto. Entonces la madre siguio moviendo el consolador en la entrada del sexo de la hija.

–Se siente rico ahi en la entrada, ¿verdad?

–Si, muy rico –dijo Natalia mordiendose el labio.

Sin previo aviso la madre introdujo la punta y comenzo a follarla suavemente pero solo introduciendo apenas uno o dos centimetros.

–Esto se siente agradable tambien, ¿no?

–Si, pero a partir de ahi ya creo que me duele –dijo la hija abrazandose a su madre.

Entonces esta paso a poner sus manos bajo su culo y uso el consolador desde atras mientras la hija estaba abrazada a ella.

–Ahora lo metere por detras, justo bajo tu culito, ¿vale?

El consolador entraba desde atras con facilidad, asi que Mariana lo metio despacio pero profundamente rompiendo el virgo de la hija y provocando que esta apretase los dientes y se abrazase a ella con mas fuerza.

–Ya esta mi nina, ya estas lista para amar.

Ahora Mariana siguio metiendolo y sacandolo suavemente, aunque cada vez con mayor rapidez mientras introducia un dedo en el culo de Natalia, esta contrajo su sexo y gozo de un intenso placer creciente.

–!Oh mama, que bien! –dijo la hija mostrando su aceptacion tras esa dolorosa primera penetracion.

–¿Quieres seguir tu? –pregunto la madre.

–!No, no, sigue tu esta primera vez! –dijo la hija.

Asi que la madre se separo de la hija y para que pudieses verlo con sus propios ojos la penetro de frente mientras esta observaba todo.

–Mira que bien entra ya –dijo Mariana a Natalia.

–!Oh si, que gustito mama! ¿Puedes conectar el vibrador?

Mariana lo hizo y un sonido agudo comenzo a sonar al tiempo que a la hija le temblaban las piernas y el placer crecio exponencialmente.

La madre tomo la mano de la hija y la llevo hasta el consolador mientras la follaba con el vibrador encendido, esta comprendio que no habia peligro y siguio follandose ella misma.

–!Oh mama esto es maravilloso! Y pensar en que me lo he estado perdiendo todo este tiempo –le confeso la hija.

Entonces Mariana volvio a concentrarse en su cuerpo y a mover las bolas en su interior frente a su hija. Ambas tenian una pierna sobre la taza del vater y estaban frente a frente en el estrecho servicio penetrandose cada una por su lado.

Mariana se saco un pecho y se lo comenzo a acariciar con una mano mientras se penetraba con las bolas y su hija, al verla, la imito sacandose sus pequenas tetitas en comparacion con las de su madre acariciandose sus areolas rosadas y poniendose duros sus pequenos pezones.

–!Que bien! ¿No hija? –dijo la madre.

–!Oh si mama, de no ser por tu ayuda no habria podido meterme esto aqui! –exclamo Natalia mientras se follaba con el pequeno consolador y se metia un dedito a la vez por su ajustado ojal.

–¿Quieres probar tu con las bolas y me das a mi el consolador?

–¿Pero son mas grandes, no? –dijo la hija preocupada por el tamano en comparacion con su pollita de latex.

–!Que va son lo mismo! –rio la madre.

Intercambiaron utiles y la hija, no muy convencida tardo en introducirlas. De nuevo la madre la ayudo y se las puso dentro, moviendolas luego hasta que Natalia comenzo a hacerlo de forma autonoma.

–!Se sienten raro ahi dentro! –exclamo la hija.

–!Si es extrano! ¿Verdad? –le confeso la madre entre risas.

Sus gemidos se perdian en el espacio vacio de los servicios del centro comercial hasta que alguna clienta entraba y ellas paraban, meaba y salia y ellas continuaban.

Siguieron follandose cada una por su lado con sus instrumentos hasta que la hija comenzo a sentir que ya no podia mas. Entonces estallo en su pequeno y delicioso orgasmo contorsionandose y apretando los dientes mientras se mordia el labio inferior y respiraba agitadamente.

Mariana acelero la vibracion del pequeno consolador y al mismo tiempo se movio el plug anal follandose el culo a la vez y tambien consiguio correrse apenas unos instantes despues que comenzase el orgasmo de su hija en su presencia.

Medio atontolinadas cada una miraba a la otra tras disfrutar sus intensos orgasmos y ver como estos les dejaron unas agradables sensaciones en sus caras relajadas, momentos que ya perdurarian en su memoria para siempre.

–¿Que tal hija?

–!Genial! ¿Y tu mama?

–!Genial! –replico la madre igualmente despertando las risas de ambas.

Limpiaron sus juguetes sexuales y salieron del bano para lavarse las manos y asearse un poco antes de salir de alli. Ya era tarde y no se habian comprado nada, mas alla de los juguetes sexuales, pero sus caras de felicidad denotaban que no les hacia falta nada mas…

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Espero que este excitante capitulo de Los Secretos de mi Vecina haya sido de tu agrado. Tras publicar aqui Mi Verano en Japon y Follame tierno, sabes que pido poco a cambio, tan solo que me lo agradezcas si te ha gustado con tus 5*, de forma que si al menos 20 personas votais cada capitulo, seguire publicandolos, !asi de facil!

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