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26 Dec 2023A las ordenes de mi hermano 2 El hecho de masturbarse puede ser la causa de que tu vida de un giro de 180 grados. Eso mismo le ha pasado a Laura.

MUCHAS GRACIAS POR GASTAR PARTE DE VUESTRO TIEMPO EN LEER ESTO. ESPERO QUE OS GUSTE. SI QUEREIS, PODEIS ESCRIBIRME AL CORREO.



Una sensacion suave, placentera en mi cono es lo que me despierta. Unos dedos recorren toda mi entrepierna con delicadeza, acarician los labios hasta llegar al clitoris para ser masajeado en circulos. Tengo una sonrisa en la cara y abro un poco las piernas para facilitar el acceso a esos dedos mientras me voy desvelando.

- Ya sabia yo que eras una guarra, mira como estas ahora mismo solo con tocarte un pelin. – Abro los ojos de golpe al escuchar esa voz y se me cierran las piernas. – Abre de nuevo las piernas hermanita, lo estas deseando. – Niego con la cabeza.

Victor agarra la manta y la echa al suelo de un tiron, mostrando todo mi cuerpo desnudo y con una mancha de humedad bajo mi culo.

- Estas chorreando. – Si es verdad que estoy muy cachonda ahora mismo, pero no quiero darle el gusto de que me masturbe. – Bueno, vamos a ver que hacemos hoy, para empezar, me vas a preparar el desayuno, mientras yo desayuno, te frotaras con mi pie. Pero antes de correrte me avisaras. Luego ya iremos viendo, tenemos todo el dia. ¿Alguna pregunta?

Voy a intentar hablar, pero mis bragas siguen dentro de mi boca, ya no siento la mandibula de las horas que lleva abierta. Mi hermano ve mi intencion y sonrie, pero no hace amago de quitarmelas para que pueda soltar palabra.

- Si no hablas ahora, no podras despues hasta que te lo ordene. – Intento hablar, pero no puedo, lo unico que sale de mi boca son sonidos guturales amortiguados por mi ropa interior. – Bueno, pues como veo que no hay dudas, manos a la obra.

Me quita las ataduras de mis manos y me permite bajar los brazos. El minimo movimiento hace que me estremezca de dolor, tantas horas en esa posicion forzada no es bueno. Me levanto y voy a quitarme la mordaza cuando una bofetada me lo impide.

- No, solo podre quitarte yo las cosas que te pongas, tu no lo tienes permitido, a no ser que yo te lo ordene. – Me despoja de las bragas y las restriega por mi cono, embadurnandolas de ese aroma tan caracteristica de mujer cachonda. Me mira y me las pasa por la nariz. – Perfecto, andando. – Un azote en el culo me indica la marcha.

Antes de bajar al piso de abajo donde esta la cocina, me dirijo al bano. Llevo sin hacer mis necesidades desde ayer por la manana. Pero de nuevo, las palabras de mi hermano, acompanadas de un tiron del pelo hacia atras, me lo impiden.

- ¿Que he dicho?

- Pero Victor, me hago pis.

- Me da igual, yo he preguntado antes si tenias que decir algo, ese era el momento, ahora no.

- Por favor, no se si voy a aguantar mas. – Las lagrimas asoman.

- Ese no es mi problema. Vamos, a la cocina. – Esta vez no es un azote lo que hace que me mueva, es el agarron del pelo que me guia detras de el, aun no lo ha soltado.

Me dispongo a preparar el desayuno a mi hermano, un cafe con unas tostadas de jamon y tomate, mientras el me habla:

- Papa y mama ya se han ido y Sonia todavia no ha vuelto desde ayer que se fue asi que tenemos el dia para los dos solos hermanita. Hoy vamos a empezar tu entrenamiento para quitarte todo lo imbecil que eres y convertirte en lo que siempre has querido ser, una autentica guarra. No te pongas otro vaso de cafe para ti, he dicho que me ibas a preparar el desayuno, pero nada para ti. – Me dice al ver que saco otra taza. – Bueno, como iba diciendo, ya que no hay nadie, estaras desnuda por toda la casa. Todo lo que yo diga tendras que acatarlo sin pestanear, como si digo que te masturbes con un rallador.

Termino el desayuno y se lo entrego en la mesa. Me meto debajo de ella y me “siento” en su pie para restregarme sobre el. Literalmente parezco ahora mismo un perro, la unica diferencia es que el perro no esta obligado a ello, yo si.

- No te corras ehh, lo tienes prohibido. No te ire diciendo lo que vamos a hacer hasta el momento inmediato, lo que si que quiero es acceso completo a todos tus dispositivos y redes sociales. Tu movil lo voy a empezar a tener yo, empezare a controlar lo que vistes, lo que llevas, lo que dices, lo que comes, lo que escuchas, todo. Hasta hare que, en vez de llorar, te alegres de ser usada.

No he parado de llorar en silencio desde que ha empezado el dia. Tengo muchas ganas de hacer pis y de correrme, pero se que como lo haga sin su permiso, va a ser mucho peor.

- Por cada cosa mal que hagas, te castigare. Los castigos seran diferentes dependiendo de la gravedad de la infraccion. ¿Alguna duda?

- Por fa-favor, necesito hacer pis, Victor. – Estoy temblando. Pero no he parado de frotarme.

- Vale, vas a elegir una cosa. Tienes ganas de hacer pis. – Asiento efusivamente. – Y tambien tienes ganas de correrte. – No lo habia pensado, pero tambien. Asiento. – Si te corres, no mearas hasta manana. Si haces pis, no te correras hasta que yo lo diga. Elige.

- ¿No pueden ser las dos? – Digo decepcionada.

- No, solo una. Tienes tres segundos para decidir. Uno.

- Pis. – Ni lo dudo.

- Vale, pues mea. – Voy a levantarme del suelo y dirigirme al bano. – No no no, mea ahora.

- Pero, tengo que ir al bano.

- O meas aqui, o no meas. – Me dice mostrandome un vaso. – Solo puedes mear el contenido del vaso, como rebose, lo limpiaras con la lengua y te beberas el vaso.

- Por favor, me voy a quedar con ganas.

- Pues te aguantas, y para de llorar ya de una vez. – Me coge del pelo y levanta para que me ponga sobre la pieza de cristal.

Comienzo a orinar dejando un olor desagradable en la cocina ademas del sonido del liquido golpeando contra el cristal. Veo que ya he llenado el vaso y corto la meada antes de que alguna gota caiga al suelo. Me he quedado a la mitad.

- Perfecto, no tires el vaso. Dejalo ahi y recoge la mesa. Te has quedado con ganas, ¿no?

- Si, muchas. Por favor, deja que termine, solo eso.

- Si te dejo que termines, tendras que hacer otra cosa.

- Que cosa.

- No lo sabras hasta que decidas. ¿Quieres terminar?

- Si.

- Vale, pues coge el vaso y vamos al bano.

No aguanto mas, queria terminar de hacer pis si o si, me da igual lo que venga despues, como si no puedo correrme en un ano. Me levanto y con cuidado de no tirar nada, agarro el vaso y pongo rumbo al bano.

Dentro, me ordena meterme en la banera y tumbarme en ella, dejo el vaso en el lavabo y obedezco. Me agarra los tobillos y tira de ellos hacia arriba, dejandome con el culo en pompa. – Aguanta en esa posicion. – Pongo mis manos en los rinones para sujetarme mientras el me suelta los tobillos y desaparece de mi campo de vision.

- Cierra los ojos. – En cuanto los cierro, un liquido caliente y con un olor agrio empieza a caer sobre mi cara. ESTA ECHANDO MI PROPIA MEADA SOBRE MI. Cuando acaba me ordena que tal y como estoy, termine de mear.

No me queda otra que obedecer y un chorro vuelve a salir de mi cono, cayendo esta vez sobre mi cara y mi pecho. Apesto ahora mismo a mi propia orina. Que alivio siente una al terminar.

- Abre los ojos. – Al abrirlos veo que mi hermano ha estado grabandome mientras me meaba.

- Por favor, no lo difundas, estoy haciendo todo lo que me dices. ¿Por que eres asi?

- Para de llorar de una vez, te grabo para mi disfrute. – Sin decir nada, abre el grifo de la ducha.

- !!AHHHH, ESTA HELADAAA!!

- Espera a que se caliente un poco, ponte de pie.

Pasado un minuto el agua empieza Ir a pagina 2
31 Jan 2024De compras con mi cunado Tengo un secreto...deseo a mi cunado... en ocasiones la necesidad puede mas que la cordura.

Tengo un secreto.

Uno de esos secretos que sabes que nunca seras capaz de verbalizar. Un secreto que me perturba todas las noches al irme a dormir, uno que me persigue en la ducha cuando dejo que lo prohibido se apodere de mi imaginacion y de que mis dedos jueguen con mi sexo.

Deseo a mi cunado.

Lo hago desde hace mi cho tiempo y aunque mi sensatez me implore que lo deje estar, que lo desee en el silencio de la noche, la verdad es que no puedo dejar de pensar en como se sentiria el poder ser suya aunque tan solo sea una vez.

Prometo que hasta ahora mi secreto estaba a salvo, pero no se que diablos me ha pasado hoy. No entiendo por que mi cuerpo ha reaccionado de tal forma, pero la he liado bien.

Mi hermana me ha pedido que los acompane a comprar ropa. Su marido odia profundamente las compras.

—Venga, si se lo pides tu te hara ma caso. Sabes que te adora.

Mi sexo se quejo al mismo tiempo que lo hacia mi consciencia.

—Esta bien—conteste todavia dudosa.

Me encantaba tenerlo cerca, me encantaba todo de el. Su sonrisa, sus ojos brillantes cada vez que me contaba una historia, su olor, joder que bien olia, sus manos, su pelo… definitivamente todo.

Pense en como seria poder besarlo, en como seria poder tocarlo y con todos esos pensamientos termine en el probador de un gran centro comercial. Escuchando como mi hermana y mi cunado se besaban en el probador de al lado entre risas nerviosas.

Mi sexo se humedecio al instante en el momento que me imagine a mi misma en aquel probador.

Frote mis dedos contra mi sexo mientras los escuchaba. Senti como mi centro se hinchaba preso del placer, como mi humedad iba aumentado propinada por el puro deseo.

—Para, para— susurro mi hermana—, me voy a ir a dar una vuelta a ver si me refresco un poco. Estare en la planta de los zapatos, cuando acabe mi hermana de probarse subis a buscarme.

—¿En serio me vas a dejar asi?

Un sonido de dos labios chocandose y los pasos de mi hermana alejandose fue la unica respuesta.

Me quede quieta con mis dedos todavia enterrados en mi. Llenandose de todo el deseo que albergaba mi ser. Me mordi el labio, indecisa y en ese momento no pense, me deje guiar por la necesidad mas pura y por nada mas.

La necesidad, esa caprichosa y tentadora. Esa que se asemeja al mono de un adicto, una que te hace anorar lo que no tienes. Una que te empuja a cometer estupideces.

—Carlos—lo llame sin apenas reconocer el tono de mi voz —, necesito ayuda.

—Voy— anadio el con un deje entrecortado. ¿Estaria tocandose?

Saque las manos de mi ropa interior y lo espere ansiosa. Su cabeza no tardo en asomarse a traves de las cortinas tupidas.

—Dime.

—Pasa—le exigi apartando levemente la cortina para dejarle paso. El entro con paso vacilante y su cuerpo lleno casi todo el espacio. Mire sin disimulo el desarreglo de su ropa. Busque en su entrepierna, pero el en seguida clamo mi atencion.

—¿Que pasa, Sarita?

Sarita.

Yo ya no queria que me llamase asi. No queria que me viera como una nina. Era una mujer, una con necesidades. Sin encontrar las palabras adecuadas para confesarme, tome su mano y la lleve hasta mi sexo.

Mi ropa interior estaba empapada. Estaba llevando una bonita falda escocesa por lo que no fue dificil acceder hasta el centro de mi calor.

Sus ojos se abrieron de par en par y un feroz rubor invadio sus mejillas.

—¿Que demonios haces?

Intento retirar su mano, pero yo movi mis caderas frotandome contra el como si estuviera en celo.

—Te necesito—le susurre con mi mirada puesta en sus ojos. Posiblemente me arrepentira de ello. Sentiria verguenza el resto de mi vida, como todas las ocasiones anteriores donde le intente provocar sin exito con mis tops ajustados.

—Esto no esta bien—dijo el con tono serio, pero su mano ya no intentaba alejarse. Sus dedos se deslizaron por mi humedad y yo no pude evitar gemir.

—Como estas… ¿no?

Asenti sin dejar de mirarlo a sus labios. Uno de sus dedos se atrevio a entrar en mi interior. No sabria como describir lo que senti. Me agarre a sus hombros enterrando mi cabeza en el hueco de su cuello y el procedio a anadir otro dedo mas. Su muneca se movia rapida y yo sentia oleadas de placer atropellandome.

—¿Esto necesitabas? —me pregunto al oido.

Negue con la cabeza y me atrevi a tocar lo que yo queria. Me sobresalte a sentir su dureza. Y eso que estaba el pantalon de por medio. Era si cabe mas grande de lo que habia fantaseado.

—Esto necesito.

Carlos dejo que el aire saliera de sus pulmones.

—Te estas portando mal, Sarita.

Sarita, otra vez.

Sus dedos se movieron mas rapido y yo imite ese movimiento por encima de su pantalon, frotando su dureza

—Tranquila, te voy a quitar ese calenton que llevas con mis dedos, porque asi no puedes estar. Tu relajate.

—Yo quiero tu polla.

Me senti rara al decir polla en voz alta. El nego con la cabeza mientras seguia martilleando mi sexo con sus dedos. Se sentia tan jodidamente bien, sentia como tenia el sumun del placer cerca, muy cerca.

—Venga, ensenamela solo. Nunca he visto una en persona.

Sus dedos pararon al instante. Sus ojos buscaron la verdad en los mios. La sorpresa viajando en su expresion. La excitacion endureciendo mas su polla.

—¿Eres virgen? Joder, Sarita.

—Quiero que tu seas el primero, no pares por favor.

Me senti en soledad cuando sus dedos abandonaron mi sexo. El maldijo algo que no entendi antes de arrodillarse frente a mi, sus dedos agiles apartaron la goma de mi braguita y se inclino lamiendome con ansia. Le costo menos de un minuto llevarme al orgasmo. Uno que disfrute en silencio y que inicio un ligero temblor en mis piernas. Fue intenso, mas que cualquiera de los anteriores que habia tenido dandome placer.

—Tenemos que irnos —solto mientras se colocaba de pie.

Negue con la cabeza.

—Quiero devolverte el favor.

—Tu hermana nos espera, sal por favor.

—Solo quiero verla.

Solto una maldicion ante de ceder y liberar su ereccion de aquel pantalon que parecia estar a punto de explotar. La mire con detenimiento. Era grande y gruesa, tenia las venas ligeramente marcadas.

Me arrodille y el nego rapidamente con la cabeza e intento tomarme de los hombros para alzarme.

—Solo quiero ver si me cabe en la boca.

—!Maldita sea, Sarita!

Me acerque a el sin darle tiempo a pensarselo, abri mis labios y cometi el error de mirarlo a los ojos mientras lo hacia. Lo lami con lentitud, disfrutando de cada centimetro de su longitud. Saboreando su sabor dulzon.

Lo tome con mi boca, intentando ser una mujer de esas que la toman entera, como tantas veces habia visto por internet. Disfrute del momento siendo consciente de que nunca se volveria a repetir. Sabiendo que aquella era mi unica oportunidad.

—Sara, me estas torturando.

—¿No lo hago bien?

—!Joder, si! Pero no hay tiempo. Aguanta Sarita, que te voy a ensenar un juego de mayores.

Me tomo del pelo con contundencia y empezo a moverse, su polla entrando y saliendo de mi boca, chocando contra mi lengua, incluso contra el inicio de mi garganta. Llenandome, follandome la boca.

Se movio mas rapido y me costo respirar.

—Preparate, y te lo vas a tragar todo.

Note un disparo directo a mi paladar. Intente tragarlo todo, no sin esfuerzo, su semen llenando mi boca. Su sabor unico llenando mis papilas gustativas.

El se separo de mi, se la guardo y sin mirarme se dispuso a tirar de la cortina.

—Estare en la planta de los zapatos. Esto no volvera a pasar nunca mas. ¿Me has entendido?

—Carlos—lo llame tomandolo del brazo—hay otra cosa en lo que quiero que seas el primero.

El me miro y sin decir nada se marcho.

ESPERO VUESTROS COMENTARIOS.
24 Dec 2023Prenada por mi tio o por mi novio? Lo malo de las pastillas anticonceptivas es que a veces olvidas tomarlas. Y cuando eres una adicta al semen pues se vuelve muy peligroso

Hola a todos!! Gracias por sus comentarios y sus correos, adoro leerlos!!

Tambien me han preguntado mucho si mi tio nunca me preno y pues es algo que me encantara contarles para que tengan ricos orgasmos.

Estaba a un semestre de terminar mi universidad y en las idas y venidas de mi tio a USA yo me consegui un novio de mi carrera para poder llenar las tardes de lujuria en las que deseaba una verga que llenara mi utero de semen, una lengua que jugara con mis pezones y unas manos que recorrieran cada centimetro de mi piel.

Para la suerte mi calentura este chico tenia mucha energia y le encantaba el sexo tanto como a mi, pero he de admitir que su verga no era tan grande como la de mi tio, por lo que los orgasmos no eran tantos; asi que eso me hacia esperar con ansias el regreso de mi macho y su deliciosa verga.

En aquel entonces yo me cuidaba con pastillas anticonceptivas, pero a veces olvidaba tomarme algunas debido al estres de la universidad y las practicas profesionales, mi novio sabia que yo tomaba las pastillas, por lo que casi nunca usabamos condon.

Una tarde saliendo de clases vi la camioneta de mi tio afuera de mi escuela, me emocione muchisimo y corri a saludarlo, le presente a mi novio y luego el me dijo:

-Sobrina vine a llevarte a casa, tu mama me pidio que pasara por ti, pero tengo que hacer algunos encargos primero, me puedes acompanar?

-Si tio!! Yo encantada!! No te importa si voy con mi tio, vdd amor?- Le preguntaba a mi novio casi casi corriendolo para que me dejara a solas con mi macho.

-No nena, cuidate, nos vemos manana-Me respondio con el mismo carino de siempre. Pobre si supiera que me van coger como si no hubiera un manana.

En cuanto mi novio se fue y yo me subi a la camioneta de mi tio, el me empezo a acariciar la pierna, arranco la camioneta y sin preguntar me llevo a un hotel cercano, en cuanto entramos a la habitacion mi tio me tomo de las nalgas y comenzo a besarme casi como queriendo comerme

-Mmmmm… no sabes como extrane tus besos y esa lengua de perra, ya quiero vaciar mis huevos dentro de ti zorrita… anda encuerate, ya quiero saborear tus deliciosas tetas

Yo como buena puta hambrienta de semen comence a quitarme la ropa, mi tio tambien se desnudo y se recosto en la cama

-Ven aca puta rica dejame comerte esa rica panocha tuya

Yo ya estaba escurriendo de lo excitada que me ponia pensar en la lengua de mi tio recorriendo toda mi vagina. Nos pusimos en 69, mientras yo lamia cada centimetro de su rica verga y sus huevos pesados de tanta leche que me tenia guardada, mi tio comenzo a dedearme mientras chupaba mis labios vaginales y mi clitoris, yo sentia mis piernas temblar mientras no paraba de mamar ese delicioso trozo de carne que estaba frente a mi cara.

-Mmmm que rico sabes putita, seguro ese pendejo ni sabe como cojerte vdd

-No papi, nadie me coje como tu…. Mmmm….- le decia a medio gemir pues tenia bien sujeto mi clitoris con sus dedos.

Mi tio siguio comiendose mi vagina hasta que no pude mas y me corri en su cara

-Aaaaahhhhhh!!!- Gemi durisimo mientas mis piernas temblaban al igual que todo mi cuerpo

-Mmmm siii preciosa, asi, correte para tu macho, mmmm que rica sabes

En ese momento mi tio me recosto sobre la cama, abrio mis piernas y coloco la punta de su miembro en la entrada de mi vagina, hacia como que me la iba a meter y solo jugaba con su punta y la entrada de mi conchita, yo me retorcia y movia mis caderas, moria por sentirlo dentro de mi rellenando cada centimetro de mi vagina con su verga y su semen caliente

-Yaaa!! Cogeme!!

-Quiero escuchar como me pides verga perrita, ruegame que te coja, anda… - Me decia mi tio mientras me seguia punteando en la vagina.

-Papi cogeme por favor, necesito tu verga dentro de mi

-Quieres mucho mi verga putita?

-Si papi! Te lo ruego, hazme tuya! – Le decia a mi tio suplicandole

En ese momento me enterro su verga lo mas profundo que pudo mientras yo gritaba de placer y mi tio gemia

-Ufff putita! Sigues estando igual de rica, tu puchita me succiona como desesperada, estas deliciosa puta

-Mmmmm!! Siii que deliciosa esta tu verga, cogeme mas fuerte!! Mas!!

Mi tio me embestia una y otra vez mientras se comia mis senos y mordia mis pezones, senti como estaba aumentando la velocidad y subio mis piernas a sus hombros, debo de admitir que era una posicion incomoda, pero de esa manera su verga llegaba hasta mi utero, en esta ocasion si parecia que queria que quedara prenada.

Justo cuando me embestia una ultima vez senti el exquisito palpitar de su verga dentro de mi y como un liquido sumamente caliente me llenaba por completo mientras mi macho descargaba toda su leche dentro de mi y gemia riquisimo.

En ese momento recorde que como habia estado en examenes la semana anterior me habia olvidado de tomarme unas 3 o 4 pastillas anticonceptivas, pero igual no crei que hubiera problema, yo solo queria seguir disfrutando como perra en celo.

-Aaaahhh papi que rica leche, me encanta que descargues tus huevos dentro mi

-Mmmm putita ahora si vas a quedar bien prenada, pero no creas que ya termine, porque ahora te quiero coger por otra parte- Decia mi tio mientras me daba la vuelta y me ponia en cuatro

-Espera… no, por ahi no, no me gusta- Le rogue a mi tio.

-Te cayas puta! Tu vas a hacer lo que yo te diga, y si te quiero romper el culo tu te vas a dejar- Me decia mi tio mientras me daba una nalgada algo fuerte

-Auch! No, pero enserio, no quiero…- Zaz otra nalgada… ahi entendi que sin importar lo que dijera mi tio tenia toda la intencion de romperme el culo ahi en ese momento.

Mi macho me escupio en el ano, froto su saliva alrededor con su dedo pulgar, luego lo introdujo lentamente. Yo solo temble, se sentia tan raro, recordaba como me habia casi violado con un plug anal alguna vez y eso no me gustaba, pues a pesar del orgasmo de aquella vez, la vdd si me dolio al entrar y salir. Sin mencionar, que el plug era mas pequeno que la verga de mi tio.

-Que rico culo tan apretadito, ya te lo quiero romper perrita…- Tomo su pene, le puso un poco de su saliva y luego lo coloco en la entrada de mi culo, lo empujo un poco y yo solo grite

-Ay nooo!! No yaaa!! No quiero!!- Mi tio me agarro de la cabeza y puso mi cara contra la almohada mientras mi culo seguia bien levantado y el empujaba un poco mas; en cuanto la cabeza de su verga entro empujo el resto de un golpe.

Yo solo sentia como mi culito se abria y casi casi se partia

-Nooo!! Aaaaahhh!!!- Le grite en cuanto empujo toda su verga dentro de mi y unas lagrimas salieron de mis ojos mientras el empezaba a bombearme sin compasion- Yaaaa!!! Me duele!!! Basta!!- Le lloraba a mi tio, pero eso parecia excitarlo mas y provocaba que siguiera violando mi pequeno ano con mas fuerza.

-Querias verga no puta? Pues aqui tienes!! – Decia mi tio mientras seguia bombeando sin piedad y sus huevos golpeaban mi puchita que aun escurria de semen. Entre mas le pedia que se detuviera el me cogia mas fuerte… pero llego un momento en el que algo cambio y se empezo a sentir bien, ya no dolia, al contrario, sentia que queria mas; y mis gritos se convirtieron en gemidos.

-Aaaayyy papi!! Aaaahhhh!! Espera, me voy a venir… Nooo…. Aaaaahhh- Y asi como si nada un orgasmo recorrio mi cuerpo y no pude evitar venirme riquisimo, mientras mi tio hacia lo mismo dentro de mi culo, cuando termino de llenarme las entranas de semen me tire en la cama temblando mientras podia sentir un liquido caliente saliendo de mi culo

-Mmmmm!! Esa es mi puta recibiendo su esperma sin chistar, ya quiero verte panzona- Me dijo mi tio antes de darme un beso e irse a banar.

Unos dias despues tuve sexo con mi novio en la sala de su casa, igualmente no usamos proteccion y el se corrio dentro de mi porque quise recibir su esperma tambien.

Y bueno, para no hacerles el cuento largo, unas semanas despues de que note que no llegaba mi periodo me hice una prueba de embarazo y resulto positiva; primero le dije a mi novio quien dijo que se haria responsable, aunque yo en realidad no estaba segura de que fuera de el jajaja

Luego fui a casa de mi tio y se lo conte, el se echo a reir muy fuerte

-Esa es mi perra hambriada de verga, ahora si quedaste bien prenadita vdd?- Me decia mientras tocaba mi vientre y subia sus manos a mis senos – No te preocupes putita yo tambien te voy a dar dinero para mi chamaco y mas leche para ti, total, mas prenada no puedes quedar jajaja

Y bueno, cuando mi nino nacio se parecia bastante a mi novio, pero conforme ha ido creciendo se ve mas como mi tio… ¿Que piensan ustedes? ¿De quien sera?

En fin, espero que les haya gustado mi relato y que se masturbe muy rico leyendolo

Besos calientes en donde mas les guste.

Gracias por leer!

Cereza30_sex@outlook.com
08 Feb 2024¿Que hace el abuelo con mis primas? La madre de Denisse la obliga a camelarse a su abuelo para que la incluya en el testamento, pero tendra en sus primas dos duras competidoras.

Es sabido que hay personas capaces de hacer cualquier cosa por dinero, de eso no me cabia ninguna duda, lo que descubri fue que algunos incluso usan a sus hijos para conseguirlo. En mi caso, fueron mis padres los que me utilizaron a mi, creyendo que iban a sacar beneficio. Lo que no imaginaban era en lo que eso me iba a convertir a mi.

Mi vida era la de una muchacha normal de mi edad. Por suerte, no tenia mas preocupaciones que los estudios y en eso concentraba todos mis esfuerzos. Tenia unas buenas amigas, aunque quizas demasiado obsesionadas con los chicos, pero yo tenia claro que a esa edad lo prioritario eran los estudios y sacar las mejores notas posibles.

Eso no queria decir que no me gustara divertirme siempre que la agenda escolar me lo permitiera. Tenia amigas a las que sus padres no las dejaban salir nunca y otras a las que no les ponian ningun tipo de control. Yo estaba en un punto medio, me dejaban hacer planes fuera del instituto, pero siempre tenia que estar disponible para sus paranoias.

Porque mis padres eran unos tipos muy peculiares. Aunque aparentemente fuesen normales, yo sabia que en realidad se trataba de dos personas mas preocupadas por criticar a los demas que por ellos mismos. Solo consideraban que estaba bien lo que ellos hacian, cuando, en realidad, su forma de ser era la mas reprochable de todas.

Mi padre llevaba casi toda la vida viviendo de una pension del estado por una dolencia leve de espalda que el exageraba para no tener que trabajar. Era un vago con todas las letras al que solo le salvaba la simpatia que solia fingir de cara al publico. Conmigo era bueno, eso no podia negarlo, pero ya tenia una edad en la que me avergonzaba por sus comportamientos.

Y luego estaba mi madre, una persona aun mas particular. Ella venia de una buena familia, de vivir de manera acomodada, hasta que sus padres decidieron que ya se habia terminado lo de vivir del cuento. No le cerraron el grifo por completo porque sabian que no iba a ser capaz de ganarse la vida por ella misma, pero la asignacion mensual que le seguian dando de adulta no era gran cosa.

Quizas lo que mas me afectaba de ellos era el hecho de no haberlos visto trabajar nunca. Se hacia complicado creerles cuando me decian que tenia que estudiar para poder ganarme la vida en el futuro. Eran un mal ejemplo para mi, ademas de tenerme siempre en tension porque nunca sabia con que ocurrencia o chisme podian venirme.

- Tengo una buena noticia, Denisse.

- ¿De que se trata esta vez, mama?

- El abuelo se esta muriendo.

- Has dicho que era buena.

- Ya, ya lo se.

- ¿Como va a ser buena noticia que tu padre se muera?

- Porque nos va a dejar un dineral.

- ¿Solo te importa eso?

- No tendremos que trabajar nunca mas.

- Pero si papa y tu no habeis trabajado en la vida.

- Pues si te portas bien, tu tampoco tendras que hacerlo.

Aunque mi madre nunca habia ocultado sus ansias de heredar, no esperaba que llegasen hasta tal punto de desear que su padre muriera. Desde que mi abuelo quedo viudo supo que mas pronto que tarde el tambien se iria y su enorme fortuna se repartiria entre ella y su hermana mayor, con la que tenia una rivalidad bastante peculiar.

Sabia que yo tambien me beneficiaria del deceso de mi abuelo, que, poco o mucho, algo tambien heredaria, pero preferia vivir con la tranquilidad de no haberle deseado el mal a nadie, y menos a un familiar. Aunque no hubiese aprendido nada sobre constancia y esfuerzo de mis padres, tenia claro que en el futuro no queria algo que no me hubiese ganado con mi trabajo.

Eso no queria decir que si el abuelo, por propia voluntad, decidiera dejarme algo lo fuese a rechazar. Tambien me asustaba lo que dos descerebrados como mis padres pudieran hacer con tanto dinero, por eso preferia tener mis propios recursos para poder alejarme de ellos. El problema era que mi madre sabia como conseguir manipularme.

Muchas fueron las veces que trate de convencerla para algo, y al final era siempre ella la que me obligaba a cambiar de opinion a mi. Con mi madre ya nada me pillaba por sorpresa, o al menos eso era lo que creia, hasta que me conto lo que habia planeado junto a su hermana para dar el paso definitivo que le asegurara la herencia.

- ¿Que te pareceria pasar el verano en una casita en la playa?

- Raro, porque nunca me habeis llevado mas lejos de la piscina municipal.

- Serian unas vacaciones en familia.

- ¿Nosotros tres?

- Y tambien con el abuelo, la tia y tus primas.

- Pero si la tia y tu no os soportais.

- Digamos que las dos tenemos una preocupacion en comun.

- No me lo digas... !la herencia!

- Asegurar lo que es nuestro, si.

- Creia que os ibais a sacar los ojos por cada centimo.

- Yo tambien lo pensaba, pero nos tenemos que aliar contra un enemigo comun.

- ¿De que hablas?

- No nos fiamos de la cuidadora de nuestro padre.

- Pobre mujer, si se esta tragando los peores anos del abuelo.

- Por eso mismo, el siempre ha sido muy blando y es capaz de dejarle algo.

- Bien merecido se lo tendria.

- El dinero y la casa nos pertenece a sus hijas.

- No tengo ninguna gana de soportar a las primas.

- Te entiendo, querida, pero esto no se nos puede escapar.

Siempre habia reganado a mi madre por la mala relacion que tenia con su hermana, le decia que con la familia habia que llevarse bien, pero la realidad era que yo no soportaba a mis primas. Mientras que yo vivia avergonzada porque mis padres me mantenian practicamente de la caridad, ellas eran unas pijas que presumian de todo lo que su padre les compraba.

Por motivos que aun no alcanzaba a entender, mi madre se habia conformado al casarse con un vago, pero mi tia aspiraba a mas y acabo cazando a un rico empresario portugues. La relacion no duro demasiado, aunque si que le dio tiempo a quedarse embarazada de gemelas y asegurarse el futuro economico gracias a sus hijas.

Puede que mi tia se esforzara por disimular el desprecio que sentia hacia nosotros, pero, Catia y Gilma, mis primas, nunca perdian la oportunidad para mirarnos por encima del hombro. Solo el dinero de la herencia podia conseguir que dos familias con una relacion tan mala decidieran aparcar sus diferencias y juntarse durante un verano entero.

Durante las pocas semanas que quedaban hasta las vacaciones intente por todos los medios que mi madre me permitiera no acudir con ellos a la casa de la playa. No solo no queria verme envuelta en lo que fuese que tuvieran preparado para convencer al abuelo, tampoco queria compartir un solo segundo con mis odiosas primas.

Pero nada de lo que probe dio resultado. Mi madre era consciente de que yo tenia mas posibilidades de convencer al abuelo que ella misma, asi que no podia faltar. Una vez mas, cedi a sus pretensiones y me prepare para lo que daba por hecho que seria el peor verano de mi vida. Al menos tendria cerca la playa, que era algo que no podia decir demasiado a menudo.

- ¿Que pretendes que haga para convencerlo?

- Ser simpatica y carinosa con el.

- Es mi abuelo, se supone que siempre debo comportarme asi.

- Muy bien, Denisse, esa es la actitud.

- ¿Como te lo vas a ganar tu? Porque no es que te tenga mucha simpatia.

- Digo yo que a un paso de la muerte querra estar a bien con su hija pequena.

- O quizas sea el momento ideal para mandaros a tomar por saco a las dos por malas hijas.

Lo que estaba claro era que nos ibamos a reunir unos personajes muy variopintos y podia pasar de todo. Cuando llego el dia de partir hacia la playa llene mi maleta de bikinis y poco mas, esperando que durante esas vacaciones no se me exigiera mas que disfrutar del mar. Mi intencion era afrontarlo con serenidad, no preocuparme de lo que hicieran mis primas y tampoco agobiar demasiado al abuelo.

La casa que habian alquilado era espectacular, se notaba quien corria con todos los gastos. Si era un poco inteligente, apenas tendria que cruzarme con nadie de la familia, simplemente estar encerrada en la enorme habitacion que me habian asignado y de ahi a la playa. Decirlo era muy sencillo, pero en cuanto vi a Catia y Gilma ya tenia ganas de pelearme con ellas.

Era algo superior a mi. Veia a mis primas, con esos aires de superioridad y esa prepotencia, cuando las tres veniamos de la misma familia, y me daban ganas de tirarles de los pelos. Yo siempre habia sido pacifica, pero ellas sacaban lo peor que tenia dentro, probablemente por la negativa influencia que mi madre siempre habia ejercido.

- Hola, prima Denisse.

- Catia, guapa, ¿como estas?

- Pues aqui... como todos.

- Vaya ocurrencia han tenido nuestras madres, ¿no?

- Hay que estar con el abuelito en sus ultimos dias.

- Pero quizas no era necesario hacerlo a cientos de kilometros de casa.

- Aqui estara mas tranquilo, relajado... y receptivo.

- ¿Receptivo?

- Para ver si podemos llevarnos un pellizco en el testamento.

- ¿Tu tambien has venido para eso?

- Claro, Gilma ya esta con el ahora mismo.

- Me parece lamentable.

- Se va a morir igual, mejor que nos deje el dinero a nosotras.

- ¿Y tu madre que opina de eso?

- No lo sabe, piensa que solo tiene que competir con la tuya por la herencia.

Podia llegar a soportar que mi madre y mi tia se comportaran como dos hienas carroneras en busca de la herencia, pero me ardia la sangre al pensar que pudieran ser mis primas las que se la repartieran. En ese momento senti el impulso de entrar yo tambien en juego, mas que por lo que yo pudiera ganar, por lo que pudiese hacerles perder a ellas.

Pero tenia que ser realista. Aunque mi relacion con el abuelo fuese buena, no se podia comparar con la que mis primas tenian con el. Ellas siempre fueron mas cercanas, aunque fuese unicamente para hacerle la pelota. Cualquier aproximacion que hiciera quedaria en nada si la comparamos con lo que Catia y Gilma estaban dispuestas a hacer.

Justo asi transcurrieron los primeros dias. Mientras mi madre y mi tia se lanzaban constantemente indirectas y llegaban casi a la discusion, mis primas no necesitaban nada de eso para empezar a camelarse al abuelo. Siempre estaban alrededor de el abrazandole, besandole y riendole todas las gracias. Cada vez que queria acercarme siempre tenia que toparme con ellas.

Lo que mas me fastidiaba de todo era que empezaba a sentir la frustracion que mi madre siempre habia llevado en su interior, y lo ultimo que queria era ser como ella. Alli el unico que parecia disfrutar de la playa era mi padre, todo el dia sin dar un palo al agua y ajeno a la disputa. Mi abuelo nunca lo habia soportado, asi que no tenia nada que rascar en el tema de la herencia.

La guerra familiar finalmente estallo a los diez dias de estar alli. Mi madre no soporto las exageradas y falsas muestras de carino de mi tia hacia su padre y acabaron discutiendo de manera exagerada, hasta tal punto que casi llegan a las manos. Puede que el abuelo estuviera mermado por la enfermedad, pero de tonto no tenia un pelo, y eso le hizo tomar una decision.

Para sorpresa de todos, mi abuelo anuncio que no pensaba dejarle a sus hijas mas que lo que la ley le obligara. Eso suponia que la herencia tendria que repartirse entre sus tres nietas, aunque dejo claro que aun no habia decidido que cantidad recibiria cada una. Eso provoco que la tension entre mis primas y yo aumentara aun mas.

- Ahora es responsabilidad tuya, Denisse.

- Dejame en paz, mama.

- ¿Quieres que tus primas se lo lleven todo?

- No, esas lagartas no se merecen nada.

- Por eso mismo, la herencia tiene que ser toda tuya.

- No puedo acercarme a el porque no lo dejan ni a sol ni a sombra.

- Pues ahora que lo dices, podrias ser carinosa y ponerle la cremita en la playa.

- Pero si nunca va, siempre se queda en casa.

- Es verdad, ya no se mueve para nada.

- Si hubiera algo que pudiera hacer lo haria.

- Lo que sea, hija, aunque le tengas que sujetar la chorra mientras mea.

- !Mama!

- Perdona, carino, pero no puedo soportar que esas se lo lleven todo.

Por primera vez en muchisimo tiempo estaba de acuerdo con mi madre, pero no queria tener que rebajarme hasta ese punto, y mucho menos por dinero. Era evidente que tenia que encontrar una solucion, porque mis primas llevaban ya mucha ventaja y tenia pinta de que se lo iban a llevar todo. No podria soportar que tuvieran todavia mas motivos para restregarme su superioridad.

A partir de ese momento comence a observarlas, sobre todo cuando estaban con el abuelo, para ver en que podia imitarlas y tratar incluso de superarlas. Las tenia todo el dia vigiladas e intentaba que no se quedaran a solas. A veces parecia que lo estaba logrando, hasta que me di cuenta de que habia un momento en el que las perdia de vista.

No parecia fruto de la casualidad que desde que el abuelo anuncio que iba a repartir la herencia entre sus nietas, mis primas llegaran siempre mas tarde a la playa. Por un motivo que no lograba entender, todavia seguiamos bajando todos en familia, menos ellas, que aparecian un buen rato despues. No hacia falta que fuese una desconfiada para saber lo que estaba pasando ahi.

Tenia que trazar un plan que me permitiera saber que estaban haciendo exactamente. No me convenia un enfrentamiento directo con ellas, asi que tenia que hacerlo con mucho cuidado. La manana siguiente, baje a la playa con mis padres y mi tia como si todo fuese normal, pero al llegar dije que me habia olvidado la proteccion solar y volvi corriendo a casa.

Lo primero que me sorprendio al llegar fue escuchar musica. El abuelo nunca habia estado interesado, y menos por la de ese tipo, asi que me dejo descolocada. Enseguida me di cuenta de que provenia de la habitacion de el, y me acerque con sigilo. Me asome por la puerta, sin saber muy bien que me iba a encontrar. Lo que si tenia claro era que jamas me hubiese imaginado lo que vi.

El abuelo estaba sentado en su sillon y mis primas, cada una a un lado, bailaban en bikini. Puede que ese acto en si no fuese demasiado perturbador, el problema era que el no dejaba de manosearlas y ellas no dudaban en darle besos incluso en la boca. Volvi a la playa antes de que me detectaran, completamente espantada por lo que habia visto.

- Denisse, parece que has visto un fantasma.

- Ojala fuese eso lo que he visto.

- ¿De que estas hablando?

- Ya se como pretenden conseguir la herencia las primas.

- Cuentamelo.

- Bailan para el.

- ¿Solo eso?

- Lo hacen en bikini mientras lo besan y el las toquetea.

- ¿Estas segura?

- Si, mama, lo he visto con mis propios ojos.

- Me parece repugnante lo que te van a obligar a hacer.

- ¿Como dices?

- No puedes quedarte atras, hija, debes seducirlo tu tambien.

- Supongo que no lo estaras diciendo en serio.

- Unicamente tienes que bailar un poco y dejar que te toque.

- !Es mi abuelo!

- Hay muchisimo dinero en juego.

- Ni siquiera puedo competir con el cuerpo que tienen ellas.

- Dices que se dejaban tocar, ¿no?

- Si, eso es lo que vi.

- Pues ve un paso mas alla y tocalo tu a el.

No me podia creer que mi madre me estuviera proponiendo en serio que le hiciera eso a mi abuelo, a su propio padre. Entendia sus ansias de dinero, especialmente si la alternativa era que mis primas se quedaran con todo, pero era dificil de asimilar que me estuviera ofreciendo de esa manera. No habia mantenido nunca relaciones con nadie, asi que me horrorizaba que el primero pudiera ser el y encima por interes.

Me negue a hacerlo, pero los dias fueron pasando y mis primas seguian repitiendo su misma estrategia. Sabian que se habian ganado ya al abuelo, por eso se dedicaban a presumir aun mas de lo habitual. No soportaba verlas asi de contentas, tan seguras de que ellas se lo iban a llevar todo y yo nada. Aun asi, me mantuve firme en mi idea de no rebajarme.

Una semana despues de haber presenciado aquello, tras bajar a la playa, me di cuenta de que ese dia me habia olvidado de verdad la proteccion solar. No queria volver a la casa y encontrarme con lo mismo, pero no me iba a quedar mas remedio. Entre sigilosamente, tratando una vez mas de no ser descubierta. Entonces me di cuenta de que no sonaba la musica.

Temiendo encontrarme algo todavia peor, me acerque al cuarto del abuelo, pero ese dia estaba solo. Mis primas debian tener otros planes o ya habian conseguido que les prometiera la herencia y no tenian que seguir esforzandose. En cualquier caso, el se dio cuenta de que estaba tras la puerta y me pidio que entrara.

- Hola, abuelo.

- ¿Que haces aqui, Denisse?

- Me he dejado la crema para protegerme del sol. ¿Las primas no estan?

- No, por lo visto conocieron a unos chicos hace un par de dias.

- Parece que siempre les sonrie la suerte.

- Dime la verdad, ¿por que estas aqui?

- Ya te la he dicho.

- Se que me viste el otro dia con Catia y Gilma.

- Fue sin querer.

- Pero ahora te preguntas que tienes que hacer para superarlas, ¿verdad?

- No, yo no...

- Ven, acercate.

Obedeci al abuelo y me acerque hasta su sillon, entonces el me cogio de la mano y tiro de mi para que me sentara en sus rodillas. Comenzo a mecerme como si fuera una nina pequena, a acariciarme el pelo. Podian haber pasado por gestos totalmente inocentes, tipicas muestras de afecto a una nieta, de no haber sabido lo que solia hacer con mis primas.

Me quede quieta, esperando que eso fuese suficiente para que al menos me tuviera en cuenta a la hora de redactar el testamento. Lo unico que me incomodaba hasta ese momento era lo ligera de ropa que iba, ya que unicamente llevaba el bikini y un pareo alrededor de la cintura. El abuelo comenzo a contarme historias de su juventud, mientras se animaba a colocar una de sus manos sobre mi muslo derecho.

Quise restar la importancia, pero no se limito a dejar su mano ahi. En cuestion de segundos ya estaba apretando, como si quisiera palpar la tension de mi carne. Fue ascendiendo hasta acercarse peligrosamente a mi sexo, pero lo esquivo y siguio subiendo hasta meterme la mano por debajo de la parte de arriba del bikini y sujetarme uno de mis pechitos.

- Abuelo, ¿que estas haciendo?

- Me gusta palparles las tetitas a mis nietas.

- Las de Catia y Gilma no son precisamente pequenas.

- Por eso mismo, a mi siempre me han excitado las de tu tamano.

- Pero soy tu nieta, no puedes meterme mano.

- Si que puedo, porque lo que te voy a dar a cambio merece la pena.

- Nunca me ha interesado tu dinero.

- No seas tonta, Denisse, podras alejarte de los estupidos de tus padres.

- Dudo que sea capaz de hacerlo.

- Dejame sentir el calor de tu entrepierna y tus primas no veran ni un centimo.

- Abuelo...

- Tu solo dejate llevar.

Mientras seguia aferrado a mi teta derecha, sosteniendo el pezon entre la punta de sus dedos, la otra mano se deslizo por debajo del pareo y fue directa a rozar mi sexo. Di un respingo sobre sus rodillas, jamas nadie me habia tocado en esa zona con esas intenciones, ni siquiera yo misma. Al principio frotaba por encima del bikini, pero no tardo nada en apartarlo.

Yo misma notaba lo humeda que estaba, y pude confirmarlo por el ruido que hacian los dedos de mi abuelo al acariciar me la rajita. Era lo mas extrano que me habia pasado en la vida, pero no podia negar que si cerraba los ojos y me dejaba llevar como el me habia pedido, resultaba bastante excitante.

El abuelo comenzo a besarme el cuello mientras seguia sobandome los pechos y acariciandome con lascivia mi conito. Lo hacia con delicadeza, asegurandose de no entrar en mi y desgarrar mi himen. Me sorprendia como podia estar poniendome tan caliente con unos simples tocamientos, hasta que me lo susurro al oido.

- Esto que te estoy frotando es el clitoris. Te gusta, ¿verdad?

- Mucho.

- Apuesto a que es la primera vez que sientes placer.

- Si, ni siquiera yo misma me habia tocado.

- Pues te vas a llevar el dinero y tu primer orgasmo.

Siguio estimulandome el clitoris hasta que todos los musculos de mi cuerpo se tensaron, arquee la espalda y cerre las piernas dejando su mano atrapada entre mis muslos. Senti un placer descomunal, un calor que se iniciaba en mi sexo y se expandia por cada rincon de mi cuerpo. Los gemidos escapaban de mi boca descontrolados, expresando lo tremendamente a gusto que me habia quedado.

- ¿Que te ha parecido?

- No puedo ni hablar, abuelo.

- Yo tambien he disfrutado mucho.

- Entonces... ¿ahora todo es para mi?

- En principio si.

- ¿Que quiere decir eso?

- Denisse, yo te prefiero a ti, pero si tus primas me ofrecen algo mas va a ser dificil que pueda rechazarlo.

Continuara....