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26 Mar 2024La profesora de matematicas 45 Nati estrena su condicion de puta y recibe a su primer cliente. Alberto profundiza en su atencion a los culos de Clara y Marivi y se lanza a declarar su deseo a su madre.

Nati no tenia esta vez ninguna indicacion especial. Asi que le espero como iba ella habitualmente en casa, en bragas y camiseta. El cliente se quedo impresionado por su sensualidad y voluptuosidad. No le habian ensenado ninguna foto para que fuera una sorpresa.

- Hola, Nati, soy Jaime.

- Hola, Jaime, bienvenido. - Dijo sonriendole y dandole dos besos.

- Joder, que guapa eres, no me han exagerado.

Nati sonrio y Jaime se fijo en sus muslos torneados de piel morena y el culo que se adivinaba. Asi como el tamano de sus tetas bajo la camiseta.

- Ya tenia ganas de follar. Llevo mas de un ano divorciado y estoy seco desde entonces.

- Hoy disfrutaras. Has contratado el servicio completo. La norma es al contado y antes de empezar.

- Si, aqui tienes.

Nati extendio la mano y conto los seis billetes de 50 euros. Afirmo sonriendo.

- Muy bien. ¿Quieres tomar algo?

- No, gracias. Prefiero pasar a la faena.

Jaime era amigo de Luis Alberto y este llevaba un tiempo insistiendole en que se fuera de putas. Finalmente le habia ofrecido a Nati y habia aceptado despues de escuchar como se la trajinaban el y Felipe.

- Vas a ser el primer cliente de ella. - Le habia dicho.

Jaime se encenego en los labios de Nati, que movia su lengua con habilidad, mientras le metia mano en el culo bajo la braga y con la otra bajo la camiseta en las tetas. Nati se libro por fin y se quito la camiseta.

- Bua. - Exclamo Jaime.

- Espera a verme desnuda del todo.

Nati se quito el sujetador mostrando orgullosa sus tetas. Jaime se abalanzo sobre ellas despues de quedarse embobado por un momento mirandolas. Nati consiguio volver a zafarse y se quito las bragas.

- ¿Que dices ahora?

- Estas buenisima.

Nati se giro para que pudiera admirar su escultural cuerpo en su totalidad.

- Ahora te toca a ti. - Dijo riendose.

Nati tenia curiosidad por ver a que polla se enfrentaba. Jaime mostro mas claramente una incipiente barriga cervecera en su desnudez y una piel muy blanca. Su polla era de unos 15 centimetros.

- Empezaremos por la mamada. - Indico Nati.

Nati se sento al borde de la cama para estar mas comoda. Iba a procurar dominar ella la situacion y los tiempos. Jaime le acerco presuroso la polla y su cara mostro una gran sonrisa algo tonta al sentir la acogedora boca de Nati.

- Oooh, que gusto me das.

Nati siguio con la mamada de una manera rutinaria. Podia manejar esa polla con facilidad. Luego se ayudo de sus pechos para seguir dandole placer.

- Para, que no me quiero correr tan pronto.

- Puedes comerme el cono. - Le propuso

Jaime adopto un gesto dubitativo y no se esperaba aquello. Ese cono estaba ya entreabierto y parecia apetecible y jugoso.

- A ver que sabes hacer.

El hombre se esforzo y no lo hizo mal del todo. Nati no le dejo de sujetar la cabeza hasta que alcanzo el orgasmo y se corrio.

- ¿Te ha gustado el sabor de mi cono? - Pregunto risuena.

- Si.

- Ahora es el momento de penetrarlo, me has dejado muy caliente.

Aquello elevo la autoestima de Jaime y quiso disfrutar el momento de penetrar y follarse a una hembra semejante. Recordo por un momento a su ex mujer. Una mujer pequena y delgada, de poco pecho y culo respingon. No, nunca se habia follado a una mujer parecida a Nati. Sintio un escalofrio al poner su glande a la entrada del cono. La penetro lentamente disfrutando de cada centimetro.

- Ooooh, Nati, que gusto.

No paro hasta que sus huevos rozaron la vagina de Nati. La empezo a follar suavemente. Nati esperaba mayor impetu despues de la sequia, seria que no queria correrse. Poco despues se paro.

- Follame, Nati, quiero que lo haga una mujer como tu.

Nati se coloco solicita y empezo a cabalgarle. Haciendo botar sus tetas sabiendo el efecto que hacia en los hombres.

- El culo, he pagado por follar tu culo.

Nati no dijo nada y se giro, queria ser ella quien siguiera controlando la situacion. Con cuidado se metio toda la polla en el culo sin mucha dificultad. Y otra vez arriba y abajo. Jaime disfrutaba viendo entrar y salir de ese culo esplendoroso.

- Um, que bien lo estas haciendo, Nati.

Jaime la agarro de las caderas y le marcaba un poco el paso.

- Para.

Nati se paro con la polla insertada en su culo.

- Ponte a cuatro patas.

Aquella postura no le gustaba tanto pero se dispuso sin decir nada. Jaime le volvio a penetrar el cono asiendola con firmeza de las caderas. Tras unas embestidas cambio de agujero y se la metio por el otro que tenia a su disposicion. Nati aguantaba. A placer le iba cambiando de agujero.

- ¿Donde piensas correrte?

- En el cono. Te quiero llenar bien de mi semen.

Se la saco del culo y se la metio en el cono, derramando su esperma en la segunda embestida.

- Aaaah, aaaah, aaaaaah.

Jaime se resistia a sacar la polla de su acogedor sitio. Nati no decia nada, casi comprensiva.

- Trae tu polla, anda, se la limpio a los que me dejan satisfecha.

Jaime sonrio de orgullo y volvio a sentir la boca de Nati en su polla. Se vistio y agradecio a Nati sus servicios.

- Ha sido el mejor sexo de mi vida.

- Gracias, me alegra.

- Y los 300 euros mejor gastados tambien.

Alberto seguia dandole vueltas a como exponerle a su madre que le queria penetrar analmente. Debia ser cauto y persuasivo. Ultimamente se fijaba mas en el respingon y suave culito de su hermana Clara. Lo acariciaba, besaba y lamia, a veces acercandose mucho al ano. Lo que mas echaba en falta de no ver a Nati era encularla. Se masturbaba con las numerosas fotos y videos que hizo de sus humillaciones. Hasta habia pensado varias veces en volver a quedar con Maria, la puta que le habian hecho como regalo de cumpleanos sus amigos, y preguntarle si admitia el sexo anal.

Mientras tanto estaba en el cuarto de su hermana, ella desnuda de cintura para abajo y tumbada boca abajo en la cama.

- Que culo tan bonito tienes, hermanita.

Clara sonrio y siguio disfrutando de las atenciones de su hermano. Suaves caricias y besos. Siguio lamiendo la nalga en toda su longitud, lentamente.

- Um, que gusto me das. - Dijo con voz mimosa.

Le empezo a cercar el sonrosado y delicado ano con la lengua haciendo circulos en torno a el. Luego empezo a lamerle suavemente el ano. Clara reacciono con levisimos gemidos y respingos, lo que agrado a Alberto.

- Que cosas me haces, hermanito.

Le paso el dedo por la vulva, comprobando que estaba mojada, lo que le agrado igualmente. Le abrio ligeramente las piernas y recorrio con su lengua de la vulva al ano. Mientras Clara gemia suave y entrecortadamente. Finalmente le introdujo un dedo en el cono y se contuvo de hacer lo mismo en el culo. Clara gemia algo mas fuerte y finalmente se relajo de la tension con el orgasmo. Alberto recogio los flujos y la beso en los labios.

- Me toca a mi. - Dijo muy sonriente.

Se sento al borde de la cama sin vestirse y contemplo golosa el erecto pene de su hermano que le rozaba la nariz. Lo agarro con la mano para acariciarlo primero suavemente y luego con mas intensidad. Poco despues se lo introdujo en la boca donde hacia tiempo que lo manejaba con facilidad.

- Um, que boquita tienes.

Poco despues eyaculaba largamente directamente a la garganta de Clara con chorros disparados. Esta se la trago sin dificultad y con el gesto entre lascivo e inocente que tanto excitaba a Alberto.

Clara se quedo esa noche pensando en la nueva experiencia sexual que le habia dispensado su hermano. El placer que habia sentado mientras le lam Ir a pagina 2
08 Feb 2024¿Que hace el abuelo con mis primas? La madre de Denisse la obliga a camelarse a su abuelo para que la incluya en el testamento, pero tendra en sus primas dos duras competidoras.

Es sabido que hay personas capaces de hacer cualquier cosa por dinero, de eso no me cabia ninguna duda, lo que descubri fue que algunos incluso usan a sus hijos para conseguirlo. En mi caso, fueron mis padres los que me utilizaron a mi, creyendo que iban a sacar beneficio. Lo que no imaginaban era en lo que eso me iba a convertir a mi.

Mi vida era la de una muchacha normal de mi edad. Por suerte, no tenia mas preocupaciones que los estudios y en eso concentraba todos mis esfuerzos. Tenia unas buenas amigas, aunque quizas demasiado obsesionadas con los chicos, pero yo tenia claro que a esa edad lo prioritario eran los estudios y sacar las mejores notas posibles.

Eso no queria decir que no me gustara divertirme siempre que la agenda escolar me lo permitiera. Tenia amigas a las que sus padres no las dejaban salir nunca y otras a las que no les ponian ningun tipo de control. Yo estaba en un punto medio, me dejaban hacer planes fuera del instituto, pero siempre tenia que estar disponible para sus paranoias.

Porque mis padres eran unos tipos muy peculiares. Aunque aparentemente fuesen normales, yo sabia que en realidad se trataba de dos personas mas preocupadas por criticar a los demas que por ellos mismos. Solo consideraban que estaba bien lo que ellos hacian, cuando, en realidad, su forma de ser era la mas reprochable de todas.

Mi padre llevaba casi toda la vida viviendo de una pension del estado por una dolencia leve de espalda que el exageraba para no tener que trabajar. Era un vago con todas las letras al que solo le salvaba la simpatia que solia fingir de cara al publico. Conmigo era bueno, eso no podia negarlo, pero ya tenia una edad en la que me avergonzaba por sus comportamientos.

Y luego estaba mi madre, una persona aun mas particular. Ella venia de una buena familia, de vivir de manera acomodada, hasta que sus padres decidieron que ya se habia terminado lo de vivir del cuento. No le cerraron el grifo por completo porque sabian que no iba a ser capaz de ganarse la vida por ella misma, pero la asignacion mensual que le seguian dando de adulta no era gran cosa.

Quizas lo que mas me afectaba de ellos era el hecho de no haberlos visto trabajar nunca. Se hacia complicado creerles cuando me decian que tenia que estudiar para poder ganarme la vida en el futuro. Eran un mal ejemplo para mi, ademas de tenerme siempre en tension porque nunca sabia con que ocurrencia o chisme podian venirme.

- Tengo una buena noticia, Denisse.

- ¿De que se trata esta vez, mama?

- El abuelo se esta muriendo.

- Has dicho que era buena.

- Ya, ya lo se.

- ¿Como va a ser buena noticia que tu padre se muera?

- Porque nos va a dejar un dineral.

- ¿Solo te importa eso?

- No tendremos que trabajar nunca mas.

- Pero si papa y tu no habeis trabajado en la vida.

- Pues si te portas bien, tu tampoco tendras que hacerlo.

Aunque mi madre nunca habia ocultado sus ansias de heredar, no esperaba que llegasen hasta tal punto de desear que su padre muriera. Desde que mi abuelo quedo viudo supo que mas pronto que tarde el tambien se iria y su enorme fortuna se repartiria entre ella y su hermana mayor, con la que tenia una rivalidad bastante peculiar.

Sabia que yo tambien me beneficiaria del deceso de mi abuelo, que, poco o mucho, algo tambien heredaria, pero preferia vivir con la tranquilidad de no haberle deseado el mal a nadie, y menos a un familiar. Aunque no hubiese aprendido nada sobre constancia y esfuerzo de mis padres, tenia claro que en el futuro no queria algo que no me hubiese ganado con mi trabajo.

Eso no queria decir que si el abuelo, por propia voluntad, decidiera dejarme algo lo fuese a rechazar. Tambien me asustaba lo que dos descerebrados como mis padres pudieran hacer con tanto dinero, por eso preferia tener mis propios recursos para poder alejarme de ellos. El problema era que mi madre sabia como conseguir manipularme.

Muchas fueron las veces que trate de convencerla para algo, y al final era siempre ella la que me obligaba a cambiar de opinion a mi. Con mi madre ya nada me pillaba por sorpresa, o al menos eso era lo que creia, hasta que me conto lo que habia planeado junto a su hermana para dar el paso definitivo que le asegurara la herencia.

- ¿Que te pareceria pasar el verano en una casita en la playa?

- Raro, porque nunca me habeis llevado mas lejos de la piscina municipal.

- Serian unas vacaciones en familia.

- ¿Nosotros tres?

- Y tambien con el abuelo, la tia y tus primas.

- Pero si la tia y tu no os soportais.

- Digamos que las dos tenemos una preocupacion en comun.

- No me lo digas... !la herencia!

- Asegurar lo que es nuestro, si.

- Creia que os ibais a sacar los ojos por cada centimo.

- Yo tambien lo pensaba, pero nos tenemos que aliar contra un enemigo comun.

- ¿De que hablas?

- No nos fiamos de la cuidadora de nuestro padre.

- Pobre mujer, si se esta tragando los peores anos del abuelo.

- Por eso mismo, el siempre ha sido muy blando y es capaz de dejarle algo.

- Bien merecido se lo tendria.

- El dinero y la casa nos pertenece a sus hijas.

- No tengo ninguna gana de soportar a las primas.

- Te entiendo, querida, pero esto no se nos puede escapar.

Siempre habia reganado a mi madre por la mala relacion que tenia con su hermana, le decia que con la familia habia que llevarse bien, pero la realidad era que yo no soportaba a mis primas. Mientras que yo vivia avergonzada porque mis padres me mantenian practicamente de la caridad, ellas eran unas pijas que presumian de todo lo que su padre les compraba.

Por motivos que aun no alcanzaba a entender, mi madre se habia conformado al casarse con un vago, pero mi tia aspiraba a mas y acabo cazando a un rico empresario portugues. La relacion no duro demasiado, aunque si que le dio tiempo a quedarse embarazada de gemelas y asegurarse el futuro economico gracias a sus hijas.

Puede que mi tia se esforzara por disimular el desprecio que sentia hacia nosotros, pero, Catia y Gilma, mis primas, nunca perdian la oportunidad para mirarnos por encima del hombro. Solo el dinero de la herencia podia conseguir que dos familias con una relacion tan mala decidieran aparcar sus diferencias y juntarse durante un verano entero.

Durante las pocas semanas que quedaban hasta las vacaciones intente por todos los medios que mi madre me permitiera no acudir con ellos a la casa de la playa. No solo no queria verme envuelta en lo que fuese que tuvieran preparado para convencer al abuelo, tampoco queria compartir un solo segundo con mis odiosas primas.

Pero nada de lo que probe dio resultado. Mi madre era consciente de que yo tenia mas posibilidades de convencer al abuelo que ella misma, asi que no podia faltar. Una vez mas, cedi a sus pretensiones y me prepare para lo que daba por hecho que seria el peor verano de mi vida. Al menos tendria cerca la playa, que era algo que no podia decir demasiado a menudo.

- ¿Que pretendes que haga para convencerlo?

- Ser simpatica y carinosa con el.

- Es mi abuelo, se supone que siempre debo comportarme asi.

- Muy bien, Denisse, esa es la actitud.

- ¿Como te lo vas a ganar tu? Porque no es que te tenga mucha simpatia.

- Digo yo que a un paso de la muerte querra estar a bien con su hija pequena.

- O quizas sea el momento ideal para mandaros a tomar por saco a las dos por malas hijas.

Lo que estaba claro era que nos ibamos a reunir unos personajes muy variopintos y podia pasar de todo. Cuando llego el dia de partir hacia la playa llene mi maleta de bikinis y poco mas, esperando que durante esas vacaciones no se me exigiera mas que disfrutar del mar. Mi intencion era afrontarlo con serenidad, no preocuparme de lo que hicieran mis primas y tampoco agobiar demasiado al abuelo.

La casa que habian alquilado era espectacular, se notaba quien corria con todos los gastos. Si era un poco inteligente, apenas tendria que cruzarme con nadie de la familia, simplemente estar encerrada en la enorme habitacion que me habian asignado y de ahi a la playa. Decirlo era muy sencillo, pero en cuanto vi a Catia y Gilma ya tenia ganas de pelearme con ellas.

Era algo superior a mi. Veia a mis primas, con esos aires de superioridad y esa prepotencia, cuando las tres veniamos de la misma familia, y me daban ganas de tirarles de los pelos. Yo siempre habia sido pacifica, pero ellas sacaban lo peor que tenia dentro, probablemente por la negativa influencia que mi madre siempre habia ejercido.

- Hola, prima Denisse.

- Catia, guapa, ¿como estas?

- Pues aqui... como todos.

- Vaya ocurrencia han tenido nuestras madres, ¿no?

- Hay que estar con el abuelito en sus ultimos dias.

- Pero quizas no era necesario hacerlo a cientos de kilometros de casa.

- Aqui estara mas tranquilo, relajado... y receptivo.

- ¿Receptivo?

- Para ver si podemos llevarnos un pellizco en el testamento.

- ¿Tu tambien has venido para eso?

- Claro, Gilma ya esta con el ahora mismo.

- Me parece lamentable.

- Se va a morir igual, mejor que nos deje el dinero a nosotras.

- ¿Y tu madre que opina de eso?

- No lo sabe, piensa que solo tiene que competir con la tuya por la herencia.

Podia llegar a soportar que mi madre y mi tia se comportaran como dos hienas carroneras en busca de la herencia, pero me ardia la sangre al pensar que pudieran ser mis primas las que se la repartieran. En ese momento senti el impulso de entrar yo tambien en juego, mas que por lo que yo pudiera ganar, por lo que pudiese hacerles perder a ellas.

Pero tenia que ser realista. Aunque mi relacion con el abuelo fuese buena, no se podia comparar con la que mis primas tenian con el. Ellas siempre fueron mas cercanas, aunque fuese unicamente para hacerle la pelota. Cualquier aproximacion que hiciera quedaria en nada si la comparamos con lo que Catia y Gilma estaban dispuestas a hacer.

Justo asi transcurrieron los primeros dias. Mientras mi madre y mi tia se lanzaban constantemente indirectas y llegaban casi a la discusion, mis primas no necesitaban nada de eso para empezar a camelarse al abuelo. Siempre estaban alrededor de el abrazandole, besandole y riendole todas las gracias. Cada vez que queria acercarme siempre tenia que toparme con ellas.

Lo que mas me fastidiaba de todo era que empezaba a sentir la frustracion que mi madre siempre habia llevado en su interior, y lo ultimo que queria era ser como ella. Alli el unico que parecia disfrutar de la playa era mi padre, todo el dia sin dar un palo al agua y ajeno a la disputa. Mi abuelo nunca lo habia soportado, asi que no tenia nada que rascar en el tema de la herencia.

La guerra familiar finalmente estallo a los diez dias de estar alli. Mi madre no soporto las exageradas y falsas muestras de carino de mi tia hacia su padre y acabaron discutiendo de manera exagerada, hasta tal punto que casi llegan a las manos. Puede que el abuelo estuviera mermado por la enfermedad, pero de tonto no tenia un pelo, y eso le hizo tomar una decision.

Para sorpresa de todos, mi abuelo anuncio que no pensaba dejarle a sus hijas mas que lo que la ley le obligara. Eso suponia que la herencia tendria que repartirse entre sus tres nietas, aunque dejo claro que aun no habia decidido que cantidad recibiria cada una. Eso provoco que la tension entre mis primas y yo aumentara aun mas.

- Ahora es responsabilidad tuya, Denisse.

- Dejame en paz, mama.

- ¿Quieres que tus primas se lo lleven todo?

- No, esas lagartas no se merecen nada.

- Por eso mismo, la herencia tiene que ser toda tuya.

- No puedo acercarme a el porque no lo dejan ni a sol ni a sombra.

- Pues ahora que lo dices, podrias ser carinosa y ponerle la cremita en la playa.

- Pero si nunca va, siempre se queda en casa.

- Es verdad, ya no se mueve para nada.

- Si hubiera algo que pudiera hacer lo haria.

- Lo que sea, hija, aunque le tengas que sujetar la chorra mientras mea.

- !Mama!

- Perdona, carino, pero no puedo soportar que esas se lo lleven todo.

Por primera vez en muchisimo tiempo estaba de acuerdo con mi madre, pero no queria tener que rebajarme hasta ese punto, y mucho menos por dinero. Era evidente que tenia que encontrar una solucion, porque mis primas llevaban ya mucha ventaja y tenia pinta de que se lo iban a llevar todo. No podria soportar que tuvieran todavia mas motivos para restregarme su superioridad.

A partir de ese momento comence a observarlas, sobre todo cuando estaban con el abuelo, para ver en que podia imitarlas y tratar incluso de superarlas. Las tenia todo el dia vigiladas e intentaba que no se quedaran a solas. A veces parecia que lo estaba logrando, hasta que me di cuenta de que habia un momento en el que las perdia de vista.

No parecia fruto de la casualidad que desde que el abuelo anuncio que iba a repartir la herencia entre sus nietas, mis primas llegaran siempre mas tarde a la playa. Por un motivo que no lograba entender, todavia seguiamos bajando todos en familia, menos ellas, que aparecian un buen rato despues. No hacia falta que fuese una desconfiada para saber lo que estaba pasando ahi.

Tenia que trazar un plan que me permitiera saber que estaban haciendo exactamente. No me convenia un enfrentamiento directo con ellas, asi que tenia que hacerlo con mucho cuidado. La manana siguiente, baje a la playa con mis padres y mi tia como si todo fuese normal, pero al llegar dije que me habia olvidado la proteccion solar y volvi corriendo a casa.

Lo primero que me sorprendio al llegar fue escuchar musica. El abuelo nunca habia estado interesado, y menos por la de ese tipo, asi que me dejo descolocada. Enseguida me di cuenta de que provenia de la habitacion de el, y me acerque con sigilo. Me asome por la puerta, sin saber muy bien que me iba a encontrar. Lo que si tenia claro era que jamas me hubiese imaginado lo que vi.

El abuelo estaba sentado en su sillon y mis primas, cada una a un lado, bailaban en bikini. Puede que ese acto en si no fuese demasiado perturbador, el problema era que el no dejaba de manosearlas y ellas no dudaban en darle besos incluso en la boca. Volvi a la playa antes de que me detectaran, completamente espantada por lo que habia visto.

- Denisse, parece que has visto un fantasma.

- Ojala fuese eso lo que he visto.

- ¿De que estas hablando?

- Ya se como pretenden conseguir la herencia las primas.

- Cuentamelo.

- Bailan para el.

- ¿Solo eso?

- Lo hacen en bikini mientras lo besan y el las toquetea.

- ¿Estas segura?

- Si, mama, lo he visto con mis propios ojos.

- Me parece repugnante lo que te van a obligar a hacer.

- ¿Como dices?

- No puedes quedarte atras, hija, debes seducirlo tu tambien.

- Supongo que no lo estaras diciendo en serio.

- Unicamente tienes que bailar un poco y dejar que te toque.

- !Es mi abuelo!

- Hay muchisimo dinero en juego.

- Ni siquiera puedo competir con el cuerpo que tienen ellas.

- Dices que se dejaban tocar, ¿no?

- Si, eso es lo que vi.

- Pues ve un paso mas alla y tocalo tu a el.

No me podia creer que mi madre me estuviera proponiendo en serio que le hiciera eso a mi abuelo, a su propio padre. Entendia sus ansias de dinero, especialmente si la alternativa era que mis primas se quedaran con todo, pero era dificil de asimilar que me estuviera ofreciendo de esa manera. No habia mantenido nunca relaciones con nadie, asi que me horrorizaba que el primero pudiera ser el y encima por interes.

Me negue a hacerlo, pero los dias fueron pasando y mis primas seguian repitiendo su misma estrategia. Sabian que se habian ganado ya al abuelo, por eso se dedicaban a presumir aun mas de lo habitual. No soportaba verlas asi de contentas, tan seguras de que ellas se lo iban a llevar todo y yo nada. Aun asi, me mantuve firme en mi idea de no rebajarme.

Una semana despues de haber presenciado aquello, tras bajar a la playa, me di cuenta de que ese dia me habia olvidado de verdad la proteccion solar. No queria volver a la casa y encontrarme con lo mismo, pero no me iba a quedar mas remedio. Entre sigilosamente, tratando una vez mas de no ser descubierta. Entonces me di cuenta de que no sonaba la musica.

Temiendo encontrarme algo todavia peor, me acerque al cuarto del abuelo, pero ese dia estaba solo. Mis primas debian tener otros planes o ya habian conseguido que les prometiera la herencia y no tenian que seguir esforzandose. En cualquier caso, el se dio cuenta de que estaba tras la puerta y me pidio que entrara.

- Hola, abuelo.

- ¿Que haces aqui, Denisse?

- Me he dejado la crema para protegerme del sol. ¿Las primas no estan?

- No, por lo visto conocieron a unos chicos hace un par de dias.

- Parece que siempre les sonrie la suerte.

- Dime la verdad, ¿por que estas aqui?

- Ya te la he dicho.

- Se que me viste el otro dia con Catia y Gilma.

- Fue sin querer.

- Pero ahora te preguntas que tienes que hacer para superarlas, ¿verdad?

- No, yo no...

- Ven, acercate.

Obedeci al abuelo y me acerque hasta su sillon, entonces el me cogio de la mano y tiro de mi para que me sentara en sus rodillas. Comenzo a mecerme como si fuera una nina pequena, a acariciarme el pelo. Podian haber pasado por gestos totalmente inocentes, tipicas muestras de afecto a una nieta, de no haber sabido lo que solia hacer con mis primas.

Me quede quieta, esperando que eso fuese suficiente para que al menos me tuviera en cuenta a la hora de redactar el testamento. Lo unico que me incomodaba hasta ese momento era lo ligera de ropa que iba, ya que unicamente llevaba el bikini y un pareo alrededor de la cintura. El abuelo comenzo a contarme historias de su juventud, mientras se animaba a colocar una de sus manos sobre mi muslo derecho.

Quise restar la importancia, pero no se limito a dejar su mano ahi. En cuestion de segundos ya estaba apretando, como si quisiera palpar la tension de mi carne. Fue ascendiendo hasta acercarse peligrosamente a mi sexo, pero lo esquivo y siguio subiendo hasta meterme la mano por debajo de la parte de arriba del bikini y sujetarme uno de mis pechitos.

- Abuelo, ¿que estas haciendo?

- Me gusta palparles las tetitas a mis nietas.

- Las de Catia y Gilma no son precisamente pequenas.

- Por eso mismo, a mi siempre me han excitado las de tu tamano.

- Pero soy tu nieta, no puedes meterme mano.

- Si que puedo, porque lo que te voy a dar a cambio merece la pena.

- Nunca me ha interesado tu dinero.

- No seas tonta, Denisse, podras alejarte de los estupidos de tus padres.

- Dudo que sea capaz de hacerlo.

- Dejame sentir el calor de tu entrepierna y tus primas no veran ni un centimo.

- Abuelo...

- Tu solo dejate llevar.

Mientras seguia aferrado a mi teta derecha, sosteniendo el pezon entre la punta de sus dedos, la otra mano se deslizo por debajo del pareo y fue directa a rozar mi sexo. Di un respingo sobre sus rodillas, jamas nadie me habia tocado en esa zona con esas intenciones, ni siquiera yo misma. Al principio frotaba por encima del bikini, pero no tardo nada en apartarlo.

Yo misma notaba lo humeda que estaba, y pude confirmarlo por el ruido que hacian los dedos de mi abuelo al acariciar me la rajita. Era lo mas extrano que me habia pasado en la vida, pero no podia negar que si cerraba los ojos y me dejaba llevar como el me habia pedido, resultaba bastante excitante.

El abuelo comenzo a besarme el cuello mientras seguia sobandome los pechos y acariciandome con lascivia mi conito. Lo hacia con delicadeza, asegurandose de no entrar en mi y desgarrar mi himen. Me sorprendia como podia estar poniendome tan caliente con unos simples tocamientos, hasta que me lo susurro al oido.

- Esto que te estoy frotando es el clitoris. Te gusta, ¿verdad?

- Mucho.

- Apuesto a que es la primera vez que sientes placer.

- Si, ni siquiera yo misma me habia tocado.

- Pues te vas a llevar el dinero y tu primer orgasmo.

Siguio estimulandome el clitoris hasta que todos los musculos de mi cuerpo se tensaron, arquee la espalda y cerre las piernas dejando su mano atrapada entre mis muslos. Senti un placer descomunal, un calor que se iniciaba en mi sexo y se expandia por cada rincon de mi cuerpo. Los gemidos escapaban de mi boca descontrolados, expresando lo tremendamente a gusto que me habia quedado.

- ¿Que te ha parecido?

- No puedo ni hablar, abuelo.

- Yo tambien he disfrutado mucho.

- Entonces... ¿ahora todo es para mi?

- En principio si.

- ¿Que quiere decir eso?

- Denisse, yo te prefiero a ti, pero si tus primas me ofrecen algo mas va a ser dificil que pueda rechazarlo.

Continuara....
26 Mar 2024Incesto en la oficina Si me la hubieras metido en el culo en vez de meterla en el cono me hubiera corrido dos o tres veces -le dijo despues de correrse y de haberlo besado.

Era el dia de su santo. Por la noche quiso echar un polvo, pero a su parienta le dolia la cabeza. No quiso discutir con ella y salio a dar un paseo.

En su calle habia abierto un pub que aun no pisara. Segun le habian contado, alli paraba fauna de todas clases, desde camellos a policias, pasando por putas, gente de pasta y matados. Entro en el pub solo por curiosidad.

Los veinte euros que le cobraron en la barra por una ginebra con tonica le hizo pensar que aquello no era un pub, sino un puticlub encubierto, la musica, el ambiente, las luces, y los precios de las bebidas, asi se lo indicaban.

Aquel sitio estaba petado. Se sento en un reservado que habia en una esquina, y que acababa de dejar una pareja y se puso a mirar para otra pareja que bailaba agarrada en la pista de baile, ella era una veinteanera, minifaldera y el un viejo policia de paisano. Bailaban y se morreaban. Era obvio lo que buscaba ella y lo que buscaba el.

Enfrente del reservado donde se habia acomodado estaban sentadas a una mesa cuatro muchachas.

-... Mi fantasia es follar con mi jefe -dijo la joven que estaba sentada de espaldas a el, y que ten´kia la vz tomada.

-No sabrias que hacer con el -le dijo la que Ramon veia de perfil al lado izquierdo de la mesa.

-Lo haria como en el sueno humedo que he tenido con el.

-¿Que sueno fue ese?

-Prefiero no compartirlo.

-Yo si voy a compartir algo que no debia. Mi fantasia es follar con cuatro hombres -les dijo la que Ramon veia de perfil a su derecha.

-!Que puta eres! ¿Y que harias con cuatro hombres? -le dijo la joven que Ramon veia de frente.

-Un vaginal, un oral y un anal al mismo tiempo.

-Te sobra uno.

-A ese se la machacaba.

Siguieron contando sus fantasias y sus experiencias y hablando de otras cosas. La que tenia de frente, era la sobrina de una prima de su mujer. Era una joven morena, con el cabello marron y largo. Ramon le guino un ojo y le sonrio, la joven le devolvio la sonrisa.

Tiempo despues, las que veia de perfil y la que tenia de espaldas, se levantaron y se fueron. A las otras dos no las reconocio, pero la que habia estado de espaldas a el era Amalia, su ahijada. Hacia un mes que la habia cogido como secretaria porque se lo habia pedido la madre, aunque la habia cogido a contra gusto, ya que era una chica fea, delgada como un fideo, con gafas, timida y meapilas de misa dominical. Ella no lo vio, por ver no veia nada, y si veia algo debia ser borroso, ya que por su manera de caminar se notaba que estaba bien mamada.

Nada mas salir del pub, la que se habia quedado fue al reservado.

-¿Pagas algo, Ramon? -le pregunto.

-Pide lo que quieras, Sonia -dijo mientras la miraba de abajo a arriba-. No sabia que andabas en este mundillo.

Se sento a su lado.

-¿En que mundillo?

-En el de las mujeres alegres.

Sonia se mando el resto de la bebida de Ramon y luego levanto el vaso hacia el camarero y le pidio dos bebidas levantando dos dedos.

-No soy una puta, soy una chica algo loca con ganas de echar un polvo.

Lo habia pillado con el pie cambado y se disculpo.

-Perdona.

-No hay nada que perdonar. ¿Que me dices del polvo?

-¿Tienes sitio?

-Este es un sitio como otro cualquiera -dijo, al tiempo que cogia el cabello que le caia por delante con las dos manos y lo echaba a su espalda.

-Nos van a ver -dijo Ramon con tono de preocupacion.

Sonia no tenia intencion de dejar lo que para ella era una presa.

-Con correr la cortina no hay mas, aunque yo preferiria que nos vieran.

-Si nos ven, nos echan.

-Si nos ven, nos miran y mas de una y mas de uno se hace una paja, este sitio va asi.

-¿Has venido mas veces? -le pregunto.

-Si, este lugar una especie de Tinder para exhibicionistas y mirones -respondio echando un fugaz vistazo a la gente que alli estaba.

-¿Y tu que eres?

-Ya te lo he dicho, una chica algo loca con ganas de follar.

-Me podria reconocer alguien conocido de mi mujer.

-En ese caso follaremos con la cortina echada.

Llego el camarero con las bebidas y le clavo ochenta euros, supuso que era por estar en el reservado y no rechisto.

Luego de irse el camarero, Sonia corrio la cortina.

-No me gusta perder el tiempo. ¿Follamos o pillo el gin & tonic y me busco a otro?

-Follamos.

Le saco la polla morcillona y le hizo una mamada tan rica que se la puso dura como una roca. Despues se quito las bragas, se subio la falda, se levanto y le puso el cono en la boca.

-Te toca -dijo echandole las manos a la cabeza y separando las piernas.

Le puso las manos en la cintura y le hizo una comida de cono en consonancia con la mamada que le habia hecho ella.

Luego Sonia se sento, pero lo hizo sobre la polla de Ramon. Con toda la polla dentro de su cono, le echo las manos alrededor del cuello y lo follo mirandolo a los ojos. Al rato, con cara seria, con sus ojos de gata clavados en los de Ramon y con su culo moviendose a mil por hora, sintio que se iba a correr.

-!Quiero que nos corramos juntos! -dijo con la voz rota.

-Yo aun la tengo lejos.

Paro de follarlo, se levanto la camiseta y le puso las tetas en la cara.

-Mama -dijo cogiendo con su mano la teta izquierda, una teta grande con una gran areola rosada y un grueso pezon.

Le mamo la teta.

-Mamas bien -dijo con la polla enterrada en su cono y sin moverse para no correrse.

Poco despues le dio la otra teta. Mientras se la mamaba, Ramon sentia como su vagina apretaba y soltaba su polla.

-Voy a correrme y no quiero hacerlo sin sentir tu leche dentro de mi -dijo entre dulces gemidos.

Le metio la lengua en la boca y Ramon se la chupo.

-Cuando quieras -le dijo despues de besarse.

Lo follo de nuevo moviendo el culo a mil por hora y Ramon se corrio. Sintiendo la leche calentita dentro del cono, se corrio ella y le bano la polla con una tremenda corrida, tan tremenda que la dejo sin fuerzas y sin aliento.

Al recuperarse se quito de encima, se limpio el cono con un panuelo y luego se puso las bragas. Tenia una cara de felicidad que a Ramon le encanto ver.

-Me has dado el mejor cumpleanos de mi vida - dijo despues de darle un pico-. ¿Quieres mi panuelo de recuerdo?

-Quiero.

Luego Ramon se fijo en sus pantalones y vio que los tenia hechos una mierda.

-Joder, a ver como arreglo yo esto.

-Sifon.

-¿Que?

-Que le pidas el sifon al camarero.

Otros putos diez euros, bueno, por lo menos el camarero tuvo la cortesia de prestarle un secador.

Lo que os he contado habia ocurrido en sabado. El lunes Ramon llamo a su ahijada por el interfono. Entro en la oficina con su cabello marron recogido en un mono, vestida con un vestido marron que le llegaba casi a los tobillos, con sus gafas de pasta negra, sus zapatos negros casi sin tacon y con un bloc y un boligrafo en su mano derecha.

-Buenas noches, don Ramon -dijo arreglandose el mono-. ¿Usted dira?

-Sientate -dijo acomodando su culo en la silla giratoria, echandose hacia atras y cruzando las manos -. ¿Ya se fueron todos?

-Si, senor.

Ramon se puso en pie y salio de detras de la mesa, se puso enfrente de la mesa, arrimo el culo a ella, saco un cigarrillo, y lo encendio.

-Quita las gafas.

Amalia se sento en una silla y escribio en el bloc lo que le habia dicho.

-Te he dicho que te quites las gafas, no que tomes nota -dijo mientras ella lo miraba con desconfianza.

-Si las quito no voy a ver para escribir.

-No vas a escribir -dijo, luego de echar una calada y de tirar la ceniza en un cenicero-. Quita las gafas, Amalia.

Las quito y vio que era guapa.

-Ya te ves de otra manera.

-Si usted lo dice...

-Si, lo digo, sueltate el cabello.

-Me esta asustando -dijo con voz temblorosa.

-No tienes por que asustarte -le dijo con una sonrisa en los labios-. No va a pasar nada que no quieras que pase.

-No deseo soltar el cabello.

Tuvo que usar su arma secreta.

-Ayer noche en el pub estabas mas suelta.

-!¿Escucho lo que hablamos en el pub?! -dijo poniendo una cara que parecia un poema.

-Estaba en un reservado, justo detras de ti. ¿Que hacias tu en un lugar como ese?

-Celebrando el cumpleanos de mi amiga Sonia- dijo tocandose el mono en un indudable acto de nerviosismo-. ¿Oyo lo que dije de usted?

-Oi.

Trato de reparar lo que ya era irreparable.

-Lo que dije fue para quedar bien con mis amigas...

-Los borrachos y los ninos no mienten, Amalia.

-¿Que es lo que busca, padrino? -pregunto.

-Descubrir que hay detras de esa careta tras la que te escondes.

-Yo no llevo ninguna careta.

-Llevas. Sueltate el pelo.

-Esto me huele mal.

-Ya te he dicho que no va a pasar nada, que no quieras que pase.

-¿Y si no lo suelto? -pregunto en un pequeno acto de rebeldia.

Tuvo que poner su cara de jefe para que la cosa avanzara.

-No lo quieras averiguar -dijo, dejando caer que no seria nada bueno, aunque la realidad era que nada iba a pasar si no se lo soltaba.

-Me esta asustando.

-No era mi intencion asustarte.

La amenaza velada surtio su efecto. Solto el cabello. Amalia no era guapa, era preciosa.

-Ves como llevabas careta -dijo apagando el cigarrillo en un cenicero-. ¿Por que escondes tu belleza bajo ese disfraz de mojigata?

-No soy bonita.

-No, no eres bonita, eres preciosa. Quita el vestido.

-Si lo quito me va a tomar -dijo con voz temblorosa.

-Solo si tu quieres y a sorbitos pequenos.

-Me esta violentando.

-Dejate llevar y quita el vestido.

-Lo voy a quitar, pero solo para que sacie su curiosidad.

Se bajo la cremallera trasera y luego se quito el vestido. Tenia cuerpo de modelo.

-Nadie podria imaginar que estuvieras tan buena.

-No estoy buena, estoy muy flaca.

-Quita el sujetador y las bragas.

-No sea cruel, padrino.

-¿Quieres que te los quite yo?

-!No! No se me acerque.

Se quito el sujetador y las bragas y a Ramon la polla se le puso dura. No era para menos. Sus tetas medianas y aperadas, tenian sus areolas marrones echadas hacia fuera, sus pezones eran como dedales y su cono tenia una tremenda mata de vello negro.

-!Que buena estas! -exclamo al ver aquella maravilla.

Se tapo las tetas con un brazo y una mano y el cono con la otra mano.

-!¿Puedo vestirme ya?! -pregunto sabiendo la respuesta de antemano.

-No hagas preguntas tontas. Quita las manos de las tetas y del cono y ven aqui.

-¿Que me vas a hacer?

De don Ramon habia pasado al padrino y ahora lo tuteaba.

-Voy a hacer que te corras.

-No quiero correrme. Quiero vestirme, me da verguenza estar desnuda enfrente de ti.

-Mejor sera que me desnude yo para estar a la par.

-No se desnude.

Ramon que era un cincuenton, con el pelo cano, y con un tipo envidiable, le echo la mano a la corbata, la quito y la echo sobre la mesa.

-Cierra con llave la puerta de la oficina por si regresa alguien.

-No, no que se lo que vendria despues.

Al quitarse los zapatos y los calcetines, el traje gris, la camisa, y los calzoncillos, los ojos de Amalia se clavaron en la polla erecta de Ramon.

-¿Te gusta mi polla? -le pregunto, al tiempo que la cogia con la mano.

Cogio el vestido y se fue hacia la puerta sin responder a la pregunta.

-Yo me voy.

Ramon echo un farol.

-Si te vas, manana no vuelvas.

-¿Me estas despidiendo?

-Cierra la puerta y ven a mi lado.

-Si la cierro...

-Si la cierras vamos a hacer de todo, menos dictarte para que tomes nota.

En el momento en que tiro el vestido al piso y cerro la puerta con llave, Ramon supo que tenia carta blanca para hacer lo que quisiera. Volvio a apoyar el culo en la mesa.

-Ven -le dijo tendiendole su mano derecha.

Amalia ya estaba mojada.

-Voy, pero que conste que a contra gusto -dijo caminando hacia Ramon con su cuerpo escultural.

-¿Vas a hacer todo lo que te diga? -le pregunto al tenerla enfrente de el.

-¿Es una orden? -pregunto ella.

-Es lo que tu quieras.

-Si no es una orden...

Tuvo que echarle una mano para que arrancara.

-Es una orden.

-¿Que quieres que haga?

-Todo lo que siempre has deseado hacer con un hombre y que nunca te has atrevido a hacer al estar con el.

-Nunca antes he estado con un hombre.

-Mejor. Quiero ser tu conejillo de indias.

-Tengo verguenza.

-¿Quieres que empiece yo?

-Si no queda mas remedio... -dijo con la cabeza gacha.

La levanto y la echo sobre la mesa. Le encogio las piernas y con sus pies sobre la mesa le separo las piernas, le acaricio los muslos, le paso dos dedos por los labios mayores, uno por cada labio, luego le acaricio el rostro, del rostro paso a magrearle las tetas. A continuacion magreo su teta derecha con una mano, le puso las yemas de tres dedos de la otra sobre el capuchon del clitoris e hizo movimientos circulares sobre el. En nada el cono comenzo a lubricar. Ramon le paso las yemas de los dedos por la vagina para mojarlas y luego siguio jugando con su clitoris. Amalia comenzo a gemir y a subir y a bajar la pelvis para que los dedos tambien frotaran su vagina. Al rato le metio el dedo medio y la masturbo haciendole el "ven aqui" y frotando su clitoris con la palma de la mano. Amalia, con los ojos cerrados, ya estaba entregada, gemia con descaro, movia la pelvis y su mano izquierda magreaba la teta izquierda. Metio dos dedos y siguio haciendole el "ven aqui! Amalia puso las yemas de tres dedos sobre el capuchon del clitoris y lo acaricio como se lo habia acariciado Ramon... Le metio tres dedos, sus ojos se abrieron y sus verdes pupilas se escondieron bajo los parpados. Le siguio estimulando el punto G. Poco despues sus ojos se cerraron y su ceno se fruncio.

-Oh, si, sigue, sigue, si, si, si, sigue... -dijo entre sensuales gemidos - !Me corro, me corro, me corro!

Al acabar de correrse, le lamio el cono para conocer el sabor de sus jugos. Eran algo diferentes a lo que habia catado, su sabor era mas acido y eran mas espesos. Luego de saborearlos le puso la parte de arriba de la lengua sobre el glande del clitoris y lamio de abajo a arriba rozandolo muy despacito.

-Me vas a hacer correr otra vez. -le dijo un par de minutos mas tarde.

Apreto la lengua contra el glande de su clitoris, y acelero las lamidas, de modo que la mitad de su lengua entrara y saliera del cono y la otra mitad se frotara contra el glande erecto. Esta vez no le anuncio el orgasmo, movio la pelvis a toda mecha de abajo a arriba y de arriba a abajo y le dio en la boca una larga y copiosa corrida, al tiempo que gemia como una demente.

Junto a la pared habia un sillon de tres plazas, y hasta alli la llevo en brazos.

-De pie y con musica -dijo Amalia antes de que la echara en el sillon.

-¿Lo que? -pregunto Ramon totalmente descolocado.

-Que de pie y con musica es como follamos en el sueno humedo que tuve contigo.

La puso en pie.

-¿Que musica sonaba?

No lo recuerdo, pero era lenta.

-¿Y de que hablamos? -le pegunto mientras iba a poner musica en su telefono movil.

-No hablabamos, nos besabamos, bailabamos y follabamos.

Fue a You Tube, escribio: "Musica lenta" y luego puso "cien canciones romanticas inmortales." Volvio junto a Amalia, le echo las manos al culo y comenzo a bailar despacito: "I Want To Know What Love Is.

Amalia, que era un poco mas alta que Ramon, sintiendo la polla entre sus labios vaginales, le echo los brazos al cuello, puso la cabeza en su hombro, se apreto contra el y le siguio los pasitos. La polla se movia entre sus labios y estos la iban rociando de jugos. Luego levanto la cabeza y empezaron a darse un beso con lengua que duro hasta que acabo la cancion. Al comenzar la siguiente cancion, Amalia se separo un poco, cogio la polla, se puso en la punta de los pies, y froto el glande en el ojete y en la entrada de la vagina, Ramon empujo y se la metio hasta las trancas. De nuevo se besaron y bailaron despacito. La polla dentro del cono, latia, el cono hacia otro tanto, y ellos, sintiendo estos latidos se devoraban las lenguas... Al rato el cono de Amalia habia lubricado tanto y la polla de Ramon habia soltado tanta aguadilla que tenian las piernas mojadas. Estaban pegados como dos lapas, y los unicos movimientos que hacian eran los de los pies... Iban por la sexta cancion, cuando Amalia dejo de besarse con Ramon. Sin dejar de bailar lo miro a los ojos. Ramon vio como los ojos se le iban cerrando y como su respiracion se aceleraba. Sintio como su pelvis le daba un trallazo, despues, entre trallazo y trallazo y entre gemidos y temblores, sintio como el cono le apretaba y le soltaba la polla y como se la banaba de jugos.

-Si me la hubieras metido en el culo en vez de meterla en el cono, me hubiera corrido dos o tres veces -le dijo despues de correse y de haberlo besado.

-No sabia que en el sueno humedo te follaba el culo.

-Ahora ya lo sabes.

Le saco la polla del cono, del que salieron jugos en cantidad, y se la quiso meter en el culo. En el sueno humedo era una cosa, pero en la realidad aquella posicion no era la mas adecuada para follarle el culo. Se puso detras de ella, le froto la polla en el ojete y se la metio despacito. Ya no iban a bailar, iban a follar. Amalia se inclino, echo la mano izquierda al sillon, luego metio dos dedos de la mano derecha dentro de la vagina y se masturbo mientras Ramon le daba por el culo, le magreaba las tetas, le lamia la espalda y le daba nalgadas en el culo.

Dos veces se corrio follandole el culo y una mas cuando Ramon se la saco del culo y le follo el cono, cono que acabo lleno de leche.

Era el comienzo de una larga aventura.

Quique.
22 Dec 2023La madre de mi amigo ¿Quien no ha fantaseado con la madre de un amigo? Version para imprimir
Desde que tengo uso de razon, siempre he tenido a mi amigo Juan como companero de aventuras. desde travesuras de ninez, a salir juntos de discotecas a buscar un ligue de una noche. Pero esto ni viene al caso. Prefiero hablar de su madre.

Yolanda, asi se llama la madr de mi amigo, era una bellaza de mujer. Si las medidas normales son 60-90-60, ella deberia tener 70-100-80. pues tenia unas tetas grandes y un culo delicioso por el que babeabamos todo el grupo de amigos.

En mi adolescencia, tuve la suerte de disfrutar de ese delicioso cuerpo en bikini, pues en verano iba con mi amigo y su familia a su apartamento en la playa a pasar unos dias.

Cuando se agachaba para recoger la toalla... uuuf... intentaba mirar hacia otro lado, pues si estaba de frente, sus tetas colgaban y casi salian del sosten del bikini, y si etaba de espaldas, ver ese culo en pompa era para correrse con solo mirarlo. Yo, salia corriendo al agua para bajar mi ereccion o a veces iba al servicio del chiringuito para hacerme una buena paja, con el cuerpo de Yolanda en mi mente.

Me la imaginaba desnuda, de perrito sobre la cama, mientras la agarro de las caderas y le introduzco mi polla hasta que mis huevos chocan con su piel y despues de un buen rato de bombeo, inundar su cono con mi corrida o lo mismo cuando se la meto en su hermoso culo, estando boca arriba, mientras juego con mis labios en sus erectos y rosados pezones y con mi mano masageo su clitoris, llegando juntos a corrernos, dejando su culo abierto, chorreando la leche que mis huevos han dejado.

Otras vces me la imaginaba de rodillas, con mi polla dentro de su boca en una expectacular mamada, subiendo y bajando por toda su largura y mientras me miraba a los ojos con cara lujuriosa, se tragaba toda mi corrida.

Con estos pensamientos me hacia una paja casi a diario, pues cuando iba a buscar a mi amigo a su casa, siempre me abria Yolanda la puerta y me deleitaba con su figura.