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08 Feb 2024Brenda, ella 19 y yo 56 Como he dicho antes, para un hombre como yo de 56 anos, es mucho mas dificil ligarse a una chica joven de una forma organica o en algo que se use metodos de la conquista. Primeramente, pues a mi edad las mujeres que orbitan en mi entorno son mujeres ya maduras, casadas y navegan en sus mediados 30 anos o mayores y es por ahi que las mayorias de mis aventuras radican. Las chicas ya de alrededor de los 20, son chicas que diligentemente buscan una aventura con un hombre mayor y hay muchas otras que buscan o lo que se denomina un “sugar daddy”. La unica aventura organica que tuve mas reciente fue con la sobrina de un amigo, la cual relate el ano pasado y se me dio otra a finales de ano que hoy les voy a relatar, pues a pesar de que tuve otras, esta me parece que vale la pena contar.

Brenda es una chica que vengo tratando por varios meses y la conoci en uno de esos cafes mundialmente conocidos. Obviamente al principio fue algo de lo mas normal; un saludo cordial, una sonrisa, la platica breve y trivial y, las veces que hizo tiempo para dedicarme mas tiempo, siempre imagine que era por la obvia razon de ganarse una buena propina. Soy consciente que una chica a su edad seriamente no buscaria a un hombre de mi edad para hacer pareja formal. Lo que yo intuia era que le caia bien con mi aspecto de hombre que le brindaba respeto, nunca le envie mensajes sugestivos o incomodos y creo que la primera vez que le hice saber de su carisma y su belleza fue algo que se dio con el debido respeto y estoy seguro de que Brenda asi lo tomo.

Para hacer el relato mas breve, llegare a ese punto donde todo esto da un giro sorprendente y para este punto Brenda piensa que me dedico a escribir guiones o pequenas historietas y es como me gano la vida segun ella. Nunca he mencionado que me dedico a bienes y raices, pues ella solo me ve de vez en cuando con mi computadora en el cafe donde a veces paso hasta una hora. Algunas veces le he dado alguna historieta que he escrito y nada que ver con el erotismo y creo por obligacion me ha dado cumplidos alrededor de ello y esta vez me interrumpe diciendo:

-¿Escribiendo alguna de sus historias?

-Si, como siempre.

-¿Y, que escribe?

-!Uh… no se si es algo que tu deberias de leer! -le dije.

-!No me diga que ahora se dedica a escribir historietas de alta temperatura! No le creeria.

-Pues la verdad que algo asi estoy escribiendo. Y si gustas, te hare una copia para que te lo creas. ¿Eres mayor de edad verdad? -le dije con una sonrisa.

-Si, ya soy mayor de edad y cuando termine esa historia me gustaria leerla.

-Bueno, yo te doy una copia cuando la termine y solo espero no te moleste o te incomode.

-Pierda cuidado en ello. -Termino diciendo.

Aquella tarde me invente una historieta donde un hombre mayor desea acostarse con una chica joven. En la historia cuento que el hombre no esta enamorado de la chica mas solamente busca tener esa experiencia con esa chica, que ya a su edad y con muy poca actividad sexual desea acostarse con esta joven y se imagina que haria con ella si esa oportunidad se diera. Cuento con lujo de detalles toda esa imaginacion y practicamente mi historieta es una insinuacion hacia Brenda que me quiero acostar con ella. La verdad que nunca la habia visto a esta chica de esta manera y la razon es que Brenda parece ser la chica de casa y la cual respeta los 20 mandamientos o mas. No parece timida ni nada de eso, pero si parece ser muy recatada, muy conservadora por decirlo. Siempre viste muy casual, nada de coqueterias ni mucho maquillaje y su aura es una simple que no muestra ni el mas minimo nivel de erotismo. Nunca me a hablado de novios y lo poco que conozco de ella es que es estudiante a tiempo completo de la universidad local.

En unas diez paginas encierro la historia y la verdad que la pienso mil veces para compartir ese escrito con Brenda. Luego pensando que no tengo nada que perder y quiza mucho que ganar, e imaginarme gozando del precioso culo de Brenda un dia que pase por mi cafe y ya que ella me lo recordo le he dejado mi escrito en sus manos en un sobre sellado. Brenda es una chica que va a cumplir sus 20 anos este proximo abril, ha de tener una altura de un metro sesenta y cinco, quiza unas 130 libras maximo de peso, cabello largo y oscuro, carita alargada con unos labios no muy gruesos y sonrisa muy bonita, como dije, parece la nina de mama y papa. Su busto va acorde a su cuerpo delgado, no muy grande pero tampoco pequeno y regularmente la veo en pantalones, asi que su trasero es una atraccion para cualquier hombre. No se si viste tangas o cacheteros, de eso nunca he tenido la oportunidad de observar, pues como he dicho, Brenda es muy conservadora.

Por mas esta decir que lo pense varias veces para regresar al cafe. Sentia que habia rebasado los limites, como que me habia equivocado y que todo eso era un grave error. Recuerdo llegue al cafe y sabia que ella estaba ahi pues la vi desde las ventanas de cristal y no deje de sentirme incomodo. Recobre mi temple y Brenda me sirvio a mi medida el cafe y mi croissant con jamon. Estaba un tanto ocupado el lugar y aun Brenda hizo el tiempo para llegarme a decir:

-!Que historieta! La verdad que no me lo podia creer que alguien como usted escribiera algo asi.

-Disculpa… te lo adverti. Realmente no era mi intencion incomodarte.

-No, no, no… para nada. La verdad que me gusto, realmente que usted lo hace vivir… es tan buena la historieta que no se cuantas veces la lei. Ahora, ¿le puedo hacer una pregunta Sr. Antonio?

-Las que quieras…

-Solo hay dos personajes en esa historia; uno, el hombre mayor que desea acostarse con esa chica joven. El hombre mayor creo intuir quien es, ahora, ¿quien esa musa de su historieta?

-La tengo frente a mi. -le conteste

En ese momento me expuse a perder su amistad, pero no sucedio asi, mas creo se incremento esa confianza. Con aquel papel sabia lo que yo me imaginaba de ella, de todo lo que deseaba hacerle si algun dia la tuviese en mi cama. Paso cierto tiempo y todo siguio con la misma rutina, pero un dia menos esperado despues de pagar la cuenta en el cafe, Brenda se me acerco y me dijo:

-¿Que hace este proximo domingo despues de las cinco p.m.?

-Realmente no tengo nada importante que hacer.

-¿Que le parece si tomamos unos bocadillos de cena en mi apartamento?

-!Me parece una estupenda idea! ¿Que deseas que lleve… vino, algo por el estilo?

-Realmente no soy muy de vinos, pero si gusta traiga unas cervezas.

Desde ese momento senti ese hormigueo que siento me invade cuando algo asi esta cerca de pasar. La verdad el domingo tenia ya una cita con una chica conocida, chica casada que de vez en cuando cogemos, pero me disculpe por el inconveniente con mucho tiempo de anticipacion y me mentalice para ese accionar de ese domingo. Creo que muchos estarian de acuerdo conmigo, pues que puede suceder si una chica te invita a su casa a unos bocadillos despues de insinuarle y practicamente decirle lo que uno le quiero hacer en la cama; lo mas logico que te esta invitando a coger.

Domingo por la manana salgo a hacer mi caminata, levanto algo de pesas porque siento que eso tambien me ayuda al grosor de mi verga y las venas por el simple sentido de la presion que conllevan con el ejercicio se notan en mi pene con cualquier pequena ereccion y por lo que muchas chicas me han hablado, es algo que a la mayoria les gusta, ver un pene bien inflamado de excitacion. La verdad no se que tipo de experiencia tenga Brenda y eso es la incognita del momento, no saber que esperar, pues mi percepcion hacia ella es de novata, pues se mira muy recatada y estos pasos son simplemente de mera curiosidad de parte de ella. Llegaron las cuatro p.m. y salgo hacia su apartamento vistiendo casual; unos jeans, zapatos Ir a pagina 2
12 Jan 2024Navidad con mi Tia y mi Madre El divorcio le hizo mal a mi madre, el engano de mi padre la alejo de las relaciones y la sumio en una profunda depresion, volviendola alguien fria y distante, entonces confabulado con mi Tia paterna decidimos darle algo especial en estas fechas para sacarla de ese poso de la soledad.

Maria es mi madre, una mujer mayor de 42 anos…, ella es una belleza madura, alta, con una hermosa piel blanca con algunas cuantas arrugas, que solo demuestran que el tiempo no ha hecho mas que embellecerla, con una larga y negra melena, adornada con unos cuantos mechones plateados, negandose a tenirlos.

Su cuerpo mellado mismamente con el tiempo, sus pezones empezando a caerse y con algunas cuantas estrias productos del tiempo y el embarazo, pero aun asi con un cuerpo lleno de gracias, con grandes tetas y culo simplemente mas que apetecible, su abdomen abultado con algo de grasa, debido a que dejo de asistir al gimnasio, ya no sintiendose atractiva para nadie.

Tristemente esto paso, despues de que mi “querido” padre decidiera meterse con una chica que apenas habia cumplido los 18 anos, al principio mi madre actuo con ira y resentimiento, danando la imagen no solo publica de el, si no laboral, cosa que hizo que papa saliera corriendo para evitar mas castigos de mi madre.

Pero cuando su ira la dejo, solo dio paso a la depresion, mi madre dejo de salir, dejo de arreglarse y simplemente se sumergio en el hecho de que su marido la cambio por alguien mas joven.

Sin saber que hacer, mas que acompanarla y hablar con ella, pedi ayuda a mi Tia Barbara, hermana mayor de mi padre, ella era divorciada, despues de que su marido muriera en un accidente.

Imagine que, si alguien podria ayudarla, tendria que ser ella… y me arrepenti automaticamente de pedir su ayuda.

-!¿Que?!-, Le grite a mi Tia, despues de escuchar su plan del como sacaria a mi madre de su depresion.

-Baja la voz nino-, Me respondio mi Tia, -Este restaurante me gusta mucho y quiero mantener mi buen estatus aqui-, Dijo esto a la par que le daba un trago a su bebida.

Mi tia Barbara era una mujer madura, mayor que mi madre solo por 3 anos, esbelta con un cuerpo tonificado por el ejercicio y de piel bronceada, ademas de haber pasado por el quirofano un par de veces, para agrandar sus tetas y darle una linda forma a su trasero.

-Tia… me acabas de decir que… follemos a mi madre-, Le dije en susurro, dandole un trago a mi bebida, ahora entendia el porque me habia pedido un whisky, siendo medio dia.

-Escucha se que tu madre no ha salido con nadie, desde que mi hermano le puso los cuernos, ha estado encerrada, solo saliendo para salir a trabajar y hacer las compras necesarias para la casa-, Me dijo Tia tomando mi mano, -Tu eres el unico hombre que se quedo a su lado, eres el unico hombre en el que confia, no puedo llegar a tu casa, sacarla y presentarsela a un hombre X, ella no lo aceptaria, asi que tu eres su unica y mejor opcion-, Declaro soltando mi mano, para tomar otro trago.

-Pronto sera navidad-, Dije dandole tambien un trago a mi bebida, -Ella no quiere hacer nada-.

-Bien, es hora de hacer algo y esto es lo que haremos-, Y asi empezo a contarme su plan.



24 de diciembre.

Mama estaba sentada en sofa leyendo un pequeno libro, -¿Mama no tienes algun plan para el dia de hoy?-, Le pregunte al verla.

Ella levanto la mirada de su libro, -No querido, sal a divertirte, yo me quedare aqui con mi libro-, Respondio ella con una pequena sonrisa.

-¿Te gustaria salir conmigo?-, Lance mi pregunta, el primer paso del plan de mi tia.

-Gracias querido, pero no, no quiero amargarte la noche, sal a divertirte con tus amigos, yo estare bien aqui sola-, Volvio a decirme con la misma sonrisa.

-Mama por favor, no vas a pasar esta navidad, sola, no vale la pena que te estes martirizando por papa, ponte un lindo vestido y saldremos a celebrar navidad como dios manda-, Dije tendiendole la mano, a lo que ella hizo un gesto como de querer llorar, antes de tomar mi mano y salir corriendo a arreglarse.

Rapidamente mande un mensaje a mi tia, que me respondio mandandome la direccion de un hotel donde se llevaria a cabo una “fiesta navidena”, aunque segun mi tia, la fiesta solo es una tapadera, es mas que nada para que parejas puedan beber y follar sin preocupaciones.

Llegamos al hotel, cosa que extrano mi madre, pero no lo suficiente, como para que hiciera algunas preguntas, ella se habia vestido con un lindo y pegado vestido de noche de color azul oscuro, llevaba su bello maquillaje puesto y se habia colocado una buena cantidad de perfume.

Por primera vez en mi vida, miraba de forma distinta a mi madre, no como una madre, si no como una mujer.

Entramos y en la estancia nos encontramos por “casualidad” a mi tia Barbara, quien iba vestida con un vestido de noche mucho mas corto de color negro y pegando a su cuerpo, no dejando nada a la imaginacion, casi dejando visible sus bragas, con un gran escote por delante.

-!Que sorpresa Maria! !Me alegro de verte!-, Casi grito, corriendo a abrazar a mi madre, -Sobrinito tambien me alegro de verte-, Dijo dandome la mano, el plan estaba en marcha.

Mi madre se mantenia un poco a la defensiva de mi tia, era la hermana de su ex marido, pero fue cordial, para no amargar la fiesta a nadie, entonces note como mi tia, poco a poco seguia dandole tragos a mi madre, cada bebida era mas fuerte.

Si no supiera de los planes de mi tia, no hubiera notado, los toques, las caricias, la manera de estar cerca de ella.

Sus manos acariciando su espalda, se colocaban en un muslo al descubierto y en 2 ocasiones, la mire olfateando su cabello.

El alcohol estaba haciendo su magia, mi madre reia y habia hablado con varias personas, no solo conmigo o mi Tia, incluso habia estado bailando y las bebidas nunca se detuvieron, mi Tia se ocupo de ello.

Cuando mi madre comenzaba a tropezar con sus pies, fue la senal de que era hora de pasar a la siguiente parte del plan.

Apoyandose en mi, caminos no a la salida, si no al elevador, mi tia habia rentado una habitacion, en donde nadie podria vernos o escucharnos, mi tia entonces sin ninguna preocupacion o verguenza, empezo a meter mano a mi madre.

La mire con incredibilidad, mientras acariciaba sus pechos y con su otra mano libre, su trasero, pronto ella guio una de mis manos, a uno de sus senos, -Cuando eras un bebe, te pegabas a una de estas por horas, ¿No te gustaria probarlas de nuevo?-, Me pregunto con una maquiavelica sonrisa.

Y me averguenzo de decir que asi lo hice, en cuanto mi tia le bajo un poco el Top, y me pegue al izquierdo, asi como mi tia al derecho, mi madre lanzo un suspiro no de sorpresa, mas bien de alivio.

Pronto mi mano se deslizo para acariciar por encima de su ropa interior su vagina, mientras que mi tia seguia acariciando su trasero, joder en algun momento, mi tia comenzo a acariciar mi miembro por encima de mi pantalon, pero rapidamente se detuvo.

-¿Porque?-, Le pregunte con sorpresa, acomodandose el vestido y el de mi madre.

-Porque seria mas comodo, en una cama-, Me respondio sonriendo, caminamos apurados hasta que llegamos a la habitacion.

Depositamos a mi madre con calma en la cama y rapidamente la desvestimos, al igual que nosotros, empezamos besandola, cada uno se tomo un momento, para besarla, el deseo, la excitacion, el morbo, me nublo el sentido.

Me concentre en sus pechos y mi Tia Barbara en su vagina, cosa que empezo a hacer gemir a mi madre, pronto cambio a mi erecto pene, saboreandolo y metiendoselo todo a la boca, para despues volver a la vagina de mi madre.

Pronto cambiamos ahora yo saboreaba la vagina humeda de mi madre y alternaba entre ella y la vagina de mi Tia.

Sorprendi a mi Tia metiendole un dedo en la vagina, ganandome un gemido de ella, saque el dedo cubierto de su esencia y lo puse en la boca de mama, -Que guarro eres-, Me dijo ella, tomado un preservativo, para luego colocarmelo.

Mi Tia, se acomodo de tal manera para agarrar y separar las piernas de mi madre, dandome la comodidad para penetrarla, mire a mi Tia, buscando un permiso, para mi enferma lujuria, ella asintio y sin mas la penetre.

Mi madre en respuesta solto un grito, cuanto tiempo habia pasado sin sexo, fui brusco, intente golpear su matrix y tal vez lo hice, pero no lo se, lo que se es que mi madre me miraba, medio borracha, medio asustada.

-!Nooooo!-, Grito mi madre al sentirme dentro de ella.

Pero mi tia la mantenia en su lugar, con sus piernas abiertas y una sonrisa en el rostro, mientras empezaba el movimiento de vaiven, ganandome gemidos y suplicas de mi madre.

Pronto mi Tia solto a mi madre, se alejo y me dijo; -Date la vuelta con ella encima y agarrala bien-, Y asi lo hice, mi madre estaba asustada, visiblemente, pero cambiando la posicion ella quedo encima de mi, su mirada se encontro con la mia por un momento, entonces sonrei;

-Eres hermosa-, Dije abrazandola y besandola, aferrandome fuertemente a ella evitando que se moviera.

-!No, no, no por favor, esperen!-, Grito mi madre al presenciar a mi tia, preparando el consolador con mas arnes, mientras la mantenia quieta en su lugar.

-Tranquila querida, si no te relajas solo te voy a lastimar mas-, Le dijo dandole un fuerte beso negro y tronado que solo hizo llorar a mi madre de miedo y debo admitir que esto me exito aun mas.

-Tia… date prisa… esta apretando mas-, Dije mientras besaba el hombro de mi madre, tratando calmarla en un vano intento.

-Escucha no me digas “Tia”, llamame Barbara o dime Puta si quieres, pero en este momento no somos familia-, Me respondio molesta, casi levantandose.

-Perdon… Barbara, lo siento-, Dije apenado, mierda estaba arruinando el momento, pero mierda ya no podia mas, Mama era pesada y su vagina estaba apretando mi pene fuertemente, ni siquiera sabia que eso era posible.

Mi Tia seguia preparando el culo de mi Madre, asi que deje de moverme y cerro los ojos, centrandome en escuchar los gemidos de mi madre quien estaba fuertemente agarrada mi cuello, sollozando y gimiendo, ante lo que imagino que era la lengua y dedos de mi Tia.

-!AHHHH! !Sacalo me duele!-, Grito repentinamente mi Madre, ante lo que abri los ojos y me encontre cara a cara con Tia, quien sin avisar y sin decir nada, la penetro fuerte y profundamente (al menos eso supongo yo), empezando ahora si un nuevo movimiento, penetrando vaginal y analmente a mi madre, provocando una ola de placer y dolor.

Eran movimientos rapidos y fuertes, profundos y lujuriosos, esto era segun su Tia Barbara la unica manera de salvar a su madre, aunque a dia de hoy, se que solo era una puta fantasia de ella.

-!Me vengo! !Me vengo! -, Grite apretandola fuertemente con una ultima estocada, liberando mi carga y dando gracias de haber usado el condon, Mama solo gimio de placer, creo que a pesar de tener el condon sintio la calidez de mi semen y eso la reconforto.

-!Demonios!-, Gruno mi Tia Barbara, rapido ponla en la cama, quiero terminar yo tambien.

-!¿Que?!-, Grito Mama cuando hice exactamente lo que dijo mi Tia, depositandola en la cama matrimonial de la habitacion y dejando a mi tia encima de ella, quien la penetraba sin piedad, ante sus gemidos y suplicas de que parara.

Yo entre al bano, necesitaba ducharme y procesar el hecho de que acaba de follar con mi madre y mi tia, las cuales ahora solo podia escuchar gemir… bueno mi tia gimiendo de placer y mi madre gimiendo por piedad.

Me bane tratando de ignorar los gemidos de mi tia y mi madre, ¿Como demonios deje que me convenciera a esto? rei para mis adentros, no podia tratar justificar el hecho de que me habia cogido a mi madre.

Ahora solo me queda estar, debajo del chorro de agua, escuchando a mi madre gemir buscando piedad y a mi Tia Barbara gimiendo de placer, excitandome queriendo volver a penetrar a mi madre, tal vez mi tia me dejo penetrar su culo, joder no se que quiero.

.-.-.

Y aqui hay un nuevo relato, quiero tomarme el tiempo para desearte una feliz navidad y un feliz ano nuevo!!! Espero que este ano puedas cumplir todas tus fantasias.
24 Dec 2023La hermana de mi amigo Despues de desnudar a nuestras respectivas hermanas mientras dormian, y hacerles casi de todo, con el paso de los anos, llego la sorpresa con la hermana de mi amigo de tan solo 19 anos.

Un domingo, de un caluroso dia de verano, despues de almorzar, estaba con mi amigo en mi casa, escuchando musica y mi hermana en su habitacion, pues mis padres habian ido a ver a mis abuelos y mi otra hermana estaba en el chalet de sus suegros. Sali de mi habitacion y me asome a la de mi hermana. Estaba boca arriba, en ropa interior y con su cono que se le transparentaba por la braguita y se notaba su pequeno triangulo de vello negro, depilado para el bikini. Llame a mi amigo y ante su sorpresa, comence a tocar a mi hermana por todas partes, subiendole el sujetador y desnudando sus tetas, las comence a chupar mientras le tocaba su cono. Mi amigo estaba con los ojos como platos y le hice una sena para que se uniera. Timidamente se acerco y poco a poco empezo a tocar a mi hermana, turnandonos entre el cono y las tetas. Despues de un buen rato de sobeteos y mamadas de tetas, y besos en el cono, la vesti y volvimos a mi habitacion. Le explique como comence a desnudar a mi hermana y desde cuando lo hacia

Me comento que le gustaria hacerlo con su hermana y me dijo el dia que estarian solos, para que fuera a su casa.

Llego el dia, y despues de comer tuvimos la suerte de que su hermana se tomo una pastilla para dormir, porque le dolia la cabeza y se acostaria a dormir la siesta. Pasado unos minutos, mi amigo fue al cuarto de su hermana y me aviso para que fuera. Al entrar vi a su hermana, boca arriba, dormida con solo la ropa interior. Mi amigo me dijo que fuese yo quien la desnudara, al tener mas experiencia por mi hermana. Poco a poco comence a acariciarla muy lento comenzando por sus pechos y bajando el sujetador, que era sin tirantas, mame una de sus tetas, un poco mas pequenas que las de mi hermana, pero igual de firmes, luego baje la mano hasta sus braguitas comenzando a acariciar su cono y tirando del elastico, fui desnudando su cono, depilado. Mi amigo comenzo a acariciarlo, mientras yo seguia con las tetas, luego nos turnamos y su sorpresa fue cuando comence a lamer el cono de su hermana. Nos turnabamos entre mamadas de tetas y comidas de cono. Ddespues de un rato, la vestimos y salimos de la habitacion.

Prometimos no contar a nadie lo ocurrido con nuestras respectivas hermanas, y cada vez que estabamos solos intercambiabamos las historias de lo que les haciamos a nuestras hermanas.

Pasaron los anos y nuestra amistad llego a un punto mas alto de lo que yo podria haber imaginado.

Era una noche de un caluroso verano, cuando al salir de mi casa me encontre con la hermana de mi amigo. Estaba espectacular, con una minifalda de color azul, con un poco de vuelo y una blusa blanca que se le transparentaba un poco el sujetador de color negro. Su cabello rubio resbalaba por sus hombros.

.- Buenas tardes... Me saludo con un beso en la mejilla.

.- Buenas tardes... Salude correspondiendo al beso.

.- ¿Donde vas?... Pregunto.

.- A tomar algo y si hay alguien con quien charlar... Respondi.

.- ¿Quieres subir a mi casa?... Me pregunto con cara de picarona… Estoy sola. Mis padres han salido de finde y mi hermano no esta. No se donde ha ido.

.- Pues conmigo no ha quedado… Le respondi… Y tampoco me comento esta manana que tuviera algun plan.

.- Bueno, eso no importa… Comento acercandose a mi… ¿Te decides o no?

Dicho esto, me toco la polla por encima del pantalon. Yo correspondi agarrando sus nalgas y volviendola a besar, pero esta vez en los labios.

.- ¿Eso es un si?... Pregunto picarona.

Entramos en el portal y subimos a su casa. Nada mas entrar nos abrazamos y empezamos a besarnos recorriendo nuestros cuerpos con nuestras manos. Meti mi mano derecha bajo su falda, mientras con la izquierda sobaba sus tetas. metiendola bajo la blusa y subiendole el sujetador. Poco a poco nos fuimos desnudando el uno al otro dejando nuestra ropa esparcida por el suelo. Me cogio de la polla y me llevo a la habitacion de sus padres.

.- Aqui estaremos mejor… Me susurro… La cama es mas grande.

Se tumbo en la cama, y comence a darle suaves besos y lametones en el cuello, bajando hasta sus tetas y deleitandome con sus duros pezones, lamiendo al rededor de ellos, siguiendo la circunferencia de las areolas y luego succionandolos con mis labios. Segui bajando, jugando con mi lengua en su ombligo, haciendola soltar una risita, por las cosquillas, para seguir por el monte de Venus hasta llegar a su cono, separe los labios con mis dedos y comence a pasar mi lengua entre ellos y succionar su clitoris, hasta que se arqueo con un orgasmo. Volvi a subir, de la misma manera que baje, besando y lamiendo su cuerpo, colocandome encima de ella y poco a poco, introduciendo mi polla en su ya encharcado cono. Mientras realizaba el mete y saca, no dejaba de besarle el cuello, las orejas y mamar sus tetas. Despues de un rato de bombeo, la saque y apuntando a sus pechos le blanquee las tetas con varios chorros de esperma. Ella recogio mi leche con los dedos y se los llevo a la boca, lamiendoselos. Luego ella hizo que me tumbara boca arriba, y comenzo a darme besos por mi cuello, bajando por mi pecho, hasta llegar a mi polla que comenzo a besar en el glande y a lamer mis huevos, hasta que empezo a ponerse dura, metiendosela en la boca y terminando de endurecerse entre sus labios. Despues de un rato mamando, comenzo a subir de nuevo con suaves besos, hasta que coloco mi polla en la entrada de su cono, y de un solo golpe, dejandose caer se la clavo hasta el fondo, chocando mis huevos con sus nalgas. Se quedo un rato parada, acoplandose mi polla en su cono y poco a poco comenzo a subir y bajar, cabalgandome, mientras amasaba sus tetas. Yo cerre los ojos para sentir el placer de su cabalgada, cuando de pronto note una extrana presion en el borde de la cama y un sobre peso sobre mi, mientras ella daba un pequeno suspiro entre malestar y placer. Abri los ojos y me lleve una gran sorpresa al ver a su hermano, mi amigo, penetrandole el culo. Me quede inmobil sin saber que hacer, debido a la sorpresa.

.- No te pares… Comentaba ella entre suspiros… Aaah, sigue, sigue.

Yo segui moviendo mi pelvis acompasando los bombeos de mi amigo en el culo de su hermana. Despues de un buen rato, nos corrimos los tres a la vez, llenandole el cono y el culo con nuestras corridas.

.- Me habeis dejado muerta… Comento ella, mientras se iba al servicio a lavarse… Ha sido genial.

.- Yo no me esperaba lo de tu hermano… Comente, aun sin salir de mi asombro.

.- Yo te lo dire… Comenzo a explicar mi amigo… Ella me conto que queria follar contigo, por eso el dia que viniste a buscarme, llegue tarde queriendo para que follaras con ella. Yo le dije que estaba de acuerdo, pero con la condicion de que si alguna vez volviais a follar, yo queria participar. Ella no se lo penso y despues de que me dejara follarla, preparamos el dia de hoy. Yo estaba escondido en mi habitacion, esperando a que ella se colocara encima tuya y te cabalgase, para entrar y follar su culo. Como habras comprobado, ella estaba de acuerdo.

.- Pues ha sido una sorpresa… Comente… No me lo esperaba.

.- Mi hermano me conto cuando, de pequenos, me desnudasteis entre los dos mientras estaba dormida… Comento ella, regresando del servicio… Fue hace unas semanas, y desde que me lo conto, le dije que queria follar contigo. Lo de follar con mi hermano fue pura casualidad. Al decirle lo tuyo, el quiso aprovecharse de la situacion y ese mismo dia por la tarde follamos.

Dicho esto, agarro nuestras pollas y se las iba turnando para mamarlas. Cuando nos las puso de nuevo dura, mi amigo se coloco boca arriba, ella se coloco encima y se inserto su polla en el cono y echandose sobre el pecho de su hermano me ofrecio su culo que, colocandome en posicion, penetre hasta el fondo. Como nos habiamos corrido hace poco, la doble penetracion duro mas tiempo, turnandonos mi amigo y yo para sobarle las tetas y acariciar su cuerpo. Despues de un buen rato bombeando volvimos a llenarle el cono y el culo con nuestras corridas, en una nueva doble penetracion. Ese finde lo pasamos los tres juntos, turnandonos para follarla ya fuese uno solo o los dos por todos sus agujeros.
26 Mar 2024El dulce sexo de mi suegra Patrick esta loco por Ruperta, una mujer mucho mayor que el, pero ella lo prefiere como yerno.

Si llevas toda la vida deseando algo con todas tus fuerzas y llega un momento en que se pone a tu alcance, ¿esta justificado utilizar cualquier medio para conseguirlo? Puede que una gran mayoria piense que no, pero justo a esos les diria que no tienen ni idea de lo que significo esa mujer para mi desde que la conoci siendo solo un chaval.

El verano mas feliz de mi vida fue ese en que abrieron una tienda de dulces en nuestro aburrido barrio. Mis amigos y yo teniamos edad suficiente para estar pensando mas en conseguir tabaco de madera ilegal que en caramelos, pero lo que nos estimulaba de ese nuevo negocio era mucho mas que los subidones de azucar.

Acostumbrados a las chicas de nuestra clase, la mujer que dirigia ese negocio nos parecia directamente de otro mundo. Era alta, rubia y combatia el calor que todos padeciamos con unos escotes que nos hacian babear. De repente, todos nos volvimos adictos a los dulces, entrabamos a comprarlos a todas horas solo para poder verla.

El problema era que con ella de adelante ninguno de nosotros se atrevia a hacer gala de esa chuleria por la que nos conocian en el instituto. Nada mas entrar en la tienda enmudeciamos, eramos como corderitos delante de esa diosa. Cuando se nos acababa el dinero ya solo me quedaba volver a casa y encerrarme en el cuarto de bano para pajearme con su imagen en mi memoria.

A diario fantaseabamos con atrevernos a darle conversacion y nos picabamos entre nosotros para ver quien era el valiente que lo hacia. Algo me decia en mi interior que debia ser yo, que tenia que comprobar si tenia con ella el mismo exito que con las de mi edad, aunque no me creyera en absoluto que aquello pudiese suceder.

Si algo tenia claro era que no lo podia intentar delante de mis amigos, que ni en suenos les daria la oportunidad de poder reirse de mi de por vida si aquello no salia bien. Asi que una tarde me puse mi mejor camisa veraniega, medio bote de gomina en el pelo y me fui directo a la tienda, dispuesto a impresionar a esa mujer con mi labia.

- ¿Hoy vienes solito?

- Si, senora, me gusta tener tiempo para mi mismo.

- Eso suena interesante, pero no vuelvas a llamarme senora en tu vida.

- No tendria que hacerlo si me dijeras tu nombre.

- Me llamo Ruperta.

- Que original.

- Y tu eres...

- Patrick, para servirte en todo lo que necesites o desees.

- ¿En serio?

- Por supuesto, pide cualquier cosa y yo te la concedere.

- ¿Que edad tienes?

- Dieciseis anos y medio, pero todos dicen que soy muy maduro para mi edad.

- Supongo que estudias en el instituto de al lado del ayuntamiento.

- Asi es.

- Entonces ya se que es lo primero que te voy a pedir.

- Soy todo oidos.

- Desde septiembre mi hija y tu sereis companeros de clase, mas vale que la cuides.

- Sois nuevas en el barrio, ¿no?

- Si, apenas llevamos aqui un mes.

- ¿Y el padre de la criatura?

- Espero que criando malvas.

- Puedes estar tranquila, yo la voy a proteger.

- Te lo agradezco, hombrecito.

A partir de aquel dia aproveche cada momento que tenia libre para ir a visitar a Ruperta. Sabia que nuestra diferencia de edad era un problema, pero yo trataba de ganarmela y esperaba que pudiera caer rendida a mis encantos. Aunque quizas fuese mas realista esperar a septiembre, conocer a su hija y ver si se parecia a ella, esa mujer me volvia loco.

Por si el hecho de que me sacara por lo menos veinte anos no fuese suficiente problema, Ruperta enseguida se hizo muy popular en el barrio y hombres de todas las edades se convirtieron en mis competidores. Enseguida comenzaron los rumores sobre si la habian visto con uno o con otro, pero nada iba a conseguir minar mi moral.

Aunque siempre habia sido lo mas parecido a un lider en mi pandilla, comunicarles mi intencion de conquistar realmente a Ruperta me convirtio en objeto de todo tipo de burlas. Aun asi, no me rendi y segui esperando con paciencia a que llegara el momento en que ella se diera cuenta de que estabamos destinados a estar juntos o al menos a tener una noche de placer.

Era consciente de que a esa edad todos los sentimientos se magnifican, pero en ningun momento llegue a pensar que me hubiese enamorado de Ruperta. Sabia que lo mio era pasion carnal, que deseaba que ella fuese la protagonista de mi primera vez y me ensenara el placer que se sentia mediante el sexo. Realmente estaba dispuesto a hacer cualquier cosa para conseguirlo.

El verano no termino como yo esperaba, aunque ya daba por hecho que esa no iba a ser una tarea sencilla. Septiembre me brindaba la oportunidad de demostrarle todo lo que estaba dispuesto a hacer por ella protegiendo a su hija tal y como le habia prometido. El problema era que no localizaba a esa muchacha por ninguna parte.

- ¿Patrick?

- Si... ¿quien?

- Soy Rupe, mi madre me ha hablado maravillas de ti.

- ¿De verdad?

- Si, dice que le alegras las tardes cuando aparece por la tienda.

- Pero no os pareceis en nada.

- Por lo visto he salido a mi padre, aunque no lo conozco.

- Bueno, yo te voy a ayudar a adaptarte a este instituto.

- !Que bien! Estoy deseando que me lo ensenes todos.

Esa muchacha se parecia a su madre lo mismo que un huevo a una castana. No solo era mas bien bajita y morena, sino que estaba totalmente plana. En lo unico que encontraba alguna similitud era en la forma de hablar, las dos eran muy divertidas, aunque eso no era suficiente como para que pensara en ella como una alternativa.

Desde ese primer dia de instituto Rupe se pego a mi. Alla a donde iba la llevaba enganchada a mi espalda, lo que provoco que todos se rieran aun mas de mi. Las bromas respecto a que jamas podria tener nada con la madre y me tocaria conformarme con la hija fea se convirtieron en mi dia a dia. Para mi, que habia sido una especie de lider para todos ellos, era muy jodido, pero segui adelante porque estaba convencido de que conseguiria mi objetivo.

Con el paso de las semanas me fui acostumbrando a su presencia. Era la amiga que no habia pedido tener, pero me ayudaba en mis momentos de soledad, aunque si me habia quedado solo era precisamente por ir con ella. Gracias a Rupe me centre en los estudios, algo que me podria servir para ir a la universidad y sobre todo para impresionar a su madre.

Ruperta se mostro agradecida en todo momento por lo que estaba haciendo por su hija, aunque su forma de darme las gracias no era como yo la habia imaginado. En vez de estrecharme entre sus brazos, haciendo que mi cabeza reposara en su generoso escote, me regalaba caramelos y cromos de la liga. Estaba claro que para ella solo era un nino.

- Es un agradecimiento bastante escaso.

- Pensaba que ibas con Rupe porque te caia bien.

- Asi es, pero tenerla todo el dia detras hace que se burlen de mi.

- Nadie te obliga a ir con ella.

- Te prometi que la cuidaria.

- Lo se, pero no quiero que mi hija vaya con alguien que la desprecia.

- Yo no la desprecio.

- Ten paciencia con ella, Patrick, no esta acostumbrada a tener amigos.

- No te preocupes, que yo no le voy a fallar.

- Como me alegra oir eso.

- Lo que sea por la mujer mas dulce del barrio... y por su hija.

- Le voy a decir a Rupe que te invite a casa una tarde.

- Asistiria encantado.

Solo me veia como el amigo de su hija, pero ir a casa de Ruperta ya me parecian palabras mayores. Eso me supondria ver el sofa en el que se estiraba, la cama en la que dormia o el cuarto de bano que tantas veces la habia visto desnuda cuando se duchaba. Intentaba no pensar demasiado en eso, pero mi imaginacion volaba.

La invitacion no se hizo de rogar demasiado. A finales del primer trimestre nos pidieron hacer un trabajo por parejas y Rupe tardo medio segundo en proponerme que lo hiciesemos juntos. A esas alturas ya me daba igual lo que pensaran los otros, asi que acepte. Nunca estaba de mas tener una companera inteligente que hiciese casi todo.

Lo mejor de todo aquello fue que Lupe no dudo en ofrecer su casa para que pudieramos hacer el trabajo. Asi que una tarde, al salir del instituto, fuimos juntos hacia alli con la intencion de ponerlos manos a la obra. Intente perder todo el tiempo posible ya por el camino, con la idea de no irme de hasta que Ruperta cerrara la tienda y pudiera verla en su propio ambiente. Justo antes de entrar me sentia muy nervioso.

Pese a que ya llevaban varios meses alli, la casa estaba a medio amueblar. Me sorprendio tambien la falta de orden, aunque supuse que Ruperta estaba demasiado ocupada en la tienda como para llevar la limpieza al dia. Lo que si resulto ser tal y como lo habia imaginado era la habitacion de mi amiga. Estaba llena de objetos que le pegaban totalmente a una persona tan excentrica como ella.

Tras ofrecerme algo de merendar nos pusimos de inmediato con el trabajo. Era dificil concentrarse teniendola a ella haciendo bromas todo el rato, pero asi resultaba todo mas ameno. Aun asi, solo podia pensar en pedirle que me ensenara la casa y explorar todos esos rincones que tanto me atraian. Como no fui capaz de hacerlo le dije que tenia que ir al cuarto de bano.

Avanzando por el pasillo no pude evitar la enorme tentacion de asomarme a la habitacion de Ruperta. La cama estaba sin hacer, lo que me hizo imaginarla desnuda sobre esas sabanas. Me hubiese encantado acercarme y comprobar si olian a ella, pero me parecio demasiado arriesgado, asi que me fui directo al lavabo.

Mi prudencia se vio recompensada. Nada mas entrar me tope con un suelo cubierto de ropa interior, era como la fantasia de un adolescente pajillero. Por una cuestion de tamano, no me resulto nada dificil saber que prenda correspondia a cada una de ellas. Las braguitas de Rupe tenian cierto morbo, pero nada comparado con el tanga negro de su madre.

Casi de manera instintiva me lo lleve a la nariz para olfatearlo. Se me puso dura al instante, sentia que podia subirme por las paredes de la excitacion que tenia en ese momento. Daba igual lo alto que gritara la voz en mi cabeza pidiendome que no lo hiciera, me saque la polla y comence a masturbarme mientras me la envolvia con el tanga e inspeccionaba el sujetador que sostenia sus dos grandes melones.

Me hubiese gustado recrearme mucho mas, pero fue la paja mas rapida de mi vida. En menos de un minuto ya habia eyaculado de forma tan bestial que parte de mi semen salio descontrolado y fue a parar a las braguitas rosas de mi amiga. Me lave las manos a toda prisa y sali del cuarto de bano, ajeno a que Ruperta ya habia llegado a casa.

- Patrick, que raro se me hace verte aqui.

- Tienes una casa muy bonita.

- Querras decir muy desordenada.

- Bueno... un poquito, si.

- Espero que no te haya molestado ver vuestra ropa por el suelo del bano.

- Tranquila, ha sido muy... motivante.

- ¿Te ponen las bragas de mi hija?

- No precisamente las suyas.

- Vaya, eso no me lo esperaba.

- ¿En serio? Pensaba que era evidente que me traes loco desde que te conoci.

- Al principio lo pensaba, pero como nunca me dijiste nada...

- Porque sabia que no tenia ninguna posibilidad.

- No te creas, lo de tirarme a un chavalin siempre me ha parecido excitante.

- Pues ahora que ya lo sabes no hay motivo para no hacerlo.

- En realidad si que lo hay.

- ¿Que se supone que nos lo impide?

- Rupe esta enamorada de ti.

- Eso no es verdad, solo somos amigos.

- Hazme caso, te quiero muchisimo.

- Y yo a ella, pero no de esa manera.

- Comprende que como madre no puedo hacerle esa faena.

- No tiene por que enterarse.

- Vamos a hacer un pacto, ¿vale?

- Esta bien.

- Dale una oportunidad a mi hija, tratala bien y descubrid juntos el amor.

- No creo que sea capaz.

- Si lo haces te recompensare mas adelante.

- ¿Con mas chucherias?

- No, con lo que siempre has deseado.

Me prometi a mi mismo que haria cualquier cosa por acabar entre las piernas de Ruperta, pero eso me parecia excesivo. No solo no me motivaba la idea de estar con su hija, sino que me parecia una canallada jugar con sus sentimientos de esa manera. Necesite que pasaran varios dias, valorar los pros y los contras, para tomar una decision.

Sabia que no era mas que una forma de convencerme a mi mismo, pero acabe llegando a la conclusion de que si yo estaba dispuesto a cualquier cosa por estar con Ruperta quizas su hija tambien lo estaba para tener algo conmigo. Fue entonces cuando empece a tontear con ella, esperando a que Rupe diera el paso.

Una vez que terminamos el trabajo para el instituto siguio siendo habitual que yo pasara muchas tardes en su casa, especialmente cuando empezamos las vacaciones de Navidad. Soliamos ver peliculas o jugar a la videoconsola, cosas que no solian dar demasiado pie al inicio de un romance. Finalmente se me acabo ocurriendo una idea que resulto decisiva.

- ¿Vosotras no poneis el arbol de Navidad?

- Normalmente si, tenemos una de plastico, pero este ano no ha surgido.

- Podemos colocarlo nosotros.

- ¿Lo adornarias conmigo?

- Pues claro, si es lo que mas me gusta de estas fiestas.

- Vamos, esta todo debajo de la cama de mi madre.

Si algo me ensenaron las peliculas que vimos esos dias fue que no habia nada tan efectivo en el amor como la magia de la Navidad. Entre risas, bromas y villancicos incluso empece a verla casi guapa y acabe siendo yo el que se lanzo a besarla. Se quedo tan impactada que llegue a pensar que habia metido la pata, que Ruperta me habia enganado, pero de inmediato me correspondio y pasamos el resto de la tarde besandonos.

En cuestion de dos semanas, tarde a tarde, dimos todos los pasos que otras jovenes parejas tardan meses en dar. De los besos apasionados pasamos enseguida a los tocamientos y poco despues Rupe se atrevio a arrodillarse ante mi. No era precisamente una experta en el sexo oral, pero el ansia con la que me la comio me hizo tener el mejor orgasmo de mi vida.

Por aquel entonces yo ya estaba entregado a lo que nos estaba ocurriendo y le agradeci su gesto colocando mi cabeza entre sus piernas. Lamer su humedo y ardiente cono fue lo mas excitante que habia hecho nunca. Eramos una extrana pareja de amigos que se queria, cada uno a su modo, y disfrutaban del placer de los cuerpos.

La ultima tarde antes de volver al instituto se produjo nuestra primera vez. Fue tan torpe y accidentada como cabia esperar, pero ella alcanzo el placer y yo tambien llegue a verter mi semilla en el preservativo. Al acabar me dijo por primera vez que me queria y senti que no podia negarme a decirle que yo a ella tambien. Ya eramos oficialmente novios.

Volvimos al instituto sin la mas minima intencion de ocultar que estabamos juntos. Al principio volvieron a haber bromas, pero poco a poco fueron desapareciendo, posiblemente porque hasta ellos se dieron cuenta de que Rupe estaba mas guapa que nunca. Cada vez me sentia mas comodo con ella, aunque no conseguia quitarme de la cabeza mi autentico objetivo.

Tratando de hacer feliz a Rupe, pero sin conseguir olvidar a su madre, fueron pasando los anos. Nuestra relacion iba bien, quizas porque nunca deje de verla como a una amiga con la que me divertia en la cama. En lo demas era todo muy sencillo, me hacia la vida facil y se notaba lo enamorada que seguia estando de mi.

La que ya por entonces era mi suegra si que sabia disfrutar de la vida. Desde que empece a formar parte de su familia pude comprobar que todo lo que se decia de ella era cierto, que Ruperta tenia citas con diferentes hombres. A mi novia le daba igual la vida sexual de su madre, pero yo no podia evitar sufrir al ver que todos conseguian lo que a mi se me nego. Siempre intente llevarlo de la mejor manera, hasta que ya no pude mas.

- Teniamos un pacto.

- Lo se, pero no esperaba que lo vuestro durara tanto.

- Me he mantenido a su lado y la he hecho feliz como me pediste.

- ¿Y ahora quieres enganarla conmigo?

- No quiero, pero no consigo olvidarte, te sigo deseando.

- No puedo hacerle eso a mi propia hija.

- Te acuestas con todos menos conmigo.

- No te pases, Patrick.

- Nunca sere feliz con Rupe si sigo sintiendo que tenemos esa deuda.

- Espera un poco mas y cumplire, te lo prometo.

Llevabamos ya seis anos juntos cuando Rupe, tan original imprevisible como siempre, me pidio que me casara con ella. Era una autentica locura, principalmente porque seguiamos siendo demasiado jovenes para pensar en matrimonio, pero se me ocurrio que formalizar lo nuestro de manera definitiva quizas era el paso que necesitaba dar para olvidarme de mi suegra.

No podia evitar seguir deseando con todas mis fuerzas el follarme a Ruperta, pero eso no queria decir que no me diese cuenta de lo bien que estaba con su hija. Realmente queria casarme con ella, me imaginaba siendo feliz toda la vida a su lado, solo era ese deseo que mantenia desde la adolescencia lo que me perturbaba.

En el fondo esperaba que Ruperta no se tomara bien el anuncio de nuestro compromiso, pero fue la que se mostro mas feliz. Su efusiva reaccion fue definitiva para convencerme de que estaba haciendo lo correcto y que cualquier posibilidad de tener algo con ella debia quedar ya como un imposible y lejano deseo del pasado.

Nos dieron fecha para casarnos justo un ano despues, tiempo que paso volando. Fueron doce meses durante los cuales no paramos, ya que teniamos que organizarlo todo para que quedara perfecto. Cuanto mas se acercaba el gran dia, mas convencido estaba de hacer lo correcto, tanto que ya ni siquiera pensaba en el pacto que tenia con Ruperta.

La noche antes de la boda repase mentalmente una y otra vez la manera tan extrana que habia tenido el amor de llegar a mi vida. Ese dia Rupe dormia con su madre para que el encontrarnos al dia siguiente en la iglesia fuese mas especial, asi que yo estaba solo en nuestra casa. Alrededor de media noche llamaron a la puerta... era mi suegra.

- ¿Que haces aqui?

- Estoy nerviosa, no puedo dormir.

- Si soy yo el que se casa.

- Por eso mismo.

- No te entiendo, Ruperta.

- Seguramente piensas que si te ha rechazado todos estos anos es porque no quiero nada contigo.

- Claro que lo pienso.

- Lo unico que pretendia era proteger a mi hija.

- No tienes que darme explicaciones, lo entiendo.

- Pero la verdad es que siempre te he deseado.

- No es un buen momento para hablar de esto.

- Se que no es bueno, pero es el ultimo.

- ¿Por que?

- Una vez que esteis casados cualquier posibilidad se esfumara.

- No te entiendo.

- Tenemos que hacerlo esta noche para que ambos podamos avanzar.

Cuando ya habia perdido toda esperanza y estaba convencido de que lo mejor era que no ocurriese nada entre nosotros, mi suegra aparecio para confesarme que tambien me deseaba y que pretendia saldar su deuda. Nunca quise hacer dano a Rupe, pero lo que su madre me hacia sentir, la manera que tenia de excitarme con su simple presencia, era superior a mis fuerzas.

Aun asi trate de resistirme, pero Ruperta comenzo a desnudarse. Agache la mirada para no verla, pero me resultaba imposible que no se me fuese la vista a su cuerpo, tan perfecto como siempre lo habia imaginado. Sus grandes pechos parecian pedirme que los devorara, sobre todo cuando me abrazo y los duros pezones se clavaron en mi torso.

Me puse muy duro y ella lo noto de inmediato, porque hizo descender una de sus manos y la coloco justo en mi paquete, palpando sobre el pantalon el tamano de mi miembro. Me besaba por toda la cara, buscando mi boca con desespero, pero yo se lo negaba. No podia hacerme el duro eternamente, mi voluntad estaba a punto de quebrarse.

Senti un pinchazo en el pecho al acordarme de Rupe, pero tambien pensaba en mi mismo, en ese chaval que se pajeaba pensando en la mujer que en ese mismo momento intentaba meterme la lengua de la boca. Me debia un polvo con ella, siempre lo habia sentido de esa manera, asi que tenia que cumplir esa fantasia que llevaba ocupando mi mente casi una decada.

En cuanto me rendi y agarre su turgente culo a dos manos, mi suegra salto para que la levantara por los aires y la lleve a mi cama. Quedo abierta de piernas sobre el colchon que compartia cada noche con su hija, esperando a que yo tambien me desnudara y disfrutar de esa noche de pasion que me prometio a cambio de hacer feliz a Rupe.

Puede que mi suegra esperara una noche de pasion, pero yo solo queria desquitarme. Me baje el pantalon de pijama y fui directo a estirarme sobre ella para penetrarla. Aunque Ruperta queria que la besara, yo ignore todas sus peticiones y se la clave entera. Ella gimio al sentirse colmada por mi polla y comence a bombear.

A sus cuarenta y tantos anos y a pesar de estar debajo, mi suegra se movia como una autentica diosa. Meneaba sus caderas de una manera que solo podia hacerlo a alguien con mucha experiencia sexual. Mientras yo le daba todo lo duro que podia ella me susurraba al oido todo tipo de obscenidades. Resultaba evidente que lo habia estado deseando tanto como yo durante los ultimos anos.

- Te hubiese follado el primer dia que entraste a mi tienda.

- De haberlo hecho nos hubiesemos ahorrado muchos problemas.

- Tenia que proteger a mi hija, es lo mas importante para mi.

- Pues ahora mismo no se nota.

- ¿Ella te lo hace tan bien como yo?

- Dudo que alguna mujer folle tan bien.

- Se te caia la baba mirandome las tetas.

- Me hacia unas pajas tremendas pensando en ti.

- ¿Que mas hacias?

- ¿Te acuerdas de la primera vez que fui a tu casa?

- Si, claro.

- Me masturbe con tu tanga en la mano.

- Vi tu leche en las braguitas de mi hija.

- No es normal lo que me has hecho sentir siempre.

- Ahora tienes la oportunidad de correrte dentro de mi.

Coloque una mano en su cuello y con la otra le agarre una de sus tetazas. Ruperta estaba colorada y sudorosa, su cono sonaba con cada embestida por los abundantes fluidos que emanaba. Comence a empujar con todas mis fuerzas mientras ella gemia del gusto y acababa llegando a un orgasmo que la hizo temblar de pies a cabeza.

Fue entonces cuando me solte por completo y continue hasta rellenarla con mi semen. Tantos anos de deseo culminados en un polvo frenetico que me iba a dejar una mezcla de satisfaccion y culpabilidad. La observe durante un buen rato, ocupando el lugar de la cama de Rupe, mientras mi semilla escapaba de su interior.

- Manana te vas a casar con mi hija y la vas a hacer la mujer mas feliz del mundo.

- Espero que esto no me pase factura.

- No lo hara, porque sabes que si la cuidas yo se recompensarte.

Continuara...